015
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Reo soltó un suspiro, sentado recostando su espalda frente a la pared. Kunigami estaba preparándose para dormir y Mao no le prestó atención a su suspiro, así que decidió suspirar más fuerte para hacerla reaccionar. Al ver que eso no funcionó, intentó una tercera vez, más fuerte, pero ella seguía inmutada. Frunció el ceño y abrió la boca para suspirar de nuevo, pero Mao al fin contestó.
— ¿Te sientes bien?
— Ah, ya sabes... pienso en Nagi. Realmente quiero vengarme...
— Ya lo sé, hablamos de eso todo el tiempo.
— ¿Qué es lo que hay entre Isagi y tú que te enojaste tanto porque decidió ir con Nagi?
— Nada... me irritó por alguna razón. Quizás me sentí un poco abandonada de pronto. — ahora estaba irritada ella también. — Literalmente acaba de conocer a Nagi...
— ¡Es lo que yo estoy diciendo! — Reo exclamó, dejando salir toda su frustración ya que estaban hablando de ello. — ¡Nos conocemos desde hace tanto y me deja por... por... nadie! ¡Isagi no es nadie comparado a mí! ¿Y qué tiene él de especial que Nagi quiere jugar con él? ¿El hecho de que le ganó? Bueno, entiendo que esté frustrado por perder pero no tenía que dejarme así... ¡pudimos haber mejorado juntos, ¿o no?! ¡¿Y qué sentido tiene jugar con alguien a quien quieres vencer?! ¡Yo solo digo que es ridículo!
— Hm... — Mao continuó escuchando a Reo hablar y hablar sobre Nagi, pero también estaba absorta en sus propios dilemas. — Bueno, no es como que yo conozca a Isagi desde hace mucho, así que no puedo explicar por qué me molesta tanto...
— ¡Es porque ambos son unos traidores! ¡Traidores! Por eso nos tenemos que vengar. ¡Hay que hacer que se arrepientan de dejarnos!
— Me pregunto si es que dejé de ser suficiente según sus estándares. — Reo se calló cuando la escuchó decir aquello. — Bueno... solo digo... me abandonó como si no fuera la gran cosa... ¿será que piensa que no vale la pena tenerme alrededor o algo? Ya sé que se lleva algo mejor con Bachira, pero... no esperaba que fuera tan fácil para él decir "estarás bien por tu cuenta". ¿No pensó en qué es lo que yo quería...? Por algo lo esperé, maldita sea... y se veía feliz cuando le dije que hiciéramos equipo... ¿Por qué cambió de opinión tan fácilmente solo por lo que dijo Nagi?
— ¡Déjalo, no vale la pena pensar en ello! — le contestó Reo. — Tú y yo sabemos que somos increíbles; ellos se lo pierden. Ya verán, les ganaremos y van a regresar arrastrándose... — suspiró, moviéndose para apoyar su cabeza en el hombro de Mao. Ella normalmente lo hubiera empujado, pero esta vez no tenía energía para hacerlo. — Ya lo verán... así que no te preocupes. Mientras tanto estamos juntos, ¿no? Y yo sé lo increíble que eres. En serio, quería jugar contigo desde el principio; eres más que suficiente... los dos lo somos.
Giró su cabeza, manteniendo su barbilla sobre el hombro de Mao, para mirarla directamente a los ojos. En esa posición, estaban tan cerca el uno del otro que podía sentir su respiración, sus narices casi rozando entre ellas. Quizás era por el dolor estaban compartiendo o la sinceridad con la que se habían estado hablando últimamente, pero se sentía cercano a ella de pronto de una forma extraña. Su actitud relajada y desinteresada le recordaba tanto a Nagi, lo cual le dolía y ponía sentimientos que no podía explicar en su pecho, todo al mismo tiempo. Claro, nada era igual a estar con Nagi, pero la compañía de Mao era algo bastante cercano. Incluso si era consciente de que no eran la misma persona, se encontró desarrollando un pequeño apego hacia ella por estas similitudes.
Y no solo eso, sino el hecho de que Mao — al mismo tiempo de sentirse cercana a él — se sentía tan lejos, tan fuera de su alcance, como la copa del mundial que tanto anhelaba, excepto... mejor. Porque ella era dulce, amable, e incomprendida; alguien a quien disfrutaba tener cerca de él. Sus expresiones, actitudes, comportamientos y hábitos... se sentía tan lejos, y sin embargo tan cerca de él. Extendiendo su mano, trató de rozar sus dedos sobre su mejilla, pero la percibió alejándose de su mano por instinto. No obstante, Reo era terco y obstinado, por lo que no se rindió, y acercó su mano aún más lentamente, como diciendo "no te voy a hacer daño". Mao dudó por algunos segundos antes de dejarlo poner la mano en su rostro; sus dedos rozaron como el toque de una pluma en su piel, y poco a poco acercó un poco más su rostro. Antes de que se diera cuenta, su mirada bajó hacia los labios de la muchacha. Lindos, suaves... sería un desperdicio no aprovechar aquella oportunidad, ¿no?
Al fin, dio el salto que necesitaba y terminó de cortar la distancia entre ellos. Cerró sus ojos y se aseguró de que el beso fuera lento para no asustarla, lo cual aparentemente funcionó, puesto a que no la sintió tratar de apartarse. Ambos se dejaron consumir por la sensación de sus labios unirse en un beso suave y cálido, simplemente ahí, nada apresurado ni desastroso ni forzado... eran solo ellos compartiendo un beso. No se movieron, solo se mantuvieron en esa posición, las mejillas de ambos sonrojándose ligeramente. Mao pudo sentir su corazón acelerarse; Reo la estaba haciendo sentir tan segura y amada con sus palabras y sus gestos que no podía evitar derretirse en su tacto.
El beso terminó pronto, seguido de una ola de percatación. Ambos apartaron la mirada de inmediato en direcciones contrarias al darse cuenta de lo que habían hecho meramente por un impulso guiado por la cantidad de emociones que estaban compartiendo con anterioridad. Se habían besado. Reo fue su primer beso, y Mao fue el de él.
El Mikage había tenido más de una oportunidad de estar envuelto de manera romántica con alguien, y sin embargo con Mao lo hizo sin siquiera pensarlo dos veces...
— Lo siento... — murmuró, aún encontrando difícil quitar de su mente la sensación de sus labios contra los suyos; casi aún los podía sentir. — Debí haberte preguntado primero...
— Sí debiste. — y no obstante, no parecía enojada. — Déjalo así...
— No sé de dónde salió eso... ¿por qué lo hice...? No es que nos conozcamos de hace tanto tampoco. — pasó su mano sobre su rostro tratando de aclarar su mente, pero nada estaba llegando a él; solo vergüenza y confusión. Seguramente Mao ahora pensaba que era raro por besarla de pronto, tal vez incluso lo odiaba. ¿Por qué tenía que actuar de manera tan descuidada solo porque sí? — Eh... mejor no hablemos más de eso... ¿sí? Fue un error tonto... Lo podemos olvidar... hay que hacer como que no pasó.
— Bueno... — Reo soltó un suspiro de alivio a su afirmación rápida, aunque era extraño que accediera sin pensarlo dos veces, él solo estaba feliz de no tener que lidiar con ello por el momento. Lo que él no sabía era que Mao sentía más confusión que vergüenza, y que cuando lo escuchó decir que "fue un error tonto" besarla su corazón se estrujó un poquito.
Isagi estaba frustrado; verdaderamente frustrado. Perder su primer partido, contra RIN ITOSHI, quien no sólo era hermano de Mao si no que él lo había retado con tanta seguridad solo para ser destrozado en el juego, fue quizás la humillación más grande de su vida. ¿Y para qué? Porque quería a Rin en su equipo...o tal vez porque quería demostrar que él era lo suficientemente bueno para volver a jugar con Mao, porque si podía derrotar a su hermano mayor estaba seguro de que eso podría impresionarla.
Impresionar a Mao... ¿desde cuándo se preocupaba por cosas como esas?
Frotó su piel enjabonada con más fuerza de la frustración. ¿Cómo pudo ser tan ridículo? Retando a Rin y perdiendo de forma tan patética solo porque quizás quería ser reconocido... y para colmo luego tuvo que jugar contra Barou y luchar por no ser eliminado. Includo después de ganar estaba frustrado porque ganó solo para terminar en el mismo lugar donde empezó, tres personas en su equipo y ninguna idea de qué hacer ahora. Bueno, evidentemente tenía que ganar, pero seguía irritado al respecto. Y para peor, tratando de seguir el ejemplo de entrenamiento de Barou ahora estaba todo adolorido... decidió solo concentrarse en estar en paz mientras podía mientras terminaba de darse un baño.
Pero parecía que el universo estaba en su contra, porque burbujas salieron disparadas a su cara y quemaron sus ojos.
— Culpa mía. — una voz familiar se disculpó, y apenas logró quitarse el ardor de los ojos vio a Kunigami sentado a su lado. — Las burbujas salieron volando.
— ¡¿Kunigami?!
— ¿Isagi?
— ¿Has estado aquí todo este tiempo?
— ¡Esa es mi línea...! ¿Qué pasó contigo? ¿Por qué sigues aquí en la tercera ronda?
Isagi suspiró, y ambos entraron al agua del baño donde él comenzó a explicarle todo desde el principio. Kunigami escuchó su historia con paciencia mientras permanecía sentado en el agua, y cuando el contrario terminó de hablar asintió.
— Ya veo... así que en resumen, ustedes lucharon y perdieron contra Rin, y ellos se llevaron a Bachira, y luego ustedes tomaron a Barou y patearon a Naruhaya... y por lo tanto terminaron aquí, ¿no es así?
— Sí, es la pura realidad.
— Jaja, no te he visto en un tiempo, pero parece que has pasado por una guerra.
— ¿Qué hay de ti? ¿Quién está contigo ahora?
— Mao. — Yoichi se sobresaltó de inmediato al escuchar el nombre de Mao, pero más aún al ver a Kunigami señalar a su lado. Ella también estaba sentada cerca de ellos. ¿Cómo no la vio cuando entró? Estaba quieta en su lugar y abrazando sus rodillas, tapando de la vista cualquier cosa que no debiera ver, pero aún así se sintió tan mal que apartó la mirada con el rostro rojo de vergüenza. Cómo Mao puede ser tan bonita lo supera, pero no quería ponerla incómoda mirando demasiado.
— ¿Desde cuándo te bañas con tanta facilidad enfrente de los demás...? — le preguntó, cubriendo al lado de su cara para detener sus ojos que sin querer seguían desviándose en su dirección. Ella no le respondió, girando su cabeza para no mirarlo en su lugar. Al notarlo, Isagi quitó su mano para tratar de averiguar qué le pasaba, pero entonces recordó lo molesta que ella había estado cuando hizo equipo con Nagi y no con ella. — Mao... ¿sigues enojada conmigo? — otra vez no le respondió; en definitiva estaba molesta. — Mao...
— ¿Qué? — al fin, una respuesta.
— Te dije cuando hice equipo con Nagi que no es que yo quisiera-
— Cállate. — y se calló. — ¿En serio lo primero que fuiste a hacer después de hacer equipo con Nagi y hacerme a un lado a mí fue jugar contra Rin? ¿Contra mi hermano? ¿Porque lo querías a ÉL en tu equipo?
— Suena mal si lo dices así... pero no lo entiendes, no es que no te quería a ti en mi equipo, yo-
— No parece.
— Mao...
— ¿Qué tiene mi hermano que querías tanto que estuviera en tu equipo?
— No se trata de eso, es que Rin es el jugador número 1 y pensé-
— ¿Que es mejor que yo?
— ¡Deja de interrumpirme y cambiar mis palabras!
— ¡Deja de dar tantas vueltas y dime lo que quieres decir! "Es que pensé", "No es que no quiera", "No fue mi intención". Y luego solo estás diciendo "pero" y poniendo excusas... ¡No puedo leer tu mente! Deja de hacer cosas tan hirientes si no quieres que esté molesta... pareciera que ni siquiera entiendes por qué me enoja que hayas querido a Rin en tu equipo antes que a mí.
— Es porque no lo entiendo. ¿Es porque es tu hermano? Sé que no parecen llevarse bien, pero no pensé que te molestara eso. Es porque estoy tratando de mejorar que quiero jugar con alguien mejor que yo. ¡Yo tampoco soy adivino! No entiendo qué está pasando por tu mente porque nunca me dices nada.
— ¿Qué pasó con ustedes...?.— Kunigami se arrepintió un poco por haber sacado el tema de Mao porque ahora esos dos no dejaban de pelearse y no tenía idea de por qué; solo permaneció sentado incómodamente mientras los escuchaba gritarse. — Parecen pareja casada peleándose así.
— Eh, no digas eso. — Nagi se unió a la conversación también, flotando en el agua cerca de ellos. Mentiría si dijera que no sintió cierta "pesadez" en el pecho cuando pensaba en Mao e Isagi como "una pareja casada". Es decir, Mao era... alguien fuerte e increíble que lograba estar a su nivel y derrotarlo, bonita, alguien parecida a él y quien lo entendía, e Isagi era... no Nagi. — Hey, hace tiempo no te veo.
— Da igual... la discusión no tenía sentido de todas maneras. Ya no quiero estar peleando más.
— Nagi, ¿por qué estás flotando? — le preguntó Isagi.
— Esto es la manera más relajante de disfrutar del baño.
— Hey tú, problemático bastardo asqueroso. — Barou se apareció también para regañar a Nagi. — Por el amor de dios... esto es un baño público, no nades.
— Eh... no, está bien, solo por un rato... — Seishiro sumergió su cabeza un poco en el agua y sopló burbujas, juntando sus manos como si estuviera jugando al ninja. — Mira mi ninjutsu...
— ¡No soples burbujas! ¡Tu saliva se mezclará con el agua del baño! ¡Y ustedes! Se lavaron apropiadamente antes de entrar al baño, ¿cierto?
— No entraría a un baño lleno de hombres sin hacerlo...
— Hey, Isagi, ¿Barou es un tipo tan trivial? — preguntó Kunigami.
— Sip, su atención al detalle es ridícula...
— ¿Entonces? ¿Ustedes ya decidieron a su oponente para la siguiente ronda?
— No, aún no. ¿Qué hay de ustedes?
— Nosotros...
— Obviamente iremos contra ustedes. — la voz de Reo llamó la atención de todos, quienes voltearon a verlo sentado en la orilla del baño con un brazo apoyado sobre su rodilla. — Mao y yo nos unimos por esa razón...
— ¡Reo! — Nagi exclamó, levantándose para acercarse con suma rapidez hacia él. — ¡Ha pasado un tiempo! ¡Escúchame, Reo! He practicado mucho y-
— Detente. — el Mikage cortó su emoción de un golpe en la mano para alejarlo. — Nosotros dos... somos rivales ahora, Nagi. Yo... nosotros, quienes fuimos dejados atrás, pelearemos y te vamos a derrotar. A ti y a Isagi.
— Mao, ¿eso es lo que quieres de verdad? — Isagi le preguntó.
— Sí, no te atrevas a huir después de como me dejaste.
— Bien. — él accedió casi de inmediato al escuchar su respuesta. — ¡Es lo que queríamos! Hay que hacerlo, entonces.
⚽️ Finalmente volviendo a la historia 🙏
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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