En el mundo de lo desconocido abundan infinidad de leyendas, relatos, hechizos e incluso entes de otras dimensiones. Cosas que las personas con sabiduría se guardan para sí mismas, secretos ocultos, que, por miedo, se han escondido en lo profundo de una abismal cueva.

La historia ha castigado a los osados que quieren revelar las maravillas del universo, la ignorancia ha condenado a miles de almas que sólo querían tener el conocimiento lumínico.

Y entre los miles de ramificaciones de la magia... Había encontrado algo que me iluminó el camino... Mientras caminaba en la oscuridad abrasadora, él me guio hacia un lugar pacífico, hacia sus brazos y calidez.

Me adentré en un mundo desconocido, no había salida, pero por todos los cielos, amé aquel momento cuando tomé la decisión de caminar hacia allí... Nunca me arrepentiré de nada... El destino me arrastró abrasadoramente hacia una vida más feliz y tranquila.

Lo llamaba JK, me gustaba decirle así de cariño, y al decirle aquel apodo, él sonreía con aquellos dientes tan hermosos...

— ¿Cómo llegué aquí? ¿Quién eres tú? —él me dijo aquella vez que se manifestó.

—Yo te invoqué con mi mente —señalé mi cabeza, dándole breves puntadas a ella con la yema de mi dedo—. Fue algo difícil, pero por fin no me siento tan sola.

Desde que conocí que la mente es tan poderosa... Todo mi mundo se volteó de cabeza con JK a mi lado.

Como estaba harta de mi aburrida rutina, quería una pizca de picante en ella... Por eso, lo atraje a él... Mi ser de luz... Mi padrino mágico.