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Estaba demasiado nervioso, esa mañana cuando despertó sabía perfectamente que debía darle una respuesta al castaño y aunque la charla con su hermano si menguo un poco si ansiedad sabía claramente que muy en el fondo no estaba del todo convencido.
Caminaba a paso lento hasta la habitación del castaño sintiendo su corazón latir con fuerza hacia un esfuerzo por respirar ya que se estaba volviendo insoportable. Sentía que cada paso que daba se hacía eterno, ¿y si mejor no le daba ninguna respuesta?, tampoco podía hacer eso, lastimaría profundamente los sentimientos de Saru y el debía mostrarse maduro debía ser responsable de la situación no uir como un cobarde
Trago grueso al encontrarse frente a la puerta de la habitación del castaño debatiendose en si tocar o no, su mano temblaba a quien iba a engañar sus nervios estaban a flor de piel.
≫calmate Chyusei, solo hablaras con el y le explicaras tu comportamiento y tus sentimientos... Todo estará bien... Espero≪
A su manera intentaba darse ánimos, aunque sentía más temor su cuerpo estático ni siquiera podía levantar su mano para llamar a la puerta, aún estaba a tiempo para marcharse ¿verdad?, aun podía regresar para encerrarse en su habitación ¿verdad?. Soltó un largo suspiro tratando de disipar cualquier tipo de sentimiento negativo para tocar la puerta con velocidad, podía sentir su ansiedad crecer con cada segundo que pasaba, esto no era divertido y mucho menos lindo sentía que se desmayaria en cualquier momento
La puerta se abrió para este momento su mirada estaba puesta en el suelo, tenía temor en levantar la mirada tal vez por que sentía que podría derrumbarse frente a las avellanas del castaño— oh, Chyu, hola
Alzó la mirada encontrándose con Dazi este tenía una expresión algo juguetona odiaba esa expresión divertida sabía perfectamente que este querría molestarle —hola..
— imagino que as venido a ver a mi hermano – apartó levemente la mirada ante aquella sonrisa que se curvio en sus labios, aún estaba a tiempo de poner una excusa y largarse a su habitación – hey Saru, tu enano esta aquí buscandote~– ¡Maldito Dazi!, le daba una expresión juguetona mientras le giño un ojo para ingresar nuevamente al interior de la habitación
Saru estaba frente a él, ambos en silencio por minutos que parecian eternos, este quiso tocarlo y rápidamente se apartó de su tacto fue un impulso en ese momento lleno de vulnerabilidad no podía reaccionar con claridad
—y.. ¿Para que me buscabas?
— bueno yo.. Quería hablar contigo en privado, pero veo que tienes visitas así que vendré más tarde
— ah! No no, mis hermanos ya se van! – Exclamo con prisa tomando al pelirrojo de sus manos sintiendo como estas temblaban bajo su toque aquellas mejillas se pintaron de un tierno rosa
— n-no creo que debas echarlos, encerio pasa tiempo con ellos podemos hablar más tarde
— ah no, ellos y yo tuvimos una pijamada anoche, así que ya se van justo estaban terminando de decir que debían irse a sus respectivas obligaciones
Rápidamente soltó las manos del menor para volver a perderse en su habitación, silenciosamente le dijo a sus hermanos que se fueran alegando que tenía cosas más importantes que hacer con el pelirrojo, claro que ambos hermanos pensaron que podrían tener acceso VIP al chisme, pero su pequeño hermano sin pensar en su aburrimiento y ganas de estar al pendiente de problemas ajenos este solo les hechaba mientras les empujaba para que salieran más rápido de la habitación
El pelirojo menor simplemente mantenía su mirada en el suelo, avergonzado por el hecho de qué Saru haya tenido que echar a sus hermanos por el. Levantó un poco la mirada donde Osamu le miró giñandole un ojo pudo entender sus palabras entre líneas "buena suerte"
Y vaya que la iba a necesitar, solo suspiro pesadamente una vez que se encontró al lado del castaño dentro de la habitación. El silencio se estaba volviendo algo incómodo haciendo que cada vez sus nervos incrementen, su compañero también estaba en silencio tal vez no quería presionarle para hablar, tomo una bocanada de aire antes de empezar ya que ni siquiera sabía como hacerlo — no es necesario hablar si no quieres – escucho la voz del castaño este portaba una expresión compasiva y gentil.
Esa expresión le causó mucho más valor de lo que pensó, no quería que el castaño se sintiera mal por su cobardía, el ya había expresado sus sentimientos, había sido sincero en todo momento, era su turno de serlo también — no es eso..– balbuceo jugando con sus dedos tratando de dicipar su temor y nerviosio, su mirada se enfocó en una de las paredes de aquella habitación sentía que no merecía verle a la cara – Atsuki fue mi primer amigo sabes, era de alguna manera mi lugar seguro, siempre estábamos juntos, siempre me cuidaba, siempre estaba alli para defenderme de mis maestros e incluso decía que me ayudaria a entrenar y simplemente hacíamos otra cosa – soltó un suspiro pesado recordando aquellos días que ahora parecían tan irreales para el – pensé que realmente me quería, confundí un poco su amabilidad y su cariño, ese fue mi error
Saru quien escuchaba atentamente sus palabras mantenía su mirada en aquella pequeña ventana que colaba algo de luz a la habitación, en lo personal no quería escuchar nada de esa situación pero a su vez sentía que debía hacerlo — cuando tu llegaste al momento en que nos vimos y te me acercaste para tocarme, yo, me sentí extraño muy extraño.. Jamás había sentido algo así ni siquiera con el, a su vez senti terror al no poder controlar todo aquello que tu provocabas, por ello pensé que si te alejaba de mi ya no me sentiría de esa manera
— ¿y te resultó? – la verdad si quería saber un poco más de eso, no podia evitar sentirse orgulloso por ser el quien haya hecho estragos en los sentimientos de su pelirrojo
— no, me dolía alejarte, me dolía hacerte daño, quería que me odiaras y a la vez quería estar contigo, era tan abrumador estaba tan confundido, hasta que te alejaste completamente de mi, hasta que estabas con Sigma el sentimiento empeoró, así que simplemente buscaba tu atención aún si teníamos que pelear ya que era la única vez que me veías a mi.. Pero tampoco era lo que queria – su corazón no dejaba de latir con fuerza, causando le un dolor insoportable en su pecho, quería mostrarse fuerte ante el castaño no quería que este pensara que lo manipulaba de alguna manera, quería que si este realmente deseaba estar a su lado lo hiciera por su cuenta propia y no por que se encontraba demasiado sensible y vulnerable
— Osa fue el que me ayudo a aclarar el por que de aquellos sentimientos tan abrumadores, por ello quise volver a estar contigo aunque sea como amigos pero tu no me querías cerca y deje de intentar.. Se que no puedo cambiar nada de lo que paso, y se que tal vez si hubiera hablado las cosas nada de eso hubiera ocurrido, tampoco puedo pedirte que olvides todo lo que paso así como si nada
Quería ser egoísta, quería estar con el castaño, quería tenerlo siempre a su lado, tenía unas inmensas ganas de llorar en ese momento ¿y si mejor dejaba todo allí y se largaba? No quería que el castaño le viera actuando de manera patética— pero también quiero ser egoísta y estar contigo y hacer que olvides esa horrible versión de mi, quiero esforzarme por ser mejor para ti, se que soy un asco por decir todo esto, y que jamás podría ser igual a tu angelito, pero yo quiero que te enamores de una mejor versión de mi y-
Sintió el tacto suave en su mejilla y conecto su mirada en aquellas avellanas de su contrario, este le veía con demasiada tranquilidad portaba una sonrisa tierna y muy bonita, sus demás palabras murieron en el viento estaba demasiado abrumado Saru lo había notado — ¿me amas? – decidio preguntar el castaño mirando aquellos hermosos ojos azules cristalizarse, era tan tierno verle así, aunque amaba verle sonreír
— si.. te amo
—eso es todo lo que necesito – suavemente paso su pulgar por sus párpados mirando las tiernas reacciones del pelirrojo sus mejillas se pintaron de un rosa muy lindo
El pelirrojo le abrazo ocultando su cara en su cuello, no dijo nada, al contrario lo acercó más a su cuerpo acariciando suavemente su espalda, usaba sus feromonas para calmarlo así como tanto quería hacerlo ayer por la noche, le escuchaba suspirar muy cómodo entre sus brazos — podemos intentarlo ¿que dices? Ir lento, a tu tiempo, Samu me dijo que no hay necesidad de apresurar las cosas
— Chuya también dijo algo como eso – suspiro hundiendo más su cara en su cuello sintiéndose más calmado gracias al aroma de su chico sentía las caricias en sus cabellos le transmitía demasiada paz – también dijo que podíamos establecer reglas y límites de las cosas que no nos parescan bien
— me parece bien
Suavemente se apartó del pecho del castaño para encararlo este tomaba su mano con cuidado y delicadeza dejando pequeñas caricias solo para darle calma — bien digamos una y una ¿te parece?
— de acuerdo – Exclamo el, portando una expresión más pensativa buscando algo que pudiera decir y aportar a su lista de límites
—— Bueno, que tal, si peleamos por cualquier tontería yo opino darnos el tiempo para pensar y relajarnos y luego expresar como nos sentimos respecto al tema.. Lo digo por que creo que es necesario. Tu tienes tu carácter y yo tengo el mio, nunca podriamos estar de acuerdo siempre
Apoya su cabeza en el hombro del castaño ¿iban bien? Ni idea solo proponía tener más comunicación eso estaba bien tal vez evitaría peleas en un futuro y establecerian un mejor rumbo a su futura relación —tu, turno – le dijo al castaño quien beso suavemente su cien
—Entendido – Murmuró apoyando su cabeza sobre la del pelirrojo sentía su suave aroma dulce, su mano bajo hasta su cintura acercándole más a el–confianza, si llega a pasar un malentendido, ninguno de los dos se va a apartar y siempre confiara en la palabra del otro – le regala una sonrisa tierna sin dejar de jugar con su mano, pasaba sus dedos por su piel sintiendo su suavidad, no solo sus feromonas le embriagaban si no que la suavidad de su piel tan tercia le gustaba
— ah.. Pero yo confío en ti–Le dice mirándole levemente, mientras pensaba que otra cosa podría decir
El castaño solo rio ante su pequeña queja le tomo delicadamente de la mejilla conectando sus miradas —lo se, se que confías en mi ardillita, solo digo
El pelirrojo hizo un puchero apartando levemente su mirada lo que le hizo soltar una pequeña risa más ruidosa, a veces sus pucheros eran tan tiernos —creo que también poner un límite respecto a las cosas que podemos tolerar del otro y lo que no.. Y también expresar la molestia que sintamos en ese momento... Así evitaremos que los problemas se agranden
Soltó un suspiro largo mientras frotaba su cara contra el hombro del castaño buscando más de su aroma —ya si necesitamos tiempo para pensar en nuestros errores lo daremos para evitar situaciones incómodas
— me parece bien –con delicadeza juguetaaba con su cabello el pelirrojo se dejaba consentir y mimar por el, parecía un lindo gatito tan tierno y hermoso, sonríe ante aquel pensamiento y decide aportar esa regla número uno – podríamos tener como un aviso
Cuando uno de los dos esté ocupado o tenga un tiempo de hermanos, avisarle al otro, tanto tu cómo yo, sabemos que no nos gusta interrumpir ese tiempo del otro con nuestros respectivos hermanos
—es verdad ajaja tienes razón
Le dice con una sonrisa gentil, mas bien por que casi nunca sus hermanos pasaban el tiempo juntos y cuando lo hacían dejaban todo de lado para estar con sus mayores, aunque ahora se sentía mal por haber interrumpido el tiempo de Saru con sus hermanos, aunque tampoco sabía que estaban juntos —... Mm no tengo más ideas ajaja ¿así estaría bien?
El castaño hizo un puchero algo sonrojado mientras miraba a otro lado de la habitación sintiéndose un poco avergonzado —bueno.. Hay otra cosa – Murmuró captando la atención del pelirrojo
— ¿qué otra cosa nos falta? – decidió preguntar sin perder detalle de su expresión sonrojada, le parecía tierno verle asi, sonrió un poco acariciando su mejilla, había pensando que estaban de acuerdo en aquellas reglas que habían dicho ¿qué más faltaba?
— ¿podemos tener citas?–de manera nerviosa rascaba levemente su mejilla tratando de escapar de aquella mirada del contrario
— ¿ah? –estaba un poco sorprendido por la pregunta del contrario, en lo personal seguía sintiéndose inseguro con respecto a salir sin contar que seguia la regla de que nadie ya sea ejecutivos puedan salir del edificio por medidas de seguridad – bueno, no podremos salir de port Mafia, tendríamos que ir con nuestros hermanos y no sabemos si querrán acompañarnos, pero, si me gustaría tener citas contigo – jugaba levemente con los dedos del castaño sintiendo sus mejillas rojas
—No hablo de afuera...
Una cita no tiene que ser afuera...
Lo que me dijeron mis hermanos es que es una actividad donde estemos solos tu y yo puede ser una pijamada o viendo una película hasta cocinando creo que también cuenta
— eso quiere decir que tenemos citas todos los días –Exclamo dándole una sonrisa juguetona
—ahora podrán ser citas oficiales.. – Murmuró levemente acariciando suavemente su mejilla
— también podriamos besarnos, ¡c-claro si tú quieres! – tartamudeo sintiendo vergüenza por la petición aunque si quería para que negarlo
su cara se torno roja como la de un tomate cuando el contrario menciono lo de los besos, sintió emoción por saber que podría volver a probar sus labios pero a su ves sentía vergüenza —C-cierto t-tambien podemos hacer eso de besarnos.. ¡P-por supuesto que si quiero! – respondió con demasiada prisa sentía que su corazón se saldría de su pecho – am..e-etto.. ¿Ahora mismo se puede?.. C-claro si tu quieres repetirlo
Oculto su rostro en el pecho del castaño sintiendo sus mejillas arder por la vergüenza — C-callate! Solo hazlo M-me da vergüenza si me preguntas tonto!.. Tonto! Tonto! –daba suaves goloecitos en su pecho mientra frotaba su cara buscando su aroma
Al castaño le pareció muy tierna la acción del menor, sus pequeños goloecitos le hacían cosquillas, suavemente le tomo de las mejillas conectando sus miradas — de acuerdo – con su pulgar dejaba tiernas caricias en su piel, su corazón latía tan fuerte que pensaba que se escaparia de su pecho
Rompió la poca distancia que quedaba besando sus labios con calma y lentitud, un beso suave muy delicado, en este punto ambos ya sabían lo que querían experimentar con el otro sabían sus sentimientos, sabían lo que deseaban. El pelirrojo se dejó llevar por aquel beso más suave y calmado nada comparado con aquel beso salvaje que se habían dado ayer, en este podía disfrutar de la cercanía y los mimos que el castaño le proporcionaba —no volverás a irte ¿verdad? –rodeo su cuello con sus brazos acercándole más, su tono fue uno juguetón
El castaño se aferro a su cintura acercándole más a su cuerpo liberando sus feromonas dejando besos más cortos en sus labios disfrutando de su sabor, de su dulzura, eran tan suaves tan delicados para el eran un manjar tan apetecible nunca se cansaría de probar esos labios tan adictivos — no, lo prometo, no me iré...
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