Dentro un pequeño centro de paredes color anaranjado de poca saturación hay una tarima. Sentados al borde de esta hay cinco individuos jóvenes en fila: Mike, un chico delgado bastante estirado de extremidades con una quijada cuadrada poblada de vellos bien recortados, Kapook, una chica de belleza infinita con el rostro moldeado como corazón y ojos redondos con una pestaña larga a los finales dándole un aspecto gatuno, siguiente se encuentra Book, un chico tan pálido como la nieve y rostro moldeado en honguito con una nariz perfilada. Al final de ellos se encuentra Mob, un delgado chico africano. Parece un árbol con tal altura y siempre tiene audífonos azules puestos.

—Son... Un equipo bastante peculiar. — Mew menciona mirándolos a todos. Ninguno de ellos los está mirando excepto la chica quién colompia los pies, sonriente.

—Kapook tiene autismo tipo uno, todos los demás tienen autismo tipo dos.

—¿No suelen saludar?

—No te he presentado. Además, falta uno.

—¿Falta uno?

Las puertas del lugar se abren creando un chirrido masivo, ambos mayores miran entonces Gulf va entrando por estas. Él escanea todo el ambiente: Las miradas, cuánta temperatura hay en la habitación si está fría como siempre o si está más caliente de lo habitual, si el invitado da buenas vibras o le hacen doler el estómago. Tras revisar todo eso mira abajo unos segundos:

—Hola, soy Gulf, disculpen la tardanza. El autobús tuvo un atraso. — Dicta con una mano alzada al lateral de su rostro. Tras decir esas cosas encogido de hombros, alza la mirada lentamente. Tensando la quijada. —¿Ya se presentó?

Mew lo ojea unos segundos de cabeza a los pies en párpados distintivos para que no se note. —No. Pero tu excusa es válida, toma asiento. — Tal cual un maestro, es severo y frío. El chico camina rápido hacia los demás tomando asiento al lado de Mike. Ahora que todos están reunidos algunos se miran entre sí preguntándose si están bien o intercambiando detalles. —Mi nombre es Mew, junto a mi hermana Baifern seré su guía para hacer una de las mejores obras que la historia del teatro jamás ha visto. Haré que tengan el debido reconocimiento y que puedan alcanzar su sueño de la actuación, o si hacen esto como hobby, que se diviertan.

—Buenos días, Mew. — Dicen todos en un asentir.

—¿Podemos presentarnos? — Mike mira arriba alzando la mano.

—Pueden presentarse. — Mew otorga permiso.

—¡Buenas tardes! Mi nombre es Mike Risapong. Gusto en conocerlo.

—Buenas, ¡mi nombre es Kapook! Suena como explosión porque mi madre sabia que yo sería como una dinamita. — Bromea la chica y los mayores rien ante eso al igual Book.

—Mi nombre es Book, ¡mucho gusto! Yo tengo nombre de libro, pero lo único que leo son guiones.

—Bueno saberlo, Book. — Mew asiente.

Le toca a Mob, así que este se baja los audífonos con cordial respeto e intenta mantenerles la mirada con una sonrisa labial. —Yo soy Mob, — su voz es gruesa. —mucho gusto en conocerlos. La música me calma desde luego que llevo audífonos, pero no los usaré mientras estemos ensayando.

Book frota la espalda del grandulón con una sonrisa.

—Bien. Mucho gusto a todos, es un placer. Bueno, le daré a Baifern la tarea de hacerme un pequeño drama para poner a prueba sus actuaciones y poder verlos en acción, ¿sí?

Baifern voltea a verlo tomada por sorpresa. —¡¿Huh?! B--Bueno, haré lo mejor. — Promete.

—Mientras díganme qué papeles les gustaría hacer.

Kapook, vista desde los ojos de Mew, sonríe y utiliza los dos dedos índice como anzuelos para expandir los laterales de su boca. —Yo de loca. — Habla grueso.

—Yo de soldado. — Mike infla el pecho como uno.

—Yo como un superhéroe. — Gulf pide.

—Algo místico. — Pide Book antes de sonreír en grande.

—Un romántico. — Mob pide sonrojado. Nadie se esperaba eso entonces lo miran sorprendidos.

—¡Wow! — Expresa Book.

Mew bufa una risa. —Bien. Los dejo a ti, Bai, mientras pienso algo.

—¡De acuerdo!

Mientras Baifern habla con sus chicos y escribe algo para una pequeña obra, Mew se mantiene alejado en una mesa redonda con la mirada puesta en papeles vacíos. No tiene nada. Está completamente vacío.

«Estás en pecado, » Susurran los demonios de su mente. «no llegarás a nada. Por eso Dios no te ayuda», etc, etc. Esas voces bien podrían ser de criaturas, pero muchas veces son los miedos inculcados por la sociedad o la iglesia misma, es algo triste el poder abusado para crear miedo y no inspiración. De repente piensa en los tiempos de Sodoma y Gomorra, y como los hombres querían tener relaciones con los ángeles. ¿Qué hubiera sucedido si a un ángel sí lo tocaron, humillaron y sodomizaron? Sería el llanto y la venganza de un hermoso ángel cuya pureza fue destruida. Su historia. Su dolor. Merecería ser contado.

Un poco inspirado comienza a escribir una historia medieval sobre ese ángel imaginario...

Se detiene cuando debe mirar a los chicos y buscar a su ángel en ellos. Busca, busca,... Debe ser el rostro perfecto. Se fija en Book, ¡queda perfecto! Vuelve a centrarse en escribir.

5:00 P. M.

Cada chico se va excepto Gulf quién queda último, pero se acerca al mayor. —¿Puedo ver lo que dibujó?

—Oh. Sí, claro. — Mew distancia los papeles entre sí hasta darle el del dibujo.

—Es hermoso. — Gulf sonríe poco a poco, anonado.

En el dibujo hay un ángel de espaldas, la espalda siendo colosal y se reduce a una cintura pequeña de buen aspecto al igual el trasero. Las alas son incluso más grandes y ocultan mitad del rostro angelical, quién mira atrás con los ojos en color oro.

—No es nada... — Se mantiene humilde Mew.

—¿Puedo saber de qué va a tratar?

—No, no puedes. — Mew organiza todos los papeles de modo que no se vea nada y lo mira mediante una sonrisa labial confiada. —Se decidirá cuando me enseñen sus actuaciones. — Toma el papel del dibujo, pero Gulf se mantiene calmado. Relajado incluso.

—“La historia jamás contada de Sodoma & Gomorra”. — Gulf hace trampa al leer el subtítulo bajo el título. Mew aborrece el rostro cubriendo el título con la página de dibujo, como más puede, sin removerle la mirada.

Hay silencio.

Únicamente silencio.

Ese maestro lo mira con la ceja arqueada, esperando que capte la indirecta y lo deje en paz. Pero el chico sigue parado ahí. Mirándolo. Ya parece un concurso: el que parpadea pierde. Se siguen mirando así y a Mew se le cae un hilito de cabello ante la, camuflajada, desesperación.

—Ya me voy. Tenga buen día. — Se va Gulf.

—Al fin. — Suspira el otro cerrando los ojos.

Baifern se acerca. —Hermano, ¿lograste escribir algo?

—Sí.

—¿Puedo leerlo--?

—¡Aún no! Malditos desesperados. — Más rápido que Sonic y Flash juntos guarda todo en su maleta y se va a la puerta. Baifern solo siente la brisita de la velocidad, pero para cuando voltea la puerta se está cerrando. —Wow. Qué velocidad. — Expresa ella.

«¿Por qué me sentí tan inspirado? No me había sentido así en mucho. » Mew piensa al salir. Sacude los pensamientos y alza la mirada, al hacerlo ve a un hombre repleto en negro seguir al joven Gulf hacia la parada. Pero el hombre va sacando un cuchillo.

«¡¿Es en serio?! ¿A plena luz del día? » Mew corre.

—¡Oye, chico! Eh, ¡Gulf!

Gulf voltea un tanto alterado por el estruendo y ve a su acosador. Aquel acosador va a apuñalarlo cuando Mew, sin conocerlo, se mete entre ellos y abraza al chico. El chico queda pegado a él con la cabeza sobre un hombro y ambas manos abiertas a los laterales. El acosador hunde el puñal en un costado de Mew.

Gruñe recibiendo la puñalada por Gulf, quién permanece confundido. «¿Eh? » Piensa, imaginando muchas aguasvivas bebés flotar alrededor de ellos con un signo de interrogación a sus laterales.

Las personas alrededor se asustan y el acosador mismo no sabe ni qué sucedió.

*N/A: 😱 ¡Lo protegió! ¿Fueron los chicos su inspiración? 😍💖 ¿Qué les parece? ¡Ayyyy! 🤭🤭 La historia del ángel será contada aquí pero intentaré escribirla como shot independiente, ¿les gustaría?*