𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓬𝓱𝓸
ADVERTENCIA: Contenido Sexual🔥 Con eso lo digo todo jajaja
Fueron a la casa del detective. Y apenas cruzando la puerta, Zee carraspea. Deteniendo en seco al detective quién ya iba a seguir su camino. El detective suspira agotado antes de darse la media vuelta para mirar con malhumor al bailarín. El bailarín le ofrece sus muñecas encadenadas como si quisiera decir, «ya puedes soltarme» con una sonrisa de labios selladas. Esperando a por el detective.
El detective mueve una mano a uno de sus bolsillos traseros para sacar la llavecita de las cadenas y comenzar a tratar a abrirlas. —¿No vamos a hablar de lo que paso?— Zee pregunta.
—Nop.— Simplemente responde Saint ya encaminándose a la nevera de la sala. El bailarín sonríe.
—Ya estamos hablando de eso.— Añade el bailarín.
El detective vuelve a suspirar. Abriendo la nevera para sacar una botella de alcohol. La abre con desganés cerrando la nevera con una patada y se abalanza media botella a la boca. Bebiendo completamente como un alcohólico. Deja de beber para suspirar aliviado. Como si ese fuera su nutriente.
—No creo que beber te haga bien.— Opina el bailarín.
—¿No te basta con que te deje dormir en mi casa?— Saint sonríe poniendo la botella sobre la mesa. Su sonrisa es triste. —¿Quién demonios te crees para objetar sobre lo que hago en mi puta casa?
—Está bien, detective. Ya comprendí. Lo siento.
—No me vuelvas a decir lo que me hace bien y lo que me hace mal.— Pide el detective con los ojos rojos. Parece como si quisiera llorar por alguna razón. —Sé que está mal... Por eso lo bebo.— Él añade con una voz que se quiebra en tristeza. Vuelve a tomar de la botella y el bailarín no puede hacer nada por él así que se acuesta en el mueble de la sala.
—¿Qué haces?— El detective baja la botella para mirarlo.
—Tú duerme en tu propia cama. Yo duermo en el mueble. Así es como debería ser.— Zee le dice. Cubriéndose los ojos con un brazo para poder dormirse. El detective suspira. Ladea su boquita en forma de patito (por la manera en que la abulta) hacia un lado y se lleva la botella hacia su cuarto. Indiferente. El bailarín escucha las pisadas del detective hasta que ya no se escuchan pues ha subido a su habitación. Cuando sabe que el detective se ha encerrado en su habitación a beber solo... Baja el brazo de sus ojos para mirar perdidámente al techo.
Se toca los labios con sus dedos. Volviendo a repetir la escena en que unió las bocas de ambos a partir de un jalón.
El bailarín se sigue tocando los labios y se repite la escena en que el detective le devolvió el beso. La intensidad con la que se besaron. El pegamento de sus labios unidos el uno al otro cuando se separaron. Ese momento se veía tan sensual y erótico.
Zee frunce el ceño. No entendiendo esta actitud pecaminosa. Se levanta del mueble para ir al baño, saca su teléfono, se baja los pantalones y busca un vídeo erótico de los de internet. Uno con mujeres.
En el vídeo se presenta una chica cualquiera de piel dorada con un cabello café lacio posando frente al vídeo sentada en una cama. La cámara está totalmente hacia ella así que sus pechos se ven más grandes de lo normal por el eje de enfoque. Ella le coquetea a la cámara abultando sus labios y pestañando sus párpados postizos.
Zee se comenzó a masturbar tratando de enfocarse en la chica. Agarró la extensión de su miembro y prosiguió a palparse de arriba abajo.
El vídeo muestra una toma de ella puesta en cuatro en la cama y el que sostiene la cámara al parecer era el que tenía relaciones sexuales con ella por detrás. Los gemidos de la chica resuenan en bajo por el baño.
Zee sigue masturbándose lo más que puede.
Pero no se excita con ella. Ni con sus pechos, ni su culo, nada de su cuerpo lo excita. Ni siquiera los gemidos.
Él frunce el ceño y apaga la pantalla del teléfono. Pensativo. —¿Se me daño?— Pregunta totalmente preocupado por su miembro. Traumado como un niño pequeño.
Comienza a pensar en el beso con el detective. Repitiendo esa escena una y otra vez. Ese beso. Zee comienza a masturbarse con lo que recuerda de ese beso. Palpando de arriba a abajo. Ahí sí está funcionando. Se siente erecto. Y más que eso: realmente caliente. Un gemido escapa de su boca. Ojos cerrados. Él trata de cubrirse la boca con el brazo en el que sostiene su teléfono.
—¡Mmgh!— Él gruñe en el brazo. Ceño fruncido.
Se masturba más rápido hasta que se corre. Sus cachetes en rojo. Respirando agitadamente.
El detective estornuda sentadito en su cama. Al estornudar, mira a los lados de reojo. Cachetes rojos de tanto beber. —¿Quién me está mencionando?— Él murmura. Creyendo en la creencia asiática de que si estornudas es porque alguien te esta mencionando.
Decidió ignorar eso, y se paro de la cama. La botella de alcohol rodó por el suelo y él comenzó a desvestirse. Quitándose la camisa. Deslizando esta por su bonita espalda de hombros algo anchos.
Unos toques resonaron en su puerta.
—Dios.— Sisea el detective cubriéndose el pecho con la camisa antes de abrir la puerta. —¿Pasó algo?
—Es solo que...— Zee comienza. Nervioso. —Ocurrió algo extraño. Necesito que me ayudes a entender.— El detective frunce el ceño.
—Me comencé a masturbar con una mujer--
—Oye,— El detective presiona sus ojos cerrados. —si es algo intimo tuyo no quiero saber--
—Pero no me excite con ella.— Prosigue Zee. El detective abre sus ojos para mirarlo. Desganado. —Me excite contigo. Pensar en nuestro beso... Me masturbé con eso.
Saint agranda los ojos. Recibiendo esa intensa información. —¿Sabes? Cuando te gusta alguien lo menos que esperas es una aclaración de cómo le fue mejor masturbarse contigo que con otra persona.— El detective incómodamente dice. Carraspeando la garganta. El bailarín no dice más nada. Se quedan viéndose con intensidad.
—Aunque eso también es sexy.— Saint admite a lo último antes de jalar al bailarín de los cachetes a por un beso. Dejando la camisa que sostenía caer. El bailarín le devuelve el beso aunque su boca olía a alcohol. Lo agarra de la cintura para acercarlo a él. Se siguen besando con más deseo.
Para cuando se dejan de besar, Saint lo vuelve a mirar a la cara con anhelo en su rostro. Él toma al chico de una de sus manos para caminarlos a la cama y al posar al lado de la cama, Saint baja los hombros de Zee para que este se siente en la cama, reposando su espalda contra la cabeza de la cama.
El detective se sienta en su regazo. Zee se quita la camisa, y el detective lo ayuda. La tiran a un lado de ellos. El cuerpo del bailarín era tremendamente hermoso. Unos abdominales bien trabajados al igual los brazos. Unos pezones rosados en esos pectorales. El bailarín le baja el cierre al detective con una mano y el detective alza una rodilla para quitarse el pantalón junto a los boxers y alza la otra (pasando el bajo del pantalón por ahí) hasta que ya no tiene esas prendas encima y las tira por un lado de la cama. Zee lo mira entero, abriéndose los pantalones.
—¿Estás seguro de querer hacer esto conmigo? Yo no hago jueguitos de simple curiosidad para los hombres hetero por simple caridad.— Advierte el detective con una sonrisa que denota su advertencia.
—Estoy seguro.— Responde Zee viéndolo a la cara con mucho deseo.
El detective sonríe de a poco. Sujeta el miembro del bailarín para palparlo un poco. —Lo tienes grande.
Zee gime un poco por la masturbación que le está haciendo el detective. El detective se posiciona cómo debe ser y se va hundiendo en aquel miembro. Poco a poco. La respiración de Zee se va agitando. El detective jadea. —Dios.— Expresa el bailarín.
Saint lo introduce por completo a su cuerpo. Tratando de respirar adecuadamente a pesar del dolor. Se agarra fuertemente a los hombros del otro. Sus dedos rojos del agarre.
Y comienza a brincar su parte baja. Robándose gemidos del otro. —Joder... Ngh.— Zee gime. Alzando sus rodillas un poco mientras que Saint está cabalgando su parte baja. Moviendo esas caderas de arriba a abajo en un vaivén rítmico como las olas. El bailarín lo toma de esas caderas desnudas disfrutando el placer de agarrar esa masa frondosa que el otro cargaba consigo 24/7.
—Ugh.— Jadea el de abajo mientras que Saint también jadea. Sujetando sus cachetes. Se vuelven a besar intensamente. Entrelazando sus lenguas mientras que Saint le sujeta los cachetes con una fuerza tremenda. Avanzando su cabalgata.
Zee gime en sus labios cuando se separan a por una bocanada de aire, el otro echándose para atrás durante los brincos sin dejar de sostener los cachetes del bailarín pero sí viéndolo a la cara. Viendo ese rostro erótico con esa sensual "O" que crea su boca. Extasiado en el placer.
El bailarín lo agarra fuerte del trasero para entonces acostarlo a la cama. El acostado se aferra a la espalda del bailarín mientras que este comienza a embestirlo suavemente y le besa un lado del cuello. Saint con su cabeza al borde de la cama tirada hacia atrás. Él gime con gusto al recibir esos besos en su cuello. Agarra con un puñado los cabellos del bailarín.
Sus cuerpos rebotando de arriba a abajo.
Hasta que cuando Zee retrocede su rostro, se vuelven a besar y con unas tres estocadas más, se corren.
Se miran aunque agotados. Zee sonríe poco a poco.
—Supongo que tu rodilla está bien.— Dice el de abajo con una sonrisa.
—Está bastante bien.— Ríe el bailarín.
—¿Cómo te pareció tu primera vez con un hombre?
—De hecho,... Eres la primera persona con la que tengo sexo. No... Lo había hecho con chicas.— Confiesa el bailarín.
El detective se le queda viendo. —Soy tu primero.— Él murmura. Asombrado. Zee sonríe.
—Eres mi primero. Me gustó mucho.— Zee le cuenta. —¿Vamos a ser novios o nos quedamos en la nada?
—Mm.— Saint se lo piensa. —Nos quedamos en la nada... Pero con beneficios sexuales.— Saint se hace el difícil y le lame el labio inferior al bailarín. Una sensual pero sexy lamida.
El bailarín sonríe, y lo vuelve a besar.
De un momento a otro, Zee alzó al detective de la cama. Cargándolo de los muslos mientras el otro le rodea el cuello con ambos brazos. El pelinegro los encamina hacia una pared. Ambos completamente expuestos. Sobre todo Zee con su culo al expuesto.
Sostiene a Saint contra la pared y lo comienza a embestir suavemente. —Ah.— Gime Saint ante cada estocada. Rebotando contra la pared. —Dios.— Él gime antes de que el bailarín lleve su mano por todo el muslo del detective. Agarrando fuerte una porción de su masa y conectan sus frentes con ojos de anhelo puestos en el uno al otro. El bailarín escuchando los gemidos del detective... Completamente atento a él.
*N/A: 🙈💖✨ AHHH kdjksshkssh (Jajajaja nadie pidió mi fangirleo XD) Espero les haya gustado. Hubo doble actualización pero seguramente es porque este capítulo se baso más en la primera vez de los chicos que en la trama y por eso fue fácil jajaja*
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