Capítulo 4
Al despertar siendo estrujado por alguien era algo nuevo para Yeonjun, además, algo innovador ya que desde que empezaron los rechazos contantes por su apariencia, creyó que iba a estar solo el resto de su vida, pero con este extraño Omega con un leve pucherito disfrutando refregarse contra du pecho y su aroma, era lindo.
Muy lindo.
Pero su lado correcto sabia que no era suyo, que apenas lo conocía y solo tuvieron un momento alocado el día de ayer, alocado porque ambos actuaron por impulso del celo del Omega.
-¿Hueningkai? -intento despertarlo, pero este parecía no querer hacerlo y entre medio de quejido se aferro con mucha más fuerza al Alfa. -Hueningkai, debo llevarte a tu casa...
A penas pronuncio la ultima palabra de su frase, el castaño pareció reaccionar con miedo o al menos así se lo podía oler, asustado y miedoso, tanto que alarmo al Alfa cuando este se aferro con mucha fuerza para abrir sus ojitos con dificultad del cansancio de ayer.
Claro, ayer lo hicieron como más de tres veces y hoy no seria la excepción, el Omega seguía en estado de celo.
-No q-quiero...
-¿Por qué no?, sabes que somos desconocidos, ¿verdad? -le dijo con un tono suave, soltando feromonas tranquilizadoras para el castaño que poco a poco empezó a ronronear por ese aroma a menta.
-Yeonjun, ayer follaste a este desconocido. -contraataco sonriendo victorioso cuando el mencionado se sonrojo.
-B-Bueno, al menos contesta la otra pregunta. -ignoro el hecho de su corazón se volviera como loco al escuchar el tema de sexo, pero no sabia si era por eso o por hecho de que el castaño seguía abrazando a su cuerpo.
Hueningkai soltó un suspiro, debia hablar si no quería ser echado, además, el Alfa era tierno y lo ayudo en su celo de una manera increíble.
-No me quieren, mi familia ya no me quiere. -dijo medio triste, entonces pudo sentir como las tímidas manos del Alfa rodeaban su cintura.
Se sentía bien.
-Pero ¿no quieres volver?, seguro estarás más seguro con ellos en el estado en el que estás. -intento decir con cuidado, sabia que el Omega se sentía triste con el tema pero seguía siendo un desconocido.
-Estoy seguro que estoy mejor aquí con un extraño que con ellos, créeme. - agrego sincero y es que no mentía.
Yeonjun noto eso, los Alfas tiene un gran instinto y olfato para ese tipo de situaciones ya que los Omegas cuando mienten se les huele los nervios a kilómetros, sin embargo, Hueningkai no mostraba ninguno de esos signos.
No mentía.
-¿E-Entonces dónde te vas a quedar? - no sabia porque, pero quería que se quedara con el.
-No lo se, tengo que buscar un lugar y... y-yo me preguntaba si... -empezó a ponerse nervioso y tímido, sus mejillas rojas lo delataban. -¿Me puedo quedar contigo hasta que pase mi celo? -dijo sin más, esperando no ser rechazado.
Yeonjun se quedo en silencio pensando, es decir, ya lo habían hecho muy bien el día anterior y calculaba que el celo del Omega duraría dos o un días más como mínimo, además, sus padres no vendrían a casa hasta entonces.
-P-Puedes decirme que no, es decir, yo soy el infiltrado aquí y te obligue a tener relaciones conmigo, cuando seguramente no estabas interesado. - hablo rápidamente al notar que el Alfa no decía nada.
Temía ser rechazo.
-No me obligaste. -la voz profunda del pelirosa hizo estremecer al mayor que casi siente su entrada comenzar a lubricar de tan solo escucharlo. -Yo también lo quería y no me arrepiento, ¿tu si? -ahora le toco mirar algo inseguro al contrario.
Hueningkai sonrió y sin más que decir, paso sus manos por los largos mechones del chico, acercándose con cuidado pero sin poder evitarlo tuvo que juntar sus labios en un sueva beso.
-Yo tampoco me arrepiento...
Yeonjun dejo ver su sonrisa tras esa declaración, por lo que volvió a unir sus labios con los del Omega quien gustoso lo correspondió, en medio de mordidas y leves succiones que luego fueron remplazadas por sus lenguas.
Pronto el ambiente fue subiendo de tono, en realidad fueron las feromonas del Omega en celo, algo que enloqueció a Yeonjun desde ayer, pero sabia que tenia responsabilidades y que seguir en la cama junto a ese manjar solo iba significar una cosa.
-D-Debo bañarme, tengo que ir al instituto y-...
-Bien, vamos a bañarnos. -ni loco dejaba ir al Alfa, así como así, estaba en celo y lo necesitaba.
El menor solo asintió, por lo que levanto el cuerpo del castaño estilo princesa y los llevo a su baño privado, el cual estaba dentro de su habitación.
Hacia mucho esfuerzo en no tocar al Omega entre sus brazos cuando empezó a preparar sus cosas para el baño o cuando prendió la ducha, hasta que dejo todo listo y estirando su mano lo invito a que entraran a bañarse.
Primero Yeonjun le dio la espalda para ponerse el producto en el cabello, pero unas suaves manos empezaron a acariciar su espalda mientras una boca repartía mordisco por su cuello y la tierna risita al final pudo ponerlo duro por completo.
Joder.
Se giro encontrándose con el bonito Omega, que ya había visto desnudo innumerable veces ayer, pero verlo mojado por el agua que caía, ver con mayor detención esas curvas preciosas, el color de su piel estrellado en lunares, sus mejillas rojas que adornaban su bello rostro y sus ojitos que solo pedían su atención.
Nunca tuvo la oportunidad de ver a un Omega desnudo o nadie en particular, pero podía asegurar que Hueningkai era la obra de arte más preciosa que había visto jamás, un lindo chico sin duda alguna.
-H-Hueningkai...
El mencionado no dijo nada, tan solo se acerco y empezó besar el pecho del Alfa, paseando sus manos por esos cuadrados perfectos en el abdomen blanco que para su gusto necesitaba decoraciones.
Yeonjun empezó a soltar suspiros cuando el castaño empezó a marcar todo su cuerpo, específicamente la parte delantera, su pecho, su abdomen, sus clavículas y su cuello, no se quejaba claro esta, pero si lo detuvo cuando este quiso arrodillarse.
Y antes de que pudiera quejarse, un movimiento rápido volteo el cuerpo del Omega, provocando que gritara sorprendido, pero no se quejo, por lo que apoyo su mejilla en los azulejos junto con la palma de sus manos.
Miro de reojo como el Alfa se arrodilla en su lugar y sin darle tiempo a volver a hablar, sus glúteos fueron separados para luego sentir como una lenta lamida se pasaba por su entrada.
-¡A-Alfa! -grito con sorpresa, ese movimiento no se lo esperaba pero le había excitado demasiado que su entrada solo seguía prosiguió a tirar lubricante natural.
Y es que la idea de que Yeonjun se enterrara en su entrada, probando con su lengua su esencia, era posiblemente una idea bastante sucia pero tan caliente que solo provocaba que sus instintos pidieran más.
Yeonjun tenia un sentimiento extraño de orgullo de ver como con una simple lamida las piernas del Omega estaban temblando, así que agarro fuertemente sus caderas para darle estabilidad, pero sus instintos se perdieron en el aroma del lubricante.
Ya lo había probado ayer, pero ahora parecía que necesitaba probarlo no solo una si no dos o tres o más veces, Kai era adictivo y maldecía internamente por el poder que tenia sobre sus instintos de Alfa.
Pero el ambiente caliente solo lo incitaba a perder el control y sobre todo a querer hablar de forma obscena con el Omega.
-Debo admitir que sabes muy bien, tan, pero tan rico que hasta es adictivo. -la voz ronca de menor hizo gemir al contrario que solo podía temblar por el agarre ejercido sobre su cuerpo.
-¿Puedo?...
-C-Chupa, haz todo lo que quie-¡Aah!, si...
Hueningkai no pudo decir más nada, ya que su boca ahora solo podía emitir gemidos fuertes y el nombre del Alfa, quien al escuchar la afirmación solo pudo chupar con muchas ganas la entrada palpitante delante suyo, a veces mordiendo las nalgas haciendo lloriquear al contrario.
-Abre más las piernas. -ordeno inconscientemente, algo que casi hace venir al Omega sumiso.
Cuando Hueningkai cumplió con lo pedido solo pudo seguir gritando cuando Yeonjun rodeo su rosadita entrada con la lengua, sabiendo que su agujero estaba palpitando hacia afuera necesitando se llenado.
-P-Por favor, Alfa. -suplico el mayor queriendo que metiera algo dentro de el -Co-cómeme el culo...
Esas ultimas palabras solo hicieron que el pelirosa cumpliese enseguida la petición, por lo que separo las mejillas del culo del Omega y penetro su entrada con su lengua.
-¡Aah!, jo-joder, Y-Yeonjun-¡Mhgg!, ¡si! - grito con fuerza y sin importarle si su garganta doliera después, eso se sentía tan malditamente bien que solo podía pensar en la persona que lo estaba comiendo como pidió.
Por su parte, Yeonjun disfrutaba del exquisito sabor a cereza del lubricante natural del Omega, embriagandose con el, mientras le comía el culo, penetrando con su lengua que era apretada por esas calientes paredes o propinándole lengüetazos que eran tan gloriosos como los gemidos de Hueningkai.
Sus movimientos empezaron ser más rápidos como profundos, provocando que el baño solo oliera a sus aromas combinados, como el oír del agua caer que junto a perfecto con los ya sollozos obscenos del Omega, provocaban que el Alfa chupara y lamiera con mayor esmero esa exquisita entrada rosadita.
-Sabes tan bien, Omega...
Fue la voz del Alfa lo que hizo que Kai se viniera contra los azulejos de manera sorpresiva y ¡dios!, no pudo haberse sentido mejor en ese instante.
・・・
-Te ayudare a buscar un lugar, pero hasta que eso suceda te quedaras conmigo. -hablo el pelirosa tomando de su café lo más rápido posible.
-¡¿En serio lo dices?! -con entusiasmo el Omega se colgó del cuello del menor sin importarle que casi tirara su taza de café al piso. -Gracias, Yeonjun...
A Yeonjun tampoco pareció importarle porque correspondió el abrazo para dejar su desayuno en la mesa y rodear con fuerza la cintura del castaño.
-Gracias, en serio, y lo digo p-por todo. -dijo lo ultimo medio tímido, la verdad que ya no se sentía tan caliente como esa mañana, seguro su calor volvería dentro de un rato pero ahora solo se encontraba relajado como satisfecho.
-No hay de que. -Yeonjun sonrió con ternura mientras se separa del abrazo para terminar con su tostada.
-¿Ya te vas? -pregunto curioso, sentando de nuevo en su respectiva silla y disfrutando de las frutas que fueron dejadas por el Alfa para que desayunara.
-Tengo que ir al instituto y gracias a Dios no voy tarde. -reviso el reloj que estaba colgando en la pared de la cocina y luego observo al castaño. -¿Puedo confiar que te quedaras aquí y no me robaras nada?
Hueningkai soltó una carcajada en respuesta, no lo culpaba, obviamente seguiría desconfiado un poco de el pero no le importaba, Yeonjun era tierno.
-Puedes confiar, Alfa. -contesto seguro, viéndose tierno bajo el gran buso rosa bebé que el mencionado le presto.
Yeonjun supo que no mentía y su lobo pedía que confiara en el, aún que su lado humado aún seguía alerta, de igual forma se tomo el gusto de admirar lo adorable que se veía Hueningkai con su ropa.
De igual forma el mayor inspeccionó la vestimenta del Alfa y casi deja salir un puchero cuando no lo vio con la misma ropa que ayer.
-¿Hoy no vas a usar falda?...
¿Acaso el Omega sonó algo decepcionado?
-Mm... no, hoy no, siempre trato de variar mi vestimenta. -explico mirando su atuendo de ese día, pero cuando volvió a ver al Omega no pudo evitar sentirse inseguro. -¿T-te gusta?- pregunto algo tímido.
Que patético se veía.
-Me gusta, esos colores te quedan muy lindos porque resaltan tu piel. -le dijo con un tono dulce, la verdad que el Alfa le causaba ternura aun nivel inexplicable y ni hablar de lo bien que se veía vestido de esa forma, era sublime, además se podían ver sus chupones.
Pero también vio como los ojitos del menor se iluminaban por su respuesta, entonces dedujo que a Yeonjun a veces le afectaba el como vestia porque parecía hacerlo por puro gusto pero estaba casi seguro que una pequeña parte de su ser se preocupaba por que dirán los demás.
Y el entendía ese sentimiento.
Yeonjun llevaba puesto un pantalón Mom grande de color blanco con un cinturón a su alrededor, mas una remera corta de color rosa bebé con una caricatura en medio y su pelo era agarrado por un monito rosa que le quedaba tan malditamente bien.
Se veía bien, obviamente no era bien visto que un Alfa se viera de esa forma y mucho menos uno de sangre pura, pero para Kai no era así, más aun cuando lo vio por primera vez, fue lo que menos lo importo y no por el celo ni nada, Yeonjun tenia algo que llego a llamarle la atención por eso corrió para que lo ayudara.
Entonces no evito pararse de la silla y aunque no tuvieran la confianza suficiente, rodeo con sus brazos la cintura del más alto, refregó su cabeza sobre su pecho, luego apoyo su barbilla en el y lo miro con una sonrisa.
-Te ves muy bien, Yeonjun. -dijo la verdad porque no mentía y eso solo provoco una punzada en el corazón del mencionado que ya muy sonrojado estaba de ver la hermosa sonrisa del Omega. -Me gusta, definitivamente es lo tuyo...
Luego de eso un besito fue depositado en sus labios y como si hubiera cometido una travesura se separo del menor corriendo escaleras arribas gritando la frase "suerte me voy a dormir", dejando a Yeonjun con el corazón bombeando como loco contra su pecho pero con una felicidad inmensa gracias a los halagos sobre sus gustos.
Miro hacia donde había huido el Omega y sonrió como bobo, para luego agarrar su mochila y retirarse de su propia casa con una animo bastante bueno como era de costumbre.
Se fue sin saber que un Omega estaba oculto bajo cobijas con la misma sensación del corazón loco.
Definitivamente a ambos les gusto ese pequeño momento que tuvieron, separado de lo sexual.
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