Capítulo 3
El cuerpo del Omega comenzó a temblar cuando vio los ojos del Alfa transformarse a unos verdaderamente oscuros.
Yeonjun era un Alfa de pura sangre tremendamente sexy y eso de ser desconocidos podía irse a la mierda ahora mismo.
Vio como el pelirosa se sacaba el buso de lana, dejando ver al Omega su gran abdomen que no imagino que poseía y cuando quiso retirarse la falda fue detenido por el contrario quien con la mirada lo dijo todo.
Al parecer Hueningkai quería que lo jodiera con ella puesta.
Yeonjun sonrió divertido, pues el castaño se veía completamente desesperado, por lo que solo se bajo el bóxer y como si fuera la cosa más pesada del mundo, su firme erección se estrello contra el abdomen del Omega cuando se acerco.
¿Eso era una polla o un misil ruso?
-D-Dime que no mides veinte centímetros. -hablo con las mejillas ultra sonrojadas y unas ganas inmensas en hundirse en ese gran trozo de carne que ahora palpitaba con ganas de entrar en el.
-Talvez ahora mida un poco más que eso. -presumió, dejando salir su lado de Alfa orgulloso al saber como al Omega se le hacia agua la boca con solo decir eso o sentir su poderosa erección.
-Oh, por dios...
La sonrisa en su rostro no se borro con facilidad, por lo que solo siguió sus instintos y subió una de las piernas del chico a su hombro mientras que la otra la mantenía contra el colchón, aproximo su erección a la palpitante entrada del Omega pero antes de que nada lo observo.
-Puedes pedirme que pare y lo hare, Omega. -dijo con la poca conciencia que mantenía viva entre sus calientes y pervertidos pensamientos que no sabia que tenia.
Hueningkai llevo con una sonrisa sus manos a sus pezones, mirando con cierta diversión al Alfa, quien no apartó la vista cuando el propio Omega empezó a estimular sus propios botoncitos, tirando de ellos de lo sensible y caliente que se encontraba.
-E-Entra Alfa, ambos lo vamos a disfrutar. -solo dijo la verdad.
Sin nada más que objetar, entro en ese apretado agujero que antes preparó con su lengua, pero nada se comparaba con su gran pene que poco a poco se abría paso con suma lentitud no queriendo lastimar al Omega, que ahora dejaba salir una lagrima por su ojitos tras la dulce intromisión.
-O-Oh... si, to-todo, mételo todo Alf-¡Aah! -grito en medio de una media sonrisa, ese pene seguía entrando y parecía no parar de hacerlo.
¿Le dolía?, si un poco, pero Yeonjun estaba siendo tan cuidadoso y cariñoso que solo podía excitarlo mucho más de lo que ya estaba, además la sensación de ese enorme miembro era inexplicable.
-Estas muy a-apretado. -gruño viendo como las diferentes expresiones se adueñaban del Omega, por lo que no quiso esperar más y de una sola embestida se metió por completo.
Ambos gimieron gustosos por aquella decisión y Yeonjun solo se acerco al rostro perfecto bajo suyo.
Hueningkai se veía tan bonito cuando se adentro por completo y gracias a que se acercó pudo ver detalladamente como este abría su boquita de cereza, justo cuando sus ojos voltearon hacia arriba y un grito con su nombre fue soltado cuando rozó su próstata sin saberlo aún.
-P-Por favor, Alfa. -hablo luego de unos segundos en los que ninguno se movió para acostumbrarse. -Déjame ver la estrellas, por favor, se duro...
-Lunas, Hueningkai. —soltó un gruñido, eso había sido demasiado sexy.
-Créeme, seré duro, tanto que ambos veremos las estrellas ahora...
Lo ultimo que vio el castaño fueron esos hermosos ojos esmeralda, ya que tuvo que arquear la espalda tirando de su cabeza para atrás cuando las embestidas empezaron y no empezaron precisamente suaves, estas eran rudas al punto que Kai solo podía gemir fuerte y satisfecho.
-¡Lu-Lunas!, Y-Yeonjun ¡Mhgg!, si... s-si, así... si-sigue. -escuchar como ese Omega pronunciaba su nombre mientras balbuceaba su encanto por ser embestido, era algo que jamás borraría de su memoria.
El Omega era tan precioso, desde el momento en el que lo vio hasta el ahora que gritaba entre gemidos su nombre, sin duda su belleza era indiscutible y llámenlo como quieran, pero estaba agradecido de haber sido el quien lo encontrara en estado de celo.
Por alguna razón, ahora quería ser el único.
-¿Estas bien? -pregunto queriendo saber si no estaba lastimando al Omega ya que a veces se dejaba llevar por la agresividad de su lobo y solo penetraba más rápido ese agujerito.
-S-Si muy-¡Ah! -un grito fuerte fue lo que detuvo a Yeonjun quien pudo ver como los ojitos grises del contrario se iluminaban de una manera increíble, casi hasta podía ver estrellas en ellos, los espasmos que tenia sin haberse venido y la boquita bien abierta mientras temblaba.
-¿T-Te lastime?, ¡dios, si lo hice!, pe-perdóname soy un bruto. -hablaba angustiado, pensando que la había cagado, por lo que se dispuso a salir pero el contrario no lo dejo.
Kai bajo su pierna del hombro de Yeonjun, para luego enredar con la otra esa cintura blanquísima y intentar auto-penetrárse soltando otro gemido que sorprendió al Alfa cuando este se aferro cual garrapata a su cuerpo.
-S-Sigue, solo encontraste mi punto Alfa. -le dijo calmando por completo al peliverde que empezó a moverse en circulos tranquilo de saberlo. -D-dame más, dame mucho más, por favor...
Pero la acción de Yeonjun dejo pasmado a Hueningkai, pues este le había dado un beso en los labios, siendo lo más suave posible para luego mirarse profundamente a los ojos y la bella sonrisa que este le dedico solo pudo con todo.
El momento no duro mucho, porque pronto el Alfa comenzó a penetrar constantemente contra la próstata del Omega que no quiso callar sus gemidos y solo los dejaba salir, siendo muy ruidoso pero algo que poco le importaba a ambos.
-T-Tan grande. -balbuceo el castaño arañando la musculosa espalda del mencionado. -¡Si, si, si!, ¡justo ahí-¡Aahg!
Mientras el Omega gritaba, los labios del Alfa estaban concentrados en chupar y morder su cuello de donde salía ese exquisito olor a Azucena, sin importarle lo muy dedicado que estaba siendo, le parecía lindo ver esas marcas moradas en su piel.
Cuando el cosquilleo se hizo presente en su parte baja supo que no se había puesto protección, por lo que se despegó del Omega para intentar recordar donde estaba el paquete que sus padres le había regalado cuando cumplió dieciocho, pero el castaño no dejo que se alejara.
-Por favor, s-sigue... -la voz suplicante de Hueningkai lo hizo verlo, pues aún con la vista nublada ese hermoso chico le seguía suplicando.
-No me puse condón, Hueningkai, tengo que ir por el. -le explico el porque había dejado de moverse, queriendo salir de su interior pero este nuevamente no lo dejo.
-Estoy limpio, p-por favor. -¿Cuántas veces dijo por favor en el día?, era obvio que se notaba desesperado, necesitaba el nudo de ese Alfa ahora.
-Pero tu p-podrías quedar-...
-Tomo pastillas. -contesto de inmediato sonando seguro. -No pares, solo rómpeme el culo, Alfa...
Yeonjun gimió alto, escuchar como Kai suplicaba por el que solo daba vueltas en si, lo que provocara que se aproximara a su cuerpo para volver a joder su próstata, ese precioso y lindo agujero que recibía su polla tan gustosamente.
Pronto el Omega se volvió a sentir en el limite, ¡joder!, se estaba a punto de correr y ni siquiera se había tocado, solo basto la intimidante mirada del Alfa más su increíble forma de follarlo que ya se sentía en el cielo y solo tenia que aguantar con todas sus fuerzas poder llegar al orgasmo junto a el.
¿Acaso era posible que la polla de Yeonjun se volviera más grande en su interior o solo estaba alucinando ya?, pues Hueningkai podía sentir hasta las venas palpitar contra su interior, mientras seguía siendo embestido por una bestia que tenia falda, lo cuál era ultra caliente para el momento.
Además, los dientes del pelirosa no dejaban de acariciar su cuello y clavículas, dejándolas cubiertas de marcas como de chupones, gimiendo cada vez más fuerte cuando este se concentraba en olfatear su delicioso aroma de forma posesiva y cariñosa.
En conclusión, podía ser una bestia follandolo como podía ser un amor a la vez.
-H-Hueningkai. -lo llamo, esa era señal.
-Lléname, lléname con tu esencia, Al-Alfa. -pidió.
Entonces Yeonjun no dejo de moverse con agresividad dentro de Kai y cuando sintió formarse el nudo, se empujo con mucha más fuerza dentro del Omega, quien no evito soltar un fuerte chillido de dolor cuando ambos se vinieron, sin duda el Alfa de pura sangre era muy grande, tanto que estuvo tentado en pedirle que se saliera, pero lo quería más que eso y no sabia porque.
El semen de Yeonjun no dejaba de llenar el interior de Hueningkai que por alguna razón amo la sensación, por lo que no evito atraer al contrario del cuello y besarlo con suavidad, agradecido por haber sido ayudado de esa forma tan ¿mágica?
-¿T-Te dolió?, ¿fui muy rudo? - pregunto Yeonjun, volviendo a ese tono asustadizo que hizo reír al castaño.
-No, fu-fue increíble y debo admitir que me encanto. -admito llenando de orgullo el pecho del Alfa. -Ahora solo puedo dormir en paz, más tarde seguiremos. -pronuncio cerrando sus ojitos de apoco.
-Me aleg-espera, ¿más tarde qué? -su sonrisita se fue desvaneciendo cuando analizo la ultima frase que había soltado el omega, pero cuando quiso una explicación este ya se encontraba completamente dormido en su cama.
Con una sonrisa tímida observo como este dormía plácidamente, entonces tuvo que estirar su brazo para agarrar su toalla que estaba colgada en la punta de su cama y los comenzó a limpiar.
No sabia si tenia que salir del Omega o no, por lo que se quedo dentro, rezando a Dios para que este no quedara embarazado aún que confía en el cuando dijo que tomaba pastillas.
Antes de poder ubicarse en la cama, Kai lo atrajo y como si de un koala se tratar, lo agarro fuerte para dormir con una sonrisa boba contra el pecho del Alfa que sonrió algo embobado por la acción.
Intento relajarse pero de tan solo pensarlo su mente se alteraba.
Acaba de perder la virginidad con un Omega que acaba de conocer.
Mierda.
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