Capítulo 14

Kai veía satisfecho el lugar, lo había terminado de arreglar con la ayuda de los chicos como la de Yeonjun quien los acaba de despedir.

Como Omega, su instinto de mantener el orden el hogar estaba en alerta, le gustaba el lugar, le gustaba que estuviera ordenado como ahora, pero sobre todas cosas le gustaba Yeonjun.

-¿Te gusta, Hyung? -pregunto besando la mejilla del acanelado quien se sonrojo y asintió. -Creo que debemos ir por las otras cosas a mi casa, ¿no crees?

Kai inconscientemente hizo un puchero mirando con ojitos acuosos al menor, sabia que no siempre estaría con el, que lo visitaría pero no iba a ser exactamente como los otros días en cama.

-¿Q-Qué pasa Hyuka? -pregunto preocupado, agarrando con sumo cuidado las mejillas ahora mojadas en lagrimas del nombrado.

-Tengo miedo. -admitió con ojitos grises que iban perdiendo el brillo.
-Ahora seguramente me veo patético, esto era l-lo que yo quería pero...

-Shhhh, no Hyung, no eres patético. - negó con una sonrisa, mientras se encargaba de soltar feromonas para calmar al Omega.

-S-Si lo soy. -asintió llorando mucho más fuerte, ahora parecía un bebé.
-Quería mudarme al principio, p-pero se que te voy a extrañar y no dormiré contigo algunas noches, q-que... que-....

Los cálidos labios de Yeonjun callaron las palabras dolorosas de Kai, quien a penas sintió el exquisito tacto no dudo en corresponder el beso, apretando sus puños el buso rosado que poseía el Alfa ese día.

No tenia porque, pero se había encariñado mucho con Yeonjun, sus cuidados, sus mimos, sus besos, sus encuentros sexuales, no esperaba acostumbrarse a estar en manos de alguien que verdaderamente lo apreciará por lo que era y aún que le costara entender, no quería que se fuera de su lado.

Sabe que vivir solo seria un reto, pero sabe más que nada que era lo que quería, a pesar de nunca haber estado solo, ahora tenia miedo de estarlo, gracias a su familia que lo torturo por años y la soledad por mucho que haya sido deseada, ahora solo podía temer por ser encontrado o peor aun, ser olvidado por Yeonjun.

-Te dije que estaré contigo, que por nada del mísero mundo en que vivimos iba dejarte solo. -susurro contra sus labios embelesando al Omega con su profunda y cariñosa voz.

-Lo sé. -susurro conteniendo un sollozo para luego recibir un corto beso que logro calmarlo mucho más.

-¿Confías en mi?

Miro los ojitos verdes, esos hermosos ojitos color esmeralda, esos que era lo último que veía a al noche y primero que veía en el día, la confianza que le transmitía era increíble.

Confiaba en Yeonjun.

-Si...

-Entonces confía en que vendré a verte seguido, ¿okey? -beso la frente con mucho cuidado, sonriendo luego de escuchar como el contrario ronroneaba gustoso. -Incluso me quedare a dormir si es necesario, mis padres nunca me dirán que no y cuando te conozcan verás que te tomaran aprecio...

Ahora suspiro temeroso.

-Eso espero...

-¿Quieres algunos mimos, precioso Omega? -propuso para cambiar de tema y poder distraer la mente del mencionado quien se sonrojo por sus palabras.

-Si, me gustaría mucho, Alfa...

Dedicándose una ultima sonrisa, Yeonjun alzo el cuerpo de Hueningkai con facilidad, logrando que este envolviera sus piernas en su cintura y sus brazos en su cuello, entonces se encaminaron al pequeño sofá de la sala.

Últimamente estaban acostumbrándose a abrazarse de esa forma, era casi automático, el Omega sabia que debia colgarse cual koala y el Alfa sabia que debia sostenerlo para no dejarlo caer.

Ya un vez sentados, con el pelinegro sobre su regazo, comenzó a pasear sus manos por esa cabellera sedosa, dando masajes en su cabecita provocando que el contrario cerrara los ojitos y nuevamente comenzara a ronronear.

En medio de risitas acerco su nariz para aspirar el aroma de Cerezas con Azucena de Kai, delineando con ella sus mejillas y su cuello, tan adicto al exquisito olor que comenzó a propinar besos por todo el cuello que hicieron reír como temblar al chico entre sus brazos.

No es por nada, pero Yeonjun amaba tener ese poder sobre el cuerpo de Kai, ese que a penas con un toque este ya se encontraba temblando o ronroneando, queriendo mas mimos como caricias de su parte.

Por su parte, el mayor se encontraba embriagándose con el aroma del pelirosa, ese olor a menta con chocolate era sin duda su más preciada perdición, tanto que el también se animo a recorrer con sus labios el cuello lechoso del Alfa, haciéndolo gruñir o ronronear como el.

Los besos que se propinaban eran inocentes, nada de succiones, solo besitos que hacían derretir sus corazones y cuando se volvieron a mirar a los ojos supieron el anhelo que se tenían con el otro.

Las sonrisas se hicieron presentes y ambos pudieron pensar en la misma cosa cuando se admiraron.

Que era perfecto.

-¿Así se siente el amor? -se animo a hablar el Omega sonrojando a ambos con la pregunta. -D-dijiste que lo íbamos a descubrir juntos, aún que no se como se siente en realidad...

-Yo tampoco. -apoyo el contrario, empezando a peinar los cabellos rebeldes del que tenia encima de sus piernas. -Pero creo que se como se siente ahora que te veo...

El corazón del Omega empezó a palpitar con mucha más fuerza, incluso su lobo empezó a aullar y a saltar como loco, tal cual lo hacia el lobo del Alfa que pedía reclamar en ese instante a su Omega.

-C-Cuando te veo es raro, ¿sabes? - una mano acuno la mejilla blanquísima con sumo cuidado. -Es un "raro" lindo, porque mi lobo se pone contento y eso es una buena señal, ¿no?...

Yeonjun sonrió orgulloso.

-Es una buena señal, porque el mío se pone igual de contento cuando te veo a los ojitos o cuando te veo sonreír o...- soltó un suspiro, estaba tan perdidamente encantando con el Omega que tenia delante suyo. -O cuando simplemente te veo y eres precioso...

Las mejillas de Kai se incendiaron de una manera increíble que casi hacen que se desmaye, aún recuerda lo tímido que fue Yeonjun el primer día que se conocieron, mas ahora parecía el ser el tímido y mas con esas palabras, solo pensaba en esconderse para gritar como niña enamorada.

Enamorado.

¿Sera eso?

-T-Tu también lo eres. -admitió ya que no quería quedarse atrás con los halagos. -Gracias por todo Yeonjun...

-Creo que fue obra de la diosa luna el que nos hayamos cruzado. -también acuno las mejillas acaneladas con la palma de su mano para besar la naricita contraria para luego pegarla con la suya y jugar entre risas. -Creo que necesitaba a alguien como tu en mi vida...

-Y yo necesitaba a alguien como tu en la mía...

・・・

Entre risas llegaron al domicilio del menor para sacar las ultimas cosas del Omega para ya quedarse en su nuevo departamento y con la compañía del Alfa que ni loco lo dejaba luego de esa hermosa charla.

Pero al abrir la puerta, Yeonjun no noto los aromas vivos de dos Alfas, los cuales eran sus padres, quienes aparecieron en el campo visual de los menores que no sabían que decir al ser atrapados de esa forma.

Choi Yeji y Choi Lia miraban con los brazos cruzados a los dos chicos, quienes estaban sentados en el sofá con la mirada agachada, más Hueningkai quien se sentía ultramente intimidado al tener tantos Alfas rodeándolo, pero tener la mano de Yeonjun entrelazada con la suya, lograba calmar un poco mas aguas.

-Choi Yeonjun, espero que empieces a explicarnos desde cuando tienes un relación con un Omega. -hablo Lia, quien tenia el rol de "madre" en la familia, ya que dio a luz a su hijo, el único que pudo tener ya que como Alfa era casi difícil quedarse en cinta por su poderoso rango.

-¿Cómo sabes que estoy en una relacion con un Omega?, el puede ser un amigo como Taehyun o como Chunga. -hablo el pelirosa sonando muy seguro mientras que el pelinegro a su lado asentía de forma rápida a sus palabras.

-No nacimos ayer hijo, la casa huele a sexo y amor, no nos engañas. -su otra madre, la descarada de Yeji, decía las cosas sin pensar si sonaban mal o bien, por lo que recibió un leve golpe de su esposa.

-B-Bueno, si es verdad. -acepto su derrota, ¿para ocultarlo?, no tenia escapatoria con los astutos de sus padres. -El es Hueningkai, lo conocí cuando se fueron y... nos estamos cortejando. -explico ruborizando como el mencionado cuando conto la verdad.

-Oh. -dijeron las dos mayores al mismo tiempo.

-H-Hola. -saludo tímido pero con una sonrisa que hizo sorprender a los dos Alfas.

-¿Cómo conociste a este torpe Alfa, dulzura? -con una voz muy cariñosa y una sonrisa amable, Lia se acerco mucho más relajada para poder entablar una conversación con su posible yerno.

-Oye, sigo aquí. -Yeonjun se señalo en medio de una queja.

-Shh, hijo, deja hablar al lindo niño. -le pidió Yeji, prestando atención al Omega.

Yeonjun rodo los ojos, pero su instinto de Alfa lo motivo a acercarse mucho más a Kai, para rodearlo con un brazo su cintura y con el otro acariciar sus manos aun entrelazadas, soltando un poco de su aroma para márcalo.

-Ya te entendimos animal, no nos quieres cerca, okey. -Yeji agarro a Lia para volver a sentarse en el sillón que estaba frente a los dos menores y para charlar a una distancia muy prudente.

Kai miro al Alfa que estaba a su lado para luego animarse a hablar y responder las preguntas de sus suegras, algo que veía venir pero no se encontraba tan listo ahora que sus nervios lo estaban comiendo vivo.

-Emm... conocí a Yeonjun de camino a mi departamento. -ni loco le decía que tuvieron sexo la primera vez que se vieron y eso era internamente agradecido por el mencionado.

-Si, eso...

-¡Oh, vamos!, no me mientan. -se quejo Lia con los brazos arriba. -Sean sinceros con mamá, vamos...

-P-Pues. -los ojitos grises pedían ayuda a los contrarios que también entraron en pánico, pero como ya había dicho Yeonjun, sus padres eran astutos por lo que nada se les iba a escapar de las manos.

-Kai estaba huyendo, nos chocamos, el estaba en celo y entonces lo ayude. - dijo rápidamente, provocando que sus padres abrieran la boca enormemente.

El Omega se tapo los ojitos avergonzado, esperando escuchar lo que hablaban a a partir de ese momento, no quería mostrar la cara de tan solo recordar ese día lo necesitado que estaba de Yeonjun.

-Ósea que si tuvieron sexo más de una vez...

-¡YEJI! -la golpeo Lia para luego volver su mirada hacia los menores. -¿Lo hicieron con protección verdad?

Rápidamente los dos chicos se tensaron, claro que no lo hicieron con protección, Kai no podía quedar en cinta, ¿pero ahora como podían disfrazar esa mentira?, Yeonjun sabia que no era momento en el que sus padres se enteraran que el Omega que tenia al lado suyo el cual le gustaba mucho no podía dar cachorros.

Instantáneamente Kai se puso triste, tanto que casi llena la sala de sus feromonas triste y Yeonjun tuvo que ponerlo en su regazo para abrazarlo.

Las señoras Choi rápidamente se alarmaron, pensaron en miles de teorías donde los chicos no usaron protección o algo por el estilo, pero no supieron en que pensar cuando el Omega se puso completamente triste.

-Papás, el... -acaricio la cabellera negra con sumo cuidado, sea lo que sea que vaya a pasar, el se iría con Kai y pelearía contra sus padres si piensan que no es un Omega digno para el.
-Hueningkai es un Omega infértil...

Silencio.

Todo se lleno de silencio, menos cuando un sollozo abandono los labios del Omega quien se aferro con mucha fuerza al Alfa que no tenia planeado soltar o que lo apartaran.

Lucharía por Hueningkai.

-P-Perdóname. -susurro el Omega contra su pecho.

-No te disculpes, Hueningkai. - también susurro besando la cabellera del chico con mirada fija en sus padres que intercambiaron miradas, provocando que el Alfa aferrara mucho mas el cuerpo del Omega contra suyo. -Esto no es-...

-Yeonjun. -interrumpió Lia parándose del lugar. -Déjame hablar a solas con Hueningkai...

-No. -negó notando como el mencionado se aferraba con mucha más fuerza a su ropa  -¿Qué le harás?, ¿Qué le dirás? -cuestiono con miedo, temía que lo apartaran de su lado.

-Yeonjun, es tu madre, somos tus madres. -hablo con voz firme Yeji. -No somos capaces de hacer algo malo y lo sabes, así que por favor, confía en Lia...

El Alfa de pura sangre miro como Kai temblaba entre sus manos, pero sus padres tenían razón, ellos no serian capaz de hacerle nada, aun que sintiera miedo de lo que vayan a decir, Yeonjun sabe que fue criado con los más amorosos Alfas y ellos no serian capaces de hacerle daño a su Omega.

-Confió en ustedes. -dijo finalmente y el Omega lo miro con los ojos llorosos. -¿Podrías confiar en ellos, pingüinito?

Kai dirigió su mirada hacia las señoras Choi que para su sorpresa le dirigieron una sonrisa aconejada, pronto un remolinó se apodero de su panza y cuando volvió a mirar al Alfa este lo miraba con ojitos brillosos, como si le estuviera diciendo que no tenia que temer.

-No te va a pasar nada malo, debemos confiar en ellos, son buenos, y además, porque no voy a permitir que nada malo pase, ¿bien?

Miro una ultima vez mas a los padres del Alfa para luego asentir un poco más seguro luego de las palabras de Yeonjun y soltar un pequeño suspiro por la próximo charla que iba a tener.

-Bi-Bien...

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