Capítulo 10
Kai se levanto con un ligero dolor en la parte baja de su espalda, era claro que le iba a doler, ni en su celo lo hicieron tantas veces como ese día, pero de igual forma no se arrepentía de ayudar a Yeonjun.
Miro como este dormía como bebé, no sabia en que momento de la noche cambiaron de postura, peor ahora era el menor quien se encontraba un poco más abajo, apoyando su mejilla en su pecho acanelado, rodeándolo con sus brazos y con una linda sonrisa dormida en su rostro.
Amaba que el Alfa tuviera el pelo largo, no solo porque era muy placentero de acariciar si no también de jalar a la hora de sexo, pero ese era un detalle que omitiría, mientras que ahora solo se ponía a acariciarlo lento y tranquilo.
Soltó una risita cuando Yeonjun se quejo bajito, volviendo a acurrucarse sobre su pecho ahora con un mini puchero dibujado en sus labios, tan pero tan encantado estaba que sin dudarlo, agarro el celular del Alfa, porque no tenia uno propio y le saco foto, le rogaría que no la borrara.
Hablando de eso, tenia que empezar a comprar cosas que necesitaría, no quería estar incomunicado con todo, al menos no cuando se vaya a vivir a otro lado lejos de Yeonjun, el de verdad quería mantener la comunicación y además, iba extrañarlo.
-Junnie, ¿sigues en celo? -susurro suave, notando como este reaccionaba al ser nombrado.
-¿J-Junnie? -respondió entrecortadamente por lo soñoliento que se encontraba.
-Si, tu nuevo apodo, ¿te gusta? - enternecido por lo lindo que se veía el Alfa, se aproximo a su altura para refregar sus narices.
-¿Lo dices por lo tierno o por alguna otra cosa más? -pregunto entre risas, adorando el contacto que tenia el Omega con el.
-Eso ya queda en tu criterio. -le dio un pico en el lugar al lado e la nariz del menor y con una sonrisa ilumino su mañana aun más. -Quiero salir de compras más tarde, necesito un par de cosas. -informo.
-A la salida del instituto paso a buscarte, ¿te gustaría?, hoy salgo a las una o dos de la tarde. -propuso entrando en la conversación con la conciencia despierta.
-Bien, suena bien. -asintió a la vez que el contrario, riendo por sus ocurrencias o por como se imitaban.
Pero entonces a Yeonjun le vieron cosas que debia recordar del día anterior, lo cual se agradeció internamente ya que su celo opaco todo la conversación seria que estaban teniendo.
Sin dudarlo se aproximo un poco más, acaricio la mejilla del Omega como si esta fuera la porcelana mas delicada del mundo y con una sonrisa típica beso cascamente los labios del Omega quien se sonrojo un poco.
-Dijiste que tenias algo que contarme ayer, antes de poder darme un respuesta al cortejo. -pronuncio suavemente no notando la preocupación en los ojos del mayor quien desvió la mirada hacia abajo.
Yeonjun al notar eso, conduce su mano al mentón de Hueningkai y con la misma delicadeza lo hizo mirarlo.
-Me gustaría escucharte, Omega...
Los nervios se apoderaron del Omega en cuanto supo que había dejado una conversación a medias el día de ayer, algo que le iba a decir al Alfa desde un principio pero que ahora solo podía vivir en sus pensamientos.
¿Cómo reaccionaria?, ¿aún seguiría queriendo que hagan el cortejo?, ¿y si Yeonjun pierde el interés en el?
No sabia lo que iba a pasar, pero mentir al chico que lo trato bien estos días donde nada se comparaba a los años de sufrimiento, solo podía confiar en que Yeonjun no era como el resto y que debia decirlo.
Valiente, debia ser valiente.
Tomo un poco de aire y tomando todo el valor que se colocaba por sus venas lo observo a los ojos.
-E-Esto sonara malo, depende de como lo tomes, pero para mi es un defecto que la vida horrible me otorgo y me condenó. -hablo en voz baja pero lo suficiente como para que el contrario prestara atención. -Si quieres puedes echarme o dejar de lado la idea del cortejo cuando termines escucharme...
Yeonjun frunció el ceño confundido.
-¿Por qué haría algo como eso?...
Kai sonrió por lo confundido que se encontraba el menor, por lo que solo decidió soltarlo en medio de pistas que rogaba que fueran comprendidas.
-¿No te has preguntado porque no tengo los supresores de los que tanto te hable en mi primer celo? -cuestiono notando como Yeonjun se quedaba pensando en su pregunta, para luego abrir sus ojos con exageración.
-T-Tu...
-No. -negó sabiendo que su mirada asustada era porque había pensado que se encontraba en cinta, no era así, pero hubiera querido que así sea de todas formas. -No los necesito...
Ahora si que encontraba más que confundido.
-¿Por qué no los necesitarías? -volvió a cuestionar, no entendía a donde quería llegar el mayor.
-Piensa. -lo animo a pensar.
Siguiendo las órdenes del Omega, comenzó a pensar en miles de teorías del porque no consumía dichos supresores, porque no los necesitaba, se le ocurrían un par de cosas pero nada llegaba aclarado a su mente.
-No lo se, no estoy seguro pero capaz es porque no puedas tener-... -se corto así mismo cuando vio la lagrimas sobresalir de los hermosos ojos grises de Kai, entonces comprendió. -tu... ¿no puedes tener cachorros, Hyung? - interrogo finalmente.
Fue tan desgarrador ver la imagen del Omega romperse en mil pedazos delante del Alfa quien sin poder reacción a tiempo por la expectante noticia, se quedo tieso en el lugar viendo como el contrario se desasía en llantos.
Cuando Kai no sintió ni el más mínimo tacto de quien tenia al lado suyo, su cuerpo empezó a alejarse, abrazándose así mismo, sometiéndose rechazo al no recibir más respuesta o algún tipo de consuelo.
Lo sabia.
-S-Soy un jodido Omega infértil, cuanto l-lo siento, Alfa. -a pesar de que este fuera menor de edad, no quita que sea uno de pura sangre, sabia que debia dirigirle respeto y con esas palabras fuera de su boca salió de la cama.
Yeonjun aún no decía nada, pero cuando Kai abandono la cama, tuvo una auto cacheta dirigida a su mejilla, notando que había sido su lobo regañándolo y reaccionando al fin, noto como el contrario terminaba de vestirse para salir por la puerta.
-Kai. -susurro dándose cuento lo idiota que había sido al no decir nada y cómo rayo, se cambio de ropa. -¡Kai!...
El nombrado se encontraba sollozando, queriendo abrir la puerta de la casa, pero por alguna extraña razón esta no se abría y cuando no supo que más hacer, fue hacia el cuarto de invitados de la planta baja para encerrarse ahí.
Apoyo su espalda en la puerta mientras caía lentamente al piso a la vez que se abrazaba sus piernas al pecho, llorando desconsolado sobre sus rodillas, murmurando lamentos muy tristes, su lobo se sentía igual pero también le decía que volviera con el Alfa, pero lo ignoro.
No debia haber dicho nada, no debia haber dicho la verdad, debia hacer solo aceptado la propuesta de Yeonjun pero ahora parecía que no había marcha atrás.
La bomba ya había explotado antes de tiempo.
Se tapo la boca para callar su llanto en cuanto escucho pasos bajar por la escalera, se alarmo intentando minimizar sus feromonas triste y densas, un par de pasos volvieron a oírse para luego escuchar el sonido de la puerta de entrada cerrarse.
Soltó un suspiro tratando de quitar las lagrimas de sus ojos, debido a que no pudo normalizar su respiración salió del cuarto para verificar que estuviera solo por la zona, pero se alarmo cuando unos cálidos brazos envolvieron su cuerpo.
Intento luchar para separarse, intentando con todas sus fuerza alejarse de alguien quien no lo merecía pero mientras más luchaba más de debilitaba y no le quedo de otra que seguir llorando en el hombro de Yeonjun.
Era increíble como el Alfa se aferraba con mucha fuerza a su cuerpecito, no quería soltarlo por nada del mundo y el Omega lo podía sentir.
-Por favor, no te vayas...
Y algo dentro del corazoncito de Kai palpito con mucha fuerza.
・・・
-Cuando me presente como Omega toda mi familia parecía feliz, muy contenta la verdad. -relato el pelinegro que había dejado de llorar hace menos de una hora.
Después de tanto llanto, Yeonjun logro calmar a Kai con su aroma, ambos volvieron al cuarto de arriba el cual ya era como suyo, el más alto se apoyo contra las almohadas mientras entre sus piernas tenia al mayor, abrazándolo con dulzura a la vez que sus cuerpos se mecían con lentitud y a la par que las feromonas tranquilizaban el ambiente.
-En mi familia no era mal visto que un integrante de la manada se presentara como Omega, era como una bendición ya que estaba escrito que ellos traerían en un futuro cachorros con su sangre. - continuo hablando con la voz algo rota por el llanto previo pero sin derramar lagrimas al sentirse protegido por tan buen Alfa. -Todos me felicitaban, mi mamá me preparo para ser un buen Omega, por eso limpio compulsivamente a veces, por eso cocino y por eso te espero en la entrada cuando llegas del instituto...
-Te prepararon para ser un buen Omega. -dedujo enseguida el pelirosa, haciendo asentir al contrario.
-¿Entonces qué le hizo cambiar de opinión a tu familia?
-Mi primer celo. -formulo finalmente sintiendo ese pequeño dolorcito en su pecho que hace tiempo dejo de sentir.
-Me gustaba un Alfa de mi instituto, pero no lo suficiente como para acostarme con el, pero tuvo la oportunidad de hacerlo cuando nos encerró en el baño mientras simplemente me encontraba nublado...
Fue ahí cuando Yeonjun soltó un diminuto gruñido, le había caído mal el Alfa de esa historia pero supo mantener la calma tan pronto sintió la tristeza de las feromonas del Omega, el cual abrazo con mas anhelado para luego depositar un beso en su mejilla con dulzura.
Kai se calmo gracias a ese gesto y gracias a la aproximación del rostro del menor con el suyo, refregó su mejilla con la contraria, embelesándose con el aroma a menta y chocolate que esta soltaba para calmarlo.
-No fue la primera vez que alguna vez soñé, pero supieron castigar al Alfa cuando mi familia vio como me metí en el baño solo y a los segundos fui seguido por ese chico que no invite, lo vieron todos por las cámaras. -siguió explicando apoyando su cabeza contra la del pelirosa que escuchaba atentamente. -Cuando me anudo sentía miedo de ir a ver al doctor, tenia miedo de quedar embarazado y que sea de alguien quien no deseaba tanto como creía, pero...
Se mantuvo en silencio un rato, recordando lo desastroso que fue ese día para el y la deshonra que sintió su familia al enterarse de su horrible defecto.
-Pero después de unos meses de no haber sentido síntomas, fuimos al doctor para asegurarnos de que no quede en cinta. -la voz se hizo un poco más débil pero solo un suspiro fue dejado para seguir hablando. -El dijo que no lo estaba, pero al ver los resultados del análisis, dijo que no podía t-tener ca-cachorros en realidad...
-Mi lindo pingüinito. -susurro triste el Alfa, compartiendo los sentimientos lastimados del chico al enterarse de eso.
Lo entendía, había sido entrenado para ser un buen Omega y que le llegara esa información era devastador, pero Yeonjun no lo veía como un defecto.
-Mis papás no le creyeron, pero yo estaba tan devastado como ellos, incluso fuimos a otro y el resultado seguía siendo el mismo, no servia como Omega ya. -sorbio su nariz con mocos para luego suspirar. -A partir de ahí fue todo un jodido infierno, mi familia me trataba mal, nunca los creía capaz de hacerme lo que me hicieron y fue horrible...
-No tienes que seguir hablando si te sientes muy mal. -le recordó el menor, no dispuesto a ver como el Omega se rompía entre sus brazos.
-Q-Quiero continuar. -intento sonreír para calmar a Yeonjun quien también le sonrió. -Durante algunos de mis celos trajeron a Alfas para que anuden en mi, pero yo no quería, lloraba, me negaba, peleaba, aún así siempre terminaba siendo el más débil y no quedaba en cinta. -relato escuchando un gruñido de parte del contrario.
-Te juro que si los llego a ver yo-....
-No me encontraran Yeonjun, estoy seguro que no se tomarán le tiempo de hacerlo, salí de ahí antes de que comenzara mi celo y gracias a eso logre toparme con un sexy Alfa con el cuál hare una especie de cortejo mutuo...
Yeonjun iba a seguir maldiciendo a la familia de Kai, pero esas ultimas palabras del pelinegro lo hicieron abrir los ojos los cuales brillaron tan hermoso que tuvo que separarse un poquito para sonreír de forma aconejada y apreciar al chico que tenia entre sus brazos.
-¿En serio lo dices? -pregunto agarrando los cachetitos del acanelado quien soltó una leve risa, dándose la vuelva para encararlo.
-Claro que si, solo si a-aun no has cambiando de opinión con respecto a mis defectos. -sonrió nervioso y sonrojado, pero supo que era correspondido cuando esos hermosos labios sellaron sus inseguridades.
Yeonjun beso a Hueningkai.
Sus bocas comenzaron una danza delicada y lenta, saboreando el sabor de sus labios que últimamente era su adicción, mordiéndose levemente los belfos, lamiendo a su alrededor hasta jugar con sus lenguas.
Las respiraciones eran pesadas, pero no las suficientes, aún así se separaron para mirarse a los ojitos con un brillito inexplicable, reflejando su mayor anhelo, claro, la persona que tenían delante de ellos se iba a convertir en eso.
-No me importa lo que no puedas dar, además, soy muy joven como para decepcionarme de eso ahora y en el futuro se que no lo voy hacer, porque siento miles de sensaciones cuando te veo a los ojos que dudosamente pueda poner a prueba lo que tenemos por eso. -apoyo su frente con la contrario, no sin antes besar esa linda nariz. -Quiero descubrir cosas hermosas contigo, no enfocarme en tus supuestos defectos...
Kai sonrío dejando salir unas lagrimas extras, Yeonjun era el Alfa que nunca imagino que iba a tener desde aquella vez y si alguna vez lo soñó antes que eso, podía apostar que lo que tiene delante de sus ojos es mucho mejor que la realidad.
-G-Gracias...
-A ti, por contarme esto. -negó lentamente para separarse lentamente y extender su mano bajo la atenta mirada confusa del mayor. -Kai, Omega de preciosos ojos, ¿Te gustaría ser cortejado por mi?, un Alfa que le gusta vestir como chica. -pronuncio con una voz elegante muy mal imitada pero graciosa.
Hueningkai soltó una risita negando con la cabeza por las ocurrencias del menor, pero acepto el apretón.
-Acepto. -empezaron a mover las manos. -Yeonjun, Alfa de pura sangre con carita de ángel, ¿le gustaría ser cotejado por este Omega? -imito la voz para luego sonreír cómplices.
-Oh, acepto sin dudarlo...
Luego de más risas, decidieron besarse tiernamente, el cortejo era algo que llevaría tiempo pero lo suficiente para que ambos pudieran verse con mucho más anhelo con lo que ya se veían ahora.
-¿Estas listo para conocer el amor, Omega?, porque yo lo estoy si es contigo...
-Si, yo igual, si es contigo, Alfa...
♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top