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Dejar ir
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Su mirada.
Sus ojos (C/d/O), cristalinos.
Sus mejillas rosadas.
Y...
Sus labios.
Destrozados. Muerta.
Garou despertó, dolorido y confundido. Se despapilo y noto su entorno sucio y entendió que estaba en la guarida de la sociedad de mounstruos.
No sabía cuánto tiempo paso, si ella...
No.
Debe ser realista.
Ella ya está muerta.
<<Muerta.>>
¿Por qué siente una presión en el pecho?
¿Por qué sigue pensando en ella?
¿Por qué?
No quería encontrarle una explicación, no quería pensar más o se volvería loco; pero, se dió cuenta tarde. Cuando ya estaba de pie frente a su casa: estaba silenciosa y como la última vez que recordó. Paso y la busco por todas partes pero no había nadie hacía días que ella no estaba ahí, lo supo por el moho que se estaba haciendo en la comida que aún en la estufa, se veía que estaba lista para comer pero que posiblemente lo había pospuesto para ir a verlo.
Era su culpa que ella ya no estuviera.
Su culpa.
ㅡElla no volverá...
Murió.
Y ya no tendría quien le detuviera, tendría sus metas pero ¿Por qué no se siente bien? ¿Por qué se siente infeliz?
Ella me hacía feliz.
No, esas son tonterías. Él no necesita esas cosas.
Es un mounstruo.
Un mounstro que finge no haber amado a esa mujer.
ㅡDe nueva cuenta, no debió molestarse en traerme hasta acá ㅡuna reverencia con todas las disculpas posibles que su mallugado cuerpo podía darle al maestro de su chico tonto, sin embargo. Aquel anciano aún miró con ilusión y un pequeño rayo de esperanza. No sabía que pasaría, pero, la pequeña presencia y palabras de la joven fémina que había domado al lobo le decía algo aunque aún debía esperar que era.
Auqnue con todas sus fuerzas internas... Deseaba ver a Garou sanado.
ㅡDebo proteger, una de las pequeñas felicidades de ese chico tonto ㅡsoltó y después acarició la cabeza de ellaㅡ. Esperemos a que él tome su merecido y decida volver a dónde aún hay alguien de su lado.
Ella quería llorar... Más solo asintió.
Podía tener esperanza pero no una garantía de que él volviera a ella.
ㅡPuede volver cuando guste, estaré honrada de recibirlo.
ㅡY lo tomaré en cuenta, cuídate y mantente a salvo para él. Prometo regresarlo a ti ㅡni siquiera le dejo decir algo más cuando el maestro se marchó tan rápidamente dejándola sola con el único sonido del viento golpeando las hojas de los árboles.
La soledad le inundó.
Pero intento mantener esa pequeña luz en su pecho encendida.
Y esperar.
Sólo esperar.
Miró sus manos.
No es que le importara mucho su estado y apariencia pero ahora que al fin habían sanado y quedado con cicatrices... Le dio un sentimiento extraño y más aún sin saber de algún rastro de él. Ha intentado continuar con su vida: cultivando, cosechando y vendiendo, cada día de su monótona vida le daba a cada vez más incertidumbre, exasperación pero sabía que debía esperar, que esto de la caza de héroes no terminaria de la noche a ala mañana, además de que ahora se encontraba la alarma con el Caos de la asociación de mounstros y los estragos y muerte que estaban haciendo en los centros de las ciudades. Agradecía vivir alejada aunque eso no significa que estaba del todo segura; de vez en cuando, fortificaba su estilo de pelea e incluso -a veces- quería copiar de él todo lo poco que llegó a ver... Sin duda, era extraordinario el verlo pelear, su fortaleza de aprender rápidamente y de... de... Ese cuerpo tonificado...
Golpeó sus mejillas cálidas ante tal pensamiento.
No era su culpa, Garou tenía un cuerpo que muchas mujeres aman en un hombre y el que ella haya podido si quiera tocarlo...
Volvió a golpearse.
¡Debe controlarse! ¡Garou puede seguir siendo un simple chico y ella ya es una mujer adulta!
ㅡ¡Es difícil!
Se dijo a sí misma, dejó de lado sus manos y comenzó a doblar la ropa; prendió el televisor para distraer su mente indecorosa y si que funcionó.
Las noticias estaban dando aviso de una pelea peligrosa entre un chico misterioso que protegía a un niño del mounstro altamente peligroso ¡Era él! ¡Era Garou! ¡Y el niño de esa vez!
ㅡ¿¡Por qué el que graba no hace nada?! ㅡgrito a la pantalla sosteniendola con fuerza al ver la horrible grabación de como machacaban a Garou y le dejaban tirado y llevándose al niño, no había más, no se sabía que pasaba después por que el cobarde que grabo se alejo ante posible amenaza de ataque dejándola intrigada y altamente preocupada...
Más bien con las emociones revueltas.
Él estaba bien, por un momento al parecer.
Su cabello se veía de un tono diferente.
Él estaba bien.
Al fin sabe algo de él...
Se dejo caer frente al televisor y lloro un poco. No sabe si de felicidad o de preocupación pero esas lágrimas la hicieron aliviarse -solo un poco- de al menos saber que ahí seguía. En alguna parte de algún lugar. Ahí seguía.
Y ella también.
ㅡAún seguiré aquí... ㅡsusurroㅡ. Aún sigo amándote... Chico tonto.
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