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La primera vez que te vi...

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▪️Un año antes.

Se miraron a los ojos.

La noche le hacía ver cómo un lobo salvaje y solotario que te atacaria en un parpadeo pero, no tenías miedo. Ya estabas acostumbrada a vivir rodeada de raros que se hacían llamar "monstruos". Su respiración era pesada y solo antes de desmoronarse en la tierra lograste sostenerlo y mantenerlo cerca de ti, notando que...

Era tan humano como tú.

Restregaste tus ojos, te habías mantenido despierta toda la noche con tu abuelo intentando curar las heridas del hombre o más bien muchacho que llegó a mitad de la noche extremadamente herido. No tenían una idea concreta de que era lo que le había pasado aunque la mirada que tu abuelo le daba decía que no eran buenas noticias.

ㅡ¿Estará bien?ㅡ preguntaste al entender que no le quitaría la mirada de encima más no hubo una respuesta.ㅡ¿Tiene algo? ¿Qué te tiene mirándolo asi?

Escuchaste a tu abuelo suspirar pesadamente, tal vez por el cansancio o porqué comenzabas a preguntar.

ㅡNo es nadaㅡ respondió sorbiendo de su té que le habías traído.ㅡDescansa, has estado toda la noche despierta.

ㅡDebo apoyarteㅡ añadiste.ㅡDeberias descansar tu, no es bueno para ti mantenerte en la misma postura.

Él volvió a suspirar y con tu ayuda le sostuviste para levantarse de la silla donde estaba y llevarlo a su habitación en donde se acostó a descansar en su viejo futon.

ㅡMe quedaré cuidando al muchachoㅡ le dijiste.ㅡVolvere después para que comas algo.

Saliste de ahí y volviste a donde el hombre y te sentaste donde tu abuelo  estaba, mirando detenidamente al joven quien aún dormia o estaba inconsciente.

Abriste los ojos de golpe cuando sentiste que tu hombro era tocado, algo adormilada visualizaste la camilla vacía haciéndote despertar por completo y levantarte rápidamente para buscar al joven quien se encontraba parado a tu izquierda mirándote seriamente.

Ambos se miraron por algunos segundos.

ㅡDespertasteㅡ dijiste.ㅡ¿Cómo te sientes?

El albino no dijo nada y solo estiró sus músculos, fue inevitable que le miraras ya que no traía camisa.

ㅡLa lave y cosíㅡ le dijiste corriendo y entregándole su camisa, él volvió a mirarte y tu no evitaste sentirte incomoda por su imponente presencia. Bajaste un poco la vista cuando la camisa fue tomada de tus manos y después solo escuchaste como se abría la ventana del balcón haciendo que volvieras a mirarle.

ㅡGracias señoraㅡ fue lo único que dijo y después desapareció sin más.

Te acercaste al balcón intentando saber si lograbas verlo pero ya no había nadie, solo el sonido del bosque.

ㅡAdios...

Días después.

ㅡNo deberías preocuparte por élㅡ tu abuelo te sacó de tus pensamientos, le miraste comer tranquilame.ㅡSe nota que es un muchacho fuerte, veras que no hay nada de que preocuparse...

El sonido de agua siendo derramada les alertó. Tu abuelo sorprendente se levantó a una velocidad más allá de su movilidad y salió al patio trasero en posición de ataque por si se trataba de un monstruo, le seguiste también pero sólo se quedaron quietos al ver de nuevo al joven albino quien se refrescaba en su patio con su manguera.

ㅡIre por una toallaㅡ le dijiste a tu abuelo.

ㅡTrae un shampoo tambiénㅡ agregó captando la atención del muchacho.ㅡY un poco de comida.

Era un joven callado con una mirada demasiado seria para alguien de su edad. Aún a sí aceptó fácilmente la comida pero no el shampoo de olor a flores y ahora comía con ansiedad mientras le miraban, al parecer tu abuelo estaba acostumbrado a ver chicos asi, alguna vez debido a su antiguo Dojo y tu un tanto asombrada no solías convivir mucho con hombres.

ㅡViejoㅡ llamó el albino cuando terminó de comer, se levantó con aire amenazador y comenzó a estirar sus músculos.ㅡVengo a darle una lección a tus discípulos.

Hubo un silencio.

ㅡYa no hay un Dojo aquí, niñoㅡ respondió tu abuelo.ㅡSolo un anciano y su única nieta.

ㅡMe estas tomando el pelo ancianoㅡ tus nervios se pusieron a flor de piel debido a su cambio de actitud de seria a algo más tipo amenazante.ㅡ¿Quieres verme la cara de idiota?

ㅡNo necesito hacerlo ya la tienes niñoㅡ quedaste en blanco ante lo dicho y viendo como el joven oscurecía su rostro.ㅡPero decirte que hay un Dojo seria mentirte, ya no hay uno desde que mi hijo murió.

ㅡViejo...ㅡ sin dudas ya estaba más que molesto y lentamente alzo uno de sus brazos para golpear a tu abuelo, rápidamente y a escasos centímetros de tu cuello se detuvo. Te habías puesto entre medio de ellos.

ㅡYa te lo dijo mi abueloㅡ respondiste.ㅡYa no hay un Dojo y además no seria mucho pedir que al menos agradezcas lo que hemos hecho por ti.

Él solo te miro serio y lentamente se quito.

ㅡComo seaㅡ dijo.ㅡSi no hay Dojo entonces perdí mi tiempo.

Lo vieron salir por la puerta trasera sin antes darles una mirada.

ㅡGracias de nuevo señoraㅡ y se marchó de nuevo.

ㅡSolo tengo diecinueveㅡ susurraste con vergüenza por el apodo.

Haciendo reír a tu abuelo.