Narrador pov.

Se estaba acostumbrando a llegar dos veces a la semana en la casa de los Swan, principalmente por sus tutorías que le brindaba a Bella, sin embargo también lo hacía para ver a Charlie Swan.

Se sentía un poco culpable al notar como Edward estaba lidiando con el olor de la castaña.

-No te preocupes por mi, tía sabré como controlarme.-le aseguro el cobrizo queriendo ver a Tiffany feliz.

-Aun no estoy segura si habrá algo a futuro con Charlie.-dijo haciendo que Alice apareciera a lado de Edward.

-Vas por buen camino tía.-le aseguró Alice guiñándole un ojo.

Tiffany rió levemente por supuesto en ocasiones pensaba en preguntarle a Alice lo que veía en su futuro pero regularmente prefería no hacerlo, se despidió de sus sobrinos y se dirigió a la casa de los Swan, estaba preocupada por Edward su autocontrol parecía ponerse a prueba y aunque la solución parecía ser mudarse si corría el riesgo de atacar a Bella Swan.

Edward decidió que no había nada de que preocuparse.

Al tocar la puerta la persona que abrió fue Charlie, ella le sonrió al instante y lo saludo.

-Bella no esta por el momento, de seguro no tarda.-él abrió por completo la puerta dejándola pasar.

No entendía porque se ponía así de nervioso siempre al ver a Tiffany, por supuesto trataba de disimular aunque se sentía de nuevo como aquel joven...

De alguna forma era extraño para él, nunca había pensado en alguna mujer después de su matrimonio fallido con Renée.

-Entiendo, la puedo esperar mientras viene.-hizo una pausa mientras se sentaba en el sofá.-Espero que no te moleste mi presencia aquí.-agregó Tiffany mientras se colocaba un mechón de su cabello atrás de su oreja. Alzó la vista y sonrió tímidamente, observó cómo él se reclinaba en la pared y negaba con la cabeza.

-De ninguna manera, eres bienvenida. En verdad aprecio que te tomes el tiempo para venir hasta acá.-confesó Charlie con una leve sonrisa.

-Lo hago con gusto, espero que Bella se este adaptando a vivir en Forks.-comentó Tiffany.

-Creo que si, honestamente no estoy seguro... He tratado de darle su espacio y tratar de que este cómoda pero ambos no somos muy comunicativos.-expresó Charlie con sinceridad, por supuesto ella notó como cierta tristeza proveniente de él.

Tiffany dejo sus cosas en la mesa pequeña que estaba en la sala y se puso de pie.

-Estoy segura que Bella aprecia todo lo que haces, solo que hay varias personas que les cuesta expresarse.-se acerco hasta Charlie y coloco su mano en el hombro de él, esperando no asustarlo con su piel fría.-dale tiempo, no es fácil acostumbrarse adaptarse a un lugar.

Él asintió sin embargo se encontraba concentrado en casa facción de Tiffany, pero sobre todo en la calidez que le brindaba su toque a pesar de que su piel estuviera demasiado fría.

Algo que le resulto curioso pero decidió restarle importancia de alguna manera se sentía reconfortado por ella.

-¿Sigues sin acostumbrarte o porque no puedes conducir rápido aquí en Forks?.-comentó Charlie riendo entre dientes al recordar la primera vez que la conoció.

Ella rió nunca olvidaría ese día.

-Me gusta vivir aquí, pero siendo sincera mi familia y yo nos hemos mudado varias veces lo cuál hace difícil adaptarse.-expresó Tiffany encogiéndose de hombros, era algo habitual para los Cullen aunque también podía ser complicado.

-¿Porque?.-Preguntó Charlie, no pudo evitar sentir curiosidad por lo dicho por ella.

-Es algo complicado.-admitió Tiffany, por un momento se pregunto cuál sería la reacción de Charlie al enterarse de lo que es ella.

Estaba distraída al imaginarse las posibles reacciones de Charlie que no se dio cuenta al momento en que entro Bella a la casa.

-Disculpe maestra, por...-de cierta manera sintió que estaba interrumpiendo algo, desvío la vista de ellos.-hacerla esperar.-completo.

-No te preocupes Bella, tu papa y yo estábamos teniendo una conversación agradable.-dijo Tiffany mirando como Charlie se ponía nervioso, él asintió de acuerdo.

Hablar con Tiffany era agradable, no por algo es la maestra favorita en el instituto sobre todo al dar una materia que para muchos es complicada.

Sin embargo no pasaba desapercibido algunas miradas y el comportamiento de su papá cuando veía o hablaba sobre la maestra Cullen. Por supuesto quería ver feliz a Charlie, sabía que el matrimonio fallido con Renée lo había dejado demasiado afectado algunas veces se pregunto porque no lo intento otra vez con otra persona pero tal vez era porque nunca se intereso en alguien, hasta ahora.

De eso Bella estaba segura.

Una vez que se despidió de Tiffany decidió hablar con su papá, de alguna manera podría animarlo a continuar con su vida junto a alguien.

-Veo que te llevas bien con la maestra Cullen.-comentó Bella sentándose a lado de Charlie.

-¿Lo dices por lo de hace rato?.-inquirió él jefe Swan sin quitar la vista de su televisión, tratando tratando aparentar tranquilidad aunque siendo honesto consigo mismo temía ser descubierto por su hija.

No podía negar que Tiffany Cullen es hermosa pero lo que más le gustaba a Charlie era la actitud de ella.

Bella rió entre dientes.

-No, yo hablo por tu comportamiento habitual cuando la ves. ¿Sabes? No me molestaría si quisieras tener a alguien de pareja.-respondió Bella en tono seguro.

El jefe Swan apago la televisión y volteó a ver a la castaña.

-En todo caso dudo que Tiffany quiera salir conmigo.-hablo Charlie inseguro de si mismo.

-No pierdes nada intentándolo, lo único que quiero es verte feliz papá.-dijo Bella sonriéndole levemente.

Charlie quedo en la sala un poco más, pensando en Tiffany Cullen y en lo dicho por Bella. Por supuesto se sentía atraído por la maestra Cullen pero no sabía si en algún futuro llegarían a algo más, tal vez ya era tiempo de intentarlo de nuevo.

Por lo que su decisión estaba tomada, sonrió para si mismo y al levantarse las fotos que tenía en un mueble de él y Renée las quito, lo mejor era guardarlos después de tanto tiempo.