𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑉𝐼𝐼𝐼: 𝐹𝑖𝑛.
𝑀𝑖 𝑃𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝐵𝑒𝑠𝑜
𝐸𝑙 𝐼𝑛𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝐹𝑒𝑙𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑.
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Era un sábado por la mañana cuando me llegó un mensaje.
Tae:
Estaba pensando...
Yo:
¿Piensas? no lo sabía
Tae:
Jaja muy gracioso
Decía
Estaba pensando... hoy hace un bonito día
Y quería preguntarte
¿si quería ir conmigo al acuario?
Yo:
Yo... no sé, nunca he ido
Tae:
¡Mejor!
venga vamos
si
siiiii
siiiiiiiii
Y ni tienes que preguntarle a Summi-ssi ya he hablado con ella y dice que si aceptas seria genial
Yo:
Vale, ¿A qué hora debería estar listo?
Tae:
Justo ahora, abreme estoy afuera.
Salí apresurado de mi habitación y abrí segundos después, Tae estaba recostado a un lado de la puerta mientras esperaba paciente y me sonrió cuando nuestras miradas se encontraron, levantó sus manos y me mostró una bolsa llena de esas botanas que tanto amaba y no pude evitar devolverle la sonrisa con las mejillas rositas.
Entramos segundos después, aún vestía el pijama y mis cabellos estaban despeinados por lo que debería de darme prisa y arreglarme para poder salir.
- Esperaré aquí - dijo Taehyung leyendo mi mente como siempre, más esta vez quería dar el siguiente paso, demostrar que él era tan importante para mi como siempre el me decía que yo era para él, agarré su mano con delicadeza halandolo con mis dedos fríos, él no dijo nada, pero se siguió sin rechistar cuando comencé a caminar y me adentré al pasillo en el que nadie además de Summi había estado, la madera blanca de la puerta de mi habitación sobresalía mientras más me acercaba y con el valor que había reunido en los últimos días abrí la puerta y le permití que entrará primero, y una vez dentro cerré la puerta mientras veía en silencio a sus ojos curiosos desplazándose por todo el lugar, y mentiría si negara lo expuesto que me sentía, me sentía desnudo pero sabía que él no iba a defraudarme o solo esperaba que no lo hiciera.
- Puedes... Puedes sentarte donde desees, no tardaré.
Y luego de eso corrí a mi armario, tratando de encontrar el mejor atuendo que se adaptara a la ocasión y me adentré al baño, me di una ducha rápida y luego me vestí y me peine, cuando creía que me veía lo más decente posible salí y me encontré a Taehyung husmeando entre mi estantería donde tenía todos los libros que había escrito, era como un pequeño altar el cual me encantaba mirar cuando me sentía decaído, era el recordatorio de todo lo que había logrado. No me molestaba que mirara, me daba cierta ternura verlo interesado en mis cosas, en lo que me gustaba y demás.
- Ya estoy listo - susurre rato después y él sonrió.
- Pues vamos.
Y salimos, el viaje se me hizo emocionante pues iría por primera vez a ver esas criaturas marinas que tanta ansiedad me daban. Llegamos y pagamos la entrada, el barbijo me daba un poco de calor pero era eso o ser reconocido por alguien que interrumpiera nuestra tranquilidad.
Era magnífico ver con la facilidad que las mantas y peces pasaban por mi alrededor detrás del vidrio lleno de agua donde los tenía cautivos, era linda la vida marina, me gusto tanto que llegue a considerar escribir sobre eso alguna vez y cuando nuestro paseo estaba terminando mi cerebro superdotado recordaba a la perfección todos los nombres científico de cada criatura que había visto y era gracioso porque Taehyung ni leyéndolos podía pronunciarlos.
La tarde había caído y comenzaba a refrescar y en algún momento la chaqueta de Tae había caído sobre mis hombros mientras caminábamos entre el tumulto de personas en busca de algo que comer, había una feria cerca y fuimos, la mano de Taehyung agarró la mía cuando el número de personas aumento y yo me sentí nervioso al principio, era la primera vez que teníamos un contacto de ese tipo yo no podía estar más encantado, entrelace nuestros dedos y me acerque más a él, su presencia me daba tanta seguridad que había olvidado que estaba rodeado de millones de persona desconocidas que podía hacerme algo en cualquier momento, pero lo último que pasaba por mi mente era asustarme cuando tenía a Taehyung abrazándome por los hombros.
Caminamos un poco y en una pequeña tarima nos pedimos un par de salchichas y con unas gaseosas nos sentamos.
- ¿Cómo era, Mebulis Birutis? - y me reí con ganas cuando aquello salió de sus labios, habían pasado unas cuantas horas y él aún seguía intentando decir ese nombre.
- Mobula Brostris - le rectifique entre carcajadas - ¿por qué mejor no dices mantarraya como los demás? - y él simplemente se encogió de hombros.
Un rato después volvimos a donde habíamos dejado en coche aun con nuestras manos entrelazadas, las mariposas en mi estómago no me habían abandonado en ningún momento mientras yo trataba de ignorarlas.
El condujo con calma, las luces de la ciudad lo reflejaban de una manera maravillosa, y no podía negar que se veía demasiado guapo detrás del volante con sus cabellos castaños revueltos por el aire, no podía dejar de mirarlo, era tan hermoso, y ya no tenía dudas en admitir que me gustaba, me gustaba más de lo que era normalmente he admitido en mis profundas conversaciones con Summi, y él me quería, no dejaba de decírmelo siempre que podía, recordándome lo importante que era para él, lo feliz que estaba de haberme conocido y que jamás iba a dejarme solo, que siempre estaría para mi, y yo no sabía cómo tomarme eso, yo le quería un montón, y quería que fuéramos algo más, en serio, quería dejar atrás el miedo y comenzar de nuevo con él, una feliz vida con mi amada Summi y con el guapo Taehyung.
Cuando el auto se detuvo salí de mis pensamientos con una nueva idea en la cabeza, se podría decir que tenía un poco de experiencia si contamos lo que había escrito en mis libros, así que cuando salimos del auto, ahí junto a la puerta de la entrada tome sus manos y lo miré fijamente a los ojos, sus ojos me observaban confundidos pero sin una pizca de duda, y eso me dio valor.
Agarré sus mejillas con delicadeza y me coloque de puntillas, y me acerque hasta que nuestros labios colisionaron juntos, fue un choque efímero que movió hasta la última célula de mi cuerpo, pude ver las estrellas y el sol de cerca con solo un simple roce que duró pocos segundos.
Me separé de él con la respiración un poco errática y mis mejillas coloradas, en ese momento la vergüenza se dueño de mi mente evitando que pudiera verlo a los ojos, no sabía cómo iba a reaccionar y en esos instantes me estaba arrepintiendo de lo que había hecho.
¿Y si lo había malinterpretado?
Pero la duda no me duró mucho tiempo pues Taehyung levantó con delicadeza mi mentón y volvió a unir nuestros labios, esta vez sí, moviéndose con lentitud, saboreandome deliciosamente mientras que se aferraba a mi cintura y me acercaba más, él se estaba emocionando y yo me sentía un poco abrumado, estás sensaciones siendo nuevas para mi por lo que me encogí rehuyendo del contacto y el se detuvo separando nuestros labios con un chasquido.
Ese fue mi primer beso.
Fue el inicio de una vida de felicidad.
No volví a tener miedo, no volví a tener pesadillas ni a recordar ese pasado manchado de negro que había acabado conmigo.
Taehyung me llevó a un lugar lleno de luces brillantes con las que podía contar siempre y cuando las necesitara.
Taehyung se convirtió en mi vida, en esa parte que no pensé que necesitará para llenar ese vacío que no sabía que tenía en mi pecho.
Mi corazón está sano por completo y mi mente dejo de torturarme.
Ahora soy feliz, tengo una vida tranquila y exitosa. No podía pedir nada más. La vida me compenso lo que me había quitado tiempo atrás.
La felicidad llega cuando menos la esperamos o cuando incluso no la buscamos.
Solo hay que ser pacientemente.
Ella llega de diferentes maneras. No te desesperes.
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Sɩʋᥱຕყ
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