❝SUEÑO❞

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EL DERECHO DE CASTIGAR a los malhechores, se les otorga a las figuras de autoridad, pero ¿Qué pasa si esas figuras de autoridad... Son corrompidas?

Si ya no están de acuerdo, en seguir sus instintos viejos, para seguir los nuevos que surgen dentro de su alma, ¿Qué pasa... Si son eliminados?

Un fuerte dolor emergía del estómago y pecho de Nanno, sentía la sangre recorrer de los mismos, un arma afilada entrar y salir con rapidez de su cuerpo, sintiendo lo que nunca había experimentado.

Dolor.

Una lágrima de sangre salía de su ojo, entonces vio una imagen borrosa de una mujer, cuando creyó que ella ya la había eliminado, una nueva sombra apareció, no era esa mujer, la complexión era diferente, esta estaba encima suyo, no sabía si quería asesinarla al fin, o tal vez... Salvarla.

-Nanno...–.

La chica despertó desconcertada, aquel sueño había sido extraño, sin dudas, tendría que resolver lo que pasaría.

(...)

-¡Junko!–Exclamo, corriendo hacia una chica de ruedas–¿Nos ayudas a recortar el papel para el periódico mural?–Junko dudosa, acepto.

Nanno y Yun caminaron hasta donde estaba, se sentaron en la banca junto a ella y se presentaron.

-Hola, soy Nanno–Dijo y señaló a la chica que estaba a su lado–Y ella es Yun, somos nuevas–.

-Junko‐Llamo Yun–¿Ganaste el oro en las olimpiadas de biología, no?–Pregunto sonriendo.

La chica asintió nerviosa, sus manos temblaban y por ello, se cortó, las estudiantes cerca se preocuparon y la llevaron a la enfermería, donde les reveló que Junko sufría de hemofilia, si se corta, el sangrado es excesivo y por ende, muy peligroso.

Después de un tiempo, comenzaron a caminar hacia una parte llena de vegetación que había en la escuela, donde sabían que estarían Waan y Junko, la primera era la madre, la primera sospechosa de dichas desapariciones de esa escuela.

Cuando estaban por acercarse del todo, Nanno paró cuando vio quien era la madre de dicha chica, Yun pudo sentir bien que ella, estaba sintiendo un tipo de miedo.

-Hola, ¿Ustedes son las nuevas de la clase de Junko?‐Dijo amable.

-Lo somos–Contesto Yun.

-Estabamos preocupadas por Junko–Se acercó otro poco–Estábamos ahí cuando se cortó–Informó Nanno.

-Esta bien, es una chica frágil–Acaricio la cabellera de su hija–Tengo que inyectarla todo el tiempo–.

-Que tragedia–Comentó Yun.

-Mhm, es lamentable su condición–Lamentó la madre.

-Hablaba de usted–Camino hasta sentarse junto a la adulta, quien la miraba atenta–Muchos padres dicen que cuando sean mayores sus hijos los van a cuidar y eso... Junko no podrá hacerlo–Miro a la mencionada–Usted la cuidará hasta su último día–Miro de nuevo a madre.

-Eso no es problema–Sonrió.

La campana había sonado, así que Waan, tomó la silla de ruedas de su hija y se la llevó a clases, Nanno quien estaba aún parada miro a Yun preguntándole con la mirada y esta, sonriente, mostró el frasco con el líquido que inyectaba Waan en su hija, haciendo sonreír a la chica.

Sin dudas Yun era muy inteligente.

Al día siguiente ya tenían un plan, que seguro no fallaría, según Nanno. Waan estaba en la enfermería, viendo unos papeles, cuando vio una sombra de cabello corto pasar entre las cortinas, ella algo temerosa camino hasta allí, al quitar las cortinas blancas, no había nada, lo que la había tranquilizado un poco.

Al voltearse para ir de nuevo a su escritorio, casi choca con Yun, quien le sonrió inocente.

-Ah me asustaste–Miro detenidamente a la chica–¿No deberías estar en clases? ¿Estás lastimada?–Interrogó la mujer.

-No, estoy bien–Aseguró–Sabe que soy la nueva ¿Verdad?–Preguntó.

-Ah, sí lo sé–Dijo desconcertada.

-Sabe, decidí transferirse aquí, por que una maestra, iba a orientarme–Dijo caminando hasta un cartel donde estaban las fotos de los docentes con sus nombres–Pero, no está, era la enfermera–Acaricio la foto.

-Bueno, se fue desde el semestre pasado–Aseguró–Solo se fue–.

-¿Se fue? ¿Sin decir adiós?–Hizo puchero–Que mal–Waan se tranquilizó un poco.

-Si–Tragó saliva.

-Pero–La mujer comenzó a ponerse nerviosa–Ya ah habido más desapariciones ¿No?–Comenzo a ver toda la enfermería hasta caminar a la ventana–No solo maestros, si no estudiantes–El corazón de Waan palpitaba con fuerza.

-¿A qué te refieres?–Preguntó.

-Bueno... Me pregunto, si alguien les ah hecho abandonar el establecimiento–Sonrió de lado viéndola directamente a los ojos–¿Se imagina que algo malo les haya pasado? Tal vez una persona les haya hecho cosas horribles, puede ser cualquiera, un psicópata, un loco o...–Comenzo a jugar con un mechón de su cabello–Alguien de aquí–Waan se tensó en su lugar.

El ambiente se había formado en uno pesado, lleno de nervios y miedo, Yun podía sentirlos, permaneció seria por unos minutos, hasta que comenzó a reír.

-Estaba bromeando–La adulta dejo soltar aire aliviada‐Pero le vengo a devolver esto–De su bolsillo saco el frasco de líquido transparente.

Waan volvió a dejar de sonreír, Yun sonrió de lado de una forma macabra, asustando a la mujer, quien estaba al borde del colapso.

-Al principio, creí que era desmopresina, para tratar la hemofilia de Junko–Miro el líquido–Pero al final... Resulta que no lo es–Le extendió la botellita y esta rápido la tomo.

-Que le vaya bien... Señora–Sonrió burlona y se fue.

Al irse, Waan suspiro frustrada, jalo sus cabellos desesperada, no quería que nadie se enterara de lo que pasaba y su situación, estaba verdaderamente asustada, de pronto, un mensaje llegó a su celular, el número desconocido era de Nanno. Pues su foto estaba allí.

La adulta abrió los ojos sorprendida, viendo las fotos que la adolescente le mandaba, era la sal y los cuerpos que ella había ocultado, entre las imágenes, Nanno mandó un mensaje.

Nanno
¿Qué le has estado
inyectando a Junko
para que se debilitará?
¿Debería publicar esto
en internet?

Ella se sintió asustada ante aquello, no quería que nadie terminase en la cárcel y que esas fotos llegasen al foro público, le harían separarse de su hija.

Nanno sonreía satisfecha viendo su celular, mientras Yun estaba recargada en el barandal del segundo piso.

-¿Estás contenta con solo desenmascararla?–Preguntó Yuri del otro lado del pilar–Me decepcionas otra vez, si fuera tu, la mataría–.

‐Ay Yuri, tu solo piensas en matar–Negó Yun con la cabeza–No somos como tú, no esperes que hagamos lo que creas correcto–Contraatacó.

-Tienes razón–Rió sarcásticamente–Por cierto, Nanno, ¿No es la maestra Waan la que aparece en tu sueño?–Nanno dejo de sonreír y bajo su teléfono–Tu sangre corre por mis venas, en cierto modo, estamos conectadas–Yun rodó los ojos–Es como si... Fuéramos madre e hija–Trato de ver mejor a Nanno pero solo vio a Yun con cara de pocos amigos–¿También quieres que te llame mamá?–Sonrió burlándose de ella y Yun solo resoplo por la nariz.

-Madre e hija–Repitió Nanno–Sigues hablando de matar gente ¿Solo en eso piensas?–Se dejo ver–Y ese sueño, no se va a hacer realidad–.

Yun miró el suelo mientras se tronaba los dedos, pasó su lengua por sus labios y miró a Yuri, quien sonreía de lado, viéndola también, con una mirada acusadora.

-Si sigues pensado eso–Recargo su cabeza en un lado–Podrías lamentarlo–Ante aquello dicho, se fue, dejando a Nanno pensativa.

Suspiró algo cansada, esperaba la respuesta de Waan, para poder hacer su cruzada y que terminara por pagar lo que había hecho, sabe muy bien lo que pasaba, aunque Yun, al no estar tan interesada, no sabía del todo el contexto de aquello.

Solo sabía que Nanno impartía justicia, algo que Yun no hacía y eso le causaba conflicto, al ver a Nanno pensativa, sabía que de algún modo que Nanno esperaba que alguien de sus muchas víctimas, no cayera en la red de la tentación.

-Tienes mucha esperanza en la humanidad Nanno–Miró al frente sin ninguna emoción en su cara–Aunque tengas fe en que alguien no caerá en la tentación, te terminan decepcionando–Le miro–La humanidad misma se sumerge en su propio abismo de destrucción–Nanno miro a Yun.

-Tal vez tengas razón–Dijo dudosa, la madre de Waan había contestado–Hay que ir, no olvides el plan–Antes de que se vaya, Yun le tomo de la muñeca.

-Se que tus planes son perfectos de principio a fin–Dijo Yun y Nanno le miro confundida sin saber a que iba la discusión–No me sorprendería que también hayas convertido a Yuri a propósito–Nanno la miro sorprendida ante tal descubrimiento–Quieres saber que tan capaz es un humano débil al obtener poder–Miró a la chica con su cara neutra–Quieres llevarla al límite y descubrir que tan capaz es, para recordarle al final de nuevo lo estúpida que es–Tragó saliva y soltó la muñeca de Nanno.

No había tardado mucho en descubrir lo que la chica frente suyo quería, solo iba a estudiar a Yuri, sus comportamientos. Los demonios nacidos del propio diablo son poderosos, pero los creados por medio de sangre no se pueden igualar, menos si una de sus hijas provocó la transformación, Yuri no era 100% inmortal, por ello, sus emociones mortales le llevaban a cometer aquellos actos apresurados.

-No cuestionaré tu experiencia, solo que fue algo arriesgado–Acuno la cara de Nanno entre sus finas manos–Debes tener cuidado–Acerco su cara a la de Nanno.

Ambas cerraron los ojos y sintieron la punta de sus narices rozar, rápido, también sus respiraciones se mezclaban, a los pocos segundos, sus labios se unieron en un ligero pero excitante roce, aquello no debía durar tanto, así que se separaron y comenzaron a ir al lugar.

Sin saber que llegaría a la perdición.

SWEETGIRL

Hola mor, aquí les trago otro capítulo uwu, falta uno para terminar la serie, ya de ahí, van los 2 de la vida mortal de Yun :3.

Pregunta ¿Qué creen que va a pasar? ¿Yun y Nanno morirán?

Así que, nos vemos, lxs quiero y bai.

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