❝MASCOTA❞

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Kei se encontraba recibiendo hilos que se amarraban en su muñeca, debido, que era tradición para los nuevos de primer año. El chico seguía recibiendo tal hilo por todos del 3er año, hasta que llego a una chica, con la que comenzaría la pesadilla.

-A un monje puedes ignorar–Recitó una voz femenina, que puso de puntas los pelos del chico–Pero a los de último año, debes honrar...–.

-Tú...–Miró con temor a la chica.

‐Mhm, te llamas Kei–Leyó su nombre–Me llamo Nanno–Sonrió y el chico seguía asustado–Solo sé, que te vas a divertir mucho, con tu nueva vida escolar–.

El chico sudaba frío, esto no podía pasar, el se había ido lo más lejos que pudo, de pronto cuando el miro detrás de Nanno, pareció ver dos figuras femeninas, una... Empapada de sangre.

-¡Uy!–Se quejó Nanno levantandose de la silla–Oye Kei, no es para nada cortés, tocarle el trasero a una chica–El chico negó–¿Me llamas mentirosa? Bien, quien consiga que el confiese–Recordó cada golpe que el chico le dio a Yun–Le daré un premio–.

Los chicos motivados, tomaron de los extremos a Kei y comenzaron a gritarle, las personas al rededor lo veían con cierto temor, no por el, si no que les daría mala imagen a los novatos, al ser amenazado con una roca, no tuvo más que aceptarlo. Las personas al rededor, se burlaban de él, puesto como su parte sensible era amenazada, se había orinado.

-La siguiente estación, es la de igualdad–Explicó Nanno.

Llegaron a una parte del bosque, donde había una pequeña choza, las personas explicaron lo que tenían que hacer, para mostrar la igualdad, tenían que vestirse con ropa del sexo opuesto, ya estando, los chicos y chicas modelaban, entre risas y un buen ambiente, los chicos tenían pequeños vestidos y tops, las chicas pantalones y camisas holgadas, sin embargo, un chico estaba aún nervioso.

-Kei–Habló Nanno–Es tu turno–.

El chico nervioso, entró allí, al revisar la bolsa donde estaba la ropa, vio solo lencería, se negaba a hacer aquello, entonces, cautelosamente, salió por atrás de la pequeña choza, corriendo sin parar, mientras corría, podía haber jurado ver entre los árboles una cabellera con un listón rojo, pero solo quería huir, entonces, cuando llegó a un punto donde no había muchos árboles, giro a su derecha, encontrándose a Yun, con partes de su cara inflamadas, otras rojas y algunas sin piel con que cubrir su cráneo, llena de sangre, asustado, el chico tropezó y cayó de bruces al suelo. Miro a su alrededor pero parecía no haber nada, para su mala suerte, lo encontraron y lo llevaron de nuevo con todos.

Ya vigilado y sin otra escapatoria, tuvo que vestirse con lo que le proporcionaron, con un maquillaje de payaso, apenado y sintiéndose poca cosa, salió lentamente, ante la atenta mirada de todos, quienes ya tenían tensión entre sí por lo ocurrido.

-Con ese atuendo–Nanno se arrodillo frente el, sintiéndose satisfecha de devolver lo que hizo–Te vez muy linda Kei–.

Nanno explicó, que la igualdad, era que todos tuvieran un castigo y que como Kei, había resultado herido del tobillo, tendrían todos que asumir la responsabilidad, menos el, los novatos, fueron sometidos a diversas avtividades, que los había hecho sentir cansados y con odio hacia el chico.

-A los fantasmas, no le deben temer, a los de último año, sí–Dijo, viendo como todos estaban cansados por estar allí todo el día y con el frío de la noche–A un monje puedes ignorar, pero a los de último año debes honrar–Dijo con sonrisa burlona hacia Kei, quien estuvo sufriendo en silencio y con unas ganas tremendas de llorar.

Los de último año se sentaban frente a una fila de novatos, quienes iban gateando a ellos y le hacían una reverencia, como muestra de respeto, cuando llegó el turno de Kei, quien todo el tiempo había tenido el ceño fruncido y sus ojos rojizos.

-Kei, te tengo una estudiante de último año especial–Nanno sonrió y se hizo a un lado, Kei asustado solo miraba el piso, donde pronto vio unos zapatos negros brillantes y patas de un perro, la persona frente a el se sentó, esperando a que el alzase la mirada y cuando lo hizo el no quiso más que morir en ese instante.

-Hola Kei–Saludó Yun con su tono burlón–El, es Lucky–Presentó.

El no prestaba atención al perro, más bien veía asustado a la chica, recuerdos de el golpeándola y ella llena de sangre lo atormentó, como lo había hecho desde hace ya tiempo.

-Ella, es la jefa–Explicó Nanno–Su familia estuvo haciendo novatadas desde hace mucho tiempo y Lucky–Yun alzo la correa de dicho perro–Es la mascota de la escuela gracias a ellos–.

-El merece tanto respeto como yo–Prosigió Yun–Muestrale respeto Kei–Acerco su cara a la de el, donde pudo notar lo asustado y apenado que estaba.

-Es un perro–Señaló al mencionado–No lo haré–Negó y tan pronto lo dijo, los demás le gritaron.

Empujándolo más al piso, este trataba de luchar pero no podía, hasta que se rindió, se inclinó ante el perro y Yun, por un momento, sintió un nudo en la garganta que le molestó, sintiendo lástima por el chico, pero solo lo ignoro.

Ya en las camas, todos se reunieron al rededor de Kei, quien lo sacaron de los dormitorios por su mala conducta, le dejarían dormir, si este solo no causaba más problemas. El chico cayó en la tierra, respirando entrecortado, hasta que abrió bien los ojos y miró parada a Yun frente a él, ocasionando que se arrodille bien en el suelo.

-¿Disfrutas tu estadía Kei?–Preguntó Yun con sus manos en la espalda.

Kei solo la miro, con sus ojos rojos, estaba sufriendo lo que le hacía a los novatos en su escuela, se rompió en llanto y de rodillas, posó su frente en los zapatos de Yun, agarrando desprevenida a esta, quien de la impresión abandonó su cara burlona por una sorprendida.

-Por favor–Suplicó con la voz entrecortada–No me hagas daño, ya no aguanto más–Sintió las gotas empapando sus calcetines, sin evitarlo, ella recordó sus propias palabras muchísimos años atrás.

Por favor... No me hagas daño.

Ella se quitó de allí, volviendo a sonreír malevolamente, se acercó a Lucky y le quitó la cadena, haciendo que corriera lejos de allí.

-¿Qué es lo que quieres?–Exigió respuesta llorando.

-Mhm... ¿Lo qué quiero?–Dijo acercándose a el y al pegar su nariz con la de el, susurro–Una nueva mascota–Kei le miró confundido y enojado–¡Kei soltó a Lucky!–Exclamo alertando a todos.

Mientras los novatos se iban a buscar a Lucky y los demás se iban a llevar a Kei a las habitaciones para darle una lección, Yun quedó totalmente sola con Yuri, quien se posó a su lado.

-¿Ahora le haces de karma?–Preguntó burlona, puesto ayudaba a Nanno con su trabajo y ella hacía tiempo no se alimentaba de lo que a ella se le daba bien.

Parecía quizás más pálida y eso Yuri no pasó desapercibido, río bajito y miró su mejilla que antes había sido tapado todo el tiempo por su cabello, entonces, noto una pequeña cicatriz, era extraño, por que donde le lastimaban, no debería haber absolutamente nada.

Yuri acerco su mano a la cicatriz siendo apartada rápidamente por Yun, quien le miró molesta, la odiaba, eso era claro, Yuri sonrió ante tal cosa que se le había pasado por la cabeza.

-¿Estás cuestionando tus acciones?–Fingio una voz inocente.

Yun le ignoro, camino donde sesupone estaría Nanno, quería ayudar en hacer lo que sea que esta se encontrara haciendo. Al día siguiente, los novatos de disculparon debido a que no habían encontrado a Lucky, para Yun no era sorpresa, ya se hacía la idea de lo que había pasado, Nanno, al ver aquello, decidió buscar una nueva mascota, tomando a Kei, que llamaron Keli, le hacía jugar como un perro, todos se reían de él y sus desgracias, el no se sentía más que una completa basura.

Lloraba echo bolita en la jaula, se sentía arrepentido de todo el daño que pudo haber hecho, ahora sabía lo que se sentía ser novato otra vez y quería que aquello terminara ya.

-¿Quieres salir?–Preguntó Yuri, arrodillada frente a la jaula de Kei.

-Por favor, ayúdame a salir–Suplicó.

Yuri, con la llave abrió el candado, sorprendiendo al chico, creyó que solo se burlaría de él, pero lo había liberado, le agradeció y se fue, cuando ya no estaba a la vista, Yun y Nanno salieron de las sombras.

-¿Qué haces?–Preguntó Nanno.

-Tus métodos son eternos–Respondió con un tono aburrido–Estaba impaciente... ¡Muchachos Keli se escapó!–.

-Eres hiperactiva–Hablo Yun–Solo buscas tu venganza sin importar cuanta sangre agena derrames–Finalizó, refiriéndose a lo que le hizo a Lucky para usar en contra del chico más tarde.

Kei estaba feliz de poder al fin alejarse de allí, pero estaba tan equivocado, ya que el camión solo lo regresó al mismo lugar, ya de mañana y sigilosamente, el estaba corriendo para escapar de nuevo, pero fue visto y terminó en el pequeño lago de allí.

-¡Yo no mate a Lucky y tampoco toque el trasero de Nanno!–Exclamó harto–¡Todo esto es culpa de Nanno y Yun! ¡Ellas son la razón por la que estoy aquí atrapado con ustedes imbeciles!–Exclamó.

-¿Está es tu manera Yuri?–Preguntó Nanno.

-Si–Contestó–¿No les gusta? Es mucho más rápida que a sus maneras–.

-¿Tenías que matar a Lucky?–Yun miro seria al perro–Caíste muy bajo Yuri–La mencionada la miro sonriente.

-¡Chicos! Como el mato a Lucky, debe pagar, así que el que le dé más golpes, será el jefe del primer año y será exento del ritual de iniciación–Finalizo y todos, comenzaron a correr hacia el chico comenzando a golpearlo–¿No creen que si lo dejamos vivo intimidara a los de primer año de nuevo?–.

-Juzgas muy rápido a las personas Yuri–Comentó Yun.

-¿Tú? ¿La envidia diciendo eso? Wow, no lo creí posible–Dijo sarcástica.

La chica sonrió de lado y solo se alejó, seguida de Nanno, tener a Yuri cerca hacia sentir extraña a la pelinegra de cabello largo, sinceramente, esperaba pasar al menos un tiempo a solas con Nanno.

Tal vez pronto tendría la oportunidad.

SWEETGIRL

Jai mor, les traigo el capítulo uwu, como ven mencioné literal solo una línea del pasado mortal de Yun y quería saber si ustedes querían saber sus orígenes, así que si lo quieren díganme :3.

Espero les esté gustando, ya quedan 4 capítulos para acabar la serie :(( sin contar los 2 de los orígenes de Yun, pero bueno, mejor quedó aquí pa no chillar u.u bai.

Vota y comenta, gracias.