—Me gusta el rap —dijo Yoongi acostado en su cama viendo la pared.

—Lo sé, te escuchaba hablar con Namjoon-hyung acerca de eso —respondió Taehyung desde el suelo en la misma posición.

—Ugh, qué acosador sonó eso —recibió un almohadazo y comenzó a reír.

—No es divertido jugar con eso —puchereó.

—Sí, sí lo es.

—A mi me gusta mucho cantar —comentó casualmente entonces.

—Me imaginé, te escuché una vez.

—Ugh, tú también eres un acosador —ahora fue Taehyung el que recibió un almohadazo.

Habían pasado dos semanas desde el incidente. Su madre aún no se iba, y lo sabía porque su casero, alarmado, le llamó una noche diciendo que alguien había golpeando fuertemente la puerta de su apartamento y las de los vecinos gritando su nombre y exigiendo saber dónde estaba. Estaba tan apenado por lo necia e intensa que era su madre, y lo único que atinó a decir fue que llamaran a la policía luego de disculparse con ellos.

Sin darse cuenta, borró el remolino de sentimientos que había creado entorno a la relación de Namjoon y Jimin, llenando gratamente el vacío con la compañía de su pálido hyung, quien con rapidez se había convertido en su amigo. Reían, bebían y comían casi todos los días en el apartamento del mayor porque Taehyung no quería ser el mal tercio en la relación que se había formado. Su lugar como mal tercio lo comenzó a ocupar Jungkook, pues cuando el mayor llegaba a la casa de Jimin, siempre llegaba acompañado del menor; los tres estaban juntos en todos lados, y Taehyung no iba a mentir: era rarísimo. Sobre todo, porque Jungkook se negaba a tocar el tema a profundidad. Sabía que algo escondían, sin embargo, no sabía de qué se trataba.

Taehyung se volvió el confidente de aquel hermoso muchacho de ojos gatunos; descubrió que gustaba de su amigo Hoseok, pero que en todo el tiempo que llevaba de conocerlo, sabía que no había manera de salir con él, puesto que él sudaba heterosexualidad. También se enteró que su hyung era habilidoso con la música y le gustaba componer y tocar el piano.

Pero definitivamente, la cosa que más risa le causaba era su antiguo trabajo: sí, ese del disfraz del gatito.

—¿¡Qué!? Hyung, ¿de verdad usted usaba faldas? —preguntó el rubio con los ojos botados y una sonrisa gigante.

—Sí —respondió seco.

—¿¡Y también orejas de gato!? —volvió a preguntar igual de animado.

—¿Por qué de pronto está interesado en todo eso? Te dije que ahí me explotaban, por eso tuve que ir tan tarde a pedir la entrevista con Namjoon —bufó.

—Pues porque seguramente se veía muy bonito Hyung —las mejillas de Yoongi comenzaron a teñirse de un rojo intenso.

—¿De qué estás hablando, mocoso? —preguntó abochornado.

—¿Aún tiene todos los trajes que usaba?

Taehyung mantenía ese tono juguetón en su voz, que no dejaba a Yoongi reflexionar si se trataba de una broma o no, puesto que la combinación con su voz grave era estremecedora. y desconcertante.

—Deja de bromear —dijo en un susurro.

—No estoy bromeando, de verdad creo que te verías muy bonito —hubo una pausa—, quiero verte.

—¡Estás loco! —y comenzaron a discutir. Como era común en ellos.

Pero no malinterpreten, sus peleas no eran subidas de tono; solo era Yoongi negando una y otra vez el pedimento de Taehyung, mientras el menor lo perseguía por todo el departamento hasta obtener una respuesta afirmativa. Aunque parecía ser que este caso sería más difícil que los anteriores.

—Basta ya Taehyung, regresa a hacer tu tarea o alguna otra mierda has de tener que hacer en casa —dijo al borde del colapso el pálido.

Y luego de un rato más, el rubio abandonó el lugar, dejando a Yoongi confundido y en soledad.

(...)

—Hasta que te encuentro, bribón —dijo Taehyung abrazando por los hombros a Jungkook.

—Eh... hola hyung —Junkook quitó con nerviosismo y lentitud el brazo de Taehyung—, tengo... tengo que irme.

—Puede esperar —Taehyung lo tomó del brazo rápidamente.

—No, tengo clase.

—No es verdad, conozco tu horario, tú me lo diste, ¿recuerdas? —Jungkook se congeló—, no sé porqué huyes de mi, pero me gustaría saber la razón. Vayamos a acostarnos a aquel árbol —dijo señalando un hermoso roble que se apreciaba a través de las ventanas. El menor asintió.

Tomó un tiempo llegar al destino, y un poco más hacerle hablar.

—Entonces... —comenzó el castaño.

—Entonces... ¿por qué me has estado evitando? ¿hice algo mal?

—¡No! —se apresuró a decir el contrario—. Es solo que... es complicado.

—¿Hiciste algo malo ?—preguntó preocupado.

—No hyung.

—Moriré si no me dices —dramatizó tocándose el pecho, y eso mostró una bonita sonrisa de conejo.

—¿Cree que es normal que a alguien le gusten dos personas? —comenzó cauteloso luego de un tiempo.

—Mmm... quizás es un poco raro —«¿se referirá a él?» pensó Taehyung luego de contestar. Si era así, debía darle alas a que siguiera hablando acerca de ello, pues sabía lo horrible que resultaba lidiar solo con tus sentimientos—. Pero no me refiero a que sea raro en un mal sentido. Me refiero a que suele ser poco común. Y si pasa, la gente suele ocultarlo muy bien. ¿Por qué? —preguntó tratando de mirarlo a los ojos.

—Bueno... un amigo conoció a un chico —«sí, claro, a un amigo»—, y digamos que fue amor a primera vista. Pero pasó que el chico estaba interesado en alguien más y nunca vio a mi amigo como una opción —Taehyung cada vez tenía que acercarse a su menor, pues su voz iba disminuyéndose—. Cuando los otros dos chicos comenzaron a salir, mi amigo comenzó a salir con ellos sin sentir celos de ellos. Piensa que se ven bien los tres juntos, y a veces... a veces le gustaría besar a ambos.

—¿Tu amigo ya habló con ellos sobre eso? —suspiró Tae alejándose.

—Bueno, no... ¿por qué debería? es raro —murmuró.

—¿No es más raro que dos chicos acepten a un tercero en sus citas y lugares íntimos sin estar enojados?

—¿Sí? —contestó dubitativo.

—No veo problema, tal vez ellos también están en un dilema, pero no lo quieren decir por miedo a la reacción de tu amigo —remató.

—Iré a decirle entonces —Jungkook recogió presuroso y colorado sus cosas del césped—. ¡Gracias hyung! —agregó antes de echar carrera y perderse entre los estudiantes y arbustos del campus.

Cuando estuvo solo, soltó un gran resoplido y se acomodó boca arriba en las faldas del árbol viendo al cielo, de verdad que la vida le odiaba. ¿Jungkook también se enamoró de Jimin? Aunque... sopesando los sucesos, la probabilidad de que fuese correspondido era mucho más alta de o que había sido con él. ¿Estaba celoso? Quizás un poco; Jimin había sido todo lo que anhelaba, pero ya no estaba en sus opciones. Estaba celoso por la facilidad con la que el pequeño había conseguido la atención que quería de Jimin.

Porque sí, lo había notado, él no era ciego. Ni una vez salían sin Jungkook. Cero, ninguna, ni una. Ir sin Jungkook no era una opción, y cada vez que el pelimorado y pelirosado lo veían llegar a la cafetería o a dónde quiera que estuviesen, les brillaban los ojos.

Y siendo honestos, estaba feliz, porque sabía que la persona que lo querría y él querría de vuelta no estaba muy lejos.

Jé, mi única excusa es la Uni, soy muy imbécil y desorganizadA. Aaaahh, las clases en línea son horribleees. Cortito, un poco de relleno para ya entrar al tema que nos interesa y dimos un breve vistazo a la relación que está surgiendo entre Nam, JM y JK.

¿Qué dicen, les está gustando o me doy de baja de la vida? Sugerencias, comentarios, mentadas de madre. :D

Anyways, síganse cuidando mucho que el bicho aún no se va.