¡¿Otro Extra?! 😳
Kim NamJoon acaba de dejar a su pequeño conejo bugueador en la casa del matrimonio Min. El pequeño JungKook amaba pasar tiempo con sus tíos, tenía noche de películas de Marvel Comics y su favorita era Iron Man. Claramente también veía esas películas con sus papis, pero cuando iba a casa de sus tíos ellos le daban algo extra; y eso era leche de plátano para acompañar sus pasabocas en la película. Eso era idea de SeokJin quería que su bebito se sintiera aún más a gusto cuando se separaban en ciertas ocasiones, así que siempre le empacaba en su mochila de viaje su bebida favorita. La suficiente para que no le fuese a caer mal a su estomaguito.
El pequeño JungKook daba brinquitos en la sala al ver que ya tenían lista su película; se sentó en el sofá y sacó con cuidado su leche de plátano, miró a su tío de sonrisa gatuna y le pidió que le abriera su botellita.
Con una sonrisa le entregó su botella al pequeño conejo y miró a su amigo que los observaba desde la puerta en compañía de su esposo, su lindo pollito como él le decía de cariño.
NamJoon se despidió de la pareja al ver que su hijo ya se encontraba cómodo en la sala frente al gran televisor. Al escucharlo, el pequeño dejó de ver la gran pantalla y habló hacia su padre.
— ¡Adiós papá lestluctol! — Agitó su manita mientras daba un sorbo de su leche de plátano. — Conshiente mucho a papi y no lo vayas a lompel. — Lo miró entrecerrando sus ojitos. — Le puedes dal muchos besitos, pero nada de destlucshiones.
— Pero que conejito tan mandón. — Dijo sonriendo. — No me digas que hacer pequeño bugueador, nos vemos mañana y pórtate bien, te amamos.
— Adiós, te amo mucho papá. — Se despidió con un besito volador y luego siguió viendo su película.
NamJoon salió de aquella casa con rumbo a su apartamento, no sin antes agradecer de nuevo a la pareja por cuidar a su pequeño conejo.
Esa noche era su aniversario de bodas y decidieron celebrarlo en su apartamento. Mientras NamJoon dejaba a su bebito en la casa de sus amigos; SeokJin preparaba la cena y esperaba ansioso a su esposo.
Cuando fue de compras para tener todos los ingredientes para su cena, SeokJin vio unas botellas de Tequila y pues sin pensarlo mucho decidió comprar dos. Su plan era que después de cenar, tomaría esas botellas con su esposo, pero en el transcurso de que hacia la cena; decidió destapar una botella y así poco a poco se la fue tomando.
La cena ya estaba lista y su esposo lo había mensajeado para avisarle que ya estaba subiendo al apartamento. Rápidamente SeokJin sirvió la cena y espero la llegada de su arbolito, miró la botella que estaba sobre la mesa del comedor y se dio cuenta de que ya se había tomado más de media botella. Ya estaba medio alegre, y veía medio borroso.
— Al parecer el Tequila es muy fuerte para mi organismo. — Murmuró acompañado de una risilla.
— ¿Qué dijiste bonito?
Su esposo lo observaba desde la entrada, traía un arreglo de flores y una caja de chocolates. Se acercó a su esposo y le dio un beso suave pero con mucho amor.
— Nada, no dije nada arbolito. — Acarició el rostro de su esposo después de ser besado.
— Bonito... — Le llamó con dulzura. — Sabes a alcohol... — Acarició suavemente esos labios que lo volvían loco. — ¿Qué tomaste?
SeokJin dejó salir una risilla nerviosa y alegre. Enserio el alcohol le había pegado fuerte.
— Bueno... —Enrolló sus manos alrededor del cuello ajeno. — Compré unas botellas de Tequila y pues tome tantito. — Le sonrió con ternura.
— Iniciaste a celebrar sin mí. — Dijo levantando sus cejas.
— No, eso no arbolito. — Acercó su nariz al cuello de su esposo. — Umm, hueles bien.
— Entonces ¿Qué paso? — Atrajo aún más el cuerpo de su esposo hacia el suyo, con cuidado de no dañar las flores aún en su mano. — Amor... No hagas eso, me pones nervioso.
— Arbolito~. — Dijo suavemente con su nariz aún en el cuello ajeno. — Solo quería probar un poquito de Tequila y creo que me pasé. — Besó el cuello de su esposo. — Pero hueles demasiado rico y me gusta ponerte nervioso. — Se separó ligeramente de su esposo y lo miró a los ojos. — Además, sexy arbolito... Aún nos queda una botella y poquito para beber juntos.
— Bonito, me pareció que hace unos años dijiste que no volverías a tomar alcohol, que era peligroso. — Le recordó con una sonrisa que mostraba ampliamente sus hoyuelos. — Pero veo que querías probar el Tequila.
— Sí, arbolito, yo lo dije, pero como dices... — Besó fugazmente al contrario. — Quería probar Tequila.
— Bueno amor bonito, vamos a cenar y luego nos tomamos el Tequila. — Dijo apartando suavemente a su esposo y extendiéndole las flores y chocolates. — Esto es para ti, mi dulce botellita de Tequila.
SeokJin sonrió al recibir el detalle. Saltó a los brazos de su esposo y lo besó con pasión. NamJoon lo sostuvo y enredó sus grandes brazos alrededor de la espalda baja de su lindo esposo.
— Gracias arbolito detallista. — Dijo después de separarse del beso y con sus ojos cristalinos por la felicidad. — Ahora ¿Soy botella de Tequila? — Preguntó con diversión y haciendo un puchero.
— No tienes que agradecer, amor bonito. — Bajó con cuidado a su esposo de sus brazos. — Eso eres ahora amor, y con lo cariñoso que estás me dan ganas de cenarte primero a ti. — SeokJin sonrió ladino, la idea le gustaba.
La verdad es que desde hace unas semanas el chico de sonrisa peculiar sentía que su deseo sexual había aumentado enormemente y el pensar que esa noche estaría solo con su sexy y guapo árbol lo tenía como loco. Y no era efecto del Tequila en su sistema, eso era claro.
— Te amo con todo mí ser. — Dijo tomando la mano de su esposo y se dirigieron al comedor. — Entonces esta botellita de Tequila te dará de cenar y después me bebes y me cenas.
NamJoon sonrió ante la idea. Se sentaron en sus respectivos puestos y cenaron. Charlaban de cosas triviales y de vez en cuando nombraban sus recuerdos de algunos encuentros carnales que tenían bien presentes. Terminaron toda la cena entre risas y lindos recuerdos.
SeokJin llenaba el vaso tequilero con el líquido y tomaba junto con su esposo, hasta que terminaron la botella que el chico de sonrisa peculiar había iniciado anteriormente.
— No vas a tomar más. — Dijo NamJoon al ver que su esposo casi se cae al levantarse para abrir la otra botella.
— P-peroooo arbolitooooo. — Dijo entre risillas y alargando las palabras. — ¡Este tiene un gushango! — Expresó sosteniendo la botella y mostrando que dentro de esta había un gusano.
— No, amor, nada de peros. — Tomó a su esposo de la cintura para evitar que se cayera. — Y ¿Qué es eso de gushango?
— No más un shot. — Giró su cuerpo para estar frente a su esposo. — Pues el gusano de la botella. — Dijo con una risilla. — Es que suena bonito si le digo gushango.
— Mi amor, otra vez eres más alcohol que persona. — Lo acorraló contra la mesa del comedor. — Suena lindo lo de gushango, pero no más Tequila. — Pellizcó suavemente la nariz de su esposo.
— Arbolitoooo sexyyyy. — Dijo. — No soy alcohol, bueno sí. — Se rió. — Pero para ser exactos... Soy Tequila y como no me dejaras beber del que tiene el gushango. — Hizo una pausa y lamió sus labios. — Quiero que me bebas a mí, tu botellita de Tequila.
Con eso SeokJin besó apasionadamente los labios de su esposo y con sus ágiles manos lo empezó a desvestir.
— Wow, tranquilo, amor. — Dijo cuándo se separó del beso para tomar aire y agarró con delicadeza las manos inquietas de su esposo. — Te beberé pero no aquí.
Lo levantó de manera nupcial y lo llevó a la habitación, allí SeokJin se llevó una gran sorpresa...
— ¡¿Cuándo hiciste esto?! — Preguntó asombrado.
— Mi vida... — Dijo dándole un beso en su cabellera castaña. — Esta tarde y pues como sabía que tu no subirías por estar en la cocina y ya estabas perfecto para nuestra cena; dejé todo listo. — Lo besó en los labios. — Te conozco perfectamente y cuando te metes en la cocina de allí no sales y más aún cuando es para una fecha especial. Así que no correría riesgo mi sorpresa.
— Es hermoso. — Una lágrima de felicidad se deslizó por su mejilla.
— Me alegra que te guste. — Besó el recorrido de la lágrima de su esposo.
La habitación estaba decorada con una luces tenues que colgaban de la pared, había un camino de pétalos de rosas, pero sobre todo eran rosas rosadas; ese color era el favorito de su lindo esposo. El ambiente estaba inundado de un olor a chocolate y fresas, en la cama había una leve capa de pétalos de rosas, en la mesa de noche había una pequeña fuente de chocolate y al lado fresas frescas.
NamJoon ingresó a la habitación lentamente y con cuidado recostó a su esposo sobre la cama con pétalos de rosas.
— Hoy te haré el amor de una manera diferente, mi botellita de Tequila. — Dijo dándole suaves besos en el rostro.
— Soy tuyo en cuerpo y alma. — Dijo. — Hazme el amor mi arbolito detallista, te necesito~. — Dijo mientras acariciaba el rostro de su esposo.
Entre besos suaves y caricias tiernas las prendas de vestir abandonaron sus cuerpos, el acto fue lento, esa noche todo sería con calma, no tenían prisa y era su noche especial. NamJoon bañaba las fresas en chocolate y con suavidad le daba de comer en la boca a su esposo. De vez en cuando acariciaba con parsimonia el cuerpo desnudo de su bonito esposo; con las fresas trazaba un lento camino hasta los labios ajenos. En su entrega carnal, las fresas y el chocolate fueron parte de ellos.
Se amaban y se lo demostraban de todas las maneras posibles, no importaba si pasaban los años o incluso siglos; ellos estarían unidos en cuerpo y alma. Con sus miradas fijas en los orbes contrarios, se decían lo mucho que se amaban y necesitaban. Con un gemido proveniente de ambas gargantas llegaron al éxtasis, con cuidado NamJoon salió del interior de su esposo, tomaron un baño juntos. Ya en su cama entre abrazos y caricias tiernas cayeron dormidos.
NamJoon se despertó y como todos los días llenó de besos el rostro de su esposo. Con cuidado salió de la cama y se dirigió al baño a darse un baño rápido y así ir por su pequeño conejo. Cuando salió del baño se encontró con la hermosa vista de su esposo cubriendo su linda desnudez con una bata. Avanzó hacia él y lo abrazó por la espalda.
— Buenos días mi bonito. — Dijo dejando pequeños besos en el hombro contrario.
SeokJin al sentir los fuertes brazos abrazarlo se dejó hacer y colocó sus manos sobre las de su esposo. Cerró los ojos para disfrutar de la sensación tan placentera de los labios ajenos sobre su piel expuesta.
— Buenos días arbolito.
NamJoon tumbó con cuidado a su esposo sobre la cama y lo besó en los labios.
— Deberías dormir otro rato. — Dijo estando sobre el cuerpo de su esposo. — Iré por nuestro pequeño conejo y desayunamos juntos.
— La verdad si tengo sueño, pero me despertó las náuseas. — Frotó sus ojos e hizo cara de asco. — Creo que la resaca por el Tequila es más fuerte y me hizo mal al estom... — Salió corriendo hacia el baño a devolver el estómago.
NamJoon corrió detrás de él y cuando vio que ya había evacuado todo el estómago; lo ayudó a levantarse y con suavidad limpió sus labios.
— Amor, si así estás por solo una botella de Tequila. No me imagino como estarías si te hubiese dejado tomar la segunda. — Retiró un mechón de cabello castaño que su esposo tenía en la frente. — Te dejaré en la cama y te traeré unas gachas de avena. — Besó la frente contraria. — Quizás te sienten el estomaguito, mi bonita botellita de Tequila.
NamJoon lo alzó en brazos y lo llevó a la cama. Le dio un vaso de agua y lo acobijó con las suaves mantas.
— Duerme bonito, ya vuelvo con nuestro bebito y tus gachas de avena. — Besó sus labios castamente y salió de la habitación.
Pasó una hora y ya había vuelto de la casa del matrimonio Min. De regreso a su apartamento compró lo prometido a su esposo y el desayuno para él y su pequeño JungKook.
NamJoon ingresó al apartamento con su hijo en brazos y las bolsas de las compras en una mano, bajó a su pequeño en la sala y el pequeñín salió corriendo a buscar a su papi. Fue directo a la cocina.
— ¡Papi! — Gritó con una sonrisa en su pequeño rostro. — No está papi. — Dijo borrando su sonrisa y remplazándola por un puchero de tristeza. — ¡¿Dónde está papi?! — Preguntó a su padre que llegaba tras de el con las bolsas de las compras.
— No corras conejito. — Dijo. — Tu papi está en la habitación, no se siente bien y...
Fue interrumpido por una mini mirada juzgadora y un dedito señalando su persona; acompañado de un ¿reclamo?
— ¡¿Cómo es eso de que no se shiente bien?! — Exclamó. — Te dije papá lestluctol, te dije que no lo lompielas.
— Conejito, tu papi se siente mal del estómago. — Dijo tratando de explicarle a su hijo. — Yo no lo romp... — No pudo continuar ya que observó como su pequeño conejo salió corriendo en busca de su papi.
NamJoon suspiró y decidió servir las gachas de avena y el desayuno. Cuando estuviera servido el alimento iría a buscar a sus amores.
JungKook corría tan rápido como sus pequeñas piernitas se lo permitían.
— ¡Papi, papi! — Gritó llamándolo. — Papá lestluctol ¿Te lompió? — Se quedó quieto y no dijo nada más cuando vio la escena.
— ¡AHGHHH! ¡KGH! ¡UGHB! — SeokJin se encontraba devolviendo nuevamente el estómago. — Esta vez si juro que no vuelvo a tomar ni una gota de alcohol. ¡AHGHHH! ¡KGH! ¡UGHB! — Volvió a inclinarse para sacar todo.
— ¡Sí te lompió! — Gritó y SeokJin levantó su cabeza para ver un pequeño conejito muy enojado. — Le dije que no te lompiela, lo hale pagal — Dijo cruzando sus pequeños bracitos.
— ¡No, bebé! — Se levantó y limpió su boca. — Ven. — Lo llamó mientras se dirigía hacia la cama.
JungKook se quedó observando un punto fijo, no parpadeaba, solo arrugaba su naricita y fruncía su ceño en muestra de su molestia. En su pequeña mente su papá había roto a su papi y ahora por eso lo había encontrado en esa situación.
— Bebé, conejito. — Llamó dulcemente. — Te estoy llamando... Creo que ya se me fue de viaje astral. — Dijo. — Tu papá no me...
Un golpe sordo se escuchó y el pequeño JungKook reaccionó. Abrió sus ojitos en grande cuando vio a su papi tirado en el piso, corrió hacia él y trató de despertarlo, pero no reaccionaba, así que decidió gritar en ayuda.
— ¡Papá! ¡Papá! — Llamó tan fuerte como podían sus cuerdas bucales. — ¡Papá! — Volvió a gritar y no tenía respuesta. — Papi, ya vengo, voy por papá. — Le susurró al cuerpo que estaba en el piso.
Salió corriendo con sus ojitos llorosos y preocupado por su papi. Llegó a la cocina y agarró la mano de su papá para llevarlo a la habitación.
— ¡Papá! Vamos — Decía con sus ojitos llorosos y tratando de mover el gran cuerpo frente a él.
— Wow, wow, espera... — Dijo, deteniendo el pequeño tironeo que era ejercido en su mano. — ¿Qué pasa conejito? — Lo agarró suavemente de los hombros e hizo que lo mirara a los ojos. Se alarmó cuando vio los ojitos de su hijo llenos de lágrimas.
— Papá, mi papi. — Dijo. — Mi papi está en el piso y no abre sus ojitos.
NamJoon al escuchar lo dicho por su hijo; lo alzó en brazos y dirigió sus pasos rápidamente hacia su habitación. Bajó con cuidado a su pequeño, revisó cuidadosamente el cuerpo y luego lo levantó del piso, para recostarlo en la cama.
— Tranquilo bebé, tu papi está bien. — Trató de tranquilizarlo. — Conejito, tu papi se desmayó.
— Lo lompiste. — Dijo sollozando. — ¡Lompiste a mi papi!
— No, bebé... Yo no lo rompí.
— ¡Si lo lompiste y te hale pagal! — Eso último para NamJoon le sonó tan a su esposo.
Un quejido no dejo que continuaran. NamJoon volteó a ver hacia donde provenía el sonido y ahí vio cómo su esposo abría sus ojos, se iba a acercar para preguntarle cómo se sentía y que había pasado; pero su pequeño se aferró al cuerpo contrario y le gruñó para que no se acercara a su papi.
Eso desconcertó a la pareja, era claro que era muy celoso con su papi, pero que ahora no dejara que su papá se acercara, eso sí fue inesperado.
— ¡No vas a tocal a mi papi! — Sentenció.
— Pero...
— Nada. — Dijo el pequeño. — Tú, papá lestluctol, tocas a mi papi y lo lompes. — Hizo un puchero y se aferró al cuello de su papi.
— Bebé, Conejito. — Acarició su cabellera azabache. — Tu papá no me rompió. — Explicó. — Solo es que tuve un mareo y después todo se puso oscuro.
NamJoon se preocupó, eso no le había pasado antes y estaba seguro que no era parte de la resaca.
— Nos vamos para el doctor, ahora mismo. — Dijo levantándose de la cama y buscando los abrigos de los tres. — JungKookie por favor busca los zapatos de papi.
— No quiero ir al doctor, arbolito. — Dijo tratando de levantarse de la cama. — Es solo una resaca.
— Vamos a ir, amor.
— Sí, vamos a il. — Dijo el pequeño. — Así velé que fue lo que papá lestluctol lompió en mi papi.
— No quiero. — Hizo un puchero. — No me obligues a ir. Amor, es una resaca. — Se levantó y cuando estuvo de pie, el mareo volvió y se sentó de golpe en la cama.
— Sabes que nunca te he obligado a nada, bonito. — Se acercó a su hijo que le estaba entregando los zapatos de su esposo. — Pero esto no es una simple res...
Silenció totalmente sus palabras cuando vio que su esposo no estaba muy bien.
— Nos vamos. — Ordenó.
NamJoon abrigó a su conejito; después le puso los zapatos y abrigo a su esposo, lo alzó de manera nupcial. Salieron del apartamento rumbo al centro médico. Estando allí lo revisó el doctor y le mando unos exámenes de sangre, les dijo que tenía una sospecha y que claramente resaca por el Tequila no era.
El pequeño JungKook en la consulta abordó con preguntas al doctor, le decía que entonces su papá destructor no había roto a su papi bonito... El doctor le respondía tratando de no reír por las cosas que decía el pequeño infante.
— Entonces, ¿No lo lompió? — Preguntó como por milésima vez.
— No pequeño, tu papá no rompió a tu papi. — Le dijo regalándole una paleta de sabor a fresa.
— No es pol dudal de su palabla... — Hizo una pausa y sonrió dejando ver sus dientitos en una perfecta sonrisa de conejo. — Hasta que no vea los exámenes de papi no le cleele a nadie. — Se cruzó de brazos.
Los tres adultos sonrieron ante lo dicho por el infante.
— Conejo... — Llamó NamJoon. — No sabes leer... ¿Cómo vas a saber lo que dicen los exámenes?
— Papá lestluctlol. — Lo miró entrecerrando sus ojitos. — Alguien me infolmalá. — Dijo.
— Ese niño tiene respuesta para todo. — Murmuró el doctor.
Salieron del consultorio y se dirigieron a recoger los resultados de las pruebas de sangre. SeokJin renegaba porque estaba convencido que era producto de la resaca por el Tequila y todo eso era innecesario.
Cuando llegaron al laboratorio a recoger los resultados; grande fue la sorpresa, los recibieron las enfermeras que les habían dado los resultados de la prueba de embarazo años atrás. La pareja sonrió y las enfermeras los imitaron. JungKook corrió hacia las mujeres y colgándose del borde del muro, asomó su cabecita y solo se podía observar sus ojitos de Bambi.
— Buenos días. — Dijeron al unísono la pareja.
— Venimos por los resultados de Kim SeokJin. — Dijo el de sonrisa peculiar.
— Buenos días, señolitas. — Saludó el pequeño. — Vengo a vel si es veldad que papá lestluctivo no lompió a mi papi bonito.
Las enfermeras sonrieron al ver la ternurita de personita y lo que decía.
SeokJin les explico que venían por unos resultados a causa de un desmayo y mareos. También les pidió copia de los exámenes. Las chicas sonrieron al acordarse de la última vez que la pareja estuvo allí. Pero la verdad no creían que se fuera a repetir la situación, claramente no conocían como eran su esposo e hijo.
Las enfermeras imprimieron los exámenes e hicieron lo mismo de la vez anterior; estaban a la expectativa de lo que pasaría.
Le extendieron la hoja de papel con los resultados a SeokJin, él estaba a punto de recibirlos cuando una pequeña manita los tomó rápidamente; extendió la hoja de papel y como era de esperarse no entendía nada. NamJoon rápidamente agarró una parte del papel para tratar de retirarlo de las manos de su hijo.
— Suelta conejo, tú no sabes leer.
— Las señolitas me dalan la infolmación — Trataba de no dejar que le quitaran el papel.
— Yo te digo conejo. — Exclamó. — Suelta y yo te di...
Un ruido de papel rasgándose hizo que dejaran el forcejeo y la discusión.
— ¡Lo lompiste!
— Tú lo rompiste conejo terco.
Las enfermeras miraban la escena con asombro y ternura.
— Los dos lo rompieron. — Dijo SeokJin mientras movía su cabeza de lado a lado. — Señoritas... La historia se repite, pero esta vez son dos destructores, y claro esta vez no estoy embarazado. — Dijo mientras extendía su mano para que le dieran la copia de los exámenes.
Abrió lentamente los resultados bajo la atenta mirada de sus más grandes amores y las enfermeras.
— Es obvio que Nam no me rompió. — Sonrió y miró a su hijo. — Y esto es una resaca, eso es una simple resaca. — Se repetía. — No creo que acá diga que estoy embarazado... — Abrió sus ojos en grande cuando leyó el resultado de los exámenes.
NamJoon observo como su bonito esposo dio un paso hacia atrás y perdió el poco color que tenía en el rostro. Se acercó y lo agarró de la cintura, su pequeño lo tomó del borde de su abrigo y lo guiaron a una silla.
— ¿Qué pasó amor? — Preguntó NamJoon.
— ¡Lo sabía papá lestluctol sí te lompió! — Exclamó. — No volvelas a quedalte solito con mi papi. — Sentenció.
SeokJin leía y re leía los resultados. No era posible, no lo era. ¿En qué momento pasó?
— Bonito, contéstame. — Dijo con notable preocupación. — Estás....
— ¡Estoy embarazado! — Expresó aún sin creérselo.
— ¡¿Qué?! — Gritaron en unísono su arbolito y conejo.
— Q-que estoy embarazado. — Miró a su esposo e hijo.
Los tres se miraron, después de unos largos segundos de silencio, el primero en hablar fue el pequeño JungKook.
— ¡Tendle compañía y molestale mucho más a papá lestluctol! — Exclamó dando brinquitos en su sitio. — Lo bueno es que no te lompielon papi. — Abrazó a su papi, se separó lentamente y con mucho cuidado posó su manita en el vientre ajeno. — Te voy a cuidal mucho y halemos tlavesulas a papá. — SeokJin sonrió enternecido.
— ¡Me darás otro hijo! — Besó con euforia los suaves labios de su esposo. — Mi amor, mi botellita de Tequila, me haces tan feliz. — Besó la nariz ajena. — Ustedes tres son mi vida entera. — Posó su mano sobre la manita de su pequeño conejo y se abrazaron con notable alegría.
Las enfermeras decían que debieron haber hecho algo bien en esa vida para poder vivir por segunda vez una escena tan linda y esta vez estaba llena de más ternura y amor.
Después de darse besitos tiernos por todo su rostro, como la gran familia que eran, se levantaron del lugar; dieron las gracias a las enfermeras y se dirigieron al consultorio médico. Debían entregar los resultados y asegurarse que el Tequila de la noche anterior no le hubiese hecho daño al bebé en camino. El doctor les explicó que no corría ningún riesgo, pero que a partir de ahora nada de alcohol. Les dio recomendaciones para el embarazo junto con la orden para ginecología y demás tramites de controles prenatales.
La familia salió feliz del centro médico. Ahora serian cuatro en esa locura, más amor para dar y recibir.
— Papi. — Llamó el pequeñín que se encontraba en brazos de su padre.
— Dime mi conejito. — Respondió pellizcando su pequeña naricita.
— Plometo cuidal muy bien de ustedes tles. — Besó la mejilla de su padre. —Papá... peldón pol decilte que te halía pagal pol lompel a papi. — Hizo un pucherito.
— Aww, conejito bugueador. — Dijeron al unísono.
— No tengo nada que perdonarte, eres igual a tu papi y amo que quieras defenderlo de todo sin importar quien sea. — Revolvió la cabellera azabache de su hijo.
— Ustedes dos son iguales. — Dijo SeokJin. — Se preocupan de más y me protegen como si en verdad me fuera a romper.
— Es que te amamos papi. — Dijo el pequeñín.
— Estoy de acuerdo con mi conejito. — Dejó un beso en la mejilla de cada quien. — Te amamos.
SeokJin los abrazó y con su diestra acarició su vientre.
— Entonces tú eres la razón por la que andaba más caliente de lo normal. — Habló en su mente con su hijo en el vientre. — Andábamos de antojos de tu papi. — Sonrió internamente ante lo dicho.
— Quiero que me escuchen bien. — Sentenció NamJoon. — Por ustedes tres... — Hizo una pausa para acuclillarse frente a su esposo y estar a la altura de su vientre. Acarició suavemente aquel lugar. — Por ustedes tres sería capaz de destruir el mundo con tal de verlos así de felices siempre, con tal de tenerlos cerca de mí y gozar de su presencia que es mi gasolina para arrancar el motor de mi vida diaria. — Sus ojos estaban dejando salir lágrimas. — Los amo con cada célula de mi cuerpo.
Después de un abrazo de tres, bueno cuatro, porque el bebito en el vientre de SeokJin ya estaba presente. NamJoon besó a su esposo, entrelazó sus dedos con los impropios y con un brazo alzó a su pequeño conejo. Se fueron directo a su apartamento, a su hogar. Tomaron un baño de espuma, cenaron, jugaron con su pequeño y vieron una película hasta caer dormidos profundamente.
Su historia demostraba que a pesar del posible desastre, las reiniciadas de la vida y muchas cosas más que pasan y no se esperan; es posible encontrar la felicidad, un lugar seguro en donde te amen con toda tu esencia, puedes ser tú mismo y ya llegara esa alma que te aceptará y amará con todos tus desastres o destrucciones. Con una tacleada del destino esas almas se juntaron y ahora tienen una linda familia que aman con todo su ser.
Capítulo dedicado a jk_izth0295 , mi rayito de luz 🥺💜, este es para ti con mucho cariño.
¿Si viste? Jejeje hasta referencia del Tequila tiene.
Te quiero muchísimo 💜.
Hola!!! Aquí la kuku autora 🙋♀️. Ya sé 😅, en el capítulo anterior dije que "final, final no va más", pero es que gracias a la personita que mencioné arriba me entró la duda si enserio debería subir otro capítulo 🤔. Entonces como estoy bien kuku 🤪, después de pensarlo en la mañana y tarde del 04 de Noviembre, lo decidí y zas aquí está el capítulo 🤭.
La idea me llegó como avalancha y pues ya vieron el resultado.
Kokoros darks 🖤... Gracias por leerme, por darle la oportunidad a mi bebé 🥺. Los amo mucho 😘.
Ahora sí, aquí me despido y nos vemos en las próximas historias, creo 😅. Bueno ya saben allí está Mi Aroma es Tu Destino, es mi primer bebita, y esa si me lleva un poquito más de tiempo.
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