CAPÍTULO 5
-¿Qué pasa, zanahoria? No me digas que le tienes miedo a una rata inofensiva.
Isabel movió la rata que tenía cogía por la cola delante de mi cara, cada vez acercándola más y más.
El pequeño y negro pelaje del animal se encontraba en un pésimo estado. Estaba sucio y manchado de diferentes sustancias por todo su cuerpo y, con cada vuelta provocada por la niña, se notaba la dificultad que tenía para respirar, como si en cualquier momento tomaría su último aliento.
Cuando ya tenía al roedor a punto de rozarme la nariz, un enorme hedor inundó mis orificios nasales. Mi cuerpo estaba pegado a la pared, llenándome aún más de polvo y telarañas todo el sucio uniforme.
Isabel, se agachaba lentamente, haciendo que los segundos se hicieran infinitos y la mano firme en el ratoncito me provocaba náuseas.
Iba inclinando poco a poco la cabeza para poder observarme mejor y a medida que sus comisuras se elevaban a niveles preocupantes, creando así una de las sonrisas más maléficas que haya visto en alguien, sus ojos se iban entrecerrando , como si toda su atención estuviera puesta en mi y en la acción que estaba tomando lugar en aquella húmeda y fría habitación.
-No me culpes a mi, ya sabes que tu eres el problema- susurró mientras restregaba por mi cara el ratón muerto. -Las chicas especiales necesitan un trato especial- añadió mientras disfrutaba de mi temor.
-Por favor, detente- intenté decir entre lágrimas, con la boca muy cerrada, intentando no inhalar aquel aroma que empezaba a desprender el cuerpo sin vida del pobre animal.
-¿No te fascinaban los animalitos?- preguntó cruelmente mientras mostraba sus dientes al sonreír. - Pues permítame entonces, mi queridísima princesa Cordelia, invitarle a un manjar del que nunca se olvidará.
Acto seguido puso su mano sobre mi rostro, apretando mi mandíbula con sus sucias uñas clavandolas en mis mejillas, obligándome a abrir la boca y, instantes antes de que el ratón pudiera hacer contacto con mi boca, escuché una voz preocupada pronunciar mi nombre.
A medida que abría los ojos, la imagen de Isabel con el ratón desaparecía y un Gilbert preocupado se hizo presente delante mío. Su mirada denotaba inquietud mientras me observaba detenidamente, analizando la situación y con una mano iba acariciando mi hombro en un intento de tranquilizarme.
-Tranquila, todo ya ha pasado- dijo con una voz ronca y suave.
Notaba como una pequeña làgrima recorría mi cara cansada. Otra vez ese maldito sueño.
-Espera un momento- añadió mientras se alejaba de mi lado para ir al grifo y llenar un vaso de agua que, al volver, me extendió.
-Bebe.- acepté sin protestar, observando cómo acercó una silla dejándola a poca distancia de mi y se sentó.
Observé la ventana mojada por la lluvia; las gotas resbalaban con velocidad hacia el suelo, los relámpagos sonaban con mucha fuerza, iluminando la negra noche y los árboles se movían siniestramente por el viento.
Gilbert me observaba pensativo, intentando buscar las palabras correctas para entablar una conversación.
-¿Una pesadilla?- preguntó finalmente.
Me quedé mirando el vaso, ya casi vacío, antes de suspirar y contestar con la voz aún temblorosa por la pesadilla:
-Sí - deje salir en un suspiro- los tengo desde el día en el que atravesé la puerta de este sucio y repugnante orfanato.
Él se despeinó un poco el pelo, un poco incómodo con la situación.
- Yo...Olvida lo que te dije, no debí comentartelo - añadí arrepentida mientras baje mi cabeza, mirando el suelo para evitar su mirada compasiva.- No quiero que sientas lastima hacía mi... otra vez.
Pronuncié lo último un poco de disgusto en mi voz que intenté disimular.
Sentí su mirada puesta en mí antes que de interrumpiera el silencio que se había formado:
- ¿Sabes? Aunque no lo creas, yo también he pasado por momentos muy difíciles y puedo entenderte perfectamente, se lo que se siente cuando...
- ¿¡Te estás burlando de mi!?- lo interrumpí asustándolo con mi repentino cambio de voz- No todo gira alrededor tuyo, Gilbert Blythe.
Lo señalé mientras me levantaba.
No podía creer que volvía a dirigir la situación hacía él.
- Siempre lo haces, Gilbert.- dije enfadada mientras me ponía las manos en la cintura y, cuando él se levantó, levanté la cabeza de forma desafiante.- Siempre me tienes que superar. "Yo hice esto", "Yo soy mejor en esto" y ahora, "yo lo he pasado peor".
Dije mientras iba enumerando con los dedos.
Su expresión de preocupación había desaparecido y, en su lugar, sus ojos se habían oscurecido más y estaba frunciendo el ceño. Bajó su mirada hacía mi, mirándome desde arriba transmitiendo un poco de tristeza, pero ese sentimiento que parecía que le hubiese dolido cambió rápidamente a una mirada furiosa y rencorosa.
- ¿¡Yo estoy haciendo esto sobre mi!?- bufó sonriendo sarcásticamente - ¿¡Te recuerdo que estamos hablando sobre ti, Anne!? - gritó muy fuerte ya que la tormenta nos impedía escuchar con claridad al otro.
Gilbert, ese chico de sonrisa y cara perfecta, esta ánima caritativa, amable y alegre de la que Ruby no paraba de hablar, la envidia de todos los chicos y el sueño lejano de las chicas, no tenía que ver con la persona que tenía delante.
Su pelo se encontraba desordenado de las veces que lo había revuelto con sus manos, sus ojos oscuros, acompañados por unas sutiles, pero visibles, ojeras, estaban muy abiertos, como si no pudiera creer lo que estaba pasando entre nosotros.
Suspiró cansado, pero a la vez molesto:
- Déjalo. Solo quería ser amable contigo, Anne- dijo rendido mientras se daba la vuelta, saliendo de la habitación, dirigiéndose hacía las escaleras.
Lo seguí pisando fuerte por donde pasaba, pero en vez de ir por las escaleras, me giré hacía la puerta principal.
Al abrirla, una fuerte ventisca de lluvía me golpeó, haciendo que retrocediera un paso hacía atrás del susto. La tormenta estaba lejos de cesar, se había intensificado. Pero eso no podía intimidarme.
Decidida me puse firme y asentí valiente para mi misma. El camino hacía casa sería difícil, pero no imposible, no para la princesa Cordelia.
Me dispuse a dar el primer paso, pero alguien se interpuso en mi camino.
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Gracias por leer y perdón por la espera, próxima actualización pronto.
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