Veintidos

Hoy era el funeral del jefe del Consejo, Damon y Stefan habían estado llamandome para ir, pero me negaba rotundamente.

- Eres demasiado insistente- expresé respondiendo el teléfono

Damon- Tienes que venir al funeral, hay un problema con Elena- respondió con rapidez

- ¿Y porque ella es mi problema?- pregunte confundida

Damon- Por favor, hazlo por tu hermano favorito- pidió en un tono tierno

- Salgo para allá- informe sin más y me cambié

Desde la muerte del Consejo, un cazador demasiado extraño había aparecido, Stefan me dijo que Tyler habia sido atacado en su casa.
Al llegar a la Iglesia, la misa había empezado, Damon y yo entramos, me quedé parada junto a unas bancas, mientras el se sentaba junto a Stefan.
A los pocos segundos algo peculiar comenzó a escucharse, parecían gotas, el olor de la sangre apareció y pude escuchar a Caroline a lo lejos afirmar lo que olía.

Damon- Que nadie se mueva, ni se gire- susurro a lo lejos

Levante mi mirada muy levemente y la sangre caia desde el techo, pude ver a Elena sudar, iba a sacar su lado vampiro, pero para nuestra suerte Stefan fue y la ayudó.

- Stefan, no la sueltes- pedí desde atrás

Damon- Le voy a sacar el corazón

- Aún no es momento, Damon, vamos a encargarnos- músite mirandolo a lo lejos y el asintió

Tyler se paró a hablar y un disparo no tardó en hacerce presente, Damon y yo salimos de inmediato, íbamos a matar al hombre. Logramos alcanzarlo en su camioneta, arranqué la puerta del auto y Damon lo sacó, para comenzar a golpearlo. El hombre iba a encajarle una estaca, yo lo empuje y el salió corriendo.

- Damon, ¿Estas bien?- pregunte preocupada

Damon- Crei que estabas molesta, hermanita- respondió con una sonrisa

- Aún lo estoy- explique sería y me levanté

Stefan apareció a los pocos minutos, pensé que iba a ayudar a Damon, pero sólo le dio un buen golpe en la cara.

- ¿Y eso porque fue?- pregunte confundida

Stefan- Damon lo sabe- respondió y se alejó

- Damon- lo llame sería

Damon- Talvez le dije que le di de mi sangre a Elena- respondió levantándoce

- Eres un idiota- negué y golpe su hombro

Después de eso, no vi necesario quedarme ahí, así que volví a casa, no había mucho ruido así que lo vi como un momento de paz, aunque era demasiado raro. Baje a la sala, al entrar al comedor pude ver una nota, era de Klaus, el se había ido y estaba segura de que se había llevado a Rebekah con el, por lo menos en un féretro. Estaba realmente molesta, así que decidí tomar un baño y domrir.
Al día siguiente desperté algo tarde, pensaba en que talvez era momento de irme de la mansión Mikaelson y volver con Kol, pero cuando iba en camino con mis hermanos recibí una llamada de Tyler.

- ¿Estas bien, Tyler?- pregunte preocupada

Tyler- Caroline, me dijo que te llamará, ella dice que eres una original, como Klaus- respondió algo nervioso

- Por desgracia lo soy, pero dime, ¿De que te serviría mi basta inmortalidad?- pregunte atenta

Tyler- El hombre de la iglesia, fue anoche al hospital, quiso matarme pero no lo hizo...- dijo pero lo interrumpi

- Ya veo, como las estacas de madera común o balas no me matan, ¿Quieres que te proteja?- pregunte curiosa

Tyler- Te devolveré el favor, lo prometo

- Esta bien, Tyler, voy a tu casa- informe y colgué

Sin dudarlo dos veces conduje hasta la casa Lockwood, lo hacía por mis amigos y Tyler era uno de ellos. Al llegar, me percaté de que la puerta estaba abierta, Tyler dijo que podía pasar y lo hice, topandome con una gran sorpresa.

- ¿Planeaste esto?- pregunté a Tyler con seriedad, ya que vi a Klaus ahí pasado con una sonrisa- Lo lamento Tyler, pero Klaus es mejor que yo, te protegerá mejor

Klaus- Tu te quedas- ordenó y uno de sus híbridos me cerró la puerta antes de que pudiera salir

Algunos minutos Klaus se acercó a mi, me tomo del brazo y salimos de la casa de los Lockwood.

- Me abandonaron- expresé sería

Klaus- Te planeaba explicar lo que pasará, iba a dejarte cuidando a mi doppelgänger

- ¿Donde está Rebekah?- pregunte sería

Klaus- Ella está bien, camina, si es lo que querías escuchar- respondió con media sonrisa

- Me sorprende que no le encajaras una daga en el pecho- confesé mirandolo

Klaus- ¿Estamos bien?- pregunto atento

- ¿Crees que con decirme que me iba a quedar cuidando a Elena, te iba perdonar por abandonarme?

Klaus- Kol sabe convencerte, es de familia saber hacerlo- respondió divertido

- Soy de las pocas personas que te apoya con tus locuras, así que para la próxima, piensa en a quienes quieres abandonar realmente, Niklaus- músite sería y me aleje

Era bueno saber que no se había ido, que Rebekah estaba bien y talvez Kol también lo estaba.

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