❝MOTÍN❞

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LAS DOS CHICAS ESTABAN acostadas en su cama, pecas estaba jugando con su sueter mientras Ha-neul trataba de dormir, pero no podía, suspiro y se paró, cuando el altavoz comenzó a sonar.

-Ahora se anunciarán los resultados del segundo juego–En la pantalla, el número de participantes bajaba y el dinero subía, así, poniendo más dinero al cochinito de cristal–De los 187 jugadores que restaban, fueron eliminados 77 de ustedes–El dinero aún caía.

Segundos después cesó y el tubo de cristal subió, la de cabello largo caminaba alrededor del lugar tratando de distraerse, después de unos minutos, la voz sonó de nuevo.

-La hora de la cena a llegado, por favor formense y reciban su comida–Informó.

Ha-neul seguía inmersa mirando el cochinito lleno de dinero, y comenzaba a preguntarse si había sido buena idea volver, antes de que pensara en cualquier otra cosa más, una mano tomo su antebrazo y comenzó a arrastrarla hacia la fila.

-Casi me muero de un infarto pecas–Se quejó resoplando y poniendo la mano en su pecho.

-Si no te apuras, no comerás pronto–Dijo y se formaron en la fila.

La pelinegra le vio algo sorprendida, pero igual sonrió, formando una mirada pícara, mirando a pecas–Quien estaba tras suyo en la fila–Y alzo las cejas.

-Así que te importo ¿Eh?–Sumergio su dedo índice en la panza de la contraria.

-Callate, nos digas tonterías–Ordenó dejando de verla antes que note lo nerviosa que se encontraba.

-Mhm, lo tomaré como un "Te amo, me importas mucho"–Rió y entonces se volteó para mirar al frente.

La comida era tan solo un huevo cocido y una botella de refresco, eso era una burla, nadie se llenaría con eso, pero no podían quejarse después de todo, minutos después, ambas chicas estaban sentadas de piernas cruzadas en la cama de la de cabello largo.

-¡Esos de allá, se formaron dos veces!–Corroboro la mujer.

Un pequeño escándalo se había formado, pues el grupo del hombre cabello de escoba y mal gusto para tatuajes se habían formado dos veces, así, dejando sin comer a cinco personas.

-¿Qué me ven?–Se quejó–¿No han visto a una persona comer–Todo su grupo rieron.

-¡Mi comida! ¡Devuelveme mi comida!–Estalló en ira el hombre cabello de hongo.

El hombre corrió hasta el tatuado, comenzando a pelear, tirando la botella y rompiéndola en pedazos, aquel refresco se había derramado y eso saco de quicio al hombre, quien comenzó a golpear a quien causó aquello.

Ha-neul no quería quedarse allí, así que corrió hasta aquel pobre hombre, siendo seguida por pecas, cuando llegó, el grupo protagonista–Según la pelinegra–Revisaron al hombre, dando por hecho que había muerto.

-¡Oiga, está muerto!–Avisó a los hombres rojos y sin pararse del lugar reclamo–¡¿No van a hacer nada?! ¡Ese hombre lo mató!–Dijo y el hombre con barba y bigote de chocomilk concordó.

Si, chocomilk, porque Ha-neul pensaba que los bellos no abundaban y desde lejos parecía como si hubiera bebido aquella leche de chocolate y así dejándolo manchado.

-¡Es cierto, ese bastardo acaba de matarlo!–Dijo.

-Vamonos–Pecas apretó el hombro de la pelinegra–No te metas en esto, es peligroso–.

-Pero- –La chica seria con la mirada le callo.

No tuvo más que apartarce y comenzar a caminar con pecas, no sin antes notar como el cabello de escoba le miraba, asustada, apretó la manga del suéter de la castaña, la chica seria al percatarse de que estaba asustada solo la tomo de la muñeca y la llevo a su cama.

-Acuéstate–Le dijo y ella obedeció.

Pecas hizo el ademán de irse, pero Ha-neul tomo su mano, apretandola, cuando miro que la chica seria le vio interrogante, trago saliva y habló.

-Tengo miedo, ¿Puedes quedarte?–Dijo haciendo ojos de cachorrito, los cuales estaban cristalizados.

Y la de cabello corto lo considero por unos segundos, pero después suavemente soltó su mano de la contraria, negando con la cabeza.

-No seas infantil, si eres así de asustadiza no hubieras regresado–Comentó y lentamente se fue.

Ha-neul se acomodó entre sus sábanas, sintiendo una lágrima salir de su ojo y caer por su nariz hasta la almohada, tal vez ella tenía razón, si no era tan fuerte entonces no hubiera regresado.

Unos minutos despues, el hombre de bigote de chocomilk le ofreció que se uniera a su equipo, pero esta al ver que la chica seria no accedió, tampoco lo hizo.

Tiempo después, las luces se hubieron apagado, el aire se sentía tenso, y ella sentía tantos nervios que quería vomitar, después de unos 3 minutos, la pesadilla comenzó.

Los gritos de una mujer resonaron por el lugar, Ha-neul asustada se paró de su cama, las luces comenzaron a parpadear, así dificultando más su vista, todos se mataban entre sí, las camas eran tiradas y la pelinegra corría sin rumbo tratando de encontrar a pecas.

Y cuando la vio, casi grita, estaba siendo ahorcada contra el muro, el cabello de escoba la estaba matando, apresurada corrió hacia ella, pero un hombre del equipo del mafioso se le tiró encima, callendo los dos al suelo, ella abajo de él.

-¿A donde crees que vas nenita?–Susurro en su cara.

-¡Sueltame!–Exigio y el hombre rió.

-Te soltare cuando quiera–Sentensio, aquel chico hizo el ademán de darle un golpe, pero Ha-neul fue más rápida, propinandole un golpe en sus partes bajas.

-Ahí está tu nenita–Musito con odio y corrió hacia la chica.

Soltando un grito se abalanzó al hombre, saltando a su espalda y comenzando a golpear su cara y cuello.

-¡Con pecas no te metas!–Le gritó en el oído.

El hombre trataba de safarse de la chica, moviéndose de un lado a otro, pero simplemente no se caía, pecas aprovechando el momento, tomo su navaja que anteriormente había sido arrebatada, y lo apuñaló en la pierna.

Este dio un grito de dolor y perdió el equilibrio, cayendo junto a la pelinegra.

-¡Vámonos!–Grito la de cabello corto, tomando la muñeca de la chica comenzando a correr.

-¿A dónde vamos?–Cuestiono, viendo que ella buscaba a alguien con la mirada, jadeando.

-Con alguien que nos protegerá–Dijo y los localizó.

Rápidamente corrió hacia él, jalando a Ha-neul para que no se quede atrás y apretando su muñeca para no perderla. Al estar frente a frente la cara del hombre mostraba confusión pura.

-Dijiste que podíamos unirnos–Le dijo pecas.

-Si, ¿Aún podemos verdad?–Concordo.

El hombre le iba a responder, pero miro atrás de las chicas, apuntó de advertirles que el hombre iba hacia ellas, el tiempo no había sido suficiente, pues este ya había agarrado de un puño el cabello de Ha-neul tirandola al suelo.

-¡Maldita perra!–Exclamo.

El hombre apretaba con fuerza sus cabellos, haciendo que esta suelte un jadeo de dolor, golpeaba las manos del mafioso para que la soltase, pero simplemente no lo hacía, la chica seria recuperándose del shock, se apresuró a empujar al cabello de escoba, tomándolo desprevenido y tirandolo al suelo.

Rápidamente 2 hombres más llegaron, poniéndose enfrente de las chicas como escudo, impidiendo que la pandilla causante de todo aquello no puedan tocarlas.

-Vamos, denmelas y no tendrán problemas–Pidió.

Pero aquellos se negaron.

-Ellas son de nuestro equipo–Dijo bigote de chocomilk.

El hombre dejó de sonreír y bufo, haciendo una mueca, fue entonces que una voz rasposa y cansada se escuchó, mirando arriba, estaba aquel viejo que los chicos habían buscado.

-¡Por favor, dejen de pelear!–Pidió–¡A este paso nos mataremos entre nosotros y no quedará nadie, por favor!–Suplicó.

Y como por arte de magia, las luces se encendieron correctamente, las puertas se abrieron y los hombres rojos entraron.

Después de disparos, revisiones y un sin fin de jugadores eliminados, las aguas se calmaron un poco. Cuando ya todo estuvo calmado, los 4 hombres y las 2 mujeres, estaban sentados juntos.

-Oigan, después de todo no sabemos nuestros nombres–Dijo el bigote de chocomilk.

-Es cierto–Concordó la pelinegra.

-Mi nombre es Seong Gi-hun–Dijo bigote de chocomilk.

-¿Cuál es el suyo señorita?–Preguntó el que parecía de India a la pelinegra.

-Choi Ha-neul–Contestó con una sonrisa–¿Y el tuyo?–Dijo ladeando con curiosidad su cabeza.

-Ali abdul–Dijo sonriente.

-¿Ha-neul?–Preguntó el hombre mayor–Oh, que hermoso nombre, ¿Saben que significa?–Todos negaron–Un hermoso cielo azul–Sonrió con nostalgia.

-¿Y el tuyo?–Preguntó la pelinegra al hombre de lentes que no tiene lentes ahora mismo.

-Ah, Cho Sang-woo–Sonrió.

De pronto, todos voltearon a ver a la última chica que quedaba, ella se removió incómoda en su asiento sin decir palabra.

-Vamos, ya todos dijimos nuestros nombres, debemos fomentar la confienza–Argumento Gi-hun.

-Kang Sae-byeok–Contestó.

-Es muy bello–Dijo Gi-hun–Pero no te queda–Opinó.

-¡Oye! No seas tonto–Recriminó Ha-neul–Le queda muy bien, es una cosita bonita–Inflo sus mejillas tantito, sacándole unas risas a todos.

Y lo disfrutaban pues no sabían cuánto iban a durar allí.

SWEETGIRL

¡Hola mor! Perdón por subirlo a esta hora, pero es que andaba ocupada con las tareas jakska.

En fin, lxs amo bai.

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