❝CHICA SERIA❞

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LA PELINEGRA SE ENCONTRABA mirando detenidamente el lugar, estaba igual a como se había ido, excepto en el hecho de que habían menos camas.

Sin dudas, no pudo estar tranquila después de salir de allí, en el primer juego, murieron demasiados, contando que jamás en su vida había visto esa cantidad de sangre, desesperación y tristeza en un mismo lugar.

A decir verdad, la chica había entrado en estado de shock, hubiera muerto si una chica de pecas no le hubiera advertido que quedaba poco tiempo, y como pudo, pasó.

Caminaba al rededor viendo quienes habían regresado, entre ellos, un hombre con tatuaje de pistola en las mejillas, Dios...

Era tan irritante.

De lejos, miró a una cabellera corta, sentada en una cama viendo a la nada, sonrió alegre, era quien le había ayudado a pasar el primer juego, así que rápido se acercó a ella y se puso a un lado suyo.

-Hola–Saludó metiendo sus manos a sus bolsillos, ella la miró, sin sonreír ni decir palabra–Oh, veo que no te gusta hablar mucho–Rió.

Pero ella seguía sin articular palabra, solo la miraba, seria, vaya, nisiquiera su ex le había ignorado tanto.

-¿Cómo te llamas?–Preguntó–Mi nombre es Ha-neul–Extendió su mano para que la tomara.

Su dignidad dejaría de existir si sigue hablando con ella, parecía no ser muy sociable, pero como no tenía a nadie y tampoco dignidad, seguía hablándole, sentandose a su lado.

-Vamos, dime tu nombre, yo ya te dije el mío–Hizo un puchero–No es justo–Habló con voz aniñada.

-Yo no te pedí saber tu nombre–Contestó.

Un tono tan monótono y frío que dio escalofríos, seguía viendo al frente, y sorprendida la miró, aunque se le olvido a los microsegundos al escanear su rostro, pecas, labios pequeños pero medio carnosos, sus ojos cafés y su cabello.

Es muy bonita.

-Esta bien, si no me dices tu nombre tendré que llamarte con un apodo–Dijo–Mhm... ¿Qué te parece pecas?–La chica la miró por primera vez, frunciendo levemente el ceño–Si, es muy malo...–Dijo poniendo su mano en su barbilla pensando.

La chica bufo, parándose de la cama comenzando a estirarse, Ha-neul se bajó de esta y caminó a su lado, antes de que ella le dijese algo, el hombre tatuado llegó junto con 3 más.

-Voy a olvidar nuestra historia‐Comenzó–Unete a nosotros, haremos buen equipo si te decides–Ha-neul miró al insoportable hombre frunciendo el ceño, después llevó su mirada a ella.

-Eres un fanfarrón–Contesto la chica seria cruzándose de brazos.

-Ya deja de fingir, por más dura que seas no podrás ganar sola aquí–Dijo el hombre cruzándose también de brazos.

-Pues ella no está sola–Comentó la de pelo largo, rodeando sus hombros con su mano–Estamos nosotras juntas–Aclaró, quizás ella no quería su ayuda o equipo, pero tal vez la lograría convencer porque no quería quedar sola.

Los hombres rieron.

-¿Ustedes dos? No tendrán oportunidad de ganar–Le miro divertido–Son mujeres, sin fuerza ni condición física, necesitan un equipo de hombres para ser fuertes–Abrió su boca indignada.

¿Que tal esta perra?

-No te necesito–Aclaro de nuevo la chica seria–Ya lárgate–El hombre les miro mal antes de irse.

La pelinegra saltó del lado de la chica fría para estar frente suyo, sonriendo.

-¿Viste su cara?–Señaló su rostro–Somos tan buen equipo–Golpeó levemente su hombro.

-No somos un equipo–Contestó dándose la vuelta, caminando al centro de la habitación donde casi todos estaban.

-Ay, claro que si lo somos–Comenzó a caminar hacia ella.

(...)

De noche, en una habitación fría, llena de hombres y mujeres, con miedo sobre que pasara en el siguiente juego y Ha-neul...

Tenía unas putas ganas de orinar.

Se quejó bajito tocando su vientre, fue cuando decidió ir hasta la puerta, donde una mujer de rizos ya estaba allí gritando desde hace unos minutos.

-¡Abre la maldita puerta!–Exigio golpeando la misma.

-Oigan si–Talló sus ojos y se acercó a la ventanilla–¿Puedes dejarnos ir al baño? Juro que me haré pipisita aquí si no salgo–Dijo frunciendo el ceño y haciendo puchero.

No las van a dejar aquí ¿Verdad?

-Malditos hijos de puta, cerraron la ventanilla–Dijo la mujer a su lado y la menor se quedó quieta.

Madre mía, se iba a orinar aquí.

-¡¿Saben que?! Voy a orinar aquí, ¡¿Eso quieren?! ¡Pues lo haré!–La mujer se agachó en el suelo comenzando a bajar sus pantalones–¡Espero disfrutes lo que vas a escuchar!–Y antes de que bajara por completo sus pantalones, un hombre abrió la puerta.

-Siganme–Ordenó, y antes de que salieran por completo la chica seria se posó a un lado de la pelinegra.

-Iré con ella, también quiero ir al baño–Dijo y comenzaron a caminar.

-Sabía que me ibas a necesitar–Sonrió y ella solo apartó la mirada.

El guardia guió a las tres mujeres al baño, mientras la chica seria se veía en el espejo, la mujer y la menor estaban en los baños, Ha-neul hacia sus necesidades tranquilamente, cuando la puerta fue repentinamente abierta.

-¡Ah!–Chillo juntando sus piernas, sus pantalones seguían abajo–¡¿Qué haces?! ¿Eres una pervertida o algo así?–Se quejó.

La chica por primera vez no se veía seria, tal vez levemente sorprendida, con un pequeño sonrojo se dio la vuelta y hablo.

-Apurate y si me ayudas, haremos equipo–Comentó y rápido Ha-neul sonrió.

-Acepto–Se limpio y termino de subirse la ropa.

-¿En serio estabas usando el baño?–Preguntó la mayor, quien por estar presente, se daría cuenta y la chica seria tuvo que prometer decirle lo que encontrara si la ayudaba.

-¡Eso es lo que se hace en el baño!–Se defendió–¿Qué ustedes no vinieron a eso?–.

-No–Respondieron ambas.

La pelinegra bufo, cruzándose de brazos, ambas chicas ayudaron a que subiera al ducto, allí esperaron por ella y mientras la mujer veía entre las rejas como varios trabajadores disolvian azúcar, las dos chicas hacían tiempo para que el hombre no entrara al baño.

Y aunque al final no pudieron evitar aquello, si pudieron hacer que pecas llegara a tiempo al cubículo. Actuaron como si nada hasta llegar a la enorme habitación.

-¿Vieron la cara que puso?–Rió y luego se dio cuenta de la situación–Oh, no se le veía la cara–Dejo de sonreír pero pronto lo volvió a hacer–Pero igual se veía apenado, seguro se sonrojo, por poco y dice nya~–Rió pero al mirar que ninguna le seguía el juego rascó su nuca nerviosa.

Cada quien camino a su cama, Ha-neul se encontraba feliz porque por fin tenía una compañera, quizás y puedan unirse a otro grupo las dos.

Y aunque la felicidad y bromeo fuera parte de su personalidad, estaba asustada, porque no sabia si sobreviviría.

Pensaba en su hermano, su sonrisa y como bromeaban, lo extrañaba demasiado, quería estar con el. Pero por el momento eso...

No era posible.

SWEETGIRL

¡Hola mor! Pido perdón, no había subido capítulo por que tenía tareas xd pero equis, igual ya subí este y cuando pueda tratare de subir los demás.

En fin, lxs amo bai.

Vota y comenta, gracias.