Cap 1 (𝓑𝓵𝓪𝓷𝓬𝓸 𝔂 𝓝𝓮𝓰𝓻𝓸)

Seiya estaba arriba de la casa de Sagitario, era tradición que todos los años se subiera a un lugar alto y bailara algo tranquilo y bello, pues así hacia honor a su hermana fallecida. Terminando de bailar, se sentó y miro las estrellas, su mirada estaba perdida en aquellos astros, muestras sus lágrimas caían como pequeños destellos.

Seiya, ¿Qué haces aquí?—pregunto la voz tranquila y varonil de un hombre

— Observo las estrellas maestro Aioros...— Respondió sin apartar la mirada del cielo

— Ya veo....— se acercó y se sentó al lado de su alumno— ¿Estás bien?, tus ojos están algo rojos...

— A...si, si, estoy bien— Respondió frotando se los párpados

Por cierto.... Athena te mando a llamar, dice que necesita verte— Dijo levantándose

— Bien....iré en unos momentos

— Bien...

Después de que Aioros se retiró, Seiya se se acercó a sus cosas que estaban en un rincón, bajo estás estaba una pequeño cuaderno y una pluma para escribir.

Tomo ambas y escribió lo que había pasado en ese día y lo que pensaba:

☄️Hoy ha sido un día agotador, me pidieron que alzara unas cosas, pero soy muy débil y no pude aguantar muchas, después me fui a entrenar con mis amigos y por accidente lastime a Shun. Pero no quería y el bajo la guardia y creo que eso me dio ventaja, se que ya te he dicho muchas veces que dejaré de fingir más no puedo.

Después de entrenar fuí a una misión, solo, fue la primera ves que solo fui yo y estaba algo nervioso, pero todo salió bien supongo... cuando termine esa misión, volví al Santuario y me puse algo feliz de ver a Hyoga, platicamos in rato y luego nos fuimos a entrenar con nuestros maestros. Y ahora que es de noche, volví a bailar para mí hermana fallecida, sabes que a ella siempre le encantó bailar aunque fuera cortesana, y ahora yo solo bailo como ella para venera la.

Y Marín sigue muy mal, no se ha recuperado después de recibir el ataque de Thanatos☄️

Después de escribir, se retiró al templo mayor, yendo a los aposentos de Athena, aún sabiendo que tenía que fingir una sonrisa, no le dio más vueltas al asunto y pidió permiso para pasar.

Se le dio permiso de entrar y ahí estaba la joven de cabellos lilas, la cual lloraba en silencio, el chico al ver esto, se sorprendió más se acercó a ella que estaba sentada en su cama, y la tomo delicadamente por el hombro.

— ¿Te encuentras bien?, ¿Qué te ocurre?— preguntó preocupado

Yo.....— la joven de volteo a el, lo miró todavía llena de lágrimas y contesto con voz temblorosa— Tengo miedo, temo no poder protegerlos lo suficiente, temo a ser una diosa terrible y...— No pudo terminar de hablar ya que fue interrumpida

— Sori, eso no es verdad, tu puedes hacer muchas cosas que nosotros no, siempre procuras tenernos a salvo y eso....eso admiramos de ti

Seiya se acercó y se sentó junto a su diosa, la miro y le sonrió tiernamente, pero aunque era falsa la sonrisa, lo que el quería era hacerla sentir más tranquila

Gracias Seiya....siempre logras hacerme sentir mejor...aunque soy un poco tonta y caprichosa. Tu siempre estás conmigo— Dijo la diosa secando sus lágrimas

Para eso estamos los amigos...

— Si....amigos....— pensó un poco y luego habló— Ven Seiya, vamos a fuera

— Claro!— contesto con una sonrisa

Ambos salieron, dirigiéndose a un pequeño jardín en medio de la noche, la luna iluminaba los pastos y flores con tenue luz, mientras la penumbra de la noche, invadía algunos rincones. Se sentaron en el pasto, observando la luna y los bellos astros y como era un hermoso paisaje al ver el cielo.

Dime, ¿Porqué siempre vines conmigo cuando te sientes abrumada o triste?, se que también cuando estás feliz me hablas pero...no entiendo muy bienHabló cuestionando mientras se frotaba la nuca

Porque eres el único que sabe escucharme...siempre has sido muy amable y atento conmigo, por eso siempre estoy contigo...— respondió tranquilo, viendo el pasto

Ya veo

Lo que Seiya no sabía es que en ese momento, el corazón de su diosa latina muy fuerte y un leve rubor se reflejaba en sus mejillas, ella estaba decidida a decirle algo, pero también tenía miedo, aún así, se arriesgaría por ello...

Seiya

— Si?, Saori...

— ... La luna está muy hermosa hoy, ¿No crees?—Dijo algo nerviosa

......— Seiya pensó unos momentos al darse cuenta luego suspiro y contestó mirando a la luna — Siempre lo fue....

Se está alejando?— preguntó un poco triste

— No lo creo...pero si tú la ves lejos...no puedo hacer nada— contestó tranquilo y con la mirada en la luna.

Unos momentos después, Ambos volvieron a dentro, Saori en su cuarto y Seiya volvió al noveno templo, se sentía un poco mal, más solo se fue a su cuarto y se envolvió en las sabanas al caer en su cama.

En otro lado.

Hyoga se encontraba entrenando, todavía, aunque era de tarde. Camus vió a su alumno y le dijo que ya era hora de dejar de entrenar.

Deja de ser tan idiota, sabes bien que no puedes hacer entrenamiento hasta tarde por tu herida— le regaño dándole un golpe en la misma

S...Si maestro, lo...lo lamento— se disculpó

— hasta que te mejores, entrenarás hasta más tarde, pero aún eres débil, así que mejor ve a descansar— le dijo en tono serio y frío

Si maestro— contestó con mirada baja

Hyoga se fue a su habitación y ahí se vio la herida en su pierna, que se estaba abriendo un poco, inmediatamente volvió a poner un poco de alcohol en la herida, solo apretó los dientes de dolor y luego coloco vendas en su pierna.

Se acostó un su cama aún con el dolor de la herida muy presente, más solo intento dormir.

•••♪•••♪•••♪•••♪•••♪•••♪•••♪
3:33 am.
♪♪•♪♪♪•♪♪♪•♪♪♪•♪♪♪•♪♪♪•♪♪♪•♪♪♪•♪♪♪

Después de un rato despertó sobresaltado y tembloroso, tuvo otra ves una pesadilla, ya se estaba hartando, siempre era la misma pesadilla de siempre, ya no lo soportaba. Se levantó de la cama con algo de dificultad. Salió de su habitación y se aseguró que nadie viera.

En Sagitario.

Me gustaría apreciar la luna y ver su brillo, porque yo solo....veo blanco y negro...¿Cómo será...el brillo lunar?...

Pasó un pequeño rato y de la nada, Seiya sintió que  algo se acostaba a un lado de el, volteo y vio a Hyoga acostado en su cama.

¿Qué haces aquí?— preguntó algo sobresaltado

Vine hacerte compañía y...tuve una pesadilla— contestó un poco apenado

Ya veo— Dijo con tono tranquilo

A Seiya no le molestaba, de todos modos, el y Hyoga siempre han sido unidos y se quieren, ya que sienten que tienen los mismos problemas. Seiya se acurrucó en los brazos de Hyoga, ya que se sentía un poco triste, el al sentir como Seiya se acurrucaba en el, lo abrazo un poco más fuerte.

Era algo normal, cuando se sentían mal, solo abrazaban uno al otro, como un consuelo y llorar, pues se habían adoptado como hermanos.

Hyoga...

— ¿Si?— preguntó con los ojos cerrados

— ¿Te cuando algo?

— Si claro, dime...

Seiya le contó lo que le paso con Saori y porque la rechazó, Hyoga sabía las inseguridades de su hermano, pero solo lo apoyó y lo abrazó. También Hyoga le contó lo que le había pasado y también lloró. Ambos se abrazaron fuerte y así se quedaron dormidos.

Blanco y negro, es su mundo, pocas las veces en que ven blanco, lo demás lo ven en oscuridad, su visión no es de color, más solo pueden percibir esos colores, se tienen uno al otro y a sus amigos, más.... Se sienten un poco vacíos. ¿No es justo?, ¿es bueno lo que les ocurre?, o simplemente no tiene. Nada de importancia.

❁❁❁❁❁✺◟∗❛ั✺𝓁✺❛ั◞✺•̀ू୧°̥̥̥̥̥̥̥°̥̥̥̥̥̥̥୨୧°̥̥̥̥̥̥̥̥°̥̥̥̥̥̥̥̥ ୨
𝒜.                     𝒜.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top