Capítulo 3

Amy

—No.

Acato de forma cortante a Rayan mientras reviso los horarios de mis próximas clases.

Estamos sentados frente a la cafetería esperando a nuestras próximas clases. Rayan me ha invitado a un concierto el sábado, pero no podré ir. Tengo que visitar a Fel.

—¿Por qué? —se acerca hacia mí y toma mi mano—. Va a ser divertido.

—Porque no, tengo cosas que hacer este fin de semana. Necesito visitar a alguien. — coloco una mano en su mejilla y sonrío apenada—. Prometo que para la próxima estaré ahí. Ahora tienes que irte a divertir con Alejandro. Luego me contarás cómo fue.

Me siento muy mal por todo esto, aunque no sea mentira siento que lo estoy engañando al no contarle toda la verdad . El fin de semana es algo mágico para todos los estudiantes , y más este. Viene uno de los grupos más esperados por todos pero no voy a ir . Todo por él, no quiero verlo y pensar que antes era todo un príncipe azul para mí, que no podía pasarme el día sin saber algo de él. ¿En qué estaba pensando cuando ocurrió lo de aquel día?

Me fijo nuevamente en el móvil y veo un mensaje entrante de cierto rubio hermoso.

Lucas:

Te espero en el pasillo del segundo piso. Quiero hablar contigo. ¿Vienes?

—Pues si tú no vas , no tengo por qué ir yo. —lo miro apenada y él niega con la cabeza restándole importancia—. Así que, ¿vamos a clases ?

Apago el móvil y me levanto para ir a ver a Lucas.

—Ve y adelántate. Iré a hacer algo antes. —asiente confundido y me encamino hacia el piso de arriba .

Camino decidida hacia las escaleras cuando siento que alguien me empuja y acto seguido caemos al suelo. Ya van dos veces en la semana, espero que no se haga frecuente.

—¡Eh! ¡Cuidado! —grito adolorida por el impacto y subo la mirada para encontrar a cierta persona—. ¿Alejandro? —veo como me mira igual de asombrado y se levanta rápidamente para ayudarme.

—Amy, hola. me ayuda a levantarme mientras comienzo a sacudir mi uniforme.

—Hola. Si me disculpas llego tarde. —  Asiente cabizbajo e intento rodearlo para pasar hasta que siento su agarre en mi brazo.

—¿Hasta cuándo esto será así? —fijo mi mirada en él, veo como su cuerpo se tensa y vuelve a poner sus ojos en los míos—. Me disculpé por lo de aquel día. ¿Qué más quieres?

Hago amago de soltarme, jalo fuertemente y coloco mi dedo índice casi pegado a su cara—. Que me dejes tranquila, Ale. Eso quiero. Ya lo de aquel día pasó. Ahora solo quiero que me dejes en paz.

—Eso no pasará. —abro los ojos al escucharlo y veo como una pequeña sonrisa se posa en su cara—. Estamos en la misma escuela, nuestro mejor amigo es el mismo y somos pareja de estudio. Quieras o no, vamos a vernos todo el tiempo. hago amago de reprochar y él vuelve a tomar la palabra—. Como dijiste ya lo del otro día pasó. Por Dios, nos conocemos hace mucho. ¿Vas a acabar todo por esto?

Lo observo incrédula y bufo en su cara pero a la misma vez sé que en parte tiene razón . Quizás me estoy comportando como una niña. De todas formas aquel día no ocurrió nada, solamente fue un impulso de él propiciado por las hormonas.

Alzo la mirada y suelto un suspiro cansado.

—Está bien, tienes razón. —esboza una sonrisa y pongo los ojos en blanco—. Me tengo que ir, nos vemos luego.

Subo las escaleras sin esperar una respuesta.Me voy acercando al pasillo cuando de pronto veo a Lucas que me saluda con la mano en alto. Sonrío entusiasmada, me acerco y me siento en el banco junto a él.

—Hola Amy. Pensé que no vendrías —dice dulcemente.

—Pero aquí estoy. —alzo las manos con alegría y ambos comenzamos a reír—. ¿Qué necesitas?

—¿Quieres salir conmigo el sábado? —abro los ojos por la sorpresa mientras comienza a reír por lo bajo—. Sé que no nos conocemos casi, pero es una manera muy buena de hacerlo.

—No es eso. Tengo planes para el fin de semana, lo siento. —le hago saber apenada porque en realidad me encantaría salir pero ella está antes.

—¡Oh! Entiendo. ¿Vas a salir con tu novio?

Admito que eso me sorprendió.

—No, no tengo novio. —aclaro con una sonrisa—. Es sólo que debo ir a ver a una amiga .

—Es una lástima, debe ser muy afortunada. Para ser una amiga le tienes mucho aprecio —me dice acercándose a mí y quedando muy cerca. Puedo sentir como mis mejillas se prenden y me levanto para irme.

—Bueno, me tengo ir. Muchas gracias por la invitación —digo levantándome del asiento—. ¡Hasta el lunes! ¡Que tengas buen fin de semana!

Salgo caminando del pasillo y me dirijo al fin a la clase que tengo ahora. Obviamente , llegué tarde.

Termino el día y corro a bañarme para luego sentir que el mundo se me quiere caer encima. Muchas tareas, aunque sea la primera semana ya nos están llenando con tarea. Observo la hora en el reloj y veo que son las once en punto de la noche. Recojo toda mi cama para acostarme a dormir cuando veo la pequeña foto que está sobre la mesa de noche, sonrío para dentro de mí y rápidamente me duermo.

~~°~~

Hoy fue un día de escuela lo más normal posible . Estoy otra vez cerca de la cafetería, que se ha convertido en mi lugar favorito, intentando comer algo de lo que tengo al frente . ¿Pero saben qué? No tengo apetito para nada . Me levanto derrotada por la comida y camino por los pasillos de la escuela. Un piano me llama la atención, la melodía que toca se siente tan hermosa que me hace caminar hacia ella. Me coloco en la puerta del aula y para mi sorpresa es Alejandro.

Sabía que tocaba bien , pero verlo embelezado por la melodía que toca , sus dedos moviéndose por todo el piano y su voz cantando la letra de "Piano Man" de Billy Joel hace que otra vez recuerde por qué estuve loca por él.

—¿Te quedarás ahí o entrarás? —debo admitir que al oírlo hablar di un pequeño salto. En ningun momento dejó de sonar la música para mí.

—¿Tan rápido me quieres encerrar en un aula otra vez, Alejandro? —contesto con descaro y veo su sonrisa que tanto me gusta.

—Te tengo una propuesta —dice acercándose al marco de la puerta, me echo un poco hacia detrás y él se apoya en esta. Alzo una ceja con desconfianza y suelta unas risas suaves—, ¿quieres salir el sábado en la noche?

Mi corazón comienza a latir rápidamente y quedó completamente descolocada.

—¿Esa es tu manera de arreglar las cosas?

—Debo hacer el intento, ¿no?

Sonrío sarcástica y vuelvo a fijarme en él.

—Tengo que visitar a una amiga.

—Yo te acompaño.

—Oh, no. De verdad...

—Yo insisto. A las cinco en punto aquí mismo en el escuela. ¿Estamos? — sonrío y se separa un poco de la puerta —. Ahora, si me dejas voy a estudiar.

El sonido de la puerta cerrándose hizo que me quedara fría. ¡Me ha cerrado la puerta en la cara! Golpeé fuertemente y podía escuchar su risa desde adentro. ¡Dios que no lo entiendo!

Sacudo la cabeza y me alejo lo más rápido posible de allí.

~~°~~


Llego a mi casa después de unas horas y me cercioro de que no tenga ninguna tarea que hacer . Al ver que no tengo nada atrasado me pongo a buscar la ropa para mañana.

Escucho como mi teléfono empieza a sonar, advirtiendo que tengo una vídeo llamada, reviso entre el bulto de ropa regada que hay encima de la cama, pero no está ahí. El sonido comienza a ser irritante hasta que lo veo debajo de la cama y atiendo la llamada, es Felicia.

—¡Amy! —la escucho gritar como una niña pequeña y del susto me doy un cabezazo con la cama.

—Hola, ¿todo bien? pregunto mostrando una sonrisa falsa y muecas por el dolor, salgo debajo de la cama y me siento en el suelo que es el único lugar donde no hay ropa tirada.

—Yo sí, pero tú no estoy tan segura, nena. ¿Sucedió algo? —A veces me aterra lo bien que me conoce.

—No tengo nada que ponerme para mañana. Voy a salir —aclaro levantándome del suelo hacia la cama otra vez y me siento en la esquina.

—¡Uh! ¿Con un chico? —la escucho acomodarse para estar más atenta a lo que digo, y me fijo en ella. Hoy está hermosa, siempre lo está, pero es que hoy la veo más hermosa.

—Pues sí —digo escueta esperando su alocada reacción.

—¡Genial! Déjame ver que tienes ahí. Te ayudo. ¡Tu súper heroína está aquí! —Esa es la reacción que esperaba, como siempre.

Para mí ella nunca va a dejar de ser un libro abierto, la conozco desde que tengo pañales así que después de tantos años obviamente debo saber diferenciar sus gestos. Pongo la cámara de atrás para que observe mi ropa mientras se emociona calculando todo lo que tiene a su disposición.

—Ponte eso y eso. señala un vestido de flores y unos tacones de piel negra. Tiene un gusto fenomenal la muy descarada.

—¡Me encanta! —digo con una sonrisa y ella sacude la mano restándole importancia al asunto.

Acomodo el teléfono en la cómoda para poder recoger bien la ropa tirada y escucho un pequeño "Psss" de su parte para que le preste atención.

—Ahora no me cambies el tema. Dime, ¿quién es el tipo? —Joder, que no se le escapa nada.

—Alejandro —respondo en un susurro rápido para que no me pueda escuchar en lo absoluto.

—Espera, espera —escucho como comienza a hablar sola intentando recordar quien es "Alejandro" cuando de pronto emite un ruido ahogado—, ¿ese no es el que conoces desde hace años, del cual estuviste enamorada en la secundaria, que casi te viola el día de las inscripciones y que ahora es tu pareja de estudio?

—Sí, ese mismo.

—No sabía que le ibas a perdonar lo de aquella vez. —indaga confusa desde el otro lado de la pantalla y chasquea los dedos—. Sólo puede ser una cosa.

—¿Qué cosa? —me giro para prestarle atención y ella ríe divertida.

—Que todavía te guste —comenta alzándose de hombros y yo bufo en respuesta.

—No me gusta. Es solo que no voy a desperdiciar esa pequeña amistad que tenemos en algo como aquello —digo a modo de excusa mientras intento mostrar la cara más creíble que puedo.

—Ajá, sí. puedo notar que no me cree y pongo los ojos en blanco.

—De verdad, así que solamente me invitó a salir para pasar el rato y despejar un poco. —me alzo de hombros y me siento en la cama terminando de doblar una de las blusas.

—Amy, te voy a decir algo que sé que no quieres escuchar, pero aun así lo diré. —alzo la mirada para atenderla y ella continúa—. Tú y Ale tienen un pasado bastante significativo y siempre te he dicho que el destino es hijo de puta y creo que está trabajando muy duro para que entre ustedes haya algo, ¿no crees? —me dice tranquila.

—No lo creo. Tuvimos nuestro pasado, pero eso es lo que es: ¡pasado! Además, no tengo tiempo para esto. Voy a salir, porque de todas maneras iba y voy a verte a ti y quiero despejar un poco el pensamiento diario — aclaro intentando desviar el tema.

—¡Verdad! ¡Mañana vienes! ¿Por fin a qué hora?

—Voy a ir a las cuatro y media —hice una pequeña pausa dejando todo en suspenso al recordar que iba acompañada, y suspiré cansada—, con Ale.

—¡¿Lo vas a traer?! ¿Me dijiste que no te gusta? —pregunta entre risas , le muestro una mirada suicida y ella se corta en seco.

—Deja eso, él sólo me quiere acompañar.

—¡Genial! Esto promete futuro. —sonríe entusiasmada. Sé que a partir de ahora esa va a ser su meta, que dé mí brazo a torcer y salga con Alejandro, pero eso no va a suceder.

—No digas bobadas.

—Me tengo que ir. Además, mi ayuda aquí ya se hizo. Cuídate y no te maquilles tanto. Tú eres fabulosa a lo natural —me dice poniendo su mano sobre el pecho directo al corazón.

—Está bien, "Señorita Modas". Te quiero mucho.

—Igual yo. Adiós, te espero.

Cuelgo entre risas por las cosas de Felicia cuando de pronto escucho un mensaje entrante en mi teléfono.

Alejandro:

Gracias por aceptar ir conmigo, ya verás, la pasaremos genial. Ponte linda para la ciudad. Te quiero, duerme bien.

La sonrisa en mi cara es estúpidamente notable desde la luna. Me odio, me odio tanto por dejar que él cree esto en mí... Otra vez.

•••

So... What?!?

¡Hey! ¿Qué tal? Cuénteme , ¿cómo han pasado la semana ?

Para mí este es uno de los capítulos más largos que tiene esta novela . Ya saben , los que son escritores, que cuando uno empieza no puede parar.

Nota Especial : ¡Tú! Sí, tú : lector fantasma . ¿Cuánto te cuesta votar en mi pequeña historia? Y si te cuesta hazmelo saber . Te amo lector fantasma.

¡Los amo a todos!

¡Besotes!

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