Capítulo 13

Alejandro

Necesito por lo menos diez minutos para poder entender todo lo que acaba de pasar. Amy se ha ido corriendo y me ha dejado solo teniendo todavía el sabor de sus labios en mí y sin siquiera quedarnos a hablar sobre eso. Miro a mi alrededor y solamente hay oscuridad y una ciudad preciosa que se refleja en la bahía justo a mi lado. Presto atención y noto que la música se ha detenido; deben ser algo más de las cuatro de la mañana así que decido irme a mi cama de una vez esta noche.

Camino hacia el dormitorio y me voy quitando el disfraz mientras en mi mente se mantiene la idea de Amy encima de mí con ese disfraz de bruja. Nunca hubiera imaginado que un disfraz de bruja quedara tan bien en alguien, pero es que indiscutiblemente Amy tiene un cuerpo en el que hasta un vestido viejo se le vería bien.  Otra vez lo he vuelto a hacer, otra vez me he visto vulnerable en frente de ella y para lo único que funciona esto es para que ella siga pensando que soy un cualquiera.

Ya dentro de la habitación me quito los kilos y kilos de maquillaje que me he dado para la fiesta. Unos minutos después la puerta se abre y entra Frank, que trae una mirada de satisfacción que se le nota desde la luna. En otras circunstancias le hubiera preguntado cómo le fue, pero en estos momentos tengo otras cosas en mente y muchos problemas que resolver.

Le muestro una sonrisa fingida y me subo a mi cama sin mediar palabra. A él le extraña, lo sé  pero no me dice nada y se lo agradezco con el alma, porque tengo que discutir con la almohada lo que acaba de pasar. Esa mujer me va a volver loco, pero si ese fuera el principal problema no pasara nada. Lo peor es que me estoy empezando a enamorar de ella y es lo único que no quiero que pase, por muchas razones y una de las principales es que no quiero tener que explicarle nada a Rayan.

Casi no he podido dormir nada, miro mi reloj y son algo más pasadas las seis de la mañana. Gracias a Dios hoy se canta por la noche y el ensayo es después de almuerzo así que quizás pueda  dormir un poco más. Al final me levanto a las ocho de la mañana  por culpa de Frank porque no quiere  bajar a desayunar solo, nos vestimos y bajamos a desayunar.

No veo a Amy en ningún lado...

Es lo único en lo que puedo pensar, solamente quiero estar a solas con ella y saber si también sintió lo mismo que yo sentí. Sentí que todo mi cuerpo estaba en alguna otra parte, como si lo único que existiera fuéramos nosotros en ese lugar y se sintió tan jodidamente bien, que hasta me dió miedo de no poder sentirlo jamás.

Cuando terminamos el desayuno subimos hacia nuestro cuarto y escuchamos las risas de Amy y de Lily del otro lado de la puerta del suyo. Son como las nueve y media , y todo parece indicar que tienen energías de sobra haciendo que nos miraramos por unos segundos sonriéndonos y al final Frank se decide a entrar  mientras  yo voy detrás de él como un perrito detrás de su dueño.

Entramos y Lily es la única que estaba afuera del baño ya que al parecer Amy está dentro. El olor a jabón, champú y perfume de mujer llena la habitación en la que estamos. Me siento en la cama más cercana, que es de Lily, a esperar a que salga Amy del baño, mientras que Frank sale con su amiga a alguna parte (sinceramente no quiero saberlo). Como galletas y algunas chucherías , cuando ya casi se me había olvidado por qué estaba ahí noto la puerta del baño abrirse y sale Amy con solamente el pullover que trae la insignia del coro.

Nota que la estoy mirando y decide no hacerme caso alguno y pasa de mí hacia el estante al lado de su cama. Cuando termina toma un pequeño paquete de galletas y se sienta en el otro estreno de la cama donde estoy.  No nos decimos nada, absolutamente nada. La miro de vez en cuando para ver si reacciona, al no notar nada aplico el plan B.

—¿Vas a seguir haciéndote la que no me habla? —interrogo intentando llamar su atención.

Alza la mirada hacia mí mientras tiene la boca llena de galletas. Se acomoda en su parte de la cama y se prepara para empezar una conversación no muy agradable.

—No sé de qué hablas. —De nada, de lo que pasó, pero creo que de una vez por todas debemos tener esta conversación y no me las va a poner fácil.

—Sí lo sabes y te quería decir que lo que pasó ayer fue...

— Un error. —interrumpe mientras evita el contacto visual dándole otro mordisco a la galleta que trae en la mano.

Por un momento me quedo pensando en lo que me ha dicho y como siempre he dado a entender de que solo estoy jugando con ella.

— ¿Un error?

—Sí, un error. Obviamente fue por culpa del alcohol o el ambiente del momento, así que tranquilo, todo está claro. Ya hemos pasado por esto antes y tu reputación sigue intacta.

¿Pero de qué está hablando? ¿Es que no se da cuenta de que lo de ayer fue algo espectacular?

—No creo que tengas todo claro. No has dicho nada de lo que pienso sobre lo de ayer.

Veo como se tensa con la mirada perdida en lo que estoy diciendo.

— ¿Perdón?—cuestiona mientras se levanta de golpe mirándome con el ceño fruncido y expresión anonadada.

— Para mí no fue ningún error. En realidad, me fascinó. No tengo idea de que fue, pero me encantó y si se puede quiero volverlo a hacer. —Se sonroja a tal punto que creo que sus cachetes van a explotar.

—Pero, yo...

—¿Sabes algo que me molesta mucho? —digo antes de que continue parándome a su lado. Veo como se tensa mientras más me acerco a ella. Niega con la cabeza y esbozo una sonrisa engreída—. Que aún no creas que solamente quiero estar contigo. Quiero tener algo serio contigo. ¿Por qué no me crees?

Frunce el ceño y sus ojos comienzan a brillar a punto de llanto. Doy un paso hacia atrás al notar su estado y ella camina hacia delante para enfrentarme con toda su furia.

—Después de estar en la misma secundaria y de que en tu vida me hayas prestado atención, ahora vienes y me dices todo esto y lo único que esperas es que caiga a tus pies. —eso no fue una pregunta, lo tengo bastante claro. Las lágrimas corren por su rostro y siento que comienzo a odiarme más, sin saber aún a qué se debe todo esto—. ¡He estado enamorada de ti por años!  He tenido que aguantar que me beses, que me envíes mensajes y al final me pides que lo olvide todo para que tu asquerosa reputación de mierda no caiga. ¿¡Has pensado alguna vez en eso!?

Abro los ojos de par en par en el momento que escucho todo lo que ha dicho. ¿Acaba de decirme qué? ¡Le gusto yo, joder! No me lo creo, pensaba que le gustaba Lucas y todo este tiempo he perdido la oportunidad de estar con la persona que me ha hecho sentir especial por primera vez. Ahora la veo frente a mí llorando y siento una presión extraña en mi pecho que me hace querer abrazarla.

Le coloco la mano sobre el hombro intentando calmarla y me sorprendo al ver que la quita de inmediato.

—¿¡Pero qué haces ?! ¡No me toques y sal de mi cuarto!

Corre hacia la puerta para abrirla y se seca las lágrimas que recorren su rostro. No le dirijo la palabra y salgo de allí ya que creo que es lo mejor. Cierra la puerta tan fuerte que los demás salen de sus cuartos para ver qué es lo que ha sucedido. Todos fruncen el ceño al notarme, dirijo la mirada al suelo y me largo a mi cuarto.

Luego de la hora de almuerzo en donde comí solo ensayamos un poco para el concierto de hoy en la noche; en ese momento la pude ver. Tenía la cara roja y se notaba a la legua que había estado llorando. No me miraba en lo absoluto y para cuando acabó todo se dirigió a su cuarto nuevamente.

Al llegar a mi habitación me doy cuenta de que Frank se ha vuelto a largar con Lily por ahí después del ensayo  y que me ha dejado solo otra vez. Me baño antes de  acostarme en mi cama mientras miro mi celular por un rato. Después de unas horas me convenzo de ir a verla. No podemos dejar las cosas de esta forma, debo decirle que no tenía idea de nada de eso y que me de otra oportunidad.

Llegando a su habitación lentamente abro la puerta y la veo acostada en su cama boca arriba con los ojos cerrados y su audiculares en sus oídos. Me quedo mirándola un rato hasta que veo como se sobresalta al escuchar sonar su móvil.

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