🦊Chapter twenty- two
Finalmente todo el revuelo había pasado, su boda con Daehyun estaba cancelada -Gracias a la intervención divina de Jimin, debía admitir - y Jimin sabía la verdad a cerca de lo que era realmente la familia Min.
Estaba casado con aquel zorrito astuto y bastante impredecible y eso era algo... Increíble.
Pensó que el resto de sus días los viviría al lado de aquella mujer con la cual no tenía la más mínima conexión ni chispa ni nada, con la cual se iba a casar solo como requisito para quedar bien con su Abuelo y acabar con aquella presión psicológica sin imaginar que esa mujer vacía de la cual en realidad no esperaba absolutamente nada le traería sin querer a su vida algo tan valioso como lo era Park... coreccion, Min Jimin.
No se lo podía creer aún que la vida haya de un giro de 180 grados para él y ahora estuviera casado con Jimin. Él tenía 30 y Jimin 20 y eso era algo que nunca se imaginó porque era la primera relación con alguien mejor que él pero esperaba mucho. Realmente podía soportar los berrinches e inmadureces solo si provenían de aquel zorrito.
El problema inicial habia sido el temor de enamorarse de él y que luego lo pondría en peligro.
Haciendo una retrospectiva Yoongi suponia que con Daehyun no sería así porque ella misma tenía mucho que ver con la Mafia, tenía dos grandes negocios con la "Línea blanca" una Mafia que se dedicaba a la trata de blancas y Yoongi lo sabía no porque ella se lo haya dicho, si no porque antes de iniciar con todo para la boda la había enviado a investigar descubriendo eso y más cosas.
Yoongi pensó que si un día iba a casarse lo haría con alguien que estuviera tan involucrado con la Mafia como él así no temería por su integridad ya que estando dentro uno no sabía exactamente por donde caería la bala pero involucrar a un inocente no estaba en sus planes.
Daehyun en realidad no era nada de lo que aparentaba. Cuando Yoongi la confrontó Daehyun no lo negó, es más le respondió que eso era un excelente negocio que dejaba muchas ganancias y hasta le ofreció hacer negocio con él sobre eso. Por ello Yoongi no tenía tanto problema en envolverla en su mundo caótico pero Jimin era otra historia.
Jimin en cambio era un ser tan inocente y tranquilo, vivía una vida buena al lado de su padre y estudiaba en la universidad, era un chico libre y feliz que podía andar donde quisiera sin temor a que algo le pasara. Yoongi entendió la primera vez que lo vio en la cena de compromiso que ese chico de cabellera rojiza como la lava hirviendo le traería demasiados problemas.
Porque le gustó desde que lo vio entrar, no lo iba a negar más.
Trató por todos los medios alejarlo y alejarse pero es que le era prácticamente imposible, Jimin lo atraía como un imán hacia él. Era tan bonito e inteligente además de persistente. Todo el esfuerzo que había gastado en rechazarlo se habian ido a la basura en un abrir y cerrar de ojos porque amaneció casado con él. Ya no estaba molesto, claro que no.
La molestia inicial al despertar y ver que todo el esfuerzo que había hecho por mantenerlo protegido y lejos de su vida de Mafioso y ver que había sido en vano le había pasado ya.
Había salvado una primera vez la vida de su zorrito y estaba seguro que no sería la última. Ahora que estaban unidos como pareja y que posiblemente la noticia ya se haya esparcido tenía un trabajo mucho más importante que sus grandes empresas y negocios ilícitos. Debía mantener con vida a su nuevo lindo y caprichoso esposo.
Y lo haría con su vida de ser necesario porque desde ahora en adelante Jimin le pertenecía.
Después de haber preparado algo para comer lo cual hicieron en completo silencio Yoongi subió a su amada azotea. Necesitaba pensar en muchas cosas que debía atender y el mejor lugar para despejar su mente era su bello jardín en la azotea.
Primero arreglar el asunto con la madre de Jimin, la amenaza de Daehyun con quitarle todo, y después hablar con el señor Park. Esa era la tarea más difícil, enfrentarse a un padre protector.
Estaba parado en el balcón desde donde veía todo su jardín de azotea en extensión hermoso y pacífico perdido en sus pensamientos cuando una figura se paró a su lado.
Jimin llevaba sus bonitas orejas visibles y su colita juguetona también, miraba hacia el horizonte con una expresión de molestia en su angelical rostro.
-¿Ocurre algo Minnie? -Cuestionó el pelinegro sin depegar la vista de su basto jardín.
-Si en realidad yo... solo quería ofrecerte una disculpa. -Fue lo que respondió algo apenado.
Yoongi por fin dejó de mirar el lugar y ahora miró a Jimin directamente a aquellos ojos celestes cristalinos como el agua de un arrecife encantado. Era inevitable perderse en ellos, su Maine Coon debía despabilar varias veces para dejar que el humano pusiera atención.
-¿Por qué motivo? -Preguntó suavizando un poco su expresión.
-Todo lo que hice estuvo tan mal, debí dejar de lado el tonto capricho contigo, te metí en serios problemas, y también a un dulce bailarín llamado Seokjin que no sé que fue de él, a mis amigos, y por si fuera poco Daehyun te quitará todo cuando sepa que no anularás el matrimonio conmigo. Me siento mal, porque es un matrimonio forzado. Lamento todo.
Los ojos celestes ahora permanecían bajo la sombra del llanto que se avecinaba sin poder evitarlo, Jimin estaba sintiendo mucha culpa de nuevo.
Yoongi no respondió de inmediato, estaba analizando lo que el zorrito acababa de decir y a decir verdad tenía mucha razón, había expuesto a muchas personas por el capricho suyo, y también lo había metido en problemas legales pero no podía culparlo totalmente, por algún motivo las cosas habían pasado así, por algún misterio del destino Yoongi conoció a Daehyun que a su vez le llevó a conocer a Jimin.
Jimin no era una mala persona eso estaba claro para él. Solo había actuado bajo sus lindos y peligrosos impulsos.
Con una delicadeza que jamás creyó poseer alargó una mano y acunó el rostro decaído del zorrito, su pulgar no perdió tiempo en explorar la delicada piel de las mejillas rellenitas de Jimin.
-Ya Minnie todo ya pasó no estoy enojado contigo, todo está bien. Respecto a los problemas legales con Daehyun, no los hay realmente. No me quitará nada si no hay nada que quitarme.
El rostro de Jimin se llenó de sorpresa absoluta cuando Yoongi confesó aquello.
-¿O sea... like why?
Yoongi sonrió.
-Bueno es que no soy un tonto como todos en la familia estaban pensado cuando estaba por casarme con ella, mi padre quería obligarme a firmar unos documentos de traspaso temporal, todos mis bienes están a nombre de él. Lo que Daehyung pelea no es mío ni de ella, en este momento pertenece todo a mi padre. Lo único que dejé a mi nombre fue la casa, la que conociste antes. Lo demás sigue siendo mio las empresas, los autos, éste Penthousey dos Mansiones más. Yo sabía que su contrato prenupcial estaba lleno de trampas, mi matrimonio con ella solo era un trámite más así que tomé mis precauciones. Mi padre creyó que no firmaría nada pero se equivocó. Yo ya había traspasado todo a su nombre desde mucho antes que él lo pensara si quiera.
Ahora la cara de Jimin demostraba algo de alivio al saber que no había hecho perder a Yoongi todas sus cosas, se sentiría mal si perdía el Penthouse con ese bello jardín mandado a hacer a la media y gusto de Yoongi porque sabía lo mucho que le gustaba.
-My God Daddy estaba casi teniendo un ataque de ansiedad. ¿Entonces todo está bien? ¿Tú y yo? I need to know.
Yoongi entendió a lo que Jimin quería llegar así que rodeó al pelirrojo por la cintura y lo atrajo hacia él. Jimin puso sus manos justo sobre el pecho firme de Yoongi.
-Entre tú y yo todo está perfecto, My little fox. -Susurró mirando a los ojos a Jimin y después bajando su mirada a los carnosos labios deteniéndose por un momento ahí donde quería perderse en ese momento y después mirando de nuevo a sus ojos.
A Jimin se le erizó por completo la piel al sentirse analizado de aquella manera por Yoongi, sintió sus mejillas arder y se puso nervioso, generalmente quien solía poner en aprietos a Yoongi era él. Pero Yoongi le habia llamado "Mi pequeño zorro" y con eso casi se sintió débil y sumiso.
Decidió disimular su nerviosismo bromeando con Yoongi respecto a como le había llamado.
-Yo soy quien habla inglés no tú Daddy. -Replicó aún con sus mejillas ardientes.
-Tanto tiempo contigo debías pegarme algo aunque realmente lo que deseo que pegues ahora conmigo son tus carnosos labios.
El agarre sobre la cintura del pelirrojo se volvió mucho más fuerte demandando posesividad por todas partes.
-¡Y-yoongi! -Tartamudeó Jimin.
-¿A caso ya no soy tu Daddy? -Yoongi le veía con una ceja alzada y media sonrisa de sus finos labios.
Por alguna razón Jimin no podía dejar de sonrojarse tanto, desde esa mañana Yoongi había dejado de ser distante y huraño con él y ahora era muy seductor.
Y era verdad.
Cuando Yoongi corroboró que aquella acta de matrimonio era tan real como su existencia se dio cuenta que su objetivo en su vida había cambiado drasticamente. Ahora tenía a Jimin, debía cuidar a Jimin y sobre todo debía asegurarse de que Jimin estuviese bien a su lado porque ahora tenía una vida que no era solo suya.
Así que debía dejar de tratar de alejar a Jimin de su lado, al contrario tenía que hacerlo permanecer junto a él.
-Y-yo... si Daddy. -Respondió.
Yoongi sonrió bajito achicando un poco sus ojos al hacerlo sin soltar a Jimin de la cintura, lo tenía fuertemente agarrado y Jimin no tenía escapatoria.
Lentamente se fueron acercándo sin dejar de mirarse a los ojos, en ellos si había chispa, si había atracción tensión con cada mirada, en cada movimiento. Sus respiraciónes se mezclaron y entonces por fin sus labios se encontraron en el camino dando inicio a un beso lento y parmismonioso donde podían saborearse el dulce néctar de sus labios y sentir lo suave de sus lenguas acariciarse tímidamente.
De pronto la timidez fue reemplazada por completo por la pasión, el beso se fue tornando más rápido y más salvaje buscando desesperadamente cada uno tener el control y Jimin sentía que podría desmayarse porque jamás nadie le había besado de aquella manera tan posesiva y feroz haciéndole derretirse.
Luchaba por poder respirar porque le estaba faltando en aire pero parecía que Yoongi no tenía ninguna intención de dejar de besarlo y Jimin tampoco quería que dejase de hacerlo no importaba si moría en el acto.
La lengua experta de Yoongi repasaba con ahínco cada rincón de la boca del zorrito y sus manos sobre su cintura le apretaban tanto pero Jimin sentía que era tratado como una deidad, no quería dejar de sentir las manos de Yoongi sobre él.
Finalmente se separaron, Yoongi lo soltó dejándolo jadeante tratando de recuperar el aire, con sus mejillas rojas su ropa arrugada y cabello revuelto mientras que él no tenía ni un solo cabello desordenado.
El pelirrojo iba a hablar pero fue levantado repentinamente por Yoongi, parecía que el mayor tenía una afición con alzarlo en sus brazos.
-¿Qué haces Daddy? ¡bajame! -Pidió pataleando sin control mientras reía.
-Me encantaría quedarme contigo y explorar mucho más de tu lindo ser todo lo que resta de la tarde bombón pero tengo muchos asuntos que arreglar, entre ellos ir a tu casa y decirle a tu padre que te mudarás conmigo.
-¿Q-qué?
Jimin no había pensado en eso hasta ese momento. ¿Dejar a su padre?
Comenzó a patalear con más insistencia para que Yoongi lo bajara lo cual él mayor hizo cuando iban a bajar las escaleras.
-¿Qué sucede Minnie?
-¿Mudarme Yoonie? ¿A-aquí? -Preguntó dudoso.
Yoongi analizó con detenimiento las expresiones faciales de su zorrito, parecía estar dudando.
-Si, eres mi esposo y quiero que vivas conmigo aquí. ¿No querías esto?
Jimin asintió, pro supuesto que si quería. Estaba por fin cumpliendo su deseo de ser esposo de Min Yoongi pero ¿Y que iba a pasar con su padre?
-Si. -Respondió mordiendo su labio inferior impulsivamente. -Pero y-yo... mi Dad, se va a quedar solito. -Susurró lo último desviando la mirada hacia otro lado.
Yoongi entonces le tomó de los hombros mirándolo a los ojos.
-Si necesitas tiempo para arreglar lo que debas arreglar hazlo bonito, no te voy a presionar pero recuerda que debes estar a mi lado solo así podre ver que estés bien.
La verdadera preocupación de Yoongi era que algo le llegase a pasar a Jimin. Mientras existiera esa rivalidad con La Kkangpae Jimin corría peligro tanto como cualquier miembro de la Familia Min.
-Está bien Yoonie vamos a casa debo hablar con mi Dad y decirle todo. Sé que él comprenderá.
-Eso espero Minnie. -Coincidió Yoongi dejando un beso sobre la frente de Jimin. -También vamos a preparar todo para nuestra boda, una no tan privada y apresurada.
Los ojos expresivos de Jimin se abrieron de par en par cuando Yoongi menciono aquello.
-¿Boda?
-Asi es, aunque a estas alturas ya todo el mundo debe saber que estoy casado y no con la mujer que era mi prometida, debemos planear nuestra boda para hacerlo más formal aún.
Jimin se había quedado sin habla en ese momento.
-Pero...yo no sé como planear una boda. -Susurró preocupado más para sí que para Yoongi. -Don't worry Daddy yo podré hacerlo.
Yoongi sonrió sin poder contenerse, esas eran las cosas que habían hecho que Jimin comenzara a atraerle como loco.
-Amo esa determinación tuya mi zorrito pero no lo harás solo lo haremos juntos. -Respondió con convicción el pelinegro.
-Pero, tú no planeaste tu boda con Daehyun. -Repuso Jimin algo confundido.
Quizá creyó que Yoongi no quería o no estaba interesado en hacer algo como eso.
-A ver cariño mírame. -Yoongi obligó a Jimin a mirarle a los ojos. -Tú no eres ella, tú eres tú Min Jimin y haré que nuestra boda sea increíble. ¿Estás bien con eso bombón?
Jimin asintió feliz, amaba a ese nuevo Yoongi que no le rechazaba, ese que era tierno y posesivo con él en partes iguales.
Después bajaron tomados de la mano, Yoongi abrió la puerta y salieron directo a su elevador privado.
Yoongi tenía razón, habian hombres a su alrededor muy bien disfrazados que lo resguardaban de cualquier peligro y si Jimin era observador podría darse cuenta de ello. Nunca se dio cuenta de eso antes.
Al llegar hasta el estacionamiento abordaron el auto de Yoongi.
A lo lejos se preparaban varias camionetas que les servirían de guardia, tomando su debida distancia para darle privacidad a Yoongi.
-Pasaremos primero a la empresa Minnie, debo hablar con mi padre y hacerle saber la decisión que tomamos de permanecer juntos.
-¿Daddy? -Se atrevió a preguntar tímidamente.
-¿Si bombón?
-Mmm ¿Crees que tu padre me acepte?
Yoongi manejaba con la vista fija sobre la carretera pero su mano se acercó a la de Jimin y la tomó con suavidad.
-Cariño, mi padre te aceptó desde mucho antes. Creo que estaba esperando a que tú pudieras persuadirme con la esperanza de hacerme desistir de casarme con Daehyun. -Confesó Yoongi.
Con ello Jimin sonrió un poco más tranquilo.
Si los Min lo aceptaban como esposo de Yoongi, Jimin sabía que ninguno dejaría que algo malo le pasara a él ni a su padre. Sabía que estaba seguro.
Yoongi miró al zorrito por un momento y soltó un suspiro largo lleno de emociones latentes. Estaba muerto de amor por ese chico de cabellera rojiza que le había vuelto loco desde el principio.
Una linda imagen que me regalaron 🥰Gracias Mi lady 💕
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