🐱Chapter twenty-four
El lugar donde estaban las oficinas centrales de Park corporations era en el distrito de Seodaemun-Mapo, un edificio grande pero bastante pequeño en comparación con el de la familia Min.
Rodeado por varios centros comerciales, colegios privados y universidades era el lugar más tranquilo y perfecto que el señor Park había encontrado para colocar su oficina.
A Jimin le quedaba cerca de su universidad así que la mayoría de veces pasaba viendo a su padre después de clases.
Hacia días que no iba a verlo a la oficina ya que había estado tan concentrado en sus asuntos con Yoongi que casi había perdido esa rutina, pero ya volvería.
Jimin estaba nervioso por la manera en que su padre pudiera reaccionar cuando le dijera que se había casado con el prometido de su madre. ¿Y si se enojaba o se sentía decepcionado?
Aún así sabía que tenían que hacerlo, debía poner a tanto a su padre de las cosas que estaban pasando. El pelirrojo sabía que con Yoongi a su lado apoyándolo sería más fácil aunque no dejaba de sentir incertidumbre.
Precisamente fue su mano siendo apretada con firmeza por Yoongi lo que le dió el valor de bajar del auto, ya habían llegado y estacionado enfrente del edificio y Jimin Aún no bajaba.
—Vamos Minnie, debemos bajar. —Apremió Yoongi dedicándole una pequeña sonrisa.
Jimin asintió. Yoongi sonreía muy bonito, estaba enamorado de aquella sonrisa. ¿Por qué antes no sonreía tanto? Parecía un hombre bastante serio pero Jimin había podido apreciar aquella sonrisa más veces de las que imaginó. Quizá Yoongi estaba concentrado manejando o haciendo cualquier cosa pero cuando levantaba su rostro y su mirada conectaba con la suya, Yoongi sonreía dulce para él.
Una de las mejores cosas de la vida, pensó el zorrito bajando del auto. De inmediato Yoongi le tomó de la mano y juntos caminaron hacia el interior de las instalaciones.
Era amplia y bonita por dentro. Por el pasillo principal que daba hasta la recepción había una serie de fotografías en cuadros grandes con los diferentes establecimientos que eran propiedad de Park corporations antiguamente conocido como World Park. Varias fotografías en grande mostraban las fachadas de los lugares, como la de "Minnie Boutique" que estaba ubicada en el centro de Gangnam.
—¿Así que Minnie Boutique? —Preguntó Yoongi apreciando las fotografías.
—Fueron las primeras que papá compró y le puso así como suele llamarme desde pequeño. Son geniales ¿Has entrado a una? Hay de todo.
Yoongi asintió, realmente si había entrado a varias de esas, su madre era una fanática de ir a comprarse ropa con su cuñada y cuando ella no estaba solía llevarlo a él y a Woozi. Vendían todo tipo de ropa para Damas y caballeros muy bonita y a la vanguardia con la moda actual. Nunca se imaginó que esas boutiques eran del Señor Park, hasta que Daehyun se lo mencionó claro está.
Por alguna razón Daehyun siempre estuvo muy interesada en todos los negocios que le pertenecían a Park 6 ahora tenía muy claro el por qué.
Se acercaron al elevador esperando a que alguno bajara para poder entrar y como si la mala suerte los persiguiera cuando uno bajó y abrió sus puertas salio Daehyun quedándose totalmente de piedra frente a ellos.
—Es una broma. —Habló Yoongi bajito.
La mujer los escaneó de los pies a la cabeza demorandose en las manos unidas de ambos. Su rostro de inmediato se deformó en una mueca de desagrado.
Jimin dio un paso al frente, él estaba acostumbrado la manera tan despectiva de Daehyun de mirarlo que no le tenía miedo.
—¿Qué estas haciendo aquí Daehyun? —Preguntó soltando la mano de Yoongi.
La mujer no respondió de inmediato, miró fijamente a Yoongi detrás de Jimin y sonrió con sarcasmo.
—¿Siguen juntos? Vaya Yoongi creí que eras sensato. Me pareció haberte advertido claramente lo que iba a pasar si seguías con esta estupidez. —Soltó sin mirar a Jimin.
—Te he preguntado que demonios haces aquí. —Jimin volvió a hablar.
Ésta vez la mujer si lo miró. —¿Estuviste molestando a mi Dad?
—Eso no te importa Jimin, son asuntos entre tu padre y yo. Aunque deberías ir a verlo pobrecito parece que el verme lo alteró un poquito, quizá aún llegues a tiempo. —Soltó una sonrisa al mismo tiempo que se alejaba de Jimin.
Al pelirrojo se le fue el color del rostro y el alma del cuerpo. Su padre estaba enfermo del corazón y no podía alterarse mucho. Daehyun era mujer muerta si algo malo le pasaba a su padre.
—¿Qué hiciste bruja? —Chilló desesperandose y caminando hasta el elevador, apretó los botones para que éste bajara rápido.
Daehyun le dedicó una última mirada y caminó para la salida dispuesta a irse, pero una mano de Yoongi la detuvo del brazo.
—¿Qué pretendes ahora Daehyun? —Preguntó de manera dura. —Te advierto que no me voy a medir si planeas algo sucio voy a olvidar que eres mujer.
La mujer le miró directo a los ojos y sonrió. Asco. Eso era lo que Yoongi sentía después de enterarse de como era Daehyun en realidad. Había sacado a relucir su verdadera identidad y era horrible, un monstruo. Estaba parado frente al ser más mezquino del mundo. Le había mentido en todo, hasta en su relación con su hijo, le había llenado la cabeza de cosas absurdas respecto a Jimin y ahora que él tenía la oportunidad de conocer al Jimin verdadero necesitaba que ella estuviera lo más lejos posible porque él sabía que ella no se iba a quedar sin hacer nada.
—Solo quiero recuperar lo que es mío Yoongi, tú eres mio yo te tuve primero y sé que volverás a mi si sabes lo que te conviene.
Daehyun se soltó de Yoongi ya el agarre aplicado en su brazo le dolía un poco.
—Te espero el lunes en mi oficina con mis abogados. —Soltó Yoongi antes de ir con Jimin a su lado.
—Por supuesto, ahí estaré.
Yoongi se dio vuelta para ir con Jimin y apretó con furia el botón que parecía no querer hacer bajar la caja metálica, el zorrito a su lado parecía bastante preocupado y no entendía por qué, aún así no preguntó ni cuestionó solamente lo ayudo a entar de manera apresurada al elevador.
De reojo podía ver que Jimin se mordia sus uñas nerviosamente y movía su pie con insistencia mientras miraba un punto fijo, no podía permitir que le diera un ataque de ansiedad a su zorrito.
—Arruinarás tu linda manicura precioso. —Interrumpió tomando la mano de Jimin y obligándole a verle a los ojos.
Jimin sonrió nervioso y dejó de morderse sus uñas.
—Es que me preocupa mi Dad, esa bruja es capaz de hacer cualquier cosa para molestarlo siempre lo hace pero... últimamente a mi Dad no le está yendo bien con su salud.
Yoongi arrugó su frente, era la primera vez que escuchaba que el señor Park estaba enfermo.
—¿Está muy enfermo? —Se animó a preguntar.
—A mi Dad le diagnosticaron una bradicardia debido a un bloqueo cardíaco hace unos 5 años. Así que debe usar un marcapasos. —Explicó Jimin a su lado.
—Oh, lo lamento.
De pronto sintió el abrazo fuerte de Jimin al rededor de él, el zorrito estaba buscando su apoyo. Al parecer a Jimin le afectaba mucho el tema de salud de su padre. No dudó en corresponder el abrazo y así transmitirle todo su apoyo. Acarició su cabellera rubia y jugueteó con su par de orejitas.
—No te preocupes Minnie, tu padre se ve que es un hombre bastante fuerte. Las pocas palabras que he cruzado con él desde que lo conocí me han hecho saber que es un hombre rudo. Él estará bien, solo hay que evitar que Daehyun se acerque a él de nuevo.
Jimin asintió en acuerdo con Yoongi en todo. Su padre era el ser más fuerte que él conocía, nunca se rendia ante nada, era como un roble. Pero también necesitaba de él para cuidarlo. Alejarlo de la bruja, eso era importante.
—Gracias Yoonie. —Respondió asegurando sus brazos al rededor de Yoongi.
El mayor aprovechó para buscar los labios del pelirrojo y le dio un dulce piquito que le hizo reír.
La puerta del elevador se abrió y ellos se tuvieron que separar para poder avanzar, la planta 7 donde tenía que ir Jimin para poder entrar a la oficina de su padre estaba en ese momento abarrotado de personas cuando siempre estaba en calma.
En la entrada estaban varios guardias de seguridad, las secretarias de los jefes de los demás departamentos hablaban entre ellas, a Jimin le pareció bastante curioso.
Al llegar a la recepción de su padre vio que no estaba Sania la mujer que siempre estaba ahí. La vio salir apresuradamente de la oficina del señor Park. Jimin camino de manera apresurada con un aire imponente como si en ese momento se hubiese desatado un huracán dentro de la oficina
—¿Donde está mi Dad Sania? —Preguntó Jimin a la mujer que lo miró algo nerviosa.
Jimin presentía que algo no estaba normal ese día y eso tenia que ver con la visita de Daehyun.
—Joven Jimin... su padre está ocupado. —Respondió.
—No me tomes por tonto, sé que esa víbora estuvo aquí con él. Si no le avisas a mi Padre que estoy aquí afuera derribaré esa maldita puerta. —Retó Jimin a la secretaria.
Ella asintió rápidamente, hacer enojar al hijo del señor Park era cosa seria ella lo sabía muy bien pero en ese momento lo que más le preocupaba era que el señor Park le había pedido que no entrara nadie a su oficina y menos si era Jimin.
Yoongi por su parte miraba casi con la boca abierta a su pequeño zorro, nunca le había visto tan furioso como en ese momento. Quizá aquella vez que él lo hizo sentir mal por compararlo con Daehyun pero no fue tanto como ahora, había visto chispas salir por sus ojos mientras le ordenaba a la mujer que le dejara ver a su padre. Era un aura distinta y poderosa que a Yoongie fascinó.
—S-sí adelante.
Jimin tomó de nuevo la mano de Yoongi para poder entrar en la oficina pero Yoongi se tensó por un momento.
—Tranquilo Daddy, todo estará bien. Seguro mi Dad te va a amar.
—¿Seguro que no va a asesinarme por haberme robado a su niño bonito y encima de todo haberme casado con él?
Jimin sonrió de manera tierna y negó.
—No claro que no, Don't worry Daddy, además lo de casados es culpa mía y seguro que me dará un regaño, me dejará de hablar por una semana o dos y quizá me cancele mis tarjetas pero está bien, merezco eso por hacer las cosas mal.
Jimin dio un paso más pero Yoongi lo detuvo y de inmediato llevó su mano a la nuca del pelirrojo para estampar sus labios con los contrarios. Fue un robo a mano armada que Jimin encantado permitió, llevó ambas manos al cuello de Yoongi donde se aferró aún más y continuó el beso lento y parmismonioso donde sentían y saboreaban sus labios.
Después de unos largos segundos se separaron para poder respirar bien.
—Vamos. —Llamó Jimin con sus mejillas como la grana.
Abrió suavemente la puerta y visualizo a su padre parado en el gran ventanal que daba hacia la calle de Seodaemun.
Jimin soltó a Yoongi y de inmediato corrió para abrazarlo por la espalda.
—¿Quién soy? —Preguntó de manera infantil apretando a su padre entre sus brazos.
Soonyu sonrió al sentir el abrazo de su hijo.
—No lo sé... ¿quizás mi cachorro encantador? —Respondió con una enorme sonrisa en sus labios dándose la vuelta y correspondiendo bien el abrazo.
Sonrió aspirando el calor y el aroma que emanaba de su pequeño con sus ojos cerrados y cuando los abrió vio al individuo parado detrás de ellos. Él lo reconocía muy bien. Era Min Yoongi. Y el pelinegro sintió que sus pies se hundían en el piso al sentir la penetrante mirada de su ahora suegro.
—¿Cómo sabías que era yo Dad? —Preguntó haciendo un puchero tierno.
—Hasta aquí puedo oler tu fragancia de frutos silvestres amor. Buenas tardes señor Min ¿A que debo esta visita? —Preguntó el hombre soltando a Jimin y rodeando lentamente su escritorio.
—Como está señor Park, solo dígame Yoongi. Mi padre es el señor Min. —Respondió el pelinegro con una media sonrisa tratando de aligerar el ambiente.
Sus ojos observaban con escrutinio a las dos figuras frente a él. Sacó un pañuelo y se secó un poco la frente.
—¿Estás bien Dad? —Jimin podía percibir en su semblante algo anormal, su padre estaba algo pálido. ¿Qué te dijo esa mujer? —Preguntó de una vez.
Soonyu miró hacia la ventana y pasó distraídamente su mano sobre su pecho pero la retiró de inmediato aunque aquello fue percibido por ambos jóvenes.
—Ah lo de siempre cachorro no te agobies, tonterías que se saca de su bolsa cuando no tiene con qué fastidiar. Dijo que eras un vago, que no haces nada productivo con tu vida.
Jimin rodó sus ojos mientras atraía la silla y se acomodaba ahí señalando a Yoongi la otra a su lado.
—Ella nunca sabe lo que hago porque no le interesa saber Dad no me enojo me da risa ¿No te pidió más dinero?
—Siempre pide dinero. —Respondió el señor Park y ambos comenzaron a reír.
Yoongi observaba en silencio y escuchaba la conversación con detalle. La voz del padre de Jimin se escuchaba jadeante.
—¿Dinero? —Preguntó Yoongi metiéndose en la conversación.
—Si Daddy, todo el tiempo. No te contó seguro que parte de su boda era auspiciada por mi Dad.
A Yoongi casi se le cae la mandíbula hasta el piso. Vaya secretos que su ex le tenía bien guardados.
—Cosas sin cuidado, pero eso no me preocupa en realidad me preocupa lo que ha venido a inventar sobre ti.
Jimin alzó una ceja mirando a su padre.
—¿Y ahora? Seguro dijo que me drogo otra vez y que ando con 5 chicos a la vez... o que volví a robar ropa en un centro comercial. Cosas por el estilo.
Jimin miró a Yoongi y sonrió. El pelinegro ahora entendía cuando Jimin decía que lo juzgaba sin conocerlo, y es que él sólo concia lo que Daehyung le contaba sobre él y que eran mentiras obviamente.
—Peor, que te has envuelto con su prometido un día antes de su boda.
A Yoongi casi se le va el alma y Jimin se pudo rojo como tomate.
—¿Eso es verdad? —Preguntó mirando fijamente a su hijo y después a Yoongi.
Jimin mordió nervioso su labio y tomó con fuerza la mano de Yoongi, aquello solo le confirmó al señor Min lo que ya sospechaba.
Soltó aire, se quitó sus anteojos y miró a los dos.
—Jimin...
—Déjame explicarte Dad, todo fue mi culpa...
—Es culpa mía Señor Park, Jiminie no tuvo nada que ver, verá fue algo inevitable, mientras más nos conocíamos más sentíamos cosas, le pedí matrimonio en un arranque de locura él dijo que si y nos casamos en una capilla exprés. Disculpe que haya actuado de esta forma, por eso vine aquí a arreglar todo y a hablar con usted. No se enoje con Minnie, és es un buen chico.
La oficina de Park Soonyu estaba en completo silencio, mientras que Jimin trataba de no voltear a ver a Yoongi. Le estaba salvando el pellejo echándose toda la culpa él lo cual no era correcto, pero no quiso contradecirlo frente a su padre.
—¿Casados? —Preguntó mirando a Jimin brevemente con sus ojos bien abiertos.
—S-si Dad, así fue no lo planeamos. ¿Estas molesto Dad? Lo lamento. —Los celestes ojos de Jimin se enpañaron por un momento.
—No me sorprende, ya lo veía venir. Las veces que llegaste llorando a casa cuando Yoongi iba a dejarte no eran por gusto y yo sabía que algo estaba pasando, pero cachorro ¿Por qué no me dijiste nada?
Jimin sintió una ola de alivio apoderarse de él y también sintió como el agarre de Yoongi también se relajó.
Yoongi estaba en modo Shock. ¿Tan obvios habían sido todo el tiempo?
—No quería que te enojaras conmigo Dad, era Yoongi... el novio de mamá y pues podías pensar mal las cosas y eso.
El señor Park negó, estaba algo contrariado por la forma en la que habian pasado las cosas, —Sin contar que no sabía la verdad de como se habían casado—Pero no podía hacer nada para alejar a su hijo de ese hombre.
Su Jimin estaba enamorado eso se le notaba a leguas. Además Yoongi parecía no ser un mal muchacho, conocía a sus padres aunque no eran íntimos amigos.
—Bien ya se han casado, ya no puedo hacer nada, ya Daehyun está como loca solo mi cachorro aléjate de ella lo más que puedas ¿Está bien? No la provoques más de lo que ya está.
—No te preocupes Dad no lo haré.
—Bueno entonces, espero la invitación oficial para esa ceremonia no creerás que será así de simple Min Yoongi. Ahora Minnie, ¿Podrías dejarme a solas un momento con tu... esposo? Voy a hablar con él asuntos importantes.
Jimin se tensó de nuevo y negó.
—No Dad ¿Lo vas a regañar? Regañame a mi.
El señor Park sonrió provocando que Jimin también riera por los nervios.
—No. —Respondió dejando de reír. —Hazme caso cachorro. Hablaré cosas de hombre a hombre con él, eres mi bebé así que debe saber algunas cosas importantes.
Jimin se levantó de manera lenta a regañadientes dejó un beso en la cabeza de Yoongi y Susurró "Suerte" para después dejarlos solos.
Una vez afuera se fue a sentar a la sala de espera tomando una revista al azar. No había salido mal, nada mal. Su padre lo tomó muy bien y al parecer Daehyun estaba bajo control por ahora.
Sonrió feliz y satisfecho. Las cosas iban marchando bien.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top