🦊Chapter twenty-five
Park Soonyu se llevó una vez más la mano derecha a su pecho, en el transcurso en que Yoongi había estado ahí ya lo llevaba haciendo más de tres veces.
—¿Se siente bien Señor? —Se animó a preguntar. No quería parecer un entrometido pero en realidad le estaba causando mucha preocupación.
Soonyu negó tomando su vaso de agua que tenia en su escritorio y bebiendo un largo sorbo. Había estado conteniendose desde que supo que Jimin había puesto un pie en su oficina. Su cachorro no podía verlo mal eso le preocuparía mucho y Soonyu no quería poner molestias ni preocupaciones en su pequeño hijo.
Pero debía de actuar ya antes que la perra de su ex esposa. Por eso había solicitado la presencia de Yoongi.
—Eres el esposo de mi único hijo, te pido, no, te exijo que cuides de él. —Añadió Soonyu dejando el vaso con agua de nuevo sobre la mesa.
Yoongi estaba algo contrariado, entendía que su suegro quería dejarle en claro las cosas respecto al cuidado de Jimin, él como padre también velaria por el bienestar de sus hijos. Rayos, ahora estaba pensando como su propio padre.
Ya sabía que Soonyu querría hablar sobre eso con él dejarle claro lo que debía y no hacer con su hijo.
—Tenga por seguro que Jimin estará bien conmigo señor Park. —Respondió con aire solemne Yoongi.
El hombre frente a él asintió.
—Lo sé pero Min Yoongi me refiero a que... cuides de Jimin.
¡Oh!
Yoongi tragó saliva cuando la comprensión se apoderó de su mente. Vio una vez más la insistencia con que Soonyu se llevaba una mano al pecho y entonces sintió el mundo abrirse bajo sus pies y caer en picada.
¿A caso él...
—Señor yo...
—Cuándo supe que Daehyun se casaría por quinta o sexta vez no se realmente no llevo una cuenta, sabía que pronto vendría a buscarme. Cada vez que va a casarse lo hace para restregarme en la cara eso , es como algún tipo de Ego que quiere alimentar. Y a mi me da totalmente igual, porque los matrimonios de Daehyun no duran mucho además a mi Jiminie jamás le interesó interactuar con ninguno de sus esposos, muchos de ellos incluso eran unos pederastas que trataban de llamar la atención de mi hijo pero Jimin es listo, se mantuvo alejado de esa situaciones.
Yoongi asintió, escuchando atento el relato del señor Park. Escuchando de primera mano cómo era Daehyun. Sólo en pensar que estaba por casarse con esa araña le daba escalofríos.
—Pero todo cambió cuando te conoció, él jamás se había interesado en involucrar su vida con la de su madre y menos con sus novios o esposos, pero contigo fue diferente no se como le puedo llamar a eso... —Soonyu hizo una pausa para tomar aire y continuar hablando. —Pero comencé a notar su cambio. Supe que notablemente estaba interesado en tí pero tampoco vi indiferencia de tu parte asi que por eso deduje que ambos se atraían. No sabía si eso era bueno o malo porque eras el novio de su madre.
Yoongi se Aclaró la garganta algo nervioso e incómodo.
—Pero Jimin es... Jimin. Simplemente mi hijo es demasiado determinado, así que lo único que le dije es que esperara, que tú mismo te ibas a dar cuenta, de tus sentimientos y de quien era en realidad Daehyun y que lo buscarias al final, lo cual sé que no pasó. —Yoongi abrió un poco sus ojos ante la perspicacia del hombre. —Conozco a Jimin, Yoongi. Sé lo astuto que puede llegar a ser. No quiero saber los detalles de como lo hizo pero veo que no estas muy renuente a dejarlo ¿Cierto?
—No señor, no voy a dejarlo. —Asintió convencido.
—Al punto que quiero llegar es que, has mentido por él solo para que yo no lo regañe ni me moleste con él. Y que estés aquí dando la cara por ambos me deja claro que puedo confiar en ti ¿Cierto Yoongi? —Preguntó el señor Park mirándolo fijamente.
—Por supuesto Señor Park. —Respondió el pelinegro.
—Entonces estarás de acuerdo en que te nombre su albacea. —Sentenció Park Soonyu.
Yoongi quedo completamente estático ahí en su lugar, esperando a que el Shock pasara de a poco. ¿Había escuchado bien?
—¿S-su Albacea? —Yoongi estaba perplejo mirando a su suegro Soonyu quien le devolvía la mirada sin inmutarse.
—Así es Yoongi, no es una decisión que me agrade en su totalidad porque a penas te conozco pero creo conocerte lo suficiente como para saber que es lo correcto. Necesito hacerlo porque Daehyun querrá quitarle su herencia a Jimin cuando yo ya no esté.
Yoongi sentía como si con cada palabra le cayera plomo encima. ¿Por qué hablaba de herencia y esas cosas?
—Entiendo pero... ¿Por qué?
—Me estoy muriendo poco a poco Min Yoongi. —Aquellas palabras causaron que un frío doloroso se posara en los huesos de Yoongi. Pensó en Jimin, en lo destrozado que quedaría si eso pasaba.
—Señor Park...
—Necesito asegurar la herencia de mi cachorro, esa arpía caerá como ave de rapiña sobre la herencia el día que yo muera y es capaz de hacerle daño a mi Jiminie con tal de obtenerla, por eso Min Yoongi te estoy dejando esta responsabilidad a ti. ¿Lo harás? ¿Darías tu vida por la de mi Jiminie?
Yoongi tragó en seco. Entendía perfectamente las palabras del señor Min. Cuando Daehyun se enterara que la herencia la manejaba él y no Jimin, caería sobre él y dejaría a Jimin en paz. Prácticamente lo estaba usando para mantener a su hijo a salvo.
—Muy astuto señor Park. —Respondió Yoongi aclarando su garganta. —De verdad muy astuto de su parte, ahora entiendo de donde viene esa audacia que posee Minnie. —Yoongi sonrió un poco. —¿Es una especie de prueba para ver si estoy con Jimin solo por interés? Porque quisiera decirle que, mi vida la daría por la de Minnie aun así no sea el guardián de su herencia. Cuando acepté estar con él supe que mi vida no me pertenecía más. Quiero a Jimin y por supuesto que no dejaré jamás que algo malo le pase. Si es su voluntad nombrarme Albacea de la herencia de Jimin estoy dispuesto a cargar con ello.
El silencio reinó en la oficina una vez más, donde solo el tic tac del reloj en la pared era el protagonista más las intensas miradas que compartían ambos hombres.
—No esperaba menos de ti muchacho. Sabes Jimin estaría solo si tú no hubieses llegado a su vida. Tarde o temprano yo no estaré y mi miedo más grande era dejar a mi hijo sólo a merced de Daehyun. Esa mujer es mala Yoongi y fue una fortuna que no te hayas casado con ella, te libraste de muchas cosas, pero has destapado también una cloaca. Ella peleará con uñas y dientes lo que cree que le corresponde y tú vas a asegurarte de que Jimin esté a salvo de sus garras.
Yoongi asintió comprendiendo la magnitud de las cosas. Ahora tenía una doble responsabilidad con Jimin. Debía cuidarlo mucho no solo de La mafia Kkangpae, también de la desquiciada de Daehyun. Y aunque eso le causaba algo de temor estaba dispuesto a hacerlo.
—Lo haré señor Park, cuente cuente ello. Jimin no estará solo si un día usted llega a faltarle.
—Prometelo Yoongi, ante un viejo moribundo, prométeme que a mi Jiminie no le va a pasar nada porque lo vas a cuidar muy bien y con esa premisa sabré que puedo irme tranquilo.
Todo el ser de Yoongi se tambaleó ante ello, por alguna razón se sentía débil ante el señor Park quien parecía ser tan fuerte solo por su hijo.
Tomó la mano extendida del hombre y la afirmó con fuerza.
—Es una promesa Señor.
El señor Park sonrió agradecido y después de eso se desvaneció.
Yoongi se apresuró a socorrerlo para darle algo de agua.
—¿Necesita algún medicamento? —Preguntó nervioso buscando con la mirada algún frasco con pastillas.
—N-no... sólo llama una ambulancia, háblale a Sania ella se encargará de todo y tú ve con Jimin y llevatelo no le digas absolutamente nada de lo que hablamos y menos sobre esto. Yo estaré bien. No te preocupes. Te llamará mi abogado para que firmes lo que te he dicho.
Yoongi asintió anotando mentalmente todo lo que el señor Park le decía.
—Está bien no se preocupe por ello.
Yoongi dejó al señor Park sentado en su silla pero el hombre le tomó de la mano.
—Muchas gracias Yoongi, eres lo que esperaba para poder estar tranquilo.
Esas palabras causaban un peso muy grande sobre Yoongi. Era como si el hombre solo hubiera estado esperando para encontrar a alguien adecuado con quien dejar a su hijo encomendado y después sucumbir como un árbol viejo que debe caer después de muchos años de vida.
Un nudo se le formó en la garganta. ¿Cuánto tiempo se estuvo conteniendo el señor Park con su enfermedad la gravedad del asunto solo por Jimin?
Jimin le dijo que estaba enfermo pero no a tal grado, el señor Park no se veía muy bien y Yoongi temía por Jimin.
—Llévate a Jimin, llevatelo. —Pidió una vez más.
Yoongi asintió dejando un abrazo en el hombre y después salio de la oficina.
Afuera todo era tranquilidad, Sania la secretaria estaba sentada en su lugar y Jimin en el sofá leyendo una revista.
Se acercó a la secretaria con sigilo y le Susurró lo que el señor Park le había pedido y ella se levantó de inmediato agradecida con él.
Después caminó hacia Jimin quien levantó la vista y le sonrió.
—¡Daddy! ¿Todo bien? ¿Sobreviviste a mi Dad? —Preguntó entusiasmado poniéndose de pie para abrazarlo.
Yoongi correspondió ese abrazo un poco más fuerte de lo normal recordando las palabras que tuvo con su suegro, Jimin no estaba solo, Jimin estaba a su lado y él lo iba a proteger.
—Bien pequeño, todo perfecto me dio la bendición para poder estar a tu lado sin ningún problema. —Soltó a Jimin y después le dio un casto beso en los labios.
—Aww mi Dad, lo sabía él es un gran hombre no se que haría sin él. Iré a abrazarlo.
Una punzada de dolor atravesó el pecho del pelinegro. Él quien jamás se mostraba débil ante las emociones por alguna razón la situación de Jimin y su padre lograba sobrepasarlo.
—No Minnie, no te dije que tenia una reunión importante con mi madre en media hora y se me hace tarde, debemos ir.
Yoongi le tomó de la mano y comenzó a llevarlo hasta el elevador. Debía sacarlo de ahí antes que llegara la ambulancia.
—Pero mi Dad, me tengo que despedir.
Aquello sonaba mucho peor, ¿Y si Jimin no volvía a ver al señor Park después de esto? Yoongi estaba contra la espada y la pared. ¿Qué iba a hacer?
—Lo sé pequeño pero en verdad se me hace tarde.
Jimin miró a Yoongi a los ojos y vio una aflicción en ellos que jamás había visto. Asintió creyendo que en verdad a Yoongi le preocupaba llegar tarde con su madre.
—Está bien, pero volveremos en la noche a casa debo hablar con mi Dad respecto a lo que tú me dijiste sobre la mudanza y eso. ¿Está bien? —Preguntó con un tierno tono como un niño pidiendo permiso para salir a jugar.
Yoongi sonrió un poco aliviado y asintió.
Así que sin perder tiempo los sacó de ahí. Justo cuando iban de camino paso veloz una ambulancia y se le estrujó el corazón.
...🦊🐱...
La propiedad Min en el centro de Gangnam era enorme y muy hermosa con toques de arquitectura Neozelandeza distintiva a lo común en Corea con cortes lisos y limpios en cada pared, ventanales por todos lados y colores blanco, azul y gris predominaba por todas partes.
Yoongi estacionó su vehículo frente a la gran Mansión y le dedicó una mirada a Jimin quien veía con la boca abierta.
Eso no se comparaba en nada a su pequeña casa.
—Que hermosa Mansión, mi rancho comparado con esto no es nada. —Bromeó sacando una risita de Yoongi quien le veía con el ceño fruncido.
—¿Qué dices? Tu casa no es precisamente tan pequeña zorrito, es una Mansión.
Jimin negó salió del auto y observando más a detalle la casa, le hacía recordar un poco el Penthouse por lo elegante y vistoso, ya sabía de donde sacaba Yoongi sus gustos.
—¿Vamos a entrar o nos vamos a quedar aquí como dos acosadores afuera? —Susurró Yoongi en su oído.
Jimin soltó una risita y tomó su mano para comenzar a caminar. Pudo notar que detrás de ellos más alejados se estacionaban dos vehículos negros. Supo que era la seguridad de Yoongi. Le gustaba mucho que estuvieran protegidos después de vivir aquel suceso donde casi lo secuestran pero amaba que les dieran espacio personal.
Una ama de llaves los atendió en la entrada tomando el saco de Yoongi y la chaqueta de Jimin. Ambos se sacaron sus zapatos los cuales también fueron dejados en una repisa especial para zapatos y siguieron a la mujer.
—Adelante Joven Min, y compañía están en su casa.
Yoongi agradeció con un "gracias" simple y escueto pero parecía que la servidumbre estaba acostumbrada a la manera particular de ser de Yoongi.
—Muchas gracias. —Respondió Jimin educadamente.
Yoongi le guió hasta la sala de estar que era tan amplia como un estacionamiento y se sentaron. De inmediato dos mujeres ataviadas en trajes blancos se acercaron a ellos para llevarles dos vasos con agua y dos de té helado.
—Muchas gracias. —Volvió a agradecer Jimin y ellas les hicieron una reverencia para luego retirarse.
Yoongi tomó primero su vaso con agua el cual bebió hasta la mitad, supo entonces Jimin que les habían llevado agua por Yoongi, quizá siempre era así.
Jimin bebió un sorbo de agua y después del té helado, lo estaba degustando y justo iba a decir lo rico que estaba cuando el sonido de unos tacones le llamó la atención.
Desde algún lugar de la enorme Mansión venía una elegante mujer con un lindo vestido celeste princesa entallado de arriba y suelto de abajo y su cabello en un moño igual de elegante que ella. Sonrió al ver a Yoongi ahí.
—Min Yoongi ¿Recuerdas recién que tienes una madre y no eres huérfano a caso?
Yoongi rodó los ojos levantandose para saludar a su madre.
—Ya basta Young Ae, vine el mes pasado.
La madre de Yoongi ni se inmutó cuando fue llamada por su nombre, en su lugar llevo su mano al pecho por el hecho de que era un mes el que no había visto a su hijo.
—¿Un mes te parece poco? Ya quisiera ver cuando tengas hijos y crezcan y te dejen de lado jovencito.
Las mejillas de Yoongi se tornaron algo rosaditas y Jimin no supo si era por el hecho de que la señora Min lo estuviera regañando en su presencia o por la mención de los "hijos".
—Ya mamá Cálmate y déjame presentarte como debe ser. Yoongi señaló a Jimin detrás de él y hasta ese momento la señora Min recordó que su hijo no había llegado solo.
Había llegado con un precioso chico pelirrojo según la ama de llaves que se encargó de ir a llamarla.
—Oh si, ¿Tú eres? Tengo un vago recuerdo de ti pero... de dónde.
—Soy Park Jimin. —Se presentó el zorrito no muy convencido de si debía decir que era Min.
Yoongi arrugó sus cejas mirando a un Jimin bastante tímido a su lado. Esa faceta de Jimin tímido era adorable teniendo en cuenta que Jimin era todo menos tímido, al menos con él.
—Ah Park Jimin.
—Min Jimin mamá, Jimin y yo estamos casados. —Yoongi levantó su mano entrelazada con la de Jimin y se las mostró a su madre.
Ella abrió los ojos sobremanera y luego la boca sin saber que decir.
—¡Min Yoongi! ¿Cómo le haces esto a tu madre? —Le grito de pronto provocando que Jimin se asustara un poco.
—Ya mamá.
—Es inaudito, ¿Por qué no me lo contaste antes? Por Dios te hubiéramos ayudado en todo. Quiero conocer más a mi nuero preferido. Ven aquí Jimin lindo tienes que contarle todo a mamá Young Ae ya que éste egoísta nunca dice nada. ¿Cómo es eso de que casados? ¿Por eso es que no llegaste a la ceremonia? Yoongi traenos más Té. —Pidió sin apenas respirar.
Yoongi solo observó como su zorrito era arrastrado hacia adentro a la sala intima familiar de los Min seguro llenaría de elogios y cumplidos a Jimin, algo que jamás hizo con Daehyun.
—No te voy a traer Té madre devuélveme a mi Jiminie. —Se quejó yendo detrás de ellos.
Jimin miró a Yoongi sobre su hombro y le sonrió muy dulce, aquellas sonrisas tan bonitas a las que Yoongi comenzaba a hacerse adicto.
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