Capítulo dedicado especialmente a
Dem_Min7701

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El estro de Jimin estuvo agotador y placentero, lleno de coito por casi todos los rincones del pent-house, donde quedaban sus aromas marcados, como amenaza implícita de que nadie debía entrar durante ese periodo. Yoongi se aseguró de complacer muy bien a su zorrito y de darle toda la atención que éste demandaba. Después de cada acto sexual pedía mimos desesperadamente.

Pero a pesar que el celo estaba preparando al zorrito de Jimin para llenarse de cachorros, el humano aun no estaba listo. Jimin no dejó de tomar sus pastillas anticonceptivas en ningún momento así que no habría cachorros todavía sin embargo, debía ir a hacerse un control médico para asegurarse. Ellos lo habían hablado desde el inicio y Yoongi coincidió en que iban esperar un poquito más.

Más adelante le daría a aquel zorrito orgulloso todos los cachorritos que quisiera.

Los preparativos para la boda tampoco se detenían. Incluso ya había una fecha para el día especial. Sus trajes de boda estaban listos y los pequeños detalles, Jung Ae se encargaba de ellos.

Jimin mientras tanto en su academia de baile y en la universidad iba muy bien. Pronto acabaría el semestre y haría sus exámenes para culminar con ese año universitario mientras que en la academia seguían practicando y aprendiendo nuevas técnicas.

—El recital de fin de año está cerca. Todos han hecho un excelente trabajo así que afuera en el tablón de anuncios voy a dejar una hoja con los nombres de los alumnos que van a participar este año. Una vez verifiquen que su nombre este ahí, nos reuniremos la siguiente clase en el auditorio principal para comenzar a montar un buen show. Recuerden que esto se hace con el fin de atraer visualmente a más chicos y chicas que amen tanto el baile como nosotros ya que es transmitido a nivel nacional. Así que no podemos hacer cualquier cosa. Pueden retirarse después que yo haya dejado los nombres afuera.

La profesora Cocó salió de su clase dejando a todos ansiosos hasta al propio Jimin quien junto a Lisa, y Mina se quedaron arreglando sus cosas mientras los chicos se adelantaban.

Al salir de la clase, Jimin se echó su bolso al hombro y juntos los tres se acercaron hasta el tablón de anuncios del pasillo, su mirada se cruzo con la de Seulgi quien lo repasó de pies a cabeza de manera hostil antes de retirarse con su grupito de amigas. Momo todavía tuvo el cuidado de pasar llevándose a Lisa.

—¿Pero que le hiciste a Seulgi que te asesinó con los ojos? —pregunto Lisa ignorando a Momo por completo.

—Existir My Darling, solo eso —dijo jimin abriéndose paso entre los alumnos que buscaban su nombre. Unos saltaban de alegría y otros se iban visiblemente tristes.

La hoja tenía muchos nombres, aproximadamente unos 50 nombres en total. Su mirada rebusco el suyo y lo encontró Justo arriba del de Lisa, también estaba Mina, Ten, N, y por supuesto Seulgi y Momo, Yein y Cheng Xiao, Jinyoung y Yugyeon. De otra clase estaban Yooa, Eunjin, Young K, y Yonghwa y muchos más que Jimin no conocía muy bien.

—Ya sabemos por qué te miró así jimin, esta celosa de que hayas entrado con solo llevar poco tiempo aquí. A ella le costó un año hacerlo.

—Oh My God, estaré en el recital, muchas veces lo vi solo por la tv. Esto es increíble, le contaré a Mi Daddy. Y Seulgi me tiene sin cuidado —respondió sacando su teléfono celular.

Era extraño que solo recibiera un mensaje en toda la tarde de su Daddy, pero de todos modos le dejó el mensaje contándole que participaría en el recital. Que Yoongi le respondiera cuando estuviera libre. Seguramente debía tener mucho trabajo por hacer.

—¿Quieren ir a celebrar con malteadas chicos? —ofreció el zorrito acomodando su cabello y haciendo aparecer su par de orejitas y su cola.

Lisa miro aquello y al parecer se puso un poco incomoda.

—¿Cómo haces que se vea tan fácil, Jimin? —se animó a preguntar.

—¿El qué? —pregunto de vuelta Jimin arrugando el ceño. No estaba entendiendo lo que Lisa decía.

—Hacer que sea fácil para ti pasearte por ahí mostrando que eres un hibrido ¿No te sientes raro?

Jimin se detuvo, Mina iba metida en su teléfono celular y Ten junto a N se quedaron rezagados. Miro a Lisa directamente a los ojos, con el ceño aun fruncido y se cruzo de brazos. Él era demasiado perspicaz así que nada se le escapaba a veces.

—Si tienes miedo de mostrarle a los demás que eres una hibrida Lis, descuida tómalo con calma. No te sientas presionada.

Las mejillas de su amiga rápidamente se tornaron rojas. No tenía idea de que Jimin supiera aquello. Casi nadie sabia, de la academia solo Mina.

—B-bueno es que... me da miedo el que vayan a pensar los demás —repuso tímidamente bajando la mirada hacia el piso. Se sentía algo avergonzada. No de su condición, si no de que Jimin ya lo supiera.

—Lisa estamos en pleno siglo veintiuno

—¿Y eso qué? —protestó su amiga.

—Nada, la discriminación hacia los híbridos y los derechos han cambiado, ya no somos esclavos. Aun así hay personas que aun no se sienten seguras de compartir espacio con uno como nosotros pero, My God, si no les gusta que se vayan. No dejes que tu verdadera identidad se apague solo por unos cuantos dimes y diretes. Es solo un consejo Darling. ¿Entonces vamos por malteadas?

Jimin se adelantó y Lisa se quedo rezagada pensando en lo que Jimin dijo. Su novia Rose, ella le insistía en que no debía avergonzarse, si a ella le gustaban sus orejas de conejito cuando estaban a solas a todos los demás también podrían gustarle.

Sonrió alcanzando a sus amigos quienes la esperaban en el estacionamiento, algunos subieron al auto de Jimin y otros al de Mina y juntos buscaron un buen lugar para beber malteadas.

Cerca de ellos viajaban los autos de seguridad que Yoongi mandó a implementar. Después de que les arruinaron los frenos del auto aquella noche no dejaba a Jimin solo o desprotegido en ningún sentido.

Encontraron el lugar perfecto, estacionaron y bajaron todos para pedir malteadas y brindar con ellas.

—Este será mi primer recital —habló Jimin con entusiasmo bebiendo de su malteada de vainilla.

—Para mí también —Anuncio Lisa igual de feliz que Jimin.

—Bueno Mina, Ten y yo ya estuvimos el año pasado y fue increíble —dijo N—. Este año seguramente será mucho mejor pues ya tenemos más experiencia en otros tipos de baile.

Jimin miro fijamente a N y después de debatirse por mucho tiempo si preguntar o no, lo hizo.

—¿Por qué te llaman N?

Todos en la mesa rieron y se quedaron observando a chico fijamente esperando una respuesta, él en cambio bebió lentamente su malteada y limpió la comisura de sus labios con una servilleta. Se enderezó en su silla y finalmente habló.

—En realidad mi nombre es Cha Hak Yeon, pero el "Yeon" en japonés se pronuncia "En" como la N en ingles y significa "Destino" así que me gustó para usarlo como mi nombre artístico. ¿Cuál es tu nombre artístico Jimin?

Jimin después de pensarlo un poco sonrió y respondió "Jimin" y todos rieron a carcajadas.

—¿Qué? Mi nombre es lindo, y significa "Mi sabiduría es más alta que el cielo" o "Ambicioso" y soy ambos así que ¿Por qué no usar ese como mi nombre artístico? —se encogió de hombros.

—Tienes razón Jimin, tu nombre es lindo, como tú, tu sonrisa y la alegría que contagias a todos. Que esa sonrisa sea eterna Jimin. —Intervino Lisa alzando su malteada en el aire y todos hicieron lo mismo. Era como un brindis simbólico por Jimin, y por la fortuna de tenerlo como amigo.

...🐱🦊...
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Yoongi solo quera salir de su oficina y tomar algo para un malestar que se le comenzaba a instalar en la sien.

—¿Qué intentas hacer? ¿Querías matarnos a caso? Ni haciendo eso conseguirás más dinero de mí o de mi familia.

El pelinegro estaba parado frente a su escritorio con sus manos apoyadas sobre este fulminando duramente la mujer frente a él.

La mujer únicamente se limitaba a reír sin apartar la vista de Yoongi, acto que ya lo estaba desesperando, en cualquier momento podría tomarla de los cabellos y arrojarla desde la ventana del último piso. ¿En qué momento creyó que todos sus problemas se solicitarían casándose con esa mujer?

Golpeo fuertemente su escritorio con ambas manos y se enderezó llevando su mano al cabello peinado hacia atrás en un gesto de frustración.

—Dije que Jimin pagaría caro lo que me hizo y si tu estas de por medio no me importa. A menos que hagas un trato conmigo. Si tú te separas de Jimin yo lo dejo en paz, si no, el sufrirá graves consecuencias. ¿Qué dices Yoongi querido?

—Digo que estas demente, lárgate de mi vista. No intentes nada contra Minnie, déjalo tranquilo. Suficiente daño le has hecho desde pequeño. —Exigió elevando el tono de su voz.

—Ah tu "Minnie" ya te contó su trágica vida y te llenó la cabeza de compasión —habló la mujer en tono infantil—. Pues te diré más para que le vayas con el chisme. Lo quise abortar, pero cuando fui a aquella clínica dijeron que era tarde para extraer el feto. Intenté por todos los medios, tome cada cosa y ese bicho horrible seguía dentro de mí. Me quise morir el día del parto. No lo quería, jamás quise hijos, no amaba a Soonyu, y un hijo me amarraría a él para siempre.

A Yoongi escuchar todo aquello le provocaba unas inmensas ganas de ir a vomitar el poco almuerzo que pudo comer en paz antes de la llegada de esa mujer.

—Tu... nunca lo quisiste —dijo atónito.

—Lo intenté, traté de tomarle cariño o algo... pero cuando lo veía solo me recordaba mi frustración y el odio me invadía. Traté de ahogarlo cuando era un bebé pero tampoco pude el remordimiento me ganaba. No sé por qué no se murió con todas esas hierbas abortivas, no sé porque sigue aquí echando a perder mi vida perfecta que yo construí. Pero ahora no hay remordimiento en mi, si es necesario sacar a ese zorro de mi camino, lo haré.

—Eres tan enferma Daehyun. Largo de aquí, y te lo advertí. Si le haces algo, te acercas o sigues a Jimin para hacerle daño, voy a matarte. ¿Has entendido?

La mujer limpio sus lágrimas de coraje de su rostro y sonrió antes de levantarse de la silla.

—Seria interesante que lo intentaras Yoongi, cielo. Pronto recibirás noticias mías. Adiós. —ella le lanzo un beso en el aire y después salió de la oficina.

Inmediatamente Yoongi hizo llamar a su guardia con su secretaria y este entro en la oficina tan pronto como ella lo localizó.

—¿Qué paso Yoongi, que necesitas?

—Hyung Sik quiero que vigilen bien a esa mujer, síganla a todos lados y envíame reportes. Doblega la seguridad con Jimin.

—Como digas Yoongi.

El jefe de su seguridad salió también de la oficina para cumplir con todo lo que le ordenaron y Yoongi se dejo caer en su asiento. Estaba enojado, molesto, frustrado. Por esas cosas siempre quiso mantener esa distancia con Jimin, aunque por dentro moría por acercarse más. Sabía que Jimin a su lado podría correr muchos peligros.

Pero ahora era demasiado tarde para retractarse, amaba profundamente a su zorrito y pensar en una vida sin él era como pensar en desvivirse.

Jamás se sintió tan enojado. Él como heredero Min nunca quiso esa vida, la mafia no era lo suyo pero no pidió nacer en ese mundo. Siempre quiso alejarse y hacer su vida de otro modo y ahora ese anhelo lo llamaba más y más. No quería una vida con peligros para Jimin. Quería una bonita casa grande, con piscina y mucho espacio para ver corretear y jugar a sus cachorros. Quería una vida tranquila. Por eso se esforzaba tanto en hacer crecer sus propios negocios. La construcción de su complejo club de golf estaba viento en popa, y acababa de comprar una franquicia de una cadena grande de restaurantes.

Él solo quería dejar su puesto en la mafia pero estaba seguro que su abuelo y su padre pondrían el grito en el cielo. No estarán dispuestos soltar el premio grande y aceptar que su primo Hoshi se quedara con el liderazgo. No le correspondía a Hoseok por ser menor lo cual sería lo ideal para los Min que querían perder su legado. Pero el puesto solo se heredaba de primogénito a primogénito y por derecho si Yoongi se retiraba Hoshi quedaría en su lugar.

Hoshi no tenía el apellido Min por ser hijo de la hermana de su padre. Así que su abuelo jamás lo permitiría Todo era tan estúpido complejo a la vez.

Pero una vez sus negocios fuera de la mafia dieran sus frutos Yoongi se reuniría con Hoshi y le dejaría su puesto sin importar que su padre y abuelo lo odien por ello.

Con frustración aniveles extremos y con la cabeza punzándole molestamente arrojó todo lo que estaba sobre su escritorio, papeles y documentos cayeron desordenando todo el lugar.

—Oh cielos, ¿Un tornado pasó por aquí?

Mierda. Lo que le faltaba. Más vistas inesperadas.

—¿Qué rayos haces aquí Jackson?

—Solo es una visita amistosa entre viejos colegas amor, no te sientas así. Tu secretaria es una testaruda así que me colé —anunció sentándose en la silla donde minutos antes estaba sentada Daehyun, pero él colocó los pies sobre el escritorio de Yoongi.

—¿Qué quieres? —insistió. No tenía la intención de ser hospitalario con sus invitados no deseados ese día.

—Ayer llevamos un cargamento de armas hacia el distrito del Noreste, el que colinda con Jonwah –do y me pareció ver algo muy curioso.

—Ve al grano rápido que estoy teniendo una jaqueca —pidió llevándose sus dedos al puente de su nariz.

—Dime que me darás algo a cambio por la información —Sonrió Jackson.

—No, habla ya.

—No te diré nada entonces.

—Joder, dime ya que mierda fue lo que viste o te lanzo del edificio Wang, hoy precisamente no estoy de buen humor.

Jackson bajó sus pies del escritorio y se inclinó un poco más hacia adelante para que Yoongi pudiera escucharlo.

—Alguien está haciendo un tráfico ilegal. Tu clan y el mío llegamos a un acuerdo de no traficar con ellos para evitar problemas ¿y qué crees? Alguien rompió el trato.

—¿De qué mierda estas...

—¿No me digas que, vas a vender a tu zorrito, Min? Porque no soy estúpido, se lo que vi, vi tus furgones llenos de ellos, decenas de ellos, con cadenas y grilletes.

Yoongi sintió como su cuerpo comenzó a congelarse mientras tanto Jackson, le apunto con su dedo simulando un arma y luego disparando.

—Te atrape, Min. Si, lo hice —Se burlo.

Yoongi por supuesto, estaba lívido. Sus furgones de mercadería...

Tomó sus cosas y sacó casi a empujones a Jackson de su oficina mientras marcaba con su teléfono celular para reunir a Jungkook en la oficina de su padre.

—Recuerda que me debes algo Min, estoy dispuesto a aceptar todo de ti, cariño.

—Lárgate ya Wang.

El mencionado solamente le sonrió y después de guiñarle un ojo se perdió por uno de los elevadores.

—¿Qué pasó Yoongi?, tu llamada me tomó por sorpresa. ¿Qué estaba haciendo Jackson aquí?

—Tenemos un problema, uno muy grande, y si Jimin se entera, no se lo qué pueda llegar a pasar.

Jungkook siguió hasta la oficina de su padre a su primo y cuando entraron se quedaron parados sin decir media palabra.

Hoshi estaba ahí, su primo.

—Hola, primos —Habló otro pelinegro alto poniéndose, observando a Yoongi y a Jungkook. —Que bueno verlos. Acabo de regresar de la misión. Le daba el reporte a mi tío.

—¿Cómo estas primo, no fracasaste como la ultima vez? —se burló Jungkook del contrario con una socarrona sonrisa en sus labios.

Hoshi solamente sonrió tomando el vaso de licor que había estado bebiendo y lo llevó a sus labios. Ellos no se llevaban mal pero tampoco eran los mejores primos. Hoshi se encargaba de dirigir algunas misiones y trabajos especiales, y también a veces era un poco resentido. Creía que por no ser un Min, era menospreciado dentro de la organización.

Pero ese no era un problema, el verdadero problema lo tenía Yoongi en ese momento. Un problema que tenía que ver con el tráfico de híbridos y ahora que Jackson tenía información sobre eso lo sabían las demás organizaciones, a menos que le diera algo a cambio para cerrarle la boca. 

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Hola mandarinas, un saludo para todas.