🐱Chapter eleven
Yoongi negó rápidamente espantando cada pensamiento inadecuado para con Jimin. Era su prácticamente hijastro y no podía permitir eso tipo de cosas.
Así que se acercó a Jimin y lo tomó por la cintura, sin querer su entrepierna pegó con el trasero del zorro así que tuvo que alejarse más pero aún así logró bajarlo de la mesa.
—No juegues así niño —Reprendió.
—¡No soy un niño Daddy! —Se quejó Jimin cruzando sus brazos enfadado porque el mayor no se había inmutado si quiera cuando le sugirió sexo sobre la mesa de billar.
—Has dicho que eres virgen ¿Cómo se te ocurren estas cosas? Niño pervertido.
Jimin ahora rodó sus ojos.
—Maigat Yoongi, existe el internet señor viejito de los años 50.
Yoongi en cambio había tomado un taco de madera y se dispuso a golpear las bolas de billar mandado varias a los agujeros.
Jimin rodó sus ojos al ser ignorado y fue por un taco también, acto seguido golpeó la bola blanca y logró llevar también varias bolas a los agujeros.
—Haremos algo, si me ganas un juego te mostrare mi lugar favorito del penthouse —Yoongi le miró alzando ambas cejas.
—Que sea tu cama —Sonrió el zorrito con coquetería.
Yoongi solo negó y comenzó a preparar las bolas en el centro y después de decidir que bolas les tocaba a cada uno comenzaron a jugar.
El ambiente se tornó bastante ameno y Yoongi iba ganando. Jimin debía meter las bolas altas y Yoongi las bajas y el juego iba parejo.
Pero para Yoongi era difícil concentrarse, cada vez que Jimin debía jugar éste se colocaba de maneras muy sugestivas sobre la mesa. Yoongi debía apartar la mirada cada vez que Jimin se inclinaba.
¿A caso no se rendía nunca? Pensó Yoongi.
El momento se convirtió el algo sumamente divertido, hasta había comenzado a sonar música y del refrigerador que estaba en el rincón Yoon sacó dos botellas de cerveza.
Jimin no se había divertido tanto jugando billar con alguien. No era lo mismo a cuando iba con sus amigos pero estar con Yoongi era diferente, se sentía más familiar incluso.
Al final Jimin fue quien ganó cuando logró meter la bola 8 y comenzó a saltar y a molestar al mayor.
Yoongi se dejó caer al sofá de gamuza negro que había a un lado sonriendo divertido. Él también la estaba pasando muy bien.
—¿Y juegas aquí solo Daddy? —Preguntó Jimin paseando al rededor del lugar, era enorme. Claro si el piso 15 era completamente de Yoongi podía caber hasta un gimnasio olímpico ahí.
Habían más juegos, un futbolito, una mesa de pingpong y una de tenis de mesa e incluso una pequeña cancha de baloncesto con piso de madera oscura.
—Sólo mis hermanos Jihoon y Hobi a y también Jungkook y a veces mi mejor amigo pero él casi nunca está en el país.
Jimin corrió a la cancha de baloncesto y tomó el balón, lo dribló lo jugo pero a la hora de hacer el lanzamiento no logró encestar.
—Aish odio —Refunfuñó.
Yoongi se acercó a él sonriendo y fue por el balón.
—Cuando lances el balón solo debes darle más movimiento a tu muñeca, en ángulo hacia abajo, es fácil. Así. —Yoongi volvió a colocarse detrás de él y puso una de sus manos en la cintura del zorrito y le ayudó a colocar bien el balón con la otra mano.
La fragancia de frutos silvestres de Jimin olía bastante bien, le hizo salivar un poco y eso le puso nervioso sin embargo esperába que Jimin no lo notase, pero los ojos celestes curiosos del zorrito le veían en todo momento.
—Estoy listo Daddy —Habló muy bajito, a penas audible para Yoongi con la voz bastante dulce.
El mayor parpadeó saliendo del trance en el que caía de a poco.
—S-si... hazlo así, despacio Minnie —Respondió con voz ronca.
Después de indicarle como, Jimin lanzó el balón y logró encestar limpiamente. Pero Yoongi dejó sus manos al rededor de su cintura.
—Ya me puedes soltar Daddy. —Repuso Jimin.
El mayor retiró la mano de la cintura de Jimin como si el tacto quemara. Jimin solamente sonrió por ello divertido porque sabía que lograba confundir al mayor.
—Has ganado el juego de billar así que te dije que te mostraría mi lugar favorito.
—Tu cama —Repuso.
Jimin dio un par de saltitos que a Yoongi le parecieron demasiado adorables.
—Nadie dijo que mi cama.
—Rayos —Susurró Jimin.
Salieron de la habitación de juegos de Yoongi y se dirigieron a una sección lateral.
Había una pequeña escalinata de madera que daba acceso hasta la azotea del edificio y en cuanto subieron a Jimin se le iluminaron los ojos.
Era un bello y muy cuidado jardín bastante grande para ser de azotea, verde y flores por todos lados, árboles de cerezo incluso un jacuzzi, mucho césped y hasta una pequeña laguna artificial. ¿Se podía hacer eso?
Era el paraíso.
De pronto su animal interior quería salir y jugar por todo el lugar, eran sus lugares favoritos y Yoongi tenía uno en casa. ¿Cómo iba a desaprovechar el lugar?
—Es tan bonito Daddy. Es como en mi casa pero más sofisticado y elegante.
Era lo que más le gustaba a Yoongi de su penthouse, ese espacio solo para él alejado del mundo y de las personas molestas, amaba su jardín, era como su espacio sagrado.
Vio como Jimin se sacaba su chaqueta y su bolso de correa y los dejaba sobre uno de los sillones de exterior y tomaba una bata.
El zorrito comenzó a desprenderse de su ropa y Yoongi desvío la mirada hacia otro lado, porque no quería ser tan mezquino y mirarle aunque por dentro lo deseaba, claro que si.
Se maldijo mucho por pensar eso, pero no podía evitarlo. Aún así eso no lo hacía sentir bien.
Cuando devolvió la mirada había un hermoso zorrito rojo sentado al frente olfateando al aire con su larga y bella cola meciéndose al compás del viento fresco y sus bigotitos temblaban de emoción. Movió las orejitas alerta cuando sintió que Yoongi se había acercado.
—Eres tan bonito —Reconoció Yoongi.
Porque así era, su pelaje suave y esponjado daban ganas de acariciar.
Jimin se sintió orgulloso de que el mayor halagara a su parte animal, aquella que a él también hacia sentir orgullo. Levantó una de sus patitas al aire y llevó su lengua a ella para limpiar su pelaje, lo cual estaba de más porque Jimin era un zorrito muy limpio.
Después de eso con la mirada pidió permiso.
—Ve —Respondió Yoongi.
Fue gracioso y bonito de ver para Yoongi al pequeño zorro rojo saltar agilmente hacia el jardín y perderse de vista, y después aparecer por otro lado saltando y persiguiendo mariposas que invadían el bello lugar.
Yoongi sabía reconocer que Jimin era muy bonito, podía ser muy insistente y a veces muy intenso pero tenía algo, era como una energía extraña que iluminaba todo a su alrededor incluso a él, algo que le hacía falta a él lo tenía con Jimin cerca.
Eso hasta su Maine Coon lo sabía porque hizo algo que jamás hacía, comenzó a ronronear con insistencia por la necesidad de salir corriendo detrás del zorro.
Eso era algo que Yoongi jamas hacía eran pocas las veces que permitía a su gato interior fluir, pero esta vez hasta él sabía que lo necesitaba.
El ronroneo constante en su pecho atrajo la atención del curioso zorrito quien lo había escuchado de lejos entre los árboles del jardín, era un ronroneo ronco como la voz de Yoongi cuando hablaba bajo y le hizo ir hacia él.
Con asombro en sus ojitos observó de lejos como la alta y apuesta figura de Yoongi se transformó en un enorme gato de pelaje café con negro era abundante y esponjoso, los ojos verdes eran ahora de un ámbar brillante que lo veían a lo lejos expectante.
El zorrito ladeo su cabeza con curiosidad pero el Maine Coon no se movió de su lugar quizá quería esprara a ver que hacía el zorro.
Pero era totalmente absurdo porque el lugar era su territorio, él vivía ahí aún así estaba esperando una invitación o un permiso del pequeño zorro rojo para poder acercase a él y adentrarse al jardín. Y fue precisamente el zorrito quien con su caminar elegante se acercó hasta el gran gato y pegó su negra y fría naricita en su pecho porque el gato era muy grande que a penas lo alcanzaba.
Olfateo ahí un poco el aroma a madreselva del gato y después le invitó a seguirlo.
"Vamos Hyung"
De un salto el zorrito volvió a desaparecer entre el jardín y el Maine le siguió con su andar lento y agraciado internandose en el "bosque" porque ya en ese tamaño para ellos todo eso era un enorme bosque.
El zorrito comenzó a saltar frente al gato provocandolo para que lo persiguiera y aunque Yoongi quisiera negarse no podía, su parte felina deseaba más que nunca salir corriendo detrás del zorrito y en cuestión de segundos eso hizo.
Lo persiguió con rapidez por el basto jardín pero Jimin era muy ágil y saltaba de un lado para el otro fuera del alcance de Yoongi.
"Vamos Hyung eres tan lento"
El Maine soltó un maullido largo avisando a su presa que estaba cerca, se sentó en sus patas traseras observando los arbustos con detenimiento, olfateando en el aire al zorrito.
De un momento a otro la bola rojiza saltó sobre el gato empujando con sus patitas delanteras sobre la nuca del felino y saltando lejos para ir entre los cerezos. El Maine hizo lo mismo salió volando detrás de él y el zorrito vio como casi era alcanzado por el felino.
Para Jimin, Yoongi en su forma animal era enorme, era como un tigre persiguiendo una gacela. Estaba tan cerca, su pequeño corazón de zorro comenzó a latir de prisa cuando sintió las pisadas del felino justo detrás de él. En un movimiento repentino el zorro dobló hacia un lado perdiéndose de vista y se metió entre unos árboles de melocotón que habían ahí y en medio de unos arbustos, se escondió lo más que pudo metiendo su colita debajo de sus patas y casi haciéndose una bolita peluda y rojiza.
Su corazón no paraba de latir, era similar a cuando jugaba con su papá a perseguirse por el jardín de su casa pero esta vez era diferente, había un depredador cazandolo, sus bigotitos temblaban de expectación y emoción.
No oyó nada, olfateo el aire pero tampoco había olor a madreselva, salió poco a poco de su escondite y comenzó a caminar lento por el jardín, casi llegando a la orilla de la alguna artificial, pero se había equivocado.
De un momento a otro una enorme fuerza logró derribarlo, era el Maine Coon quien había estado agazapado esperando a su presa salir de su escondite. Cuando lo vio no dudó en saltar sobre él.
El zorrito cayó de espaldas y sobre él con sus ojos dilatados estaba el felino ronroneando con fuerza con ambas patas peludas sobre el pecho del zorro impidiendo que se soltara de su agarre.
"Eres un tramposo Hyung" se quejaba el zorro.
El gato se dejó caer sobre él con todo su peso pero teniendo el cuidado de no aplastar a la pequeña masa rojiza debajo de él.
"¿Quién era el lento Minnie?"
El zorrito hizo una serie de ruidos graciosos con su trompita al parecer estaba molesto.
Se pasaron así por largo rato, el zorrito debajo del gran felino, meneando su cola mirando a la nada solo disfrutando la paz y tranquilidad del lugar y el Maine Coon perseguia perezosamente con su pata aquella colita que se movía de un lado al otro.
Tiempo después el Maine Coon aflojó las garras del zorrito y éste se soltó, ya estando libre se acercó a la laguna, habían peces ahí y él quería atraparlos a todos.
Feliz saltó al agua ante la mirada del felino quien deleitaba su vista ante el grácil y lindo zorro que nadaba persiguiendo peces.
Se quedó ahí echado en el césped a la orilla de la laguna mirando la escena hasta que sus ojos comenzaron a dilatarse otra vez porque al ocurrente zorrito se le había dado la idea de transformarse en humano de nuevo. Estaba de espalda hacia él con todo su cuerpo desnudo, el agua escurría a través de su tersa y blanca piel cremosa y su cabello rojo y mojado se veía simplemente maravilloso y Yoongi estaba seguro que si el agua estuviera más baja podría también apreciar su trasero al aire.
El rostro de Jimin volteó lento hacia el Maine Coon y le sonrió.
Con lentitud y parsimonia el Maine Coon se levantó de su cómodo lugar y después de dar una última mirada al humano híbrido en el agua se dio vuelta para volver hasta el inicio del jardín, donde estaba el jacuzzi y su ropa sobre los sillones.
Logró transformarse de nuevo en humano y se colocó su ropa.
No podía entender que le pasaba porque Jimin no le era indiferente, pero sabía que cometía un error porque estaba comprometido. Estar cerca de Jimin era como una bomba de tiempo y tenía miedo que explotara y se llevara toda su cordura.
Se sentó en los sillones de exterior a esperar pacientemente al zorrito y cuando apareció en su forma animal se levantó.
—Estaré abajo Minnie, aún debemos hablar.
Dicho esto se bajó de la azotea hasta llegar directamente a su cocina donde se dispuso a preparar dos cafés helados.
Correr detrás de zorrito le había dado calor y sed, hacia tiempo que no realizaba una actividad así y eso que era lo que más le gustaba, correr libre por su jardín cuando no tenía nada que hacer o simplemente estaba muy estresado pero últimamente tenía demasiado encima que no había tenido la oportunidad además no tenía un incentivo y cuando el zorro apareció solo quería correr tras él.
Fue muy gratificante para él haber hecho eso, por un momento ver a Jimin como su presa y él con el poder de dominarlo fue increíble pero no se lo contaría a nadie.
Al rato ya Jimin volvía hacia él con su ropa puesta y su cabello mojado, se sentó al lado de Yoongi y tomó el vaso de cristal con café que Yoongi le entregaba.
—¿Qué es lo que quieres hablar Daddy? —Preguntó curioso.
Bebió el café y no pudo evitar exclamar un "Mmm" por lo delicioso que estaba la bebida.
—Quiero disculparme sinceramente por el incidente de esta mañana, fui un tonto al suponer cosas que no son, no tenía idea de que te estaba lastimando lo siento.
La voz de Yoongi realmente sonaba suave dejándole saber a Jimin que de verdad estaba arrepentido. Dejó su vaso en la mesa y miró a Yoongi a los ojos.
-Realmente me duele cuando me comparan con ella Yoongi, no soy como ella y jamás lo seré porque yo no abandonaría a mis seres queridos, tampoco abandonaría a mis cachorros si un día llego a tener, soy leal y a veces hasta demasiado por eso papá me cuida mucho, y me avergüenza el hecho de que alguien sepa quien es Daehyun en mi vida.
Yoongi no sabía que decir en ese momento, esperaba todo menos eso. Esperaba oír un "Ah mamá y yo simplemente no pensamos igual" "no congeniamos" pero jamás que odiaba el hecho de ser comparado con ella.
—¿Te abandonó Minnie? —Se animó a preguntar.
—El día de mi cumpleaños 8. Y jamás le perdoné el hecho de que papá lloraba todas las noches escondido en la habitación. Papá es lo único que tengo y lo amo y no deseo que jamás nadie le haga daño. Así que Daddy te disculpo, tú no sabias y Daehyun seguro te dijo mentiras, ella es así. Como sea.
Los ojitos de Jimin recorrieron la cocina del penthouse, elegante y sofisticada como Yoongi. Sonrió cuando vio los números que marcaban en el microhondas.
5:55
—Hora especial Daddy. Dame un beso.
Yoongi fue tomado por sorpresa porque no entendía nada. Jimin señaló la hora en el reloj del alectrodoméstico.
—5:55 hora de los besos.
Pero él no iba a besar a Jimin así que el zorrito fue a por ello. Cuando Yoongi volteó de nuevo su rostro los labios del zorro estaban sobre los suyos, fue rápido, audaz y corto pero con eso logró que su corazón se acelerara a mil.
—Jimin —Se quejó, pero realmente no era una queja—. ¿No vas a rendirte jamás?
Jimin sonrió satisfecho y negó.
—Never Daddy —Acabó su café y se acomodó el cabello detrás de sus orejas—. Me gustaría jugar al baloncesto Daddy ¿Me muestras una vez más?
Yoongi sonrió y se levantó para seguir a Jimin olvidando por completo que su prometida lo esperaba desde las 5 de la tarde en el aeropuerto.
🐱🦊
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Hola mandarinas, ¿Cómo ven la química de estos dos? ¿Les gusta?
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