Nacimiento

Seis meses pasaron desde que me entere de mi noticia, Mustafá estuvo a mi lado en todo momento y no me dejo sola en ningún momento, él estaba especialmente entusiasmado al ver mi vientre cada vez más grande.

A los dos nos entusiasmaba la idea de tener un hijo, una mezcla perfecta entre ambos, aunque claramente no todo era felicidad, teníamos que disimular mucho y sobre todo delante de las víboras, delante de Mihrimah, Afife y Amatia, o bueno, Mahpeyker, daba exactamente igual, ya que ellas sabían todo acercar de la mío con Mustafá, ellas eran como mis hermanas.

Por otro lado estaba Efsun, la cuál me resultaba insoportable, si antes no me caía, ahora me caía menos, su embarazo la había tornado caprichosa, engreída y se creía una Sultana, sin dar a luz todavía.

Inclusive una vez llego a gritarme, y le reclamo a Mustafá que pasaba mucho tiempo conmigo y no con su familia, es decir ello.

Si ella supiera que Mustafá estaba pasando tiempo con su familia también, quizás se mantendría al margen.

En esos seis meses, Efsun dio a luz, a una niña, una niña que se parecía bastante a su padre, tuve la oportunidad de cargarla, y me encariñe con ella, su nombre fue: "Nergissah."

Esa niña seria el tesoro de su padre y el corazón del mismo, era bien sabido que Mustafá amaba a Nergissah, lastima el final que tuvo ella tras la muerte de su padre.

──¿Cómo se sientes?──Pregunto Mahpeyker.──¿Necesita algo?

──Estoy bien, ¿Y tú?──Pregunte mirando su vientre de apenas cuatro meses.

──Lo estoy, Mehmed esta demasiado emocionado con el embarazo.──Una sonrisa se coló en sus labios.

──Él siempre deseo ser padre, tú has cumplido su deseo, es normal que este emocionado.

──Lo sé Sultana, y créame que no miento al decirle que me hace feliz ser la madre de su hijo o hija.

──¿Qué crees que sea?──Pregunte mientras me atreví a poner una mano sobre su vientre.

──Una niña.──Eso me sorprendió, por lo que la mire a los ojos, ¿Por que una niña?──Se que si tengo una niña muy probablemente terminare olvidada y enterrada en estas paredes, pero, deseo con toda mi alma darle a luz a una niña, quiero una preciosa niña que se parezca a su padre.

──Que noble...──Murmure bajito.──Mehmed no te merece, casémonos.

──¿Ya va a empezar de nuevo Sultana?──Rio ella.──Ya nos miran raro en el palacio por ese tipo de bromitas.

──Es verdad, ya la tía Mahidevran me regaño por andar jugando así contigo y Afife.

Reímos un rato, de pronto, un dolor agudo me hizo soltar un quejido, asustando a Mahpeyker, la cuál corrió en busca de la partera, dolía, dolía muchísimo.

Al poco tiempo vi a la Sultana Mahidevran y a la doctora en frente de mi, me acostaron en la cama y comencé con mi tarea, esto dolía, sentía que morirá cada vez que pujaba, mis gritos no tardaron en aparecer.

Escuchaba a la Sultana Mahidevran darme palabras de aliento y que todo saldría bien, no se cuanto rato estuve en esta dolorosa situación, pero pude oír que la partera me decía que había dado a luz a un niño sano, luego de eso, me desmaye, alarmando a mi madre.


──¡Es un príncipe!──Grito Hurrem emocionada a Mustafá.──Tú hermana nos ha dado un príncipe.

──Que Allah les de una larga vida a ambos.──Sonrió Mustafá, antes de salir de la habitación con Hurrem y dirigirse a la mía.

Ambos entraron con una sonrisa emocionada, y como Suleiman no estaba, Mustafá podía nombre a mi hijo, nuestro hijo.

Mi corazón se alegro al ver como lo cargaba, lo cargaba con sumo cuidado y sin desaparecer la sonrisa en su cara, beso su frente.

──Kerem, tu nombre es Kerem.──Nombro mirándolo fijamente.──Mi pequeño leoncito.──Susurro.

──Nuestro.

──Nuestro.──Me miro con una sonrisa.

Sabia que él deseaba abrazarme y besarme, decirme que estaba agradecido por haberle dado a este hermoso niño, pero por los presentes no pudimos, no pudimos darle rienda suelta a nuestro deseo.

──Como podrás ver, ahora tengo dos príncipes que cuidar.──Mahidevran miro a Hurrem con una sonrisa.

──Ahora es una abuelita.──Rio la pelirroja.──Ya estas vieja.

──Hurrem, tu también eres una abuela.

──¿Que? ¡No!

──Claro que lo eres, eres mamá de Mehtap también.

──Soy joven para ser abuela.──Dijo mientras salía de la habitación.

Mahidevran, Mustafa y yo nos reímos, este era uno de los momentos que guardaría con recelo toda mi vida.



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