──¡Mehtap!──Grito Mihrimah con emoción.──¡Tan hermosa!
──¡Mi Sol y Mi Luna!──Grité con emoción.──¿Cómo estás?
──Bien, me alegro de verte.──Reímos ambas.──¿Quieres cenar conmigo, Kösem y Nurbanu?
──Nurbanu...¿Afife es Nurbanu?
──Si así es.──Respondió ella con una sonrisa.──¿Vienes?
──Claro, me muero por verlas.
Caminamos unos pasos más y entramos a una habitación donde estaban las otras dos.
──¡Mehtap!──Gritaron ambas al unísono y se abalanzaron sobre mi en un abrazo.
──Mis niñas.──Correspondí su abrazo.──Me hacían tanta falta.
──Y tú a nosotras.──Dijo Kösem con una sonrisa.──Tenemos tanto de que hablar.
Las cuatro nos sentamos en la mesa y comenzamos a intercambiar ideas.
Descubrí que Mihrimah estaba casada, no más que estaba peleada con Iván y había decidido venir a vivir con nosotros en modo de castigo.
Luego estaba Nurbanu, a la cuál le metí un zape como me pidió si se enamoraba de Selim, ella amaba con locura a Selim, estaba muy enamorada, ella era la madre de: Sah, Gevherhan y Esmehan.
Tres hermosas Sultanas, luego estaba mi pequeña (Favorita) Amatia, o bueno ahora Kösem, ella seguía amando a Mehmed, y era la madre de la mayoría de sus hijos, Era madre de: Rafat, Hande, Onur y Kasim, ella estaba esperando a otro príncipe o Sultana.
──Por cierto.──Hice una pequeña pausa.──Huricihan...
──Es una zorra.──Mihrimah, Kosem y yo miramos a Nurbanu con sorpresa.──La odio, es insoportable.
──¿Y eso?
──Siempre que puede hace comentarios horribles de mis hijas, son solo niñas.
──Es hija de Hatice, no podemos esperar nada.
──Entonces...¿Ustedes son hermanas?──Pregunto Kosem.──Tú también eres hija de Ibrahim y Hatice.
──Bueno, por sangre somos hermanas, por crianza somos dos extrañas.──Explique.──Nunca hemos convivido, y ahora menos lo vamos hacer, ella ama a Hatice y es capaz de hacer lo que sea por ella, así como yo soy capaz de hacer lo que sea por Mahidevran y Hurrem.
──Bueno, es entendible, no se criaron juntas.
Luego de eso las tres nos pusimos a conversa de banalidades mientras comíamos, reíamos y hacíamos bromas entre nosotras, nunca me había sentido tan acompañada y feliz, me gustaba sentirme así.
Y por un momento mi mente pensó en una canción de Alan Walker, la que dice: "Y Si esta noche no es por siempre, al menos se que no estoy sola."
Quien diría que esa seria la última cena donde estaríamos las cuatro juntas, esto solo era la calma ante la tormenta que se desataría en los próximos días.
Aslan.
¿En que maldito momento Mehtap planeo todo esto? ¿Quién se creía para derrocarme del trono Húngaro?, ¿Quién era ella para alejarme de mi hijo?
Y no solo eso, esa maldita mujer se atrevió a enviarme al sucio imperio de los Safavidas, donde era tratado peor que escoria, se supone que esa mujer estaba bajo mi dominio, ¿En que momento dejo de ser una pequeña oveja asustada?
──Aslan.──La voz de esa mujer me saco de mis pensamientos.
──¿Raziye?──Pregunte asombrado al verla.──¿Qué haces aquí?
──Vengo a verte, es evidente.──Los dos sonreímos.──Se supone que debería estar en Alemania ahora, pero aquí estoy.
──¿Cómo lograste venir?
──Podrán decirme traidora, pero estuve intercambiando cartas con la hija del Sultán Safavida, podría decir que somos amigas.
──¿Alguien más sabe de esto?
──Bueno, Ayse Hafsa, Hatice, Mükerrem y Huricihan, ellas me ayudaron con la mentira.
──Entonces, tienen un plan.
──Así es.──Raziye me sonrió.──¿Qué tal acabar con el imperio otomano?
──¿Como?──La idea me gustaba, y si se presentaba la oportunidad de acabar con los otomanos, yo no la iba a desaprovechar.
──Queremos que tu vuelvas a ser rey de Hungría, de esta manera podremos colocar a mi hermano en el trono Otomano.
──Seria bueno aliarnos con los Safavidas, ellos odian más que nadie a los Otomanos.
──Lo sabemos, es más, voy a sacarte de aquí, el Sah solo aceptara hablar conmigo si tu estas presente.
──Bien.
Una vez Raziye me saco del calabozo, salimos a encontrarnos con el monarca del imperio Safavida, empezamos con la conversación y logramos llegar a un acuerdo, ya que no solo seriamos nosotros, si no, también tendremos a Alemania de aliada.
El acepto, su mayor sueño era tener al Imperio Otomano bajo su mando y con nuestra ayuda íbamos a hacerlo realidad.
Comenzamos a redactar el documento con la declaración de guerra, la sorpresa que se llevaría esos barbaros al ver que tres reinos vamos a luchar contra ellos.
Oh pequeña Mehtap, fuiste tan tonta al dejarme vivo.
Ahora si esta historia se va a la mrda, los quiero, recuerden eso.
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