Extra| Antes de Mehtap Sultan.

──Nos vamos a matar.──Rio Adelaida mientras Tsetsiliya manejaba la moto a toda velocidad.

Vale la diferencia de edad entre ambas era significativa, Tsetsiliya era unos cuatro años mayor que Adelaida, mientras que esta tenía 12 años, Tsetsiliya tenía 16.

Pero esa diferencia no hacía menos su amistad, una amistad que había comenzado cuando Testsiliya defendió de un ataque de bullying a Adelaida.

Y desde ahí era inseparables, casi siempre estaban juntas, solo se separaban cuando Adelaida tenía que ir a su casa.

──Nadie aquí se va a morir.──Aseguro Testsiliya.──Vamos despacio Cata.

──¿Que clase de despacio es esto Yesi?

Vale, ninguna de las dos se llamaba "Catalina." y "Yesica.", los apodos habían surgidos por una novela colombiana que estaba bastante de moda, el titulo de la novela era: "Sin senos no hay paraíso."

Y aunque habían visto hasta el último capítulo, y sabían a la perfección como acaba la amistad de Catalina y Yesica, decidieron conservar los apodos, de igual modo ambas prometieron nunca terminar como esas dos.

──¿Vamos a ver la novela?──Pregunto Adelaida bajandose de la moto.

──Sisisisi, ya va a aparecer mi bellisima Nurbanu, no podemos dejar de verla asi como asi.──Tetsiliya acomodo la moto en la cochera de su casa.──Lleva las bolsas adentro y prende el televisor, yo ahora entro.

La menor hizo lo que la mayor indicó, mientras la esperaba ya sentada en el sofá y con los snacks listos.

Tetsiliya miraba los resultados del test neurológico que le habían hecho a Adelaida la semana pasada en el colegio, el resultado asusto un poco a Tetsiliya pero no dejo que el miedo la inhundara.

Adelaida Cervantes, era la hija de unos padres que estaban más pendientes de su otros dos hijos, ya que una tenía transtorno de autismo y él otro era demasiado enfermizo.

Por lo que nadie se hacía cargo de Adelaida, y todos disminuían sus problemas, ya que nada era más importante que el autismo y las enfermedades de los otros dos.

Miró un rato el documento para ver si podia hacer algo con eso, pero no se le ocurrio nada, después de todo, ¿Quién le daría los medicamentos a una menor de edad?

Y como a Tetsiliya se le ocurriese contarle a su madre sobre la esquizofrénia y Ensoñacion excesiva de Adelaida, lo más probable es que no dejaran que la pequeña se juntase con ella de nuevo.

Y era algo que Tetsiliya no iba a permitir, sería para que Adelaida se colgará de un puente, además le había tomado cariño a la menor.

Guardo el papel en su bolsa y camino hasta la farmacia, podía hacerse pasar por alguien mayor de edad, siempre y cuando no le pidiesen el DNI.

──Número de DNI.──Pidio la cajera a Tetsiliya una vez le dio los medicamentos que se necesitaban para controlar esas enfermedades.

"Maldita sea." Pensó Tetsiliya en algo mientras que la cajera la miraba con impaciencia, y justo cuando la mujer iba a echarla, un hombre alto y de cabellos castaños dicto su número de DNI.

──Lo siento mucho.──Se disculpo él.──Mi hermana salió a comprar los medicamentos de un paciente, me ayuda en el trabajo.

Tsetsiliya simplemente asintio a todo lo que decia Gabriel, o bueno, al menos el dijo que ese era su nombre, y una vez hubo terminado esta situación salió de la farmacia con las pastillas.

──¿A donde vas?──Pregunto Gabriel.

──A mi casa, muchas gracias por su ayuda.──Respondio sin más la joven.

Cuando Tsetsiliya llego a su casa le indicó a Adelaida que tenía que tomar estas pastillas una vez al día y que no podia olvidarse de tomarlas.

Adelaida con su característica sonrisa asintió.

Vaya muchachas inocentes, a ninguna se les ocurrio que él hombre las miraba por la ventana, era el mismo que se mostro tan servicial al menos hace nos segundos.

Ese hombre sería el encargado de hacer vivir un infierno a las dos mujeres, y todo por su extraña obsesión con las niñas menores de 16.

Adelaida sería su nueva víctima.


Por supuesto que Gabriel no se molesto en disimular que miraba con otras intenciones a la niña, y gracias a Tsetsiliya sabía que la que sufria los transtornos era la niña.

Pero él mismo sabía que mientras la joven de dieciséis años siguiese respirando, no permitiría que nadie se acercase a la menor y eso a el no le convenia en lo más mínimo.

Instantes antes de todo lo que pensaba hacer, fue hasta la casa de los padres de Adelaida y les comento los transtornos que tenía la menor, se hizo pasar por un psicólogo de la escuela.

La sorpresa que se llevo cuando ninguno de sus padres quiso escuchar algo relacionado a su hija fue grande, pero de igual forma logró conversar con ellos.

Los dos mayores dijeron que no querían otro problema en la casa, ya tenían suficiente con sus otros dos hijos, no necesitaban a una tercera falla.

Por lo que fue muy fácil convenserlos de llevar a Adelaida al hospital psiquiátrico, y que la internaran allí de por vida.

La primera fase estaba lista, la segunda, era la más importante.

El "accidente" del ocho de septiempre del año 2022, en el cuál una joven de dieciséis años fue abusada sexualmente y su cuerpo fue encontrado en una maleta en un bosque de la ciudad.

El cuerpo le correspondia a Tetsiliya Lombardí.

Aquél "accidente" fue planeado por Gabriel, incluso fue uno de los que abusaron de la menor.

Aquel incidente no hizo más que terminar de joder la salud mental de Adelaida, por lo que ni siquiera puso oposición a que se la llevaran a un hospital psiquiátrico, su cerebro y cuerpo estaban en shock.

Ella había perdido a su mejor amiga y su único pilar que sostenía su estabilidad mental, pero aún en shock logro gritar para que sus padres no permitieran que se la llevasen.

Ninguno de los dos hizo caso alguno a los gritos de la pequeña.

Él único que estaba feliz por todo esto era Gabriel, al principio él fue el medico incargado de Adelaida, quién sea que haya decidido que el fuera, solo hizo que la enfermedad mental de ella empeorará.

(Ni siquiera me tomare la molestia de narrar todo lo que vivio, por que me eliminarian la cuenta de wattpad y no queremos eso)

Ahí la famosa frase:"Te hare vivir un infierno en vida." Se aplicó en toda situación, fue una tortura que vivió Adelaida, una tortura que fomento su ensoñacion excesiva y su deseo de sentirse protegida.

Dando pase a Mehtap Sultan, una sultana que podía renacer de las cenizas siempre, amada por todos.

Mehtap era todo lo que Adelaida deseaba ser, Mehtap era todo lo que Adelaida quería.

¿Que tengo en la cabeza para haber escrito esta historia tan cruel?

No lo se, pero el dolor en el pecho que siento no me lo quita nadie.

Ahora si, no volvemos a tocar este libro nunca más...

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