──¿¡Como se atrevió a casarse con ella?!──Exclamo la Valide mirando a las dos mujeres que estaban junto a ella.──Encima, la muy descarada me pidió que la felicitara.

──Violo una tradición de más de doscientos años, ¿Por que un Sultán en su sano juicio se casaría con una esclava?──Pregunto Hatice mirando a la nada.──Como odio a esa mujer.

──Ahora es la esposa del Sultán.──Mükerrem obtuvo la atención de las dos mujeres.──Es imposible que acabemos con ella.

──Aun tengo más poder que ella.──Dijo Ayse Hafsa.──Sigo siendo la máxima autoridad en el Harem y será así hasta el día que me muera.

──¿Y que es lo que piensa hacer, madre?──Pregunto Hatice.──Si queremos deshacernos de ella, necesitamos una mujer que le haga competencia, en cuanto belleza, inteligencia y porte.

──No solo necesitamos eso.──Ayse Hafsa miro a su hija.──Necesitamos más poder político, ya tenemos al gran visir del imperio de nuestro lado, pero Ibrahim no es que haga mucho en ningún aspecto.

──¡Madre!──Hatice grito intentando esconder su enojo.──¡No hables así de mi esposo!

──¿Acaso dije alguna mentira?──La Valide miro a su hija y camino hasta ella.──Bien, hay que admitirlo, es un gran militar, que ha ayudado a conquistar territorios, pero luego de eso no es que haga la gran cosa.

──Él es un excelente padre y esposo, me ama, me ama demasiado y es incapaz de mirar siquiera a otra mujer.──Justifico Hatice.

──Escúchame bien Hatice.──La madre del Sultán tomo el rostro de su hija.──Nada es para siempre, el amor es solo temporal, nunca sabes cuando se puede acabar o en que circunstancia, por eso no pongas todas tus esperanzas en un hombre, eres una Sultana y debes tener eso en cuenta todos los días de tu vida.

──Ibrahim seria incapaz de serme infiel madre, no puede ni siquiera mirar a otra mujer por que me divorciaría en ese mismo instante.──Hatice dejo caer algunas lagrimas.──Él nunca me haría algo así y a mis hijos tampoco.

──Espero que tengas razón y cumplas tus palabras.──La Valide beso la cabeza de su hija.──Espero que no te hayas equivocado al elegir a ese hombre como tu esposo.

Mükerrem se mantuvo en silencio mientras las dos sultanas hablaban, pensando en una manera en la que esa esclava rusa dejase de ganar poder, pero simplemente no había ninguna, aunque una pequeña idea surgió en su cabeza.

──Sultana, usted tiene dos hijas.──Mükerrem obtuvo la atención de las dos mujeres.

──¡Solo tengo una y es Huricihan!──Grito Hatice exaltada.

──No, tiene dos.──Mükerrem sonrió.──Y esa puede sernos de utilidad en un futuro.

Hatice y su madre intercambiaron una mirada para luego mirar a Mükerrem.

──¿Qué tienes en mente?──Inquirió Hatice con una sonrisa.

──Como bien sabe, Mehtap es todavía una niña, por lo cuál en estos momentos no nos es de utilidad en lo más mínimo, pero podemos esperar que cumpla 13 o 14.──La griega esbozo una leve sonrisa.──Y allí es donde la usaremos, después de todo, ya estará en la edad de casarse, es su hija, por ende, podemos hacer poder político con ella como base, podemos casarla cuantas veces queramos con hombres poderosos.

──Mükerrem, eres brillante.──Ayse Hafsa sonrió.

──Agradezco el halago, Valide.

Mehtap.

──¡Mustafá!──Grite exaltada al sentir que alguien tiraba de mi cabello.──Creo que ya estas lo suficientemente grande como para seguir jalándome del cabello.

Desde que mi madre se caso con El Sultán Suleiman habían pasado unos ocho años, casi no había cambiado nada el ambiente, la amistad de mis dos madres seguía intacta, el amor de Hurrem y Suleiman parecía hacerse más grande con cada año que pasaba, eran el matrimonio más lindo que había visto, mi relacion con mis hermanos era la "misma.", solo que Cihangir había llegado a nuestras vidas, e inmediatamente se volvió mi favorito de los hombres, Mihrimah seguía ganado ante Raziye, la cuál se me hacia muy insoportable.

Lo único que había cambiado en mi vida era mi relacion con Mustafá, hace poco mi manera de mirarlo había cambiado y no de la forma que yo quisiera.

En mi realidad original tenía un crush con Mustafá, se me hacia más lindo entre los príncipes y me encantaba como era en su forma de ser, históricamente también.

Al llegar a esta realidad, juraba que todo seria distinto, pues me había criado con él, éramos prácticamente hermanos, pero no, me era imposible dejar de verlo como alguien más y el hecho de que estuviera siempre cerca mío con la excusa de que debía cuidarme, no ayudaba mucho.

──Tu cabello sigue siendo mi cosa favorita en el mundo.──Mustafá volvió a tirar de el.

──¿Disculpa?──Pregunte sacando su mano de mi cabello.──Eso duele, animal.

──El único animal aquí, es Selim.

──No me lo trates así, Selim es un gran chico.──Le pellizque el brazo.──Tienes 17 ya compórtate.

──Tu tienes 13 y nada de que actúas como una señorita.

──Por que yo estoy chiquita.

──Claro y yo nací ayer.──Bromeo él mientras rodaba los ojos.

──Mustafá.

──¿Que?

──Hoy es 7 de agosto, literalmente, naciste ayer.──Dije cerrando mi libro para mirarlo directamente a los ojos.

──...Ya cállate.──Hablo él mientras se iba del lugar.──Por eso me caes mal.

──Yo se que me adoras.──Bromee para caminar detrás de él.──¿Me cargas?

──No.

──Aburrido.

Deje de caminar detrás de él para caminar a su lado, verdaderamente amaba molestarlo más que a nadie en el mundo.

──¿A donde vamos?──Pregunte.

──¿Vamos?──Pregunto mirándome.──Yo tengo que ir al consejo, como veras, tengo que acompañar a Kasim, ya que soy el segundo en la linea de sucesión al trono.

──¿Te puedo acompañar hasta allí?

──Si te digo que no igual iras, así que vamos.

Ambos caminamos por unos cuantos pasillos, hablábamos en el camino de temas sin importancia, por ejemplo, que comeríamos hoy y cosas así.

A diferencia de la novela, aquí Mükerrem si existía y sus dos hijos también, al parecer no habían muerto por una epidemia de peste, por lo que Mustafá era el segundo candidato al trono, luego de él seguía Mehmed, y así sucesivamente.

──¡Lo siento!──Pedí perdón a la persona con la que me había chocado, cuando estuvimos ya cerca del consejo.

──No se preocupe Sultana.──Hablo él hombre mirándome de pies a cabeza.

──¿Cómo sabe que soy una Sultana?

──No pareces una criada.

No dije más y mire a Mustafá, preguntándole con la mirada quién era este hombre, él pareció entender.

──Mehtap.──Llamo Suavemente Mustafá.──El es Aslan Paşa, o mejor conocido como el rey de Hungría.

──¿Tenemos relaciones con Hungría?──Pregunte confundida.──¿No es parte de nuestro imperio?

──Claro que no, Sultana.──Hablo Aslan con una leve sonrisa.──Hungría dejo de ser territorio de los Otomanos hace apenas tres años, formamos una alianza y yo asumí al trono.

Asentí y volví mi vista al Sehzade que estaba a mi lado, me despedí de él para volver a mis aposentos, tenía que ayudar a Mihrimah con algunas cosas, pero antes de irme, durante unos segundos observe al rey Húngaro.

Como odiaría a ese hombre por el resto de mis días.

Mis queridxs, a partir de aquí empieza todo el drama que va a acontecer en los siguientes capítulos.

Créanme que a partir del siguiente capítulo, si le tienen algun aprecio a Mehtap, dejenme decirles que me van a odiar por lo que voy a hacer y como su personalidad se va apagando de poco a poco.

Sin más que decir, no se olviden de votar y nos leemos en el siguiente capítulo.