Capítulo 04
Una vez el ex–capitán llego a su actual residencia, este ingreso un tanto apresurado a la habitación de huéspedes con una mujer pelirrosa inconsciente en brazos, dejando preocupado a su ayudante. Sin dudar tomo el bastón donde mantenía sellado su zampakuto, y dejo que tocara la punta de este, la frente de la pelirrosa. Ya que, en este se encontraba el símbolo de calavera, que expulsaba el espirito de su recipiente.
El alma de la pelirrosa cayó sobre el futón, a simple vista era visible el daño que recibió su alma al poseer un gigai defectuoso, algo que semejaba a fisuras profundas, nacían desde el centro del pecho extendiéndose por los hombros y cuello, su semblante debes en cuando mostraba signos de dolor. Urahara, tuvo que evitar hacer una expresión de desesperación, ya que, nada saldría bien si no mantenía fría la cabeza.
Rápidamente hizo todo lo posible para dar los primeros auxilios a la Haruno, el tiempo transcurría lentamente y apenas pudo detener esas inquietantes fisuras, pudo mantener estable el reiatsu con unos trucos poco consentidas para los Shinigamis.
Realmente, el cuerpo o alma de un Variante era distinto a los Shinigamis, en ese estado parecía ser una delicada muñeca de cerámica, literalmente. Ellos nombraron ese estado como, Edo Tensei...
El daño en sus almas provocaba un efecto conocido como "la reencarnación del mundo impuro". Según lo que recordaba había un jutsu prohibido, que podía hacer volver a la vida a los variantes caídos en batalla, por lo que, existía un miedo creciente entre los Shinigamis, de que eso llegase a ocurrir, provocando que los variantes que padecieran esta dolencia sean eliminados. Si no se trataba a tiempo este mal, podría llegar a matar al variante, o volverlos incontrolables, ya que, era la visualización del alma corrompida, a menos, que esté ligado a un conductor, lo que ocasionaría volverlo un títere vivo sin conciencia de sus acciones.
Suspiro pesadamente, mientras se ponía realizar una restauración de reiatsu, un proceso lento, no era un experto en el tema, pero agradecía haber pedido que la Haruno le enseñe como excusa para tenerla por más tiempo a su lado, cuando estos apenas se volvieron lo suficientemente cercanos en ese entonces. Al terminar, hizo lo mejor posible para mantener la calma, y no inquietarse con la débil respiración de Sakura.
Espero a que el tiempo muestre progreso en la recuperación de la pelirrosa, ya que, se mostraba estable. Por lo que, se llevó el gigai de Sakura para hacerle una revisión, o si no conseguía arreglarlo, al menos podía diseñarle uno nuevo.
La cubrió con una manta, y dejo que descansara. Se perdió en sus pensamientos recordando sus tiempos en la sociedad de almas. Con delicadeza acaricia la mejilla de la doncella durmiente, reconociendo que la niña que conoció en ese entonces había crecido primorosamente, es una mujer tan hermosa, exótica y única...
Pero rápidamente aparto su mano del rostro de la Haruno, con una expresión lastimera, al recordar que ella no se acercó a él, aun cuando podría haber perdido la vida. Esta vez, de verdad.
Se sentía resentido, porque, él no dudaría en ayudarla. Si ella hubiese venido a él desde el principio, no estaría en este estado tan delicado.
Desde la habitación que se encontraba, pudo escuchar el escándalo que se estaba formando en la entrada de su tienda, se levantó con algo de pereza de su cómodo sitio, para ver que ocurría.
Al salir, puedo ver como su ayudante entraba en pánico al tener a tres bellas jóvenes exigiéndole el acceso al lugar, mientras la más baja del grupo, una rubia de ojos rosas sostenía a una niña pelinegra, la cual lloraba asustada e inquieta.
No pudo evitar fruncir el entrecejo, al percatarse que la niña tenía una presión espiritual sorprendente y muy pura, para tratarse de una simple humana. Le recordó vagamente a la esencia del reiatsu de Sakura. Pero para que una niña haya nacido con ese poder, mínimo debió ser dada a luz en la sociedad de almas, para crecer y preservar, su esencia espiritual tan limpia y fresca. Con esa inconciencia por parte de la niña de su poder, llegaría a estar en problemas, si no se tomaba las precauciones necesarias...
Movió su abanico dándose una ligera brisa, para luego cerrarlo e cubrir sus labios. Sentía su curiosidad florecer.
Se acercó amigablemente hacia los invitados inesperados.
―Buenas Noches, ¿Qué les trae señoritas a mi tienda tan tarde? ―Pregunto con tranquilidad, dejando a las tres muchachas un tanto alertas...
Una pelirroja dio un paso adelante, mirándolo seriamente a los ojos.
―Sabemos que tiene a nuestra señora ahí adentro, le pedimos encarecidamente que nos deje llevarla a su hogar, para que pueda descansar a salvo... ―Hablo la mod, mostrándose preocupada por su señora quien de seguro estaba muy mal por haber sobre esforzado su gigai hasta llevar al límite actual de su alma. Además su joven señorita se mostraba angustiada, ya que se despertó de su siesta tan pronto sintió la explosión, en ese estado era peligroso dejarla en la casa.
Urahara la observo con un semblante igual de serio, para luego fijarse en la niña pelinegra la cual observaba expectante la conversación entre los mayores, con lágrimas cayendo de sus pozos negros. Y el hombre, se preguntó internamente, que tipo de relación tenían estas cuatro personas con la pelirrosa.
―Y si me negara a colaborar... ¿Cuál sería la respuesta?―pregunto con calma. Ya preparándose para cualquier cosa...
Pero no espero tener el filo de una kunai sobre el cuello. La joven la cual ignoro por el hecho de verse tímida y apartada de la discusión, lo tenía en la mira de una manera tan terrorífica mientras lo amenazaba con el arma, fue bastante rápida, dedujo que tampoco debía ser una humana.
―Dudo que la respuesta sea de su agrado...―murmuro Aoi, manteniendo un semblante intimidante, mientras sus impulsos asesinos trataban de poseer el control de la situación, mantuvo la calma ya que, no debía realizar una escena desagradable enfrente de su preciada señorita.
Desde atrás, la rubia cubrió a la niña para evitar que esta viese una escena tan fuerte, pero la pequeña sentía la tensión en el aire, y el miedo de no encontrar a su mamá, era suficiente como para tener que aguantar más problemas.
Solloza para luego abrazar por el cuello a Akira, y llorar nuevamente desconsoladamente, deseando encontrar a su mamá, esperando que esta esté bien.
No quería verla de nuevo sufriendo...
―Por favor Sarada-chan tenga paciencia, pronto estaremos con Sakura-sama. ―trato de consolar y tranquilizar la rubia un tanto nerviosa, y con las emociones a flor de piel.
Las cosas se estaban saliendo de control. Ninguna de las tres mod esperaba que su Señora provocara semejante explosión de poder en medio de la cuidad, solo debía significar que la Haruno había perdido el control de si, probablemente su alma, haya sufrido daños desde la primera recaída y ellas no lo notaron, debieron examinarla.
Con la pequeña Sarada aferrada a ella, Akira miro con los ojos cristalizados del coraje a Urahara. Y con toda la emoción del momento esta se expresó.
―Sakura-sama necesita ser revisada por una médica especializada en chakra y reiatsu. Soy una alma modificada, la cual fue rescatada por Sakura-sama, ella me dio la capacidad de dominar la sanación de dos tipos de energía por el bien de nuestra señorita Sarada. ¡Por favor, déjanos pasar, puedo ayudarla! ―Dijo Akira, con las manos temblorosas y una expresión de desesperación, ya que, sentía como la energía de su maestra iba descendiendo gradualmente.
El rubio miro a las tres mod con algo de vacilación, para luego dar su permiso y guiarlas a la habitación donde la pelirrosa se mantenía inconsciente.
―Trate de dar los primeros auxilios, pero creo que no será suficiente con la condición actual de su alma... ―Hablaba el hombre de sobrero raro, mientras abría la puerta corrediza dejando a la vista una bella pelirrosa durmiendo plácidamente en un futón.
Sarada, que en todo el trayecto, estaba siendo cargada en brazos por la rubia, quiso mantenerse tranquila, pero cuando vio a su madre, sitio como un balde de agua fría caía sobre ella.
Observo con total terror a su madre, sus ojos de apagaron y la desesperación se hizo visible en su pequeño rostro. El cuerpo de su madre, se encontraba fisurado como si cualquier movimiento en falso, esta se rompería. Se retorció en su lugar para ser bajada por Akira, ya que, por el shock no pudo articular palabras.
Una vez Akira la puso en el suelo, no dudo en acercarse a su madre, quien no era consciente de su presencia, estaba profundamente dormida, porque si fuera lo contrario, sería cálidamente recibida por un abrazo. Sus pequeñas piernas flaquearon al estar lo suficientemente cerca de la pelirrosa, las lágrimas brotaron rápidamente y cayeron al suelo, una tras otra.
― ¡Mamá! ¡Mamá!... Akira-san ¿Qué le sucede a mi mamá, porque se ve así, algo malo le pasa? ―entre lágrimas la pequeña niña preguntaba, pidiendo una respuesta.
Mientras las tres mod se acercaban para calmar a Sarada, ya que, esta fue capaz de ver a Sakura sin esta tener su gigai, por lo que, significaba que capacidad espiritual era alta, si no la calmaban podía llamar la atención de invitados no deseados.
Tener que atender a un hueco en estas circunstancias no sería grato.
―Tranquila Sarada-chan, Akira se encargara de curar a Sakura-sama, solo mantente tranquila todo se resolverá, ¿sí? ―hablo Chihiro de manera tranquila, con una sonrisa para provocar seguridad en la pequeña pelinegra.
El hombre rubio dio un paso atrás, su mirada era todo un poema que si Yoruichi estuviera ahí, ya se habría muerto de la risa, pues casi cae de espaldas por la sorpresa. Urahara, quien escucho todo desde su lugar, no pudo evitar mostrar su desconcierto. ¿Sakura había tenido una hija? ¿Con un humano?
No es posible que el padre sea un humano corriente, ya que, la niña tenía una esencia muy pura de reiatsu. Miro con desconcierto a la pelirrosa, tratando inútilmente de buscar respuestas de su parte, pero esta se encontraba dormida. Trato de darle respuestas a sus dudas, lo que ocasiona que su semblante rápidamente se convierta en preocupación.
Un gigai defectuoso como el de Sakura, no sería capaz de realizar un proceso de engendramiento, mejor dicho, ningún gigai podría realizar tal proceso. Por lo que, si tuvo una hija con una pureza espiritual tan llamativa, era posible que la Haruno recurriera a una manera peligrosa de engendrar a su hija por medio de la inserción del reiatsu por parte del padre, provocando que su vitalidad espiritual se vea perjudicada como consecuencia, porque, la niña nació tan bien gracias a la energía que absorbía de su madre, para desarrollar su energía espiritual. Esto debía ser considerado un milagro, ya que, Sarada ni siquiera necesitaría un gigai para hacerse pasar por humana.
Ahora, llegaba a comprender por qué la sociedad de almas estaba tan ansiosa por un niño nacido de Sakura...
Con solo mirar a esa niña, le daba un claro vistazo al futuro brillante que esa niña seria capaz de lograr con sus habilidades natas desarrollándose.
Retrocedía unos pasos, llegando a tocar la pared y deslizarse sobre esta, hasta tocar el suelo, sentándose con la mirada oscurecida, gracias a su sombrero. Si, entendió al fin, ese estado tan crítico de la Haruno.
Si no hubiese aparecido para llevarla, si no la hubiese tratado a tiempo con esos pobres primeros auxilios, sin dudas. Sakura, habría muerto...
El llanto de la niña no parecía querer parar, eso provoco que el Kisuke saliera de sus pensamientos. Urahara era consiente que la niña estaba aterrada por la probabilidad de perder a su madre, por lo que, con algo titubeo se acerca a la niña, quien se aferraba a las manos de Sakura esperando una reacción de esta.
Sarada al parecer noto la presencia del ex-capitán, que con el ceño fruncido ella dice.
― ¿Usted la lastimo de esta manera?... ―El rubio no se mostró sorprendido por tal acusación, pero dio una ligera negación para calmar las sospechas de la pequeña―. ¿Quién fue entonces, porque le hicieron esto a mi mamá? ―Sarada empezó a murmurar mientras miraba fijamente el rostro durmiente de la Haruno.
―Esto, no es a causa de un ataque... Sakura, está sufriendo las consecuencias de sus acciones. ―menciona Urahara con algo de seriedad, pero trato de suavizar su semblante al ver el rostro afligido de la pequeña Sarada.
La desesperación de la niña hizo que las mod intervinieran para consolarla de nuevo, ya que, de esta manera. Akira podría estar más concentrada en su trabajo de sanar a la pelirrosa.
Aplicaba con cuidado el ninjutsu médico, provocando que esas grietas empezaran a emanar luz, dando la señal de estaba aceptando la energía de la oji-rosa, eso fue un golpe de alivio para los mayores.
Urahara y Sarada, tuvieron que irse a una esquina a esperar el resultado de la recuperación de Sakura, en silencio ambos permanecieron, puesto que, Sarada no estaba feliz de estar de nuevo, en una situación crítica con la salud de su madre.
El hombre miro por el rabillo de su ojo a la pequeña pelinegra, y le recordó a la rosada en sus tiempos. Una niña tierna y amable que radiaba con la luz más pura del lugar, esa mirada negra, tenía el mismo encanto, si la hubiese conocido en una situación distinta, tal vez, hubiese sido mejor... Bueno, decir que la pelinegra era una pequeña y adorable copia de la Sakura de antaño, justo ahora, no era adecuado decirlo.
Inconscientemente, Urahara pone una mano sobre la cabeza negra de la niña, empezando a dar suaves caricias, lo que ocasiono que la niña se sobresaltara y lo mirara con esos grandes ojos negros, llenos de inocencia infantil. Le causada una sensación de nostalgia, esa niña, sin dudas era el tesoro más grande de Sakura. Y agradecía poder saber de la existencia de la pequeña Sarada a tiempo, porque aunque, se sintiese traicionado por la rosada, era un hecho que la seguía apreciando. Y si ella no podía protegerla por su delicada condición, él se ofrecería voluntariamente.
― Sabes, Sakura es una mujer fuerte, esto no será suficiente para detenerla, créeme. La conozco bien, esto es una nimiedad, comparado con el pasado... ―le dijo con el fin de distraerla un poco, mientras daba una radiante sonrisa a la menor.
La niña, lo miro con los ojos ensanchados de asombro, para luego bajar esa mirada ónix con más calma en el semblante, tal vez, pensando en las palabras dichas por el rubio. Sarada dio un pequeño asentimiento al ex-capitán, este le sonríe alegremente.
Sarada lo miro por unos segundos para luego dar una ligera sonrisa nerviosa, tratando de ganar confianza. Provocando que el mayor, se fijara con más atención a las similitudes que tenía, con la personalidad de Sakura, era su hija de todos modos.
― "Se asemeja a Sakura cuando sonríe así, sus mejillas adquieren un tono rosa y su nariz tiende arrugarse..."―pensó Urahara mirando con algo de ternura a la pequeña pelinegra.
― Como... ¿conoces a mi mamá?―Sarada pregunto con algo de timidez, tratando de mantener sus ojos sobre el mayor, pero le resultaba una tarea difícil.
― Eso, es una historia algo larga para contar pequeña, solo puedo decir que una vez fui jefe de tu madre... pero dime, ¿acaso, tú sabes dónde podría encontrarse tu padre?, creo que sería necesario llamarlo. ―una excusa perfecta para dejar viuda a la pelirrosa, sentía como sus pensamientos eran cada vez más tétricos.
El solo pensar que la Haruno se había casado con un humano, y dejado atrás toda su vida como Shinigami, le causaba un sabor amargo en la boca.
¿Por qué se arriesgaría a sacrificar de ese modo toda la confianza que gano de sus amigos?, solo por un mísero humano...
― No tengo un padre, tampoco lo necesito... Solo me importa mi mamá.―La escucho decir con una expresión lejos de ser normal en una niña pequeña―. Mamá, es la única para mí. Esta es nuestra familia, junto con Akira, Chihiro y Aoi-san.―menciona mientras daba una linda sonrisa al mayor, dejándolo intrigado.
No debía, pero, quería indagar un poco más sobre el tema del padre.
― Tu padre... ¿acaso, ha muerto?―hizo un cuestionamiento muy fuerte para una niña pequeña, por lo que, rápidamente quiso retractarse de su pregunta. Pero fue sorprendido con la madurez de la pequeña Sarada.
― Tal vez, no importa... Para mí, él es hombre muerto y no creo que sienta deseos de aceptarlo como padre. ―susurro mordazmente la niña, levándose del lugar para luego quedar en frente del mayor y mirarlo con seriedad...
Narra Sarada...
Sarada Uchiha, hija única de Sakura Haruno, la santa plateada...
¿Sorprendidos?, incluso yo estoy en estado de negación, sigo abrumada.
En esta vida mi madre sigue viva y se empeña en demostrarme su cariño. Sigo confundida, ya que, las memorias de mi vida pasada parecen un mal sueño.
Afortunadamente nadie parece sospechar que puedo recordar eventos que aun no suceden, Ichigo sigue siendo un idiota, aunque me siento algo mortificada al verlo sonreír como un tonto cuando esta su madre cerca, ya que, sé que, cuando la perdió se culpo por ello.
Mi madre sigue sorprendiéndome, incluso cuando trata de hacerme llegar su historia en cuentos absurdos, se que ella no fue feliz en aquel lugar, por mucho que, me llenaban la boca con historia bonitas de mi madre, había un profundo hueco en sus cuentos que me hacia dar cuenta que algo no andaba bien en ese lugar. Todos los Shinigamis que tuvieron una relación amistosa con mi madre, tenían la misma manera de referirse a ella, una persona sin impurezas, angelical, amable, bondadosa, una mujer perfecta que era capaz de encantar a todos con su sonrisa.
Cuando los escuchaba me causaban inquietud, ya que solo hacían relucir las cosas superficiales que ella hacia para ganarse su confianza y cariño. Creo que mi madre sabia que todos esperaban que ella hinchara sus expectativas, debió ser muy agotador vivir de esa manera.
Recordar esa pesadilla de vida, tenia sus puntos a favor.
Procurar proteger a mi madre, ese era mi objetivo...
Pero, cuando más avanzaba el tiempo a su lado, empecé a actuar distinto a como solía hacer, ser infantil y juguetona, jamás pensé en que llegaría un día en donde realmente me sienta feliz, los días eran más coloridos, y mi casa, que antes solía ser fría y solitaria, estaba llena de risas y calidez.
Empujándome a ser codiciosa...
Mamá en el pasado libero a las tres mod solo cuanto estuvo en un hilo de vida en el pasado, pero incluso ahora me esta dando a mis guardianas antes de tiempo, dentro de cuerpos de peluches para criarme en un ambiente más agradable, incluso no me detiene en mi curiosidad hacia la naturaleza de nuestro poder, y poder hacerme amiga de mi anterior compañero de espadas, fue algo grato, ¿Qué más me aguardaba en esta nueva oportunidad?
Mi curiosidad siempre estuvo en que tipo de relación tenían mis padres, ya que nunca tuve una respuesta clara en el pasado, por lo que, solo pregunte por mi padre una vez al regresar, pero termine por arrepentirme al final...
Ese hombre no tiene ninguna pisca de sentimientos de pena o arrepentimiento, aun cuando me conoció, no me mostro ninguna pisca de amabilidad, en aquella batalla no mostro piedad incluso a su propia hija, solo dejo aun más destrozado mi corazón. En ese entonces, cuando me deje herir a muerte, pensé que mi vida no tenia ningún sentido y me alegre por terminar con ese infierno, ¿por que mis padres no me amaban?, esa pregunta me persiguió hasta mi ultimo aliento.
Desde que me entere que había un amplio mundo espiritual, perseguí la idea de encontrar a mi padre y abrazarlo para poder llenar el hueco que crecía constantemente. Mi búsqueda incesante por mi padre, no tubo sentido, si al final el ni siquiera le importaba realmente. Creo que él me culpaba por la muerte de mi madre... Aunque lo disfrazo descaradamente con su frialdad.
En fin, ahora estaba de vuelta, junto con mi madre, mi amada madre que sobrevivió al incidente gracias a que intervine y le advertí a tiempo a la señora Tsunade. Pero claro, quedo en un secreto entre nosotras para no preocupar a mi mamá. Quien esta algo desorientada por el incidente y más débil, su salud era muy preocupante.
Mamá esta trabajando en unos documentos ahora mismo, mientras permanecía en casa, ella debía reposar pero aun así, no quiso acumular trabajo. Me encontraba en el mismo lugar, pretendiendo jugar con el supuesto rompe cabeza de ochocientos noventa y cinco piezas, que me regalo por casualidad. Se supone que debía ser complicado, pero lo terminaba tan rápido que resultaba monótono al final. Pero mamá se veía tan feliz al regalármelo que lo guarde cuidadosamente, solo lo empiezo a unir cuando requiero divagar en mis pensamientos, era un regalo muy precioso después de todo.
Ya que, una vez este con todas las piezas unidas, forma la imagen de un hermoso campo floral en principios de primavera. Y me ayudaba a pensar mejor en lo que debería hacer.
Mire de reojo a mamá levantarse de su asiento e ir en busca de algunas cosas en su librería, al ver como movía los libros de gran grosor un pequeño álbum colorido llamo mi atención. Nunca me percate de ese libro antes...
― Mamá, ¿Qué es eso?―pregunto acercándome a ella.
Para mi, cualquier cosa que pase por desapercibido en el pasado era de suma importancia para construir un plan perfecto.
Ella volteo a mirarme con sus hermosos ojos brillantes de curiosidad, preguntándose qué me atraía de su biblioteca privada.
― ¿Te refieres a esto?―cuestionó sonriente mostrándome el álbum de imágenes, cuya cubierta estaba delicadamente decorada con estampados flórales de cerezo y ciertos ornamentos dorados en las puntas. Pude distinguir que había un símbolo de dos anillos de alianza, lo que me intereso aún más.
Di un rápido asentimiento, emocionada e intrigada de lo que podría haber en ese álbum.
―Si...―respondí mirando fijamente los ojos de mamá. Ella se sorprendió pero lo disimulo.
―Bueno... esto es el álbum de fotos de tu padre y yo, cuando éramos una joven pareja de amigos, luego novios y después se convirtió en una evidencia contundente de nuestro matrimonio...―menciono con la mirada serena sin borrar su sonrisa.
Mis padres no tuvieron una ceremonia adecuada, ya que, no tuvieron la bendición de la familia Uchiha ya que por tradición los padres de los novios debían dar su consentimiento a la unión de sus hijos, por lo que, según recuerdo y escuche de la señora Tsunade, se casaron en una capilla de la iglesia católica, cambiaron incluso sus creencias por el uno y el otro, ¡absurdo!.
Esa sonrisa me causo curiosidad, se sentía que en ese álbum se guardaban hermosos recuerdos de un romance lleno de química y pasión, ¿mis padres se amaban de verdad?
De ser así, ¿Por qué mi padre nos abandonó al final?
Ella me miro con una sonrisa cariñosa y abrió el álbum mostrándome todas las imágenes que inmortalizaron sus gratos momentos juntos. Por un momento me fije en la apariencia de mi padre y solo pude pensar que mis padres eran las personas más guapas que había visto. Si fuesen unos simples humanos, hubiesen sido unas celebridades.
Había una donde al parecer estaban en un festival, ambos se veían bien juntos, mi padre le daba una mirada cariñosa mientras mi madre miraba hacia la cámara con una inmensa alegría visible en su rostro. Algo mortificada empecé a pasar página, en cada imagen se presenciaba el avance de su relación y en cada una de ellas, se veían felices, hasta llegar en la boda de ambos, mamá parecía una princesa en su vestido de novia, mientras mi padre, en un mafioso con esa mirada rasgada y seria. Era como ver a la luz y la oscuridad juntos...
Y termine en la imagen que hizo explotar por fin mis dudas.
En ella, mamá lucía un gran vientre de unos nueve meses, vestida con un lindo traje tradicional, a su lado se encontraba mi padre con una sonrisa orgullosa, hasta contrastaba con estar entusiasmado, mientras reposaba una de sus manos sobre el vientre de mamá. La ultima foto que se tomaron juntos, al parecer yo me uní a ellos, tenido algunos meses con mi padre cargándome en brazos y mi madre alado suyo sonriéndome mientras parecía tocar mi mejilla con su dedo índice.
De no ser por mí profundo odio y resentimiento, habría llorado al ver aquello. Rayos, mis ojos están ardiendo, no voy a llorar, ¡No!. Además, ahora que he vuelto, siento que mi vida es perfecta sin él, ya no sentía ninguna falta de ese hombre, aun así, la cosa puede ser distinta con mi madre, quien también miraba las imágenes con cariño y melancolía.
― ¿Aun sigues amando a mi padre?―me atreví a preguntar.
Mamá bajo su mirada jade con cierta nostalgia, parecía estar pensando, vi como acariciaba delicadamente alguna de las imágenes, para luego mirarme y sonreír ampliamente.
― Decir que lo sigo queriendo, sería una mentira... Tuvimos nuestro momento mágico, pero aquello quedo en el pasado, solo me queda apreciar los buenos momentos que vivimos juntos. Tal vez, estés resentida con él por haberse ido sin darnos una explicación clara del porqué... ―sus ojos empezaron a cristalizarse y eso me asusto―. Por los últimos cuatro años, lo espere con la esperanza de volver a formar la familia unida y cariñosa que prometimos crear para ti, pero solo termine lastimándote en el proceso.―Paso una de sus manos sobre mi mejilla y la acaricio con cuidado.
― Cargo con una enorme culpa en mi corazón, por haberte hecho pasar por momentos difíciles... Sasuke, tu padre, tuvo sus razones para marcharse, aunque no me dijera ninguna de ellas... Pero, espero que a pesar de todo esto, puedas creerme cuando te digo que eres una hija amada, tanto por mí, como por tu padre. A pesar de que no estemos juntos como una pareja, te amamos, ya que, naciste de un amor tan, tan grande que termino por traerte al mundo como nuestra preciosa niña, que brilla como la luz del sol...―sonrió tan alegremente sin alejarse de mí, sin dejar de trasmitir su hermosa calidez.
A veces siento que ella también sintió mis penurias pasadas, ¿acaso me viste?¿sufriste junto a mi?...
No llores Sarada, es imposible que mamá haya visto todo aquello, ella lastimosamente no estaba ahí, pero me reconforta saber que ella esta muy pendiente de mi, hasta el punto de fijarse en esos detalles insignificantes.
― Pero eso significa que yo hice que el amor de ambos se agote...―susurre.
― Para nada. ―respondió segura―. Es solo que, lo nuestro nunca fue posible realmente... ambos provenimos de diferentes lugares y poseemos diferentes circunstancias, aunque nos queramos y sintamos lo mismo, no lograremos tener el final feliz que fantaseamos, así que, no te culpes por algo que suceden en la vida de los adultos, hay cosas que resultan más complejas de lo que parecen...―
Bueno, en cierta forma creo entenderla, ella es una variante que deserto, su vida en el mundo humano desde su punto de vista, es como la brisa del viento, las cosas de seguro le parecen efímeras, como el papel en medio del fuego. Pero, justo como ella, yo también seré de esa manera en este mundo...
Inmortal.
Tal vez, por eso decidieron hacer ese álbum como si fuese en memoria de su unión, preparándose para el inevitable paso del tiempo. Acaricio mi cabeza suavemente, y me atrajo hacia ella abrazándome en consecuencia, previendo mi cambio de humor.
― Sarada, existen peligros que ignoras y es una de las razones por la que tu padre tuvo que irse. Puede que no lo entiendas todavía y lo comprendo, una parte de mi desea que sigas ignorante sobre el tema, pero el mundo mismo te hará entender con el tiempo. Aun así, esperare el día en que lo puedas aceptar en tu corazón, voluntariamente... Toma. ―me entrego la imagen de los dos, cuando mamá estaba embarazada de mí con suma dulzura.
Sigue insistiendo en aceptarlo, algo debe saber del tema, pero prefiere que me entere por mis propios medios. Mamá, eres muy sabia, al parecer entiendes mis capacidades y personalidad, sabes bien que no me conformo con unas cuantas palabras, me gusta investigar e inmiscuirme en el tema.
―Me gustaría que lo conservaras, para que cuando lo veas, sientas que siempre fuiste amada por ambos. Y no te sientas tan triste por no tenerlo contigo... ―Dijo mientras sonreía cariñosamente, pero sus ojos no podían engañarme, había soledad y tristeza en sus ojos jades, su semblante estaba demacrado por el cansancio y por su delicada salud, me reprendí por mi estupidez.
Fingí estar de acuerdo con mamá, pero solo tenía en claro, nunca más volver a mencionar a mi estúpido padre, enfrente a mi preciosa madre.
No importa el porqué, o la razones que él tenga como escusas, yo misma puedo afirmar que él nos abandonó de la peor manera, dejando a mi madre destrozada y angustiada, con una hija que debía criar sola, sin el apoyo de nadie.
Una persona que llego al mundo humano con las manos vacías, con una costumbre distinta, debió ser complicado adaptarse...
Todo el lujo que tengo, se debe al sacrificio de mi madre, incluso me siento indigna de recibir tanto, ¿Qué tanto mamá sufrió al verme?, siendo la copia idéntica de ese desagradable hombre, me pregunto cómo puede amarme a pesar de ser igual a él.
Me hervía la sangre de solo recordar esa mirada fría y distante de aquel sujeto, mientras, sin ningún titubeo acababa con la vida de su primogenita.
No quiero tener nada relacionado a él...
(...)
Volviendo al presente. Sarada mantenía su mirada fija sobre Urahara, dándole una sensación incomoda al mayor. Sarada estaba tratando de detener el impulso de mostrarle al rubio, la imagen que delataría a su padre, no tenía el porqué de mostrarles a nadie el desgraciado que tenia por padre.
Y que ella era el fruto de ese desamor...
Pero, ahora mismo debía pensar con la cabeza fría, tenia que encontrar a los candidatos más aptos de desposar a su madre y protegerla, sabia bien que los pretendientes de su madre eran muchos pero ella tenia su lista personal, y Urahara lastimosamente fue descartado a ultima hora. Lastima, le empezaba a agradar este loco. Pero tener a una mente maestra por padre se ve algo peligroso.
Las personas peligrosas se esconden detrás de mascaras que te hacen pensar que son inofensivas... Tuvo demasiadas malas experiencias por eso.
La postura que tenía antes, el que parecía una niña inofensiva y encantadora, se había esfumado. Ahora, Urahara estaba enfrentándose a un par de ojos rojos sangre, brillando intimidantemente hacia él. Girando alrededor del iris se encontraban, dos par de comillas en cada ojo, su entorno parecía distorsionarse mientras más se perdía en la mirada fija de la niña. Quiso pasar saliva, pero por alguna razón, eso fue una tarea difícil.
― Por favor... No lo vuelvas mencionar delante de mi madre, la próxima vez que ocurra, prepárate para las consecuencias, Señor... ―las palabras de Sarada, estaban impregnadas de un tono soberbio y frío, lo que dejo algo desencajado al ex-capitán, ¿Podría ser que juzgo mal?
¿Dónde se había ido esa frágil y linda niña?
Algo le decía que debía tomarse en serio la advertencia de Sarada, uno no sabe que podría estar pasando en esa pequeña cabecita.
―Lo siento, fui grosero. ―se disculpó Urahara dando una sonrisa nerviosa a la menor.
Una vez, termino de hablar la pequeña Sarada vuelve a la normalidad, para después sentarse, como una niña bien portada, a espera de sus amigas mod. Pero al mismo tiempo se reprendió mentalmente, no serbia de nada descargar su odio hacia Urahara, haciéndose consiente de su inestabilidad emocional.
Tener de vuelta el cuerpo de un niño, era agotador...
...
Akira se veía muy consternada, puesto que detuvo su acción de sanar a la pelirrosa para empezar a desvestir a la Haruno para dar una mejor visibilidad de las fisuras que se consideraban urgentes. Urahara se vio obligado a abandonar la habitación al notar que las cosas serían incomodas como para que un hombre deba presenciarlas.
Una vez afuera, no dudo en pedir que llamasen a Yoruichi urgentemente. todo eso mientras Sarada supervisada discretamente al mayor.
―La sociedad de almas, estará empezando a actuar, debemos apresurarnos a limpiar el lugar de los hechos.―comento el rubio con seriedad, mirando al gran hombre musculoso en frente suyo, este respondió a las órdenes de su jefe con mucho respeto.
Una vez el grandulón se perdió de vista, Urahara se dejó llevar por el sentimiento de angustia. Por mucho que pudiera predecir las cosas con su gran intelecto, jamás espero tener que estar en una situación tan complicada entre sus sentimientos y responsabilidades...
Solo imaginar que una hermosa e inteligente mujer como Sakura, haya sido poseída por un hombre y abandonada como si no valiese nada, le hervía la sangre de ira.
—"Me pregunto si todos en la sociedad de almas, esperan ansiosos el regreso de mi madre..."—pensó Sarada con una mirada seria, fijándose en su madre, sintiéndose preocupada por no saber el escenario más probable. Ciertamente, había muchas cosas que paso por alto en el pasado...
(...)
Los capitanes del gotei 13, estaban de nuevamente reunidos, junto con el capitán comandante.
El ambiente parecía ser ambiguo y tenso. No muchos se habían tomado de buena manera la noticia de que la Seinaru aún se encontraba con vida en el mundo humano.
De cierta forma, había quienes se alegraban sinceramente de que la luz del seireitei volviese, en ambos grupos surgían contrastes que incentivaban a dar opiniones, luego a discusiones que terminaban por revelar que la acciones de la pelirrosa, había provocado que muchos perdieran su confianza en ella.
― Ella fallo con todo el seireitei, dejándose influenciar por su propio egoísmo, no es digna de volver a portar el título de capitana del gotei...―Byakuya hablo con indiferencia, provocando que Naruto lo mirara mal. Otros pudieron ocultar su sentir al respecto.
― Aun así, es un hecho irremediable que la Seinaru realizo grandes contribuciones para el desarrollo de la actual Seireitei que conocemos... Su presencia significaría un gran alivio para todos los variantes, y principalmente para la cuarta división.―Unohana la actual capitana de la cuarta división opino de manera tranquila.
― Además, los habitantes de los distritos del rukongai, profesan un gran cariño a la Seinaru, tocarla descuidadamente sería difícil si no queremos provocar un escándalo mucho más grande, de lo que ya es... ―Ukitake parecía incomodo con la idea de tener que enfrentarse a unas pobres almas que confían ciegamente en una mujer autoproclamada santa de la sociedad de almas.
― Entiendo que su presencia es de mucha ayuda y que es venerada en el rukongai, pero... Deserto de la sociedad de almas, de una manera tan "especial" que me pone a cuestionar sus verdaderas intenciones.―Opino Suì-Fēng, algo fastidiada con el tema de la Seinaru.
― Al menos debemos comprender las razones de la Seinaru de cometer tal cosa... Hasta no contar con los argumentos de ella, será difícil proceder y darle un castigo justo. ―hablo el capitán Kyōraku, mirando con su distinguible tranquilidad a la capitana de la segunda división, no sintiéndose presionado con el tema.
― Estoy de acuerdo con Kyōraku-san... Hasta no comprender las razones que empujaron a la Seinaru de convertirse en desertora, no creo que podamos darle un castigo más alto por el momento... ―para sorpresa del moreno, Unohana estuvo de acuerdo con él.
Tōshirō empezó a pensar en esas posibles razones, y solo concluyo que se debía al matrimonio forzado. Pero dicha conclusión no sería suficiente para razonar con los demás.
Pero al parecer alguien fue capas de leerle la mente y decidió hablar...
― No sé, si tengo el derecho de comentar algo tan personal que fue compartido entre dos buenos amigos... Es algo íntimo de Sakura-chan y espero su discreción... ―Naruto no quiso quedarse atrás. Los comentarios de Byakuya eran una molestia constante para el rubio Uzumaki.
―Mientras sea relevante al caso, es bienvenido... ―El viejo Yamamoto dio su permiso de seguir.
Toshiro pudo ver las intenciones de Naruto, pero no lo detendría. Esta era la oportunidad perfecta para devolver los trapos sucios.
― La unión matrimonial con un Shinigami siempre fue un dolor de cabeza para ella, ya que, según Sakura-chan me había comentado días antes de su "muerte"; el acuerdo entre Shinigamis y variantes, había sido quebrantada, por el propio representante de los Shinigamis. Lo que provoco la anulación del acuerdo mutuo de nuestras razas... Casándose con una mujer de origen desconocido aun estando comprometido con la Seinaru, tal cosa solo hizo cuestionar a Sakura-chan de que tan ciertas son las promesas de los Shinigamis con sus acuerdos... ―Una sonrisa suave de parte del rubio Uzumaki, provoco que el ambiente de la habitación se sintiera pesada.
La historia del acuerdo entre ambas razas, quedo en el pasado cuando la Seinaru falleció, muchos comenzaron a pensar que dicho acuerdo era innecesario realmente por que la relación entre Shinigamis y variantes empezó a mejorar gradualmente, pero, los que propusieron y aceptaron las condiciones, sabían los motivos reales del trato. Y una de esas personas era Byakuya; quien influenciado por las palabras de su abuelo acepto el compromiso.
Las descaradas palabras de Naruto sobre el tema dejaba en claro su disgusto, de como decidieron proceder con la humanidad de su adorada amiga, como si ella fuese un juguete con el que pueden hacer lo que se les antoje. En el pasado ambos eran peones desechables por lo que en la desesperación de sobrevivir han dejado atrás su orgullo, para servir a los Shinigamis, a veces lo hacían sentir como un miserable esclavo que no tenia una voz propia, Sakura por ser mujer tuvo que dejar morir su personalidad juguetona y traviesa para convertirse en la imagen perfecta que deseaban que ella trasmitiese con esa belleza angelical.
Los dos pasaron por muchas cosas que a veces parecía irreal haber podido conseguir este poder, en la actualidad su posición como líder de los variantes tenia el mismo peso que del capitán comandante. Algo que nadie lo hubiese imaginado hace unos siglo atrás. La población de los variantes es más estable que en el pasado, son prácticamente una sociedad independiente al seireitei, pero aun así, por respeto, se muestran obedientes al llamado de Yamamoto.
—"De no ser por mi, la historia seria distinta para todos... Sakura no haría algo tan deshonroso como desertar y yo no estaría con la conciencia tan pesada. Es cierto que cometí algo imperdonable con Sakura, pero si no lo hubiese hecho, ahora mismo... Sakura y Naruto, hubieran formado una verdadera familia, si no los hubiese separado con esa ridícula escusa, sus vidas estarían enlazadas por la eternidad. "—pensó el Kuchiki, queriendo ahogar su remordimiento.
Naruto y Sakura, son los dos variantes que actualmente tienen más poder espiritual y autoridad en la sociedad de almas, son de "tipo especial" en pocas palabras, con una historia profunda acompañándolos desde atrás, si ambos hubiesen terminado juntos como se previa con temor por los ancianos, el niño de ambos, hubiese sido la criatura más peligrosa que estaría entre los Shinigamis, por ello la escusa de un compromiso entre Shinigamis y variantes, fue con la intensión de separarlos, ya que, si no actuaban rápido el sentimiento que nacería de ambos, seria un rival que no podrán dar la cara.
—"Pero, al mismo tiempo... no puedo dejar de sentir alivio. Realmente soy un egoísta."—Byakuya admitía tener sentimientos por Sakura, aun que, fue muy tarde para darse cuenta. Amar a Hisana, fue su decisión, pero tampoco pudo ignorar los sentimientos de Sakura. Pensó que podía estar con ambas por codicia propia, esperando que Sakura aceptase a Hisana como una concubina en la familia Kuchiki ya que ambas mujeres se llevaban bien, y por estatus ese debía ser el rango de Hisana, pero Sakura no lo dejo ni explicarse y corto con todo.
Y la historia de esto ya la conocen, perder a la mujer que amo sinceramente lo dejo destrozado, reconoció su propia codicia y orgullo, su terquedad dejo mucho que desear entre los ancianos del clan, después del deceso de Hisana, se comprometió en nunca volver a realizar algo que vaya en contra de las reglas...
Tocar el tema de su fallecida esposa, era como poner sal a una herida abierta. Byakuya miraba con total desprecio al Uzumaki, quien le devolvía el sentimiento con una sonrisa zorruna.
Naruto, podía ser un despistado a veces hasta ser considerado un idiota, pero cuando debía actuar de manera sabia e inteligente, llegaba a considerarse por los demás, como un adversario peligroso.
Daba donde más dolía, y siempre parecía preparado para la respuesta que vendría después...
― A qué quieres llegar con esto, Uzumaki. ―El Kuchiki agradecía tener el rostro inexpresivo, ya que, de no ser así, su ira desbordaría hasta el punto de desenvainar su zampakuto.
Los demás capitanes quedaron al margen de la discusión que se formaba entre ambos hombres.
― Ah, bueno... Solo quería hacer entender que los motivos de Sakura-chan pueden basarse en la humillación que sufrió como mujer y variante, ante tal decisión... Respóndame con sinceridad, ¿Acaso, Kuchiki-sama fue reprendido por haber faltado al acuerdo de nuestras razas?, No. ¿verdad?... De ser así, por que seguían atormentando a la Seinaru con casarse, cuando claramente no se sentía dispuesta. Es que, ¿nadie pensó en lo mal que lo estaba pasando, con todo lo relacionado a tener un hijo, de cualquier hombre que se le presentase en esas largas listas de pretendientes? ¿No es humillante para ustedes?, no quiero ni imaginar lo que Sakura-chan pudo haber pensado sobre todo esto... ―Aunque por fuera parecía inocente, sus palabras herían el orgullo de los presentes con una fuerte veracidad. No por nada se le llama, el demonio de las nueve colas.
Naruto estaba al tanto de las intenciones de los ancianos al proponer tal estupidez, por lo que, se propuso a abordar en tema como algo personal.
—Es que solo por ser una variante creen que pueden tratarla como se les de la gana, se bien el desprecio que nos tienen, pero como personas... tenemos una dignidad y orgullo. A veces me cuestionaba si realmente buscan una alianza o una propuesta de guerra. —comento con algo de molestia el rubio.
Byakuya no gastaría saliva para excusarse, ya que, era consiente que hizo algo irremediable en el honor de la Haruno. Yamamoto tuvo que aclararse la garganta al verse incomodo con lo dicho por el Uzumaki, ya que, Sakura varias veces le había pedido anular el compromiso entre Shinigami y variantes, estaba dispuesta a buscar otra manera de concretar el acuerdo sin contraer nupcias con alguien, hubo momentos que incluso salieron lágrimas de angustia de esos hermosos ojos. Tal vez, su conciencia estaba intranquila, por la culpa de haber lastimado a esa inocente joven, por lo que, no culparía a la Haruno si recibía maldiciones de parte de ella.
―Alegas que la Seinaru abandono la sociedad de almas por estar siendo forzada a un segundo compromiso no deseado... ¿Por qué hay tanta confianza en tus declaraciones?, puede que sea todo lo contrario. ―Mayuri, capitán de la duodécima división y segundo presidente del departamento de investigación, entro en la discusión algo despectivo.
― Ella no podía concebir un hijo... ―Para sorpresa de los capitanes el pequeño Albino hablo.
― ¡Capitán Hitsugaya! ―Naruto lo nombro con cólera―. Esto no es algo que usted pueda decir tan a la ligera...―le murmuro amenazantemente.
― Lord Uzumaki, debe comprender que la situación es delicada como para ocultar una verdad tan grande como esta. Sakura, era alguien que sufrió por mucho tiempo debido a esto, liberarla de una carga más, sería lo mejor... Es lo mínimo que puedo brindarle, como un viejo amigo suyo. ―Menciono el Hitsugaya con seriedad.
― ¿Como?... ―Balbuceo Kyōraku mostrando su sorpresa con la nueva información. Y no era el único, los presentes tuvieron que admitir que fue un golpe bajo, pasaron por alto esa posibilidad, ya que, la Seinaru es una mujer fuerte y saludable, no creían que pudiese tener ese tipo de problema.
Un tema demasiado personal se tuvo que abordar...
― No es lo que piensan... La Seinaru no podía concebir de manera "simple" por así decirlo... *incomodo* Pasamos por alto la probabilidad de que haya mestizos entre Shinigamis y Variantes. ―Notando la incertidumbre de algunos capitanes tuvo que explicar mejor su argumento.
― Como suelen nacer variantes de padres Shinigamis, no culpo a los que teorizaron como algo simple que una variante podía concebir de manera natural a los hijos de un Shinigami, pero olvidamos que aquellos que nacieron como variantes siendo hijos de padres Shinigamis, mutaron a esa clase. En pocas palabras, los variantes no son capaces de mezclarse con otras razas de manera normal, ya que, la suya es la única que nace sin depender de los genes. Muta entre los Shinigamis, pero no son de los nuestros. "Nace, para ser un variante." ―Argumento con tranquilidad el pequeño capitán, mientras fugazmente escuchaba la voz de la rosada resonar en sus recuerdos comentándole lo mismo que había dicho.
...
Sakura últimamente se mostraba algo intranquila, pasaba largas horas en el trabajo sin tener una pequeña pausa y descansar adecuadamente, tuvo que verse obligado a forzarla a dejar de trabajar para que pudiera comer, ya que según sus subordinados solía saltarse las comidas casi, muy seguido. Sakura siempre demostró tenerle confianza y cariño, por lo que, ella se permitía hablar de sus inquietudes sin temor a ser juzgada por él, tomaban tranquilamente un té caliente, mientras abordaban un tema de conversación agradable, la Haruno lo miro directamente a los ojos, jade y turquesa contrastaron, Sakura dio una ligera sonrisa que pronto se vio obligada a borrar con titubeo.
― ¿Sigues preocupada por el siguiente compromiso que tienen en mente para ti?―pregunto preocupado el albino, sentía un gusto amargo fingir que no le afectaba verla de esa forma, tan deprimida y agobiada por la presión, pero en todo caso, el temor más grande estaba en su futuro primogénito, y las altas expectativas que tenían de ese niño.
― Por favor, espero que puedas confiar en mí, hare lo esté en mis posibilidades para serte de ayuda. Aun si te sientes forzada a tener un heredero, estoy convencido que el niño estará seguro estando bajo nuestra protección. Espero que puedas aliviar tu malestar con todo este asunto.―Escúchenlo, incapaz de poner en su boca las palabras que la pelirrosa en verdad querrá escuchar. Solo diciendo y repitiendo las mismas cosas, con el fin de auto convencerse de que sus sentimientos jamás serán alcanzados y de paso, estúpidamente alejar la culpa y vergüenza que sentía de no ser de ayuda para esa mujer.
―Te agradezco por esas bonitas palabras, pero, además de preocuparme por un hijo no nato, estoy más angustiada por cómo lograr un mestizo... Hasta donde sé, y tengo entendido, nunca hubo tal mestizo entre nuestras razas. Las mujeres variantes que se casaron con Shinigamis o tuvieron algún tipo de relación con uno, nunca pudieron quedar embarazadas realmente. ―Sakura miro los papeles que estaban esparcidos en su escritorio.
Con una de sus manos barrio las hojas bajo su mano, dejándolo como un abanico. En él se mostraban un registro de parejas.
―Una vez, tuve que asistir a una de estas inusuales parejas, para comprobar si había algo malo en la paciente, pero insólitamente la mujer era fértil y estaba más que acta para concebir, pero nada nació de esa unión. ―Tomo unos de los documentos escritos y se lo entrego al Hitsugaya.
― Lo que me puso nerviosa... Apenas estaba cumpliendo algunos años de comprometida con el heredero del clan Kuchiki, y al saber que este acuerdo, no tenía ningún sentido, me dejo la mente un caos total... *suspira* Busque alternativas más fiables para resolverlo, ya que, sabia de primera mano que nada bueno sale de un matrimonio político sin un heredero de por medio... El ejemplo que puedes tener es el actual matrimonio Kuchiki, sin un heredero y sin esperanza de tenerlo. Los ancianos del clan los están reprendiendo hasta el cansancio, esa pobre pareja apenas se asegura de disfrutar lo poco que les queda, juntos... ―volteo a mirar al pequeño albino.
Mientras dibujaba una suave sonrisa, el corazón de Tōshirō se sintió más ligero al escuchar aquello. Pero no podía ser ingenuo en tal situación.
― Eso quiere decir que, si no puedes darles lo que quieren, te seguirán presionando... Sera mejor revelarles esto, así podrás dejar de estar metida en esto.―opino Tōshirō, con una breve esperanza de volver a tener a Sakura libre de presión y agobio, de verla feliz...
Pero su sonrisa pronto se desvanece al ver que la Haruno no compartía su sentir.
―Es inútil, de todos modos, buscaran alguna manera de conseguir un mestizo, aunque eso signifique recurrir a una barbarie... Me veo comprometida, en encontrar una forma de lograrlo. ―los ojos de Sakura perdieron su brillo momentáneamente, mientras se dirigía a él con un tono desinteresado.
A Sakura ya no le importaba en lo más mínimo su propia integridad, desapegada y fría, como si la frágil burbuja que llenaba de esperanza a la pelirrosa se hubiese roto por completo. Dejándola como una simple muñeca sin verdaderas expresiones...
Tal parece que ella misma se veía como una herramienta, y lo peor de todo, es que muchos apoyaban ese concepto sin darse cuenta, tal vez esto, fue creciendo a medida que el tiempo avanzaba. Sakura ya se había dado cuanta que todos la miraban de esa manera, incluso sus padres debieron tener algo en este asunto. Y utilizaron descaradamente la influencia de su hija para sus propios fines.
Sakura, no se daba el lujo de confiar deliberadamente, y se guardo todo lo malo bajo una sonrisa, ansiando el día en que pudiera escapar al fin de este infierno.
Ese lado fue lo que más entristeció al Hitsugaya.
...
―... Para quedar embarazada y concebir un mestizo, ella debía sacrificar una enorme cantidad de energía, lo que provocaría un debilitamiento grave, capaz de conducir a la muerte si no se tiene cuidado, mientras recibe una delicada inserción de reitsu para ayudar a que el niño se desarrolle con naturalidad. Lo que vuelve al niño, en un nacido de alma resplandeciente, su pureza espiritual seria la ambición de muchos huecos, por lo tanto sería una presa latente, sin embargo, crecería para convertirse en un Shinigami de clase elite. Eso es lo que pude encontrar mientras indagaba en su oficina. ―Tōshirō trato de no mostrar sus sentimientos, mientras miraba al viejo capitán Yamamoto.
Comprendiendo vagamente el sentimiento que debió tener la pelirrosa al darse cuenta de cómo monopolizarían a un niño suyo. Ellos buscaban un guerrero perfecto con cualidades innatas.
Los documentos hablaban en más detalles sobre el mestizo, lo que dejo en claro, que Sakura dedico mucho tiempo en encontrar una solución a la incógnita latente.
"El proceso de germinación es natural, pero para que el feto pudiese desarrollarse debía absorber la energía espiritual de su madre para sobrevivir, ya que, en este caso el embrión no reconoce la esencia de su núcleo, por lo que, necesitaría ayuda para formarlo...
1-) Los variantes no se rigen por los genes, si no por su núcleo de poder, si los padres son Shinigamis y tienen una excelente afinidad en el reiatsu, probablemente su primogénito nacería como un variante, por lo que, dichos niños son un caso especial actualmente...
2-) Pero, en caso que ambos padres son variantes, el niño podría tomar algunos aspectos mas resaltantes de sus padres y mejorarlo en su núcleo, teniendo como resultado una generación más fuerte.
3-) Pero, en el caso de tener padres de dos razas distintas, el embrión tiene dificultades de desarrollar su núcleo, y la cantidad de energía que absorbe de su progenitora es mucha, no es un trabajo imposible pero si peligroso, si no absorbía energía constantemente, el embrión perdía vitalidad y gradualmente se marchita."
//Muchas pacientes casi perdieron la vida, por lo que, desgraciadamente tuve que intervenir en el embarazo.//
El anciano quedo en un estado pensante al terminar de leerlo, mientras se reposaba sobre su bastón. Inevitablemente, ninguno de los presentes dio de que hablar en ese breve silencio.
―Si un niño nace en esas condiciones, su pureza espiritual seria codiciable incluso para el seireitei...―murmuro de la nada el capitán de la quinta división Sôsuke Aizen, mostrándose confundido.
— ¡Yamamoto-sama!, esta investigación es algo que aun me cuesta dar por sentado, si las otras mujeres variantes han fracasado en esa labor... se debe a que su energía espiritual era débil, pero si le pones atención a estas estadísticas, Sakura-sama es por mucho, superior en esas áreas. Y a lo que a mi respecta, ella esta calificada para ese proceso. En mi opinión, ella lo sabia y huyo, ya que no quiere darle a la sociedad un niño tan precioso. —El capitán Mayuri comento con la sonrisa sádica de científico loco que lo caracteriza.
Con una madre como Sakura, solo se esperarían cosas grandes del niño. Por lo que, si esa pureza fuera posible, prácticamente convertiría a Sakura en la mujer más privilegiada de la sociedad de almas.
― Entonces, procederemos de la siguiente manera... ―
Mientras en Capitán comandante hablaba, una sonrisa ladina nacía en el rostro de Naruto, mientras que en los rostros de Byakuya y Tōshirō la presión se sentía en sus corazones, una vez más, deberían enfrentarse a la mujer que los convertía en unos tontos.
(...)
Habían llegado al mundo humano, los tenientes de la sexta y decima división junto con sus capitanes, había optado en dividirse mientras seguían a los dos niños Uzumaki, quienes serían los principales rastreadores de la Haruno.
―Boruto-kun, ¿Estás seguro, que venir con nosotros sea lo mejor?...―Rangiku le pregunto al menor, quien solo dio un asentimiento como respuesta.
― Mi hermano y yo somos los más calificados para esta misión. Somos sensibles a la firma de chakra de mi tía.―dijo cortante, mientras se elevaba sobre los altos edificios y admiraba toda la ciudad de Karakura, con una expresión seria.
― *suspira* Es obvio, los Uzumaki's son los primeros en meterse en asuntos que relacionan a Sakura...―susurro el pequeño capitán de la décima división.
― Capitán, no me refería a eso...―menciono la atractiva rubia.
― Entonces, ¿A qué te referías?―El albino la miro con curiosidad.
― Pues... Sé que esta no seria la primera vez que vienen al mundo humano, pero, sigue siendo incomodo pensar en la manera en que se organizan al momento de trabajar, a mis ojos sigue siendo muy joven para estar en una situación como esta... Además, Sakura fue la figura materna que los acompaño desde el momento que nacieron, Kawaki apenas podía caminar cuando fue adoptado, por lo que, sus sentimientos hacia la mujer que deben capturar puede interferir con la misión... ―mencionaba Rangiku, no muy segura de las intenciones de los hijos de Naruto.
Tōshirō comprendió las preocupaciones de su teniente. Pero, quiso confiar en los niños que Sakura crio.
No conocía mucho sobre el pasado de los niños con Sakura, pero de algo debe estar seguro, para esos dos niños, Sakura es una persona preciosa e irremplazable, es la madre que los crio y protegió, ella les mostraba el lado más sincero de su corazón.
― No lo digas de esa forma, tendrán sus vacilaciones, pero, están dispuestos a tráela de vuelta a la sociedad de almas.―dijo toscamente, para luego seguir al Uzumaki.
― Ay, pero ¿Por qué se enoja?...―murmuro Matsumoto, con un ligero puchero en los labios.
(...)
Con Byakuya y Kawaki las cosas eran silenciosas, Renji se sentía en medio en dos témpanos de hielo.
― Capitán, ¿Cómo procederemos?―se atrevió a preguntar el pelirrojo, mirando de reojo al menor presente con algo de duda.
― Kawaki-san... Explícale.―le dio la palabra al menor, quien miro con fastidio al Kuchiki.
― Seguiremos la firma de Chakra de Sakura-sama, en el lugar de los hechos. Boruto y la décima división extenderán la búsqueda por toda la cuidad, mientras nosotros nos encargaremos de recolectar la evidencia y posible pista de donde ella podría estar. ―resumió con desinterés, poniendo sus dos manos en los bolsillos de su pantalón. Mirando el lugar, donde se encontraba el enorme cráter, era difícil el paso, por lo que, la circulación de humanos era escasa. El menor se acercó y recogió un pedazo de asfalto, lo miro con el ceño fruncido, para luego apretarlo fuerte con su puño cerrado.
La sensación del chakra era turbulenta e inestable, se sentía sucia y dispersa...
― El lugar está contaminado, alguien se adelantó a nosotros... No creo que sea obra de Sakura-sama, ya que, por lo que veo, sus fuerzas la abandonaron y cayó en un coma inducido por el Edo Tensei. Tal vez, haya alguien que no quiera que la llevemos de regreso a la sociedad de almas, por ello están despistando la investigación. Pero... ¿Por qué siento que solo están ganando algo de tiempo?―Comento el joven pelinegro con una mirada soberbia, sobre el pequeño pedazo de asfalto.
― El ¿Edo Tensei?―pregunto algo curioso el Abarai, Kawaki lo miro de reojo para luego desviar la mirada, fastidiado con el pelirrojo.
Renji se sintió algo ofendido.
― Es comprensible que no estén muy interesados sobre nosotros pero de esto deben estar bien informados para no causar malos entendidos en el futuro... El Edo Tensei, es una marca evidente del alma corrompida, suele aparecer cuando un variante pierde mucha energía y deja desprotegida su alma, en pocas palabras cuando se encuentra extremadamente débil. No es una dolencia incurable pero es peligrosa cuando empieza a manifestarse, por ello este lugar luce de esta manera. Debió activarse cuando se encontró con un hueco y su sentido de responsabilidad le permitió mantener estable su rango de destrucción, eso es bueno... ―dijo el pelinegro con calma.
― ¿En qué sentido es bueno?―cuestiono el Abarai algo incrédulo.
― Bueno, en peor de los casos, toda la cuidad podría haber sido destruida... Una manera positiva de detener el proceso, es que el individuo contaminado, caiga en un sueño profundo, para evitar hacer daño innecesario, y la probabilidad de que eso haya ocurrido con Sakura-sama es bastante alta. Pero la desventaja de su estado, es que, su cuerpo pierde mucha energía, que puede conducirle a la muerte, además que el cuerpo inconsciente llegue a manos equivocadas. Un desliz... y puede convertirse en una marioneta sin conciencia. ―Argumenta el menor con fría seriedad, mirando el lugar con una mirada apagada, por mucho que trate de lucir indiferente con la situación, cargaba con una gran angustia al no encontrar a su tía.
―No sería raro que muchos estén detrás de una bella durmiente, ella es como una arma de doble filo, si lo pensamos bien...―Boruto llego repentinamente, ganándose la atención de su hermano y el capitán Byakuya.
Detrás de él, se acercaban el capitán Tōshirō y su teniente Rangiku. Estos se veían un poco sorprendidos con lo que causo Sakura. El pequeño capitán mantuvo su expresión estoica, pero en el fondo se encontraba preocupado por el estado de la pelirrosa, una vez Sakura le había comentado lo delicados que eran los variantes en ciertos aspectos.
¿Cómo es que termino de ese modo?
― Cuidado con tus palabras Boruto... Sakura-sama sigue siendo una fugitiva, por lo tanto, se le pueden sumar los cargos por tus imprudentes comentarios.―Kawaki dirigió una mirada intimidante al pequeño rubio este solo bajo la mirada no queriendo enfrentarse a su hermano, el mayor de los Uzumaki's tenía razón.
Sakura estaba en una situación delicada en la sociedad de almas, si no la encontraban para aclarar los hechos, el peso de las leyes Shinigamis aumentarían sobre la integridad de la Seinaru.
Byakuya dejó escapar un pequeño bufido, algo molesto con lo que escucho del Uzumaki, miro detenidamente el lugar reconociendo que era obra de la sobrenatural fuerza de Sakura, su expresión se mantuvo sin emociones, mientras buscaba en sus pensamientos cualquier conclusión para mantener la cabeza fría.
(...)
Narra Sakura...
Estaba vagando sin rumbo en un limbo interminable, no era consciente de lo que estaba ocurriendo conmigo, simplemente pude despertar de esa ensoñación después de poner en mis labios el nombre de Sarada, como si fueran las palabras mágicas exactas para abrir la puerta a mis memorias pasadas. Las imágenes pasaban alrededor mío, cada una de esas imágenes, era mi vida como Lucia. Las memorias de Lucia eran necesarias para previsualizar el destino de todos, mi vida como humana, fueron la base para darme la idea de no volver a ser la misma de antes.
Las miraba sin ningún tipo de remordimiento, era claro que no pertenecía más a ese lugar, tampoco me apenaba escuchar los gritos de desesperación de tora, me sentí despojada de toda emoción hacia aquella vida, tuve que llegar hasta aquí para comprender que siempre fui la misma persona. Seguí caminando, hasta encontrar la luz al final del túnel.
Encontrándome con la razón de mi vida entera...
―Sarada...―abrazar a esa pequeña niña se volvió mi energía, mi felicidad es estar a su lado y protegerla.
Pasar el rato con las amistades que forme, fueron cosas que me alegraban el día. Trazar nuevas metas para conseguir mis objetivos se volvían cosas cotidianas, entre tanta cosas que realizaba, mis días favoritos estaban cuando llegaba a mi casa y era recibida por esa pequeña niña que me robaba el corazón con cada cosa que hacía.
Hay tantas cosas que quiero mostrarle, tantas cosas que quiero hacer con ella, como también darle todo mi amor, y que sea consiente de cuanto la quiero...
Pero...
Me persigue el temor de perderla como lo indico aquella novela, me llena de desesperación y angustia, que me hacen sentir miserable por dentro, por que, estuve siendo una simple espectadora del sufrimiento de mi hija, es difícil tener que recordar aquellas palabras que daban por fichado sus sentimientos y pensamientos.
Si la llegase a perder aunque sea solo una ilusión, creo que perdería la cabeza por completo.
Mientras este a mi lado... mientras tenga el poder de protegerla, nada me impedirá darle el final feliz que mi hija se merece. Por que, soy Sakura Haruno...
― ¿Segura?...―Una voz masculina se hizo presente en aquel breve momento de emoción.
Reconocí al instante la voz, como si no hubiese pasado décadas de aquello; no era más que mi compañero, mi más leal confidente, aquel que me acompaño en mis días oscuros como, una luz constante en mi vida.
Mi querida Zampakuto...
―Si... aunque me lleve más de mil años para poder cambiar el final de esta historia, tenlo por seguro mi querido Jomei, nada y nadie me detendrá.―dije en son de alegría, y como una respuesta de su parte, el escenario tuvo un fuerte resplandor, dificultándome la vista en el proceso. Cerré los ojos dejándome guiar al lugar íntimo de mi alma.
El escenario esta distinto a como lo recordaba, la noche fue reemplazado por el día, era como estar en una tranquila tarde en el parque, además, las largas praderas de flores y exuberantes arboles, estaban siendo acompañados por estructuras modernas del mundo humano del cual recuerdo como Lucia, aunque no eran estructuras solidas si no líneas fantasmas que dibujaban una ciudad...
Con la mirada perdida, en un instante visualice a Sarada sonriente con una corona de flores en medio de un amplio campo de flores silvestres, una pequeña ilusión...
Al parecer, sea lo que sea, lo que leí en esa novela siendo Lucia, son hechos que están por suceder, y desgraciadamente todos los logros se van dirigidos a la supuesta heroína principal de este mundo, Hinata...
Mientras ella destacaba y lograba un final feliz con todos lo peces gordos que conquistaba, Sarada tuvo que sufrir y perder todo lo que la mantenía estable. Suspire con pesadez, y volteo a mirar al único ente que me acompaña en ese lugar, pero el no estaba a mi lado como lo imaginaba, eso me dejo algo confundida.
―La adorada imagen de tu hija, está por todas partes...―decía Jomei, apareciendo de la nada delante mío, como si tratara de llamar mi atención en un acto torpe.
―Te veo y te siento, reconozco que eres la misma, pero aun así hay algo que perturba todo incluso nuestro espacio, dime... ¿Qué demonios sucede contigo?―lo escuchaba decir mientras cruzaba sus brazos alrededor de mi cuello. Acercando su rostro muy cerca del mío.
Y lo volví a contemplar como lo hacía en mi niñez, ese rostro fino y masculino, aún tenía el encanto seductor intacto, esa mirada rasgada con un ligero toque de dulzura en esos maravillosos ojos dorados, me hacían sentir segura. Deslice mi mano por su rostro, sintiendo vívidamente la textura de su piel blanca, dibuje su mandíbula con mi dedo hasta finalmente terminar en la fuente de sus labios, y puse el dedo índice sobre este, en señal de silencio, para luego empujarlo lejos.
― Sigues siendo tan mezquino...―murmure.
―No tengo otra opción, esa es la única manera de llamar tu atención.― hizo una pequeña escena infantil, para luego recomponerse, extendió su mano hacia mi cabello y beso un mecho de mi cabello, para luego sonreír de lado.
Su cabellera plateada como la nieve, estaba más corta que antes, insólitamente tenía manchones de color dorado, que no pude ver con anterioridad, había escuchado varias veces que la zampakuto es el reflejo del alma, por lo que, probablemente como había realizado un proceso de reencarnación y regresión, mi alma haya sufrido cambios drásticos o en peor de los casos, creado una fisura temporal.
Eso no me hacía feliz, ya que, para evitar una situación más grave no deberé utilizar al 100% mis habilidades en un largo periodo. Pero al mismo tiempo, mis poderes evolucionaron, por lo tanto, me volvía en una novata en inicios de academias otra vez. Un claro ejemplo es como vuelvo a desperdiciar energía en un simple enfrentamiento. Debía volver a ser consiente de mi propio poder.
Es probable que Jomei haya perdido la capacidad de sanación y ganado una capacidad destructiva mucho más grande que en antaño...
― ¿Puedes ver qué sucede afuera?―pregunte con calma.
El permaneció en silencio, mirándome con una seriedad notoria.
― Ahora, los dos no estamos en condiciones, tu vida es tan delicada como una flor, que apenas pueden detener la propagación del Edo Tensei. En casos como estos deberías estar en un ambiente bañado de reitsu para recuperarte con lentitud... Lastimosamente, no puedo intervenir por ti, temo que sería perjudicial hacerlo. ―
―El único lugar que conozco con un ambiente perfecto para mi recuperación, es la sociedad de almas... no hay de otra, debo encontrar una manera de volver allí. Pero, si lo pienso bien, creo que no debo preocuparme por eso, ello vendrán por mi de todas formas, hay demasiadas evidencias que sigo con vida...―suspire con algo cansancio.
El solo pensar en regresar de nuevo me traía recuerdos amargos, ese lugar era mi prisión...
En parte me asemejaba a Sarada, lo tenía todo; amigos, riquezas, prestigio, honor y poder. Pero me sentía vacía... por un tiempo creía que culpar a mi amor no correspondido resolvería aquello, pero siguió empeorando.
Al ser señalada por los altos mandos como una mujer virtuosa y sabia, digna de grandes posiciones, no sentía nada, ninguna emoción que me dé la señal que lo estaba haciendo bien, finalmente entendí que estaba en una hermosa mentira. Todos querían tenerme como una marioneta obediente y leal, mis acciones eran manipuladas por mi sentido de responsabilidad pero, al mismo tiempo sentía la presión de hacerlo, como si debía ser capaz de satisfacer los estándares de los demás. Actuar como una santa, sabiendo que mis pensamientos no eran genuinos, me hizo sentir una impostora. Vestir de cosas blancas y utilizar joyería plateada en señal de pureza y amabilidad, me hacían sentir enferma. Sonreír cuando solo quería derrumbarme en lágrimas, me daban ganas de morir.
Porque, en el fondo sabía que no era la persona que pintaban en sus mentes...
No soy tan noble, tampoco muy bondadosa, solo soy una persona común con la suerte de nacer con grandes dotes espirituales, soy amable pero al mismo tiempo desconfiada, siempre estaba en alerta cuidando que mi postura no caiga. Y soy una madre, que teme por el futuro de su hija, sobreprotectora y celosa, mi amor hacia mi hija puede ser confundido con una obsesión, pero ¿Cómo no amar a lo único que dio sentido a toda mi vida?
Hasta ahora, nadie me hace sentir tan completa...
De repente, sentí el lucido sentimiento de un torrente fresco recorrer mi cuerpo.
—hmn?... Al parecer alguien esta prestándome energía Jomei. A este paso no tardare mucho en despertar.—Dije pensativa.
—Espero que puedas reponerte a tiempo, si logras despertar antes que ellos te encuentren, estarás en ventaja...—Opino el joven peli-plata con un ligera sonrisa.
—Espero que así sea...—murmure.
(...)
En la historia original...
Sarada había logrado sanar a los capitanes y tenientes heridos en medio de la gran batalla contra Aizen, pero para su mala suerte, ella no era capaz de restaurar la energía que estos gastaron en su enfrentamiento contra el ex-capitán. Su poder de regeneración era un grano de arena comparado con el de su madre...
No encontraba al señor Byakuya por ninguna parte, ya estaba empezando a preocuparse, aquel hombre era como una figura paterna para ella, cumplía mejor el roll de padre que su propio padre biológico, claro tuvieron sus primeros tropiezos pero mejoraron en los transcursos de los días. A decir verdad, todos se comportaban con ella de la misma manera, se sentía la hija protegida de todos los capitanes, incluso el pequeño capitán Tōshirō la trataba de esa manera, muy distinto a como trataban a la señorita Hinata. A ella la miraban como una niña desamparada, mientras a la Hyuga como una mujer a la cual conquistar.
Reacciono de su hilo de pensamiento y se recompuso del trance, no había tiempo que perder. Estaba dispuesta a dirigirse al campo de enfrentamiento, pero una mano la detuvo a tiempo. Miró sobre su hombro al Uzumaki mal herido.
―No me detengas, Boruto...―dijo de manera seria la Uchiha.
―Solo escúchame... Aunque no seamos lo suficientemente cercanos, para que me preocupe por ti... Sarada, estoy seguro. Si bien, tratas de negarlo, sé que la tía Sakura, te amo de tal manera, que ni siquiera dejo que la sociedad de almas conozca tu existencia, con tal protegerte...―mencionaba el rubio mientras hacia una mueca dolor mientras sostenía su abdomen.
Sarada se encogió momentáneamente, para luego mirar con el ceño fruncido al rubio, ella no estaba tratando de negar el amor de su madre, si no, solo cuestionaba las acciones de la misma, por que, de alguna manera sentía que perdió demasiado tiempo en encontrarse con todas esas personas que la querían como parte de su familia, hubiese sido distinto si desde un principio estuviesen todos juntos...
―A qué quieres llegar. ―volteo para estar frente a frente del oji-azul.
―No te lastimes... no hagas que me preocupe por ti. ―susurro para luego atraer con su mano libre a la pelinegra, abrazándola en el proceso, esta abrió a la par sus ojos sorprendía por la acción de rubio―. A veces me pregunto, si las cosas hubiesen sido diferentes, si las encontráramos antes de toda la tragedia. Estarías en el lugar que perteneces y tal vez, hubiésemos sido una gran familia... Solo quiero que tengas en mente que estoy dispuesto a estar para ti, como un hermano mayor... Claro, si es que aceptas. ― se separó del abrazo para mirar a los ojos ónix de Sarada, para luego regalarle una sonrisa marca Uzumaki.
Sarada se mostró sorprendida para luego cerrar los ojos y dibujar una leve sonrisa en sus labios. Levanto su puño y lo estampo en el pecho de Boruto, con cuidado de no lastimarlo, para luego mirarle con una hermosa sonrisa su sincero agradecimiento. Robándole un pequeño sonrojo al oji-azul.
― Idiota, no quisiera tenerte como un hermano, serias un dolor de cabeza constante. ―bufo divertida. El rubio rio con una gota de sudor en la sien, ligeramente avergonzado.
― Gracias por todo...―la escucho decir, para luego desaparecer en un parpadeo.
Boruto permaneció en pie en ese lugar, atónito por las palabras que habían salido de los labios de la pelinegra. Para luego soltar una risa seca y disponiéndose a seguir a la joven Uchiha.
Su rostro se veía perturbado por la ansiedad, se mordió el labio tratando de calmarse mientras se alejaba de los Shinigamis.
Cerró los ojos para mantener la calma, dio una bocanada de aire, y lo soltó en un suave suspiro. Tomo con fuerza su zampakuto, y la empuño para dar pelea al traidor, abrió los ojos dejando relucir los poderosos ojos carmesí, que la ayudaban en la pelea, su miedo tuvo que ser arrogado a la fuerza y remplazarlo por determinación y valentía.
Pero antes de arrogarse a pelear, se detuvo a pedir fortaleza; "Madre, observa y cuida de mi... dame fuerza para detener a este hombre el tiempo suficiente, hasta que Ichigo llegue." Pidió desde sus adentros, con suma tristeza, ya que, sabía que era algo inútil al final, pero le traía paz el solo pensar que el espíritu de su madre ampara por ella.
Con una increíble velocidad, se dispuso a estar casi adelante del castaño, no espero dialogar con nadie, activo su habilidad visual más poderosa, ni bien el filo de su espada toco el suelo, sobre Sarada un gigante ser de aspecto femenino y aires de santidad la rodearon como un gran guardián.
Sus ojos empezaban a derramar lágrimas de sangre, por el sobresfuerzo que ejercían sobre sus ojos ese poder colosal, pero eso no la inmuto para nada. Levanto la mirada lentamente, encontrándose con los ojos de Aizen, quien sonreía como un lunático.
Eso provoco que realice una expresiones repugnancia, y como si se tratara de su propia voluntad el Susano impacto destructivamente contra el castaño, este pude esquivar a tiempo dicho ataque, pero una vez quiso darle un golpe de gracia a la Hija de su amada santa, el Susano femenino protegió a su maestra. Al volver a tener contacto visual la pelinegra lo aprovecho para meterlo en una ilusión.
Aunque este pudo salir sin problemas de dicha técnica.
―Eres increíble... Sakura era especialista en la sanación, nunca la vi sostener su zampakuto en una batalla por mucho tiempo, tal vez por sus principios y su bondadoso corazón. Pero, con verte... puedo imaginar que ella tendría un lado oscuro oculto, con una capacidad destructiva y mortal. ―Hablaba el castaño mientras esquivaba sin mucho esfuerzo los ataques del Susano, el cual arrasaba con todo a su paso.
―Ya te lo dije una vez... No hables de mi madre con esa boca asquerosa.―Estaba tan molesta que hasta se le marcaba la venas de la mandíbula. ― Todos la aman en sus recuerdos... pero ¿Dónde estuvieron ustedes cuando ella estaba dando el último suspiro de su vida?―empezó a susurrar mientras levantaba su espada lentamente mientras señalaba con esta a Aizen, su mirada oscurecida rápidamente se encendió amenazantemente.
¿Porque, se desmentía así misma cada vez?, ella por primera vez se sentía amada en un lugar, pero, ¿a que costo?, ¿acosta de la vida de su madre?, se sentía hipócrita, ser feliz mientras su madre sufrió en ese lugar.
―La Santa plateada, no volverá a la sociedad de almas, ni yo me atreveré a pisar ese lugar nuevamente una vez termine contigo... ¡Chidori! ―Como un dragón nadando entre las densas nubes oscuras, un poderoso rayo envistió contra el castaño.
La gran cortina de arena que se levantó después del impacto distrajo a la Uchiha, no esperando que Aizen se adelantara a ella para propinarle un golpe certero, pero dicho ataque nunca llego...
Horrorizada Sarada observo como aquella persona era brutalmente herida por aquel ataque. Su corazón se estrujo de dolor, al verlo tan mal herido mientras trataba de quedar en pie.
― ¡Boruto!―grito con terror al verlo finalmente caer en el suelo, totalmente inconsciente.
Aizen observaba como la joven trataba de aplicar los primeros auxilios con esas manos temblorosas.
―Eres bastante ingenua que hasta descuidas a tu enemigo, ¿no se supone que debes enfrentarte a mí?―hablo acercándose a la pelinegra, quien abrazaba al joven Uzumaki tratando de protegerlo.
Aizen extendió la mano hacia Sarada, esta quedo estática en su lugar por el miedo infundido, la mano era capas de cubrir toda su cara, hasta que todo se volvió en una dolorosa oscuridad.
(...)
Sarada se levanto exaltada, su tes quedo pálida mientras ligeras gotas de sudor caían, miro con el ceño fruncido hacia sus manos quienes temblaban sin control.
—Un sueño, es un maldito sueño...—suspiro con pesadez mientras se cubría el rostro.
Tal parece que dormir en la casa de otra persona no le ayudaba mucho, además que su madre esta muy delicada de salud en la otra habitación de alado, es estresante este ambiente. Por que sentía como se movilizaban presencias familiares por toda la ciudad, era molesto estar tan alerta, usualmente en su hogar no sentía tal incomodidad.
Miro atentamente la puerta corrediza, y se dispuso a levantarse, observo con cautela la habitación, sus amigas mod dormían profundamente gastaron mucha energía, dio un corto recorrido por el pasillo y termino delante de la puerta donde su madre descansaba, escucho algunas voces en el interior dejándola curiosa, abrió ligeramente la puerta, encontrándose con una escena que la sorprendió.
Sakura estaba teniendo una conversación serena con el hombre de sombrero raro y un gato negro, el ambiente entorno a los tres, no se sentía ambiguo ni tenso, al contrario era como unos viejos amigos encontrándose después de un largo periodo separados.
Su madre volteo su rostro hacia ella y le dio una dulce sonrisa, a Sarada se le aguaron los ojos y se dispuso a abrazar con fuerza a su madre, la angustia que la carcomía se desvanecieron en un instante al sentir la calidez de su madre.
— Al parecer, solo te hago llorar...— murmuro Sakura con una voz aterciopelada. Mientras daba ligeras caricias a la espalda de la menor en muestra de consuelo.
Sakura levanto ligeramente su mirada jade hacia los dos espectadores, agradeció su silencio, las cosas hubiesen sido estresantes, podía suponer vagamente que tipo de hilo de pensamientos podrían tener al respecto, pero Sarada la necesitaba primero.
Continuará...
//Jomei //significa "luz constante", el reflejo más puro del alma de Sakura, sus habilidades básicas se especificaban en la área de sanación en masa, sin necesidad de estar cerca, algo así como la babosa. Aunque, eso solo es algo pequeño comparado con su habilidad destructiva, al momento de ser desenvainado, solo representa que la portadora esta molesta y en peor de los casos desesperada, por que, Sakura acostumbro a nunca atacar y simplemente a dar los primeros auxilios, además no tuvo la oportunidad de explotar sus dotes destructivos por que eso no era el reflejo que deseaba trasmitir cuando era una "santa".
Ahora, ella piensa darle todo tipo de utilidad a sus habilidades destructivas...
#NOTA EXTRA
Bueno, para algunos les puede parecer exagerado el tema de los híbridos, pero tengo que aclarar que el mundo de Bleach las razas no coexisten armónicamente, tal como los bount quienes por su naturaleza no son capaces de crear vida, o sea, no pueden tener descendientes y viceversa. Si bien puede existir una amistad, no son comunes las uniones entre estas distintas razas. (lll¬ω¬)
Además, Sakura la protagonista principal, desde temprana edad fue manipulada para mostrarse perfecta ante todos, literalmente sus padres son en parte los responsables de ello, ya que, se veía como una candidata perfecta para realizar este tipo de mezcla entre distintas razas, sin mencionar que por esa época de la historia, la relación entre los variante y Shinigamis era muy tensa e inestable, prácticamente los Shinigamis podían deshacerse de sus hijos que mutaban a variantes por miedo a ser lastimados. Y el rumor del nacimiento de una variante capaz de apaciguar esas diferencias era muy estimado. De hay esa extraña obsesión de nombrar a Sakura como "Seinaru" o "santa". (╯°□°)╯︵ ┻━┻
El hecho que Sarada sea capaz de recordar la vida que tuvo en la obra original, es por el efecto que causo la regresión de Sakura, ya que, siempre estuvieron conectadas, desde el vistazo a la novela o el reflejo de las memorias que alguna vez hubo en el seireitei. Por lo que, eso seria de gran ayuda para Sarada en el momento de discernir en sus futuras decisiones. Sakura no es consiente de ello, por que, la seguirá tratando de la misma manera gentil y cariñosa cada que tenga la oportunidad.(creo que igual si se entera, no cambiaria su forma de verla y tratarla)...
('▽'ʃ♡ƪ)
Bye ⭐
_13041.🌸
ATT: @Fanny034
¡HASTA LA PROXIMA!
❤️
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