𝑪𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝒗𝒊𝒏𝒈𝒕-𝒔𝒆𝒑𝒕.

JiMin estaba leyendo las últimas páginas de Anna Karenina y viendo por la ventana cómo la nevada se convertía en tormenta. La temperatura en el termómetro había bajado desde la última vez que lo había visto en la ventana de la cocina, aunque ya de por sí estaba helando.

Algo lo hizo ponerse de pie y mirar por la ventana hacia casa de JungKook. Esperó que lo que fuera que haya causado la emoción de JungKook, se hubiera resuelto. Se sintió culpable.

Al fin, después de asomarse por lo que parecía la millonésima vez, dejó su libro. Se levantó y caminó hacia las escaleras, se puso el abrigo grueso sobre su camisa y las pesadas botas de nieve sobre sus calcetines. Tenía las piernas desnudas, pero la caminata al pórtico de JungKook era corta.

Una vez fuera de la puerta principal, se percató de las huellas de JungKook silenciadas por la nieve: unas dirigiéndose hacia arriba y otras abajo de las escaleras, y un montón confuso de huellas al fondo. El rastro salía de su casa e iba al auto que JungKook había intentado encender, pero las otras se dirigían a otro lado. JiMin las miró fijamente un momento, confuso, sintiendo lo helado del aire.

El frío le carcomió las rodillas y las manos..., cada pedazo de él que había dejado al desnudo. Siguió las huellas hacia la oscuridad, apenas las identificaba con la poca luz de la luna que se filtraba por el cielo oscurecido, cubierto de nubes y nieve. La preocupación hizo que su pulso acelerara. Las huellas inexplicablemente continuaron cruzando el lago y ㅡJiMin se detuvo impactado e incréduloㅡ hacia el hielo. Sintió un nudo en la garganta, miró a su casa y luego de nuevo en dirección de las huellas que desaparecían en el lago... hacia las brillantes luces lejanas de Gangneung.

Su corazón palpitaba y se sentía un poco enfermo. Algo había pasado. Algo estaba muy mal. JungKook se había ido sobre el hielo. Estaba caminando en dirección de Gangneung. JungKook se había ido caminando por el hielo.

JiMin sintió que tenía segundos para decidir qué hacer. Caminó hacia la costa de la playa cubierta por la nieve.

Puso un pie fuera, en la superficie arenosa, nevada y resbalosa. Y luego el otro, para probar. Cobró velocidad con cada paso.


Pudieron pasar cinco minutos o quince. JiMin sólo sabía que había decidido confiar en que el lago estaba verdaderamente congelado, porque estaba dentro por completo, y las huellas iban aún más lejos, aun cuando desaparecían bajo la nieve torrencial.

Al principio no estaba seguro de si la mancha oscura delante de él era una persona. A medida que se fue acercando, no había duda de que la silueta delgada de JungKook sobresalía entre los copos de nieve, alejándose, apenas visible.

ㅡ¡JungKook! ㅡgritó.

La figura hizo un alto y pareció girar. Un brazo se levantó para saludar como si su dueño se desplazara a la izquierda.

Y luego desapareció. Splash.

JiMin no gritó ni pensó nada. Su mente estaba despejada y clara como la de un animal; no tenía ni siquiera miedo. Sólo sabía que tenía que sacar a JungKook. Corrió a toda velocidad, intentando mantener su orientación hacia delante, donde JungKook había estado hacía un momento. Se deslizó en el hielo, hacia donde se había roto en un enorme tajo en la nieve, y se aventó decidido. Metió los brazos en el agua congelada.

Por un momento no sintió nada, sólo el agudo dolor del agua fría calándole los huesos. Después sintió cabello como telarañas alrededor de la mano derecha, y agarró un puñado, después tanteó el hombro de JungKook, la larga línea de su brazo. Intentó jalarlo hacia fuera, pero el hielo se desmoronaba en los bordes. Contoneó los hombros replegándose, agarró la muñeca de JungKook y lo intentó de nuevo. La cabeza de JungKook salió a la superficie, intentaba aferrarse a las manos de JiMin pero no podía, como si no pudiera cerrar los dedos hasta formar un puño.

Al fin, JiMin se obligó a quedarse quieto un momento, agonizante como estaba. Consideró en dónde se encontraba, distribuyó mejor su peso, y tuvo un mejor agarre de JungKook, debajo de uno de sus brazos. Se inclinó para hacer palanca, pero no demasiado. Lo levantó ligeramente y luego la jaló. Una vez que el pecho de JungKook estaba sobre el hielo, JiMin retrocedió despacio. JungKook estaba sobre todo quieto. JiMin lo remolcó hacia atrás, lejos del agua. Centímetro a centímetro.

JungKook estaba en el piso temblando y sacudiéndose. JiMin se quitó el abrigo y lo envolvió con él, así que ahora lo único que llevaba puesto era la camisa fea y las botas.

Después de un rato, se puso de pie y levantó a JungKook, lo pegó a su cuerpo todo lo que pudo.

ㅡTienes que caminar, JungKook. No soy lo suficientemente fuerte para cargarte.

JungKook se movió hacia delante como spaghetti.

ㅡEstá herido ㅡdijo cansadoㅡ. Tenemos que llamar a alguien.

ㅡ¿Quién está herido? ㅡpreguntó JiMin, pero sabía quién era la única persona a la que se podía referir.

JiMin miró en dirección del centro de Gangneung, después hacia la casa. Deseaba dar la vuelta hacia su casa con cada centímetro de su cuerpo. Pero por ahora, razonó, estaban tan lejos de casa como lo estaban del pueblo. No era seguro que uno estuviera más cerca que el otro, porque no podía ver su casa. Pero al menos podía ver el pueblo, que parecía pequeño y distante. Dio la vuelta en esa dirección.

Caminaron durante quince minutos por lo menos, sin decir una palabra, sólo concentrándose en poner sus pies delante. JungKook era lento al principio pero después pareció reunir fuerzas mientras caminaban, aun cuando temblaba violentamente y la nieve parecía caer más densa a medida que los minutos se eternizaban. A JiMin le tomó varios minutos darse cuenta de que él también estaba empapado, desde arriba de la camisa hasta los pies. Sentía la cabeza entumecida y congelada sin sombrero. Nunca hubiera imaginado un frío como el que sentía. Era un dolor punzante por todo el cráneo y los hombros. Envidió el abrigo que le había dado a JungKook, pero no se lo pidió, sólo lo abrazó más fuerte con su brazo derecho. El terror de caerse por el hielo en cualquier minuto pasó a un segundo plano, se ubicó ligeramente por detrás del dolor agudo de estarse congelando centímetro a centímetro.

Las luces parecían un poco más grandes a medida que avanzaban. JiMin se empezó a preguntar si estaban tan cerca como había pensado cuando JungKook interrumpió sus pensamientos.

ㅡ¿Así que vienes aquí seguido? ㅡsonrió, como si estuviera cerca del delirio.

JiMin abrió la boca para hablar e inhaló una bocanada de aire frío.

ㅡEstoy practicando para las Olimpiadas. La caminata mortífera y helada a campo traviesa.

ㅡCreo que podemos descontar todo por debajo de la plata ㅡdijo JungKook, el miedo se apoderó de su voz.

El aire parecía más nieve que oxígeno, y el viento los golpeaba con fuerza. JiMin recordó que las calles de Seúl formaban túneles de viento, parecían escupir el viento y encajarlo en la piel y los órganos. Eso no había sido nada comparado con el viento que los azotaba mientras cruzaban el lago al aire libre.

JungKook estaba bajando la marcha y JiMin sentía que sus piernas se convertían en gelatina, gelatina congelada, pero gelatina.

ㅡGelatina, ipum! ㅡdijo en voz alta.

ㅡ¿Qué? ㅡpreguntó JungKook.

ㅡNada ㅡmurmuró JiMin. Se sintió chiflado. Aunque no sentía tanto dolor en el cráneo.

ㅡDebimos haber regresado ㅡdijo, pero JungKook o no lo escuchó o no tuvo la fuerza para responder.

ㅡSomos estúpidos de todas formas ㅡagregó JiMinㅡ, somos fatalmente estúpidos.

Había una figura adelante. Era imposible que pudiera estar ahí porque todavía estaban dentro del lago, pero ahí estaba, bien que mal. JungKook también lo vio; levantó el brazo y lo señaló.

Creció y creció, por eso sabía que se estaban acercando.

Al fin adivinó qué era. Era el casco de un barco oxidado emergiendo del agua. Era lo más escalofriante que había visto y también parecía imposible. Pero JungKook lo estaba llevando para allá con su poca fuerza, como de bebé, y JiMin dejó que lo guiara.

Llegaron por detrás del casco, estaba quizá tres metros y medio arriba de la superficie, pero detrás el aire amainaba, relativamente hablando.

ㅡ¿Crees que el hielo de alguna manera lo haya empujado? ㅡpreguntó JiMinㅡ ¿Cómo pudo el aire transportarlo?

ㅡBloquea el viento ㅡdijo JungKook, después su cuerpo se sacudió de arriba a abajo. Se apiñaron contra el metal decadente, se pegaron a él todo lo que pudieron y se abrazaron. JungKook todavía temblaba como loco. Pero entre más se quedaban quietos, temblaba menos. JiMin miró las luces de Gangneung, tan tentadoras, parecían tan cercanas, y luego inclinó la cabeza hacia atrás, decidió que esperarían un poco más detrás del bienvenido rompevientos. JungKook estaba tan pálido como la nieve, sus ojos parecían grandes moretones negros bajo la inquietante media luz de la luna que intentaba colarse por las nubes.

ㅡViniste por mí ㅡdijo al fin, como si apenas se estuviera dando cuenta.

JiMin asintió.

ㅡEres mi mejor amigo ㅡdijo JungKook.

ㅡTú eres el mío también ㅡdijo JiMin.

JungKook miró alrededor como escéptico de que estuvieran ahí. Pareció recobrar la conciencia a cada minuto.

ㅡJiMin ㅡdijo por fin, estaba completamente alertaㅡ. ¿Crees que muramos aquí?

ㅡNo ㅡJiMin sacudió la cabeza, sentía todo el cuerpo entumecido. Estaba aturdido, casi mareadoㅡ. Eso no pasa. Es el tipo de cosa que pasa como en 1832. A los, por ejemplo, exploradores.

ㅡLo sé, pero tengo tanto frío ㅡdijo tosiendo y riendo cansado.

ㅡNo dejaré que suceda. Te cuidaré ㅡJiMin sopló en sus manos. Hablaba para seguir sintiéndose conscienteㅡ. Sabes, tenemos tanto que hacer. No podemos morir.

JungKook se acurrucó más. JiMin se sintió entumecido; la tela delgada de su camisa era tan útil como estar desnudo. No podía pensar bien.

Intentó calentarse pensando en sus padres en algún hotel cálido en Seúl o en la playa en Incheon. Imaginó bebidas tropicales y dormir bajo un abanico de hoja de palmera. JiMin quería dormir bajo una palmera algún día. Se prometió que lo haría.

ㅡ¿JiMin? ㅡJungKook se movió.

ㅡSí.

ㅡSólo me estaba asegurando.

ㅡTodo va a estar bien ㅡJiMin escuchó su propia voz. Le quería decir a JungKook que sentía pena por su envidia, por los pedazos negros de su corazón que fueron duros y celosos, pero parecía menos importante que el calor; parecía pequeño y tonto y olvidable.

ㅡLlegaremos a un sitio caliente ㅡdijoㅡ tan pronto amaine la nieve.

Parecía ya estar allá.

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Si encuentran algún error ortográfico, por favor háganmelo saber, y lo tomaré en cuenta a la hora de corregir.

Hola.~

Actualización rápida y capítulo largo. Estamos a dos capítulos de terminar y quiero llorar. :')

Les recuerdo que tengo otras historias publicadas, por si gustan pasar a darles un vistazo.

Siendo todo de mi parte,
gracias por leer.

~𝙶𝚊𝚋𝚜.

Kim Seok.

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