𝑪𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝒐𝒏𝒛𝒆.
JiMin y sus padres siempre dedicaban un día para decorar el árbol navideño. Este año su mamá había hecho un milagro al encontrar un pino prácticamente gratis en una tienda del pueblo, al que le faltaban unas cuantas ramas y que estaba algo seco. Desde que lo pusieron en la sala, había dejado una corona de agujas en el suelo. Su madre había hecho rompope casero y había puesto a Park HyoShin en el estéreo porque para ella era importante ㅡsiempre lo decíaㅡ que JiMin pudiera aprender de cultura. También había comprado una montaña de escarcha, más escarcha de la que cualquier familia decente debería poseer, y había prendido una fogata abrasadora en la chimenea del estudio.
Apenas estaban iniciando la primera etapa de la decoración del árbol ㅡsiempre ponían las esferas después de las lucesㅡ cuando se escuchó un golpe en la puerta. JungKook estaba parado afuera de la cocina. JiMin fue a abrir la puerta.
ㅡHola, JungKook ㅡsu mamá lo saludó desde la salaㅡ. Ven a decorar el arbolito con nosotros.
JungKook se quedó afuera.
ㅡHola señora Park. Lo siento, no puedo, tengo que regresar. Sólo quería preguntarle a JiMin algo super rápido.
Se limitó a cruzar el umbral y miró a JiMin sigilosamente, bajó la voz.
ㅡTaeHyung quiere llevarme a un lugar el martes, como regalo de navidad ㅡdijoㅡ. Es como un hotel de hielo en donde puedes cenar en un restaurante de hielo. El caso es que, de veras quiero ir, pero no podemos regresar antes del toque de queda... ¿Podrías decirle a mi mamá que estoy en tu casa? Y si ella llama o algo, ¿le dirías que ya me dormí? Volveremos a las diez, a más tardar a las once.
JiMin se balanceó de un pie al otro. No era bueno para mentir y no le gustaba la idea de que JungKook y TaeHyung estuvieran fuera después del toque de queda, no con todo lo que estaba pasando. Pero asintió.
ㅡDe acuerdo.
JungKook tragó saliva.
ㅡCreo que está planeando llegarme ㅡrespondió.
JiMin se quedó frío.
ㅡ¿Llegarte? ㅡpreguntó, aunque tenía la terrible sensación de que ya lo sabía.
JungKook se envolvió con sus propios brazos.
ㅡYa sabes, decirme que me ama, pedirme que escoja entre estar con él o no. Se la pasa dándome a entender que es ahora o nunca ㅡJungKook se veía cansado y un poco retraído.
JiMin no sabía qué decir.
ㅡNo quiero perderlo como amigo, ¿sabes? No quiero lastimarlo ㅡfrustrado, JungKook pateó a la nadaㅡ. Bueno, gracias JiMin, te debo una.
ㅡNo te preocupes.
JungKook se le acercó y lo besó en la mejilla. Sonriendo.
ㅡEres el mejor ㅡse dio la vuelta y corrió a su casa, dejando a un JiMin sonrojado atrás.
De regreso en la sala, JiMin bebió su rompope y ayudó con la escarcha. Sus padres estaban de excelente humor, y su mamá incluso le puso un poco de ron a su bebida.
ㅡEl próximo año podrás beber el doble ㅡdijo con ironía. JiMin se rio y dijo:
ㅡUy, qué emoción ㅡpero se sentía inquieto. Su padre desapareció un momento y regresó con un paquete envuelto en papel verde que puso en su regazo.
ㅡRegalo adelantado ㅡdijo.
JiMin notó que era ropa. Por un momento se emocionó pues creyó saber qué era. Rompió la envoltura, y quedó al descubierto un papel rojo con rayas blancas, como la marquesina de la tienda del centro, su pulso se aceleró. Dentro había una tela conocida. Y fue ese reconocimiento el que destrozó sus esperanzas. Seda verde, con una rosa negra bordada sobre el pequeño bolso en el lado superior derecho. Era la camisa fea de la tienda.
ㅡSé que querías la otra camisa ㅡdijo su papá dudoso, casi con timidezㅡ. Esperaba que ésta fuera una segunda opción.
JiMin abrazó la camisa. Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, se sentía herido porque su padre era tan despistado y a la vez, muy considerado. Luchó por contener las lágrimas.
ㅡMe encanta ㅡdijo animado. Y en verdad lo sentía, por lo que significaba. Pero eso no impidió que se le rompiera el corazón, por todas las cosas que sus padres querían darle pero no podían. La única manera de compensarlos era algún día conseguirlas por sí mismo.
Dos noches después, JiMin vio a TaeHyung y a JungKook salir de la entrada de coches.
JiMin nunca descubrió qué pasó esa noche entre JungKook y TaeHyung. Lo único que supo, más tarde, fue cómo terminó todo.
Supo que no habían llegado a casa ni a las diez, ni a las once, y que la señora Jeon no llamó pero sí tocó a la puerta de los Park para llevarse a su hijo a casa. Y por supuesto, JungKook no estaba ahí. La señora Jeon no le dijo nada a JiMin, sólo apretó los labios y regresó caminando a su casa después de hacer una reverencia. JiMin miró el reloj y empezó a preocuparse. Se durmió diciéndose a sí mismo que sus amigos sólo se estaban pasando de la raya y que volverían a casa pronto, pero su sueño fue inquieto, ligero.
Unas luces rojas y azules lo despertaron alrededor de las doce con treinta de la madrugada. Desde su ventana, JiMin vio cómo se estacionaban las patrullas, una tras otra. Demasiado asustado para moverse, se limitó a asomarse y frotar con nerviosismo los dedos contra los bordes del cristal. "Por favor, Dios, que estén bien", decía una y otra vez. "Haré cualquier cosa, pero por favor permite que regresen". Su corazón latía rápido, su piel erizada de miedo pasaba del frío al calor.
Las horas se hicieron eternas. Llegaron dos patrullas más y JiMin podía escuchar a sus papás abajo haciendo café y prendiendo la chimenea para calentar los cuartos, donde se colaban las corrientes de aire, pero fingió estar dormido y ellos nunca fueron a despertarlo. Vio a la policía dispersarse para buscar en los alrededores de Boksakkot, en los bosques y en las orillas del lago, sus linternas atravesaban la oscuridad de los árboles. ¿Habrían encontrado el auto abandonado en el camino? ¿Estarían siendo muy precavidos? Miró a su mamá cruzar el césped, llevándole un termo de café a la señora Jeon, que estaba sentada en el pórtico. No se atrevió a salir, estaba paralizado, congelado en su lugar, buscaba en la carretera alguna señal de JungKook, rezando por verlo aparecer en cualquier momento.
Cerca de las dos de la madrugada un auto entró por Boksakkot con las luces apagadas, y se detuvo en silencio. JiMin alcanzó a distinguir la forma pero no el modelo del auto. Se estacionó al final de la calle, y el conductor apagó el motor. Pero nadie salió en varios minutos. Quienquiera que fuera, había visto a los policías, quienes se acercaron despacio al auto.
Al fin las dos puertas se abrieron al mismo tiempo y dos figuras emergieron. Se encontraron al frente del auto y caminaron titubeando.
JiMin se sintió aliviado, sintió el calor de los músculos relajarse, y en silencio dijo una plegaria de gratitud.
La señora Jeon permaneció parada en la entrada de la casa, parecía que se iba a derrumbar. TaeHyung y JungKook se deslumbraron por la torreta de una de las patrullas.
TaeHyung tomó la mano de JungKook. JiMin no pudo ver si JungKook tomó su mano o no, porque uno de los policías se acercó a ellos y le bloqueó la vista.
A la mañana siguiente, la madre de JungKook lo subió al primer autobús a Cheongju. JiMin no pudo despedirse.
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Si encuentran algún error ortográfico, por favor háganmelo saber, y lo tomaré en cuenta a la hora de corregir.
Hola.~
Siento que ha pasado un lustro desde la última vez que actualicé esto. Lo siento.
Este fue el capítulo once, espero les haya gustado. Es algo corto, pero aquí comienza el verdadero drama 0w0.
Es seguro que publique otro capitulo corto el día de mañana, así que esperenlo.
Les quiero contar que hace poco publiqué una nueva adaptación llamada "Neko Corporation", tiene como protagonistas a mis padres y les prometo que es buena. Si gustan pasar a leerla, por mí más que genial.♡
Siendo todo de mi parte,
gracias por leer.☆
~𝙶𝚊𝚋𝚜.
Kim Seok.
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