𝑪𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝒅𝒊𝒙-𝒔𝒆𝒑𝒕.
Jeon JungKook regresó a casa de la mano de Min YoonGi. Una tarde gris de principios de febrero estaba parado en la puerta de JiMin como si nunca se hubiera ido. Bajó la barbilla a su chaqueta para esquiar color azul brillante y dijo que su mamá lo había dejado regresar a casa para siempre ahora que habían apresado al asesino.
Puso un regalo en la mano de JiMin: un globo de nieve de Cheongju, nieve blanca cayendo sobre los edificios y sobre el agua. JiMin lo sostuvo en la mano sin saber qué decir.
YoonGi, alto, musculoso de cabello oscuro, estaba a su lado, mirando a JiMin fijamente y con confianza. Era exactamente el tipo de chico con el que había imaginado a JungKook cuando lo vio por primera vez, muy guapo y atlético, con un aire de que el mundo le pertenecía. Le dio la mano a JiMin.
ㅡJiMin, mucho gusto en conocerte.
JiMin miro a JungKook con las cejas levantadas, y él se encogió de hombros.
ㅡJungKook me ha hablado mucho de ti ㅡYoonGi prosiguió, abrazando a JungKookㅡ, mi chico te extrañó muchísimo.
ㅡAh, sí, yo también lo extrañé ㅡrespondió JiMin.
ㅡBueno, sólo lo vine a acompañar así que... ㅡYoonGi se inclino y besó a JungKook, jalándolo de la cintura. JungKook se resistió un poco, pero lo dejo besarlo, después se apartóㅡ. Estoy seguro de que estaré mucho en casa de JungKook, pero no te pierdas. Entre más, mejor. Nos vemos.
ㅡAdiós.
Lo miraron cruzar el patio hacia la entrada para autos. JiMin se preguntó si le acababa de dar permiso para pasar un rato con su amigo. JungKook se volteó para mirarlo, con los ojos encendidos.
ㅡVen a ayudarme a desempacar.
En el cuarto de JungKook las cosas salían disparadas de su maleta como un huracán. Su mamá había limpiado su cuarto en su ausencia, pero volvía a estar desarreglado a medida que JungKook aventaba la ropa en el piso y los artículos de tocador sobre el escritorio. Dos iPods, sus bocinas Bose portátiles, varias camisas brillantes y un par de botas negras nuevas que JungKook aventó debajo de la cama. Hablaba emocionado mientras colocaba las cosas en la pila, y aventaba todo lo demás, un iPad roto, una pulsera de corazón de Tiffany, dos bolsas, en el ropero.
ㅡEstoy tan contento de estar en casa. Tan pero tan feliz. ¿Cómo están las cosas? ¿Cómo va la tienda? ¿Cómo están tus papás?
ㅡLa tienda cerró, ¿no te conté? Mis papás están bien. Todo lo demás está... ㅡJiMin hizo una pausa mirando alrededor del cuartoㅡ igual.
JiMin tragó saliva con culpa.
ㅡEstán planeando una fiesta de San Valentín, abajo en el pueblo.
ㅡAy, siempre lo hacen ㅡJungKook movió la mano despectivamente. Estaba pálido y más delgado que cuando se fue.
JungKook notó que JiMin lo estaba estudiando.
ㅡYa sé, parece que me estoy marchitando. No puedo soportar otra semana de invierno. Moriré.
ㅡDeberías intentar comer otra cosa que no sean fideos instantáneos.
JungKook sacó de la maleta una camiseta arrugada hecha bola, y entornó los ojos como si nunca la hubiera visto en su vida, después la aventó.
ㅡSí, sólo no he tenido mucha hambre. No sé por qué.
JiMin asintió.
ㅡAsí que YoonGi parece, eh, bastante cercano a ti.
ㅡLo sé ㅡlo dijo disculpándoseㅡ, es un poco intenso, lleva años convenciéndome de salir con él, así que creo que es un poco... entusiasta. Hasta dice que si me mudo a Cheongju después de graduarme, él también lo hará.
ㅡAh ㅡJiMin nunca se hubiera imaginado que a JungKook le gustara alguien tan dependiente.
ㅡEs como... decidido en sus cosas. Pero boxea, para sacar toda esa energía.
ㅡAh.
ㅡYa sé. ¿Quién boxea? Pero a él le gusta.
JungKook desempacó suéteres y botas, y en el fondo de maleta estaba una postal. Era una pieza de arte escandinavo antiguo, dibujado a lápiz, con una casa de madera que parecía escandinava en el fondo y una viejita huesuda y repulsiva, que cojeaba entre las rocas de la orilla del lago. JungKook se dio cuenta de que JiMin la estaba observando.
ㅡEs de Liam ㅡdijo JungKookㅡ. Es tan tonto ㅡla sostuvoㅡ. Es Pesta. ¿Te acuerdas de la diosa de la muerte de la que te había contado? La vio en una tienda de cachivaches y pensó en mí. Porque cree que estoy obsesionado con ella.
La arrugo y luego la tiró con cuidado en el bote de la basura a un lado de su vestidor.
ㅡAsí que, ¿Qué se siente que el asesino de Gangwon te haya dado un gramófono?
JiMin odiaba hablar de eso. Todavía le parecía surreal. De hecho todavía no lo creía. Sabía que tenía que decirles a sus padres, que tal vez lo llamarían como testigo, pero la idea de estresar así a su mamá justo ahora, cuando las cosas parecían estar tranquilizándose por primera vez en años, no era para nada atractiva.
Se sentaron en silencio durante un rato. Al fin JiMin dijo:
ㅡ¿Supiste lo del incendio?
JungKook asintió.
ㅡMi mama me lo contó.
ㅡ¿Has ido a verlo?
JungKook se levantó y fue hacia su espejo, se puso un sombrero de lana que dijo que se había comprado en Cheongju en una feria callejera de arte. Sacudió la cabeza.
ㅡDijo que no le estabas escribiendo.
JungKook estiró el sombrero de una y otra manera para acomodárselo.
ㅡEstoy feliz de que hayas regresado ㅡdijo JiMin, cuando no contestó nada.
JungKook volteó, parecía indeciso.
ㅡYo también ㅡse arrodilló a un lado de la cama.
ㅡJungKook, ¿Qué pasó esa noche? ㅡle preguntó JiMinㅡ. La noche que los atraparon. ¿Por qué regresaron tan tarde?
Nunca había querido preguntarle a TaeHyung, pero ahora quería preguntarle a JungKook.
JungKook empezó a comerse las uñas. Miró a JiMin.
ㅡPeleamos ㅡrespondió. Después regresó a su maleta. Como si no hubiera otra cosa qué decir al respecto.
Avanzada la noche, JiMin se escabulló por la ventana de TaeHyung, salió a escondidas cuando sus padres se fueron a dormir. Él despertó con un sobresalto, después como si se tratara de un reflejo jaló a JiMin hacia sus brazos y lo besó, olió su cabello.
ㅡJungKook regresó ㅡdijo después de un rato, en voz baja. Su cuarto olía a madera nueva en donde habían parchado el techo.
ㅡLo sé ㅡlo dijo con un tono muy suave, como si fuera algo tierno. JiMin se debió tensar porque TaeHyung lo jaló aún más cerca.
ㅡEste ha sido el mejor mes de mi vida ㅡsusurróㅡ, sólo quiero que sepas eso, JiMin. Siempre había esperado esto y ni siquiera sabía qué era lo que estaba esperando. No tienes por qué preocuparte.
Extrañamente él no estaba preocupado. Sin embargo, sí estaba preocupado por JungKook.
Escuchaba como la respiración de TaeHyung se hacía cada vez más lenta y estable a su lado, como si se hubiera vuelto a quedar dormido.
ㅡTe amo, Kim TaeHyung ㅡle dijo al techo, luego suspiróㅡ, resulta que eres mi primer amor.
No respondió. Continuó respirando suave y fijamente contra su hombro. JiMin sintió que la piel le picaba de vergüenza, pero después, creyendo que debía estar dormido, se movió para levantarse de la cama y salir por la ventana. Justo cuando había deslizado las sábanas bajo sus piernas, TaeHyung lo abrazó con más fuerza y susurró contra su cuello:
ㅡYo también te amo, JiMin.
SeokJin reabrió la tienda ese fin de semana. Por supuesto gritó y vociferó y dio la impresión de que el hecho de que un asesino estuviera trabajando bajo su techo era la cosa más horrenda que le hubiera pasado y, al mismo tiempo, completamente esperada.
ㅡNo entiendo cómo lo pudo haber hecho ㅡdijo JiMinㅡ, físicamente, ¿Cómo pudo hacerlo?
ㅡTal vez su esposa era su cómplice ㅡdijo SeokJin.
JiMin estaba asombrado de enterarse, por las noticias, que incluso tenía esposa. Se parecía a la señora Claus. Y se le notaba tristemente aturdida frente a los reporteros que acampaban frente a su puerta.
SeokJin pasó gran parte de su día hurgando entre las antigüedades de HyunSuk como si esperara encontrar un cuerpo en la caja metálica de pañuelos vintage o escondido en una de las vitrolas*. JiMin permaneció a un lado de la caja registradora luchando contra una sensación constante de desasosiego
Al fin SeokJin regresó con las manos vacías. Notó que JiMin veía fijamente por la ventana. Se paró a su lado.
ㅡPareces esposa del mar ㅡle dijo.
ㅡ¿Qué es una esposa del mar?
ㅡAlguien que espera que su marinero regrese a casa, pero sabe que el marinero puede yacer en el fondo del océano. Te ves pálido.
JiMin señaló el cielo nublado.
ㅡSin sol JiMin se vuelve pálido.
SeokJin lo miró fijamente, esperando.
ㅡJungKook volvió.
ㅡBueno, ¿ustedes dos no eran uña y mugre? Creí que estarías feliz.
ㅡÉl y TaeHyung no han hablado. ¿No te parece raro?
SeokJin colocó su mano en su corazón con delicadeza y sacudió la cabeza.
ㅡAy, querido, no te interpongas entre esos dos. Están destinados uno para el otro, son como dos piezas de la misma tela, diferentes entre sí. Vivirán y morirán juntos, escucha lo que te digo.
・ ˖ ·೫✤೫· ˖ ・
*Una vitrola es un antiguo aparato eléctrico de reproducción del sonido, muy similar al gramófono, solo que estas no utilizan una corneta, sino una bocina.
Si encuentran algún error ortográfico, por favor háganmelo saber, y lo tomaré en cuenta a la hora de corregir.
Hola.~
Tres meses sin actualizar jajajsjja. Lamento mucho el retraso, sobre todo porque no tengo una excusa válida. Perdón. :(
Gracias a los que siguen leyendo, les quiero mucho, mucho.♡
Les recuerdo que tengo otras historias publicadas, por si gustan pasar a darles un vistazo.♡
Siendo todo de mi parte,
gracias por leer.☆
~𝙶𝚊𝚋𝚜.
Kim Seok.
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