La Boda De La Sultana Hurrem.

Elizabeth bajo del carruaje siendo recibida por el Sultán Mehmed, él cuál la miraba con una sonrisa, ya llevaban aproximadamente tres veranos desde que se turnaban para ir a ambos reinos.

Durante esos tres años Elizabeth y Mehmed habían construido una amistad bastante solida, cuando no se veían los veranos, se ponían a escribir cartas para mantenerse en contacto, lo mismo hacia con Sah Sultan.

Lamentablemente Sah ya no podía moverse libremente, por ordenes de la madre Sultana y el Sultán Suleiman, y a estas alturas del partido, era casi imposible que le llegase una carta a Elizabeth por parte de Sah.

Ya que ahora leían todas las cartas que entrasen y saliese del palacio, por lo que la reina de Polonia ya no tenia ni la más mínima idea de como estaban sus príncipes, no sabia como estaba Mehmed, Selim o Bayaceto, cada día aumentaba su odio hacia el hombre que le había destruido la vida.

Se sentía demasiado sola al no tener correspondencia de su leal amiga, pero eso no podía evitar continuar con el manejo de su reino y la crianza de sus hijos.

Y en esos tres años, el pequeño Príncipe André habia presentado una joroba y eso afectaba a su salud, siendo descalificado para suceder el trono Polaco.

──¡André!──Grito de la emoción El Sultán Safavida viendo al pequeño príncipe bajar del carruaje.

──¡Majestad!──André corrió directamente a los brazos de Mehmed, riendo mientras que el mayor lo cargaba.

Elizabeth miro con una sonrisa al ver la felicidad del niño al ver al Sultán, durante todos los veranos que habían pasado, André y Mehmed parecían familia, padre e hijo, amaba al pequeño y cuando se entero de su problema de Salud no dudo en ir corriendo hasta el Reino De Polonia.

──Nasya.──Saludo Ahmed ayudando a bajar a su prometida del carruaje.

Para ser sinceros, Ahmed y Anastasia eran demasiado unidos, casi siempre estaban juntos cuando se veían, por lo que todos los bautizaron como: "Los Futuros Reyes."

Gabriella por su parte, era demasiado amiga de Ahmed, siendo confidente en algunas cosas sobre los gustos de su hermana.

Por lo que nadie se aburría cuando venían al reino contrario.

──Compañero de Crimen.──Rio Anastasia aun tomando la mano de Ahmed.

──Quedamos en que ninguno de los dos volvería a sacar el tema.

──Una pena, vivirás con eso hasta el fin de tus días y yo me encargare de recordártelo.

El apodo de "Compañero de Crimen." Surgió gracias a una gran travesura que hicieron Ahmed y Anastasia el año pasado, por puro aburrimiento y ganas de sentir adrenalina, se les ocurrió la brillante idea de robar la daga de oro del padre de Ahmed, el collar de zafiros de Hurrem y la corona de flores de diamante de Alka.

Creo que no es necesario que diga lo mal que salió eso, a tal punto de que cuando los tres mayores se enteraron, les dieron la regañada de su vida, ese día Ahmed y Anastasia terminaron con una mejilla roja.

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──¿Qué opinas?──Pregunto Mehmed a su hijo, el cual lo miraba con los ojos entrecerrados.

Habían vuelto a pasar cuatro años desde el ultimo encuentro de Anastasia y Ahmed, los anterior años no pudieron ir porque surgió un problema con los Otomanos y actualmente era la fecha en la que tenían que venir ellos, pero se presentaron algunos problemas para Elizabeth en Polonia.

──No me jodas.

──¡Ahmed!

──¿¡Que?! ¡¿Esperabas que te felicitara?!──Pregunto el joven de 16 años mirando a su padre con evidente enojo.

──Tu eres el que quería que me casara.

──Cuando te sugerí eso, me refería a que te casaras con una mujer de tu harem, literalmente tienes 200 ahí.

──No le veo nada de malo a mi decisión, después de todo la Reina es una mujer que vale toda la pena, no se como el Sultán Suleiman pudo dejar ir a semejante joya.

──Yo si le veo algo malo a tu decisión.──Refuto Ahmed pasando sus manos por su cabello.

──Dime cual es, siempre hay una solución para todo.

──Pasa que ahora me gusta MI HERMANA.──Se quejo Ahmed ante su padre.

──¿Anastasia?──Pregunto Mehmed con sorpresa.──Pensé que odiabas la idea de casarte con ella.

──Tenía 7 años, ¿Quién rayos quiere casarse a esa edad?

──¿Me vas ayudar o no?──Pregunto Mehmed evadiendo a su hijo.

──No me conviene, pero eres mi padre y tengo que apoyarte.

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──¿Una visita?──Elizabeth levanto la vista del documento por las palabras de su madre.──¿Se puede saber de quien?

──El Sultan...──Alka fue interrumpida a los segundos de hablar.

──¿¡Suleiman?!──Pregunto Elizabeth alterada.

──Mehmed....

Inconscientemente Elizabeth se alegro y se dirigió al espejo que tenia en frente, acomodo un poco su cabello y sonrió levemente para si, obteniendo una risa de Alka al ver su reaccion.

──¿Que tal estoy?──Pregunto Elizabeth mirando a su madre.──¿Luzco bien?

──Perfecta.──Rio Alka mientras le acomodaba brevemente un mechon del cabello de su hija.

Sin más que decir, Elizabeth salió de su habitación y camino hasta la sala de estar donde se encontraban los Safavidas.

──Majestad, si me hubiera avisado que venía, hubiese preparado todo para su llegada.── Hablo La Reina irradiando cariño en la mirada.

Durante esos cuatros años dónde Mehmed y Hurrem no habían cruzado palabra alguna, la polaca se dió cuenta de cuánto amaba al Sultán Mehmed, ella misma se juro no volver a amar a nadie desde lo que ocurrió con Suleiman, pero inevitablemente Mehmed se había ido ganando su cariño poco a poco, hasta adentrar en su corazón.

Y no solo en el de ella, si no también en el de sus hijos, los cuales lo habían extrañado mucho sobre todo Cihangir.

──No se preocupe por eso Alteza.── Replicó Mehmed con una sonrisa.── Quería que mi visita fuera sorpresa.

──¿Y puedo saber el motivo?

──Ahmed.── Llamó Mehmed dando pase a su hijo con un ramo de rosas que le entrego a su padre.

El Sultán Safavida recibió el ramo y observando las rosas acomodó una pequeña cajita color negro terciopelo y se arrodilló sorprendiendo a Elizabeth.

──Se que tienes miedo a volver a amar.── Empezó Mehmed con evidente nerviosismo.── Pero si me lo permites, cuidaré de tu corazón como el no pudo hacerlo, haré que tus días no sean amargos, me aseguraré que todos los años de tu vida sean una vida de ensueño en la que solo habrá felicidad.──Mehmed hizo una pausa y miro con amor a Elizabeth.── Elizabeth, eres la mujer más perfecta que he conocido y por lo mismo quiero preguntarte algo desde hace mucho, ¿Quieres casarte conmigo?

──Mehmed...── Susurró Elizabeth.

──Y solo para aclarar.── El Safavida río levemente.── Cerré mi harem para tí, quiero que seas la única mujer que sea dueña de mi palacio.

──Yo...── Empezó Elizabeth nerviosa.── Yo...

──Dile que no.──Pidio Ahmed ganándose una mirada de su padre, la cual le decía: "Tu cállate ."

──Acepto.── Sonrió Elizabeth mostrándole su mano a Mehmed, él cuál le colocó el anillo con una sonrisa.

Al cabo de dos meses se colocó la fecha de la boda, dando el día 12 de febrero.

La ceremonia sería en el jardín del palacio de Persa.

Mehmed estaba ansioso en el altar, junto al sacerdote y Alka, la cuál le arreglaba el traje al Sultán.

La reina viuda estaba demasiado emocionada al saber que su hija se casaría con un nombre que la merecía.

Por otro lado, Ahmed observaba como le daban unos últimos retoques a Elizabeth, la cuál lucía un precioso vestido color perla con bordados de plata y un ramo con rosas amarillas.

Su cabello color fuego iba peinado en una media coleta, que encima tenía una corona de oro y rubíes.

──¿Cómo me veo?── Pregunto Elizabeth a Ahmed.

──Luce hermosa, pero falta algo.── Ahmed se acercó con una cajita que contenía un collar de oro con rubíes.── Mando a hacer esto específicamente para usted, después de todo pronto será mi madre y le tengo un gran cariño y usted es testigo de eso.

──¿Eso quiere decir que no estás enojado?── Pregunto Elizabeth con emoción.

──Nunca me enojaría con usted alteza, puede que ahora quiera matar a mi padre, pero usted no tiene la culpa de nada.

──Que yo me case con tu padre, no significa que rompa el compromiso que tienes con Nasya.

──Pronto ella será mi hermana, debo renunciar al sueño de cargarla hasta el Altar.── Río con tristeza Ahmed.

──No son hermanos de Sangre, por lo que no está mal que ustedes quieran estar juntos, después de todo tanto el pueblo de Polonia como el Pueblo Safavida está de acuerdo con su matrimonio y lo esperan con ansias.── Elizabeth termino de colocarse el collar.── Nada tiene por que cambiar.

──No sé si Anastasia este de acuerdo con eso.

──¿No te llegaron las cartas?

──¿Que cartas?── Pregunto Ahmed con sorpresa.

──Escribio una dónde expresaba sus sentimientos hacia tí y pasara lo que pasará no iba a renunciar a casarse contigo.──Elizabeth se dió cuenta de todo lo que dijo.── Creo que hable de más.

──Yo no lo creo.── Río Ahmed estirando su brazo hacia la reina.── Vámonos madre, es tu momento de brillar en el altar... ¿Puedo llamarla madre?

──Claro que puedes.── Sonrió Elizabeth tomando el brazo de Ahmed para empezar a caminar hacia el altar.

Con cada paso que daba, su nerviosismo incrementaba y mientras iba avanzando pudo divisar a Alka secándose las lágrimas con una pañuelo, a Anastasia con las manos en la boca contemplado a su madre.

Gabriella aplaudía levemente al ver a su madre entrar y André la miraba embobado.

Ahmed la dejo en el altar y se posicionó al lado de Anastasia.

Elizabeth y Mehmed se miraban emocionados el uno al otro.

──Queridos hermanos hoy estamos reunidos para unir en sagrado matrimonio a la Reina Elizabeth I de Polonia y al Sultán Mehmed.──Inicio la ceremonia el Sacerdote ──¿Juran amarse por toda la eternidad?──Pregunto el sacerdote delante de todos los presentes.

──Lo juro.──Respondieron ambos.

──Reciten sus votos.──Pidió el sacerdote.

──Yo.──Empezó Mehmed mirando a Elizabeth mientras la tomaba de las manos.──Te quiero a ti, Elizabeth, como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida, prometo que tú vida no será un infierno como el que viviste anterior, te prometo que haré que todo lo que desees se haga realidad, dedicaré mi vida entera a complacerte y amarte.

──Yo.──Sonrió Elizabeth mirando a su Sultán.──Te quiero a ti, Mehmed, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel, en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida, prometo que dedicaré mi vida a corresponderte de la misma intensidad en la que tú ames, estaré a tu lado en todo momento y me encargaré de estar allí para tí en todo momento, seré la fuerza que necesites para pelear.

──Yo los declaro Marido y Mujer, puede besar a la novia.

Mehmed beso los labios de Elizabeth, desde hace mucho tiempo había deseado este momento.

Elizabeth correspondió el beso de su ahora esposo, sabía que todo sería tranquilidad y alegría después de este momento.

──¿Sabías que ahora te puedo poner un nombre? ── Pregunto Mehmed colocando el anillo en la mano derecha de Elizabeth.

──Si es así, ¿Será mucho pedir que me llamaras Hurrem?── Pregunto Elizabeth colocando el anillo en la mano izquierda de su esposo.

──"La que ríe.", "La risueña." O "La que trae alegría." ──Susurro Mehmed.── Es un nombre que te hace justicia, al menos Suleiman supo escoger un nombre digno de tí, pero...

──¿Pero?

──¿Con que significado te lo puso?

── Si no mal recuerdo fue con: "La que ríe."

──Entonces serás Hurrem, con el significado de: "La que trae alegría.", Por qué tú, amada mía traes alegría a mi mundo.

──Oh Mehmed.── Río Hurrem colocándose su cabeza en el pecho de su esposo para empezar a bailar el vals.

──Te prometo que te protegeré y ayudaré en tu venganza.── Susurró Mehmed con cariño.

ℬ𝓪𝒷𝓎 ℐ𝓂 𝒹𝓪𝓃𝒸𝒾𝓃𝑔 𝒾𝓃 𝓉𝒽𝑒 𝒹𝓪𝓇𝓀 𝒲𝒾𝓉𝒽 𝓎𝑜𝓊 𝒷𝑒𝓉𝔀𝑒𝑒𝓃 𝓂𝓎 𝓪𝓇𝓂𝓈 ℬ𝓪𝓇𝑒𝒻𝑜𝑜𝓉 𝑜𝓃 𝓉𝒽𝑒 𝑔𝓇𝓪𝓈𝓈 ℒ𝒾𝓈𝓉𝑒𝓃𝒾𝓃𝑔 𝓉𝑜 𝑜𝓊𝓇 𝒻𝓪𝓋𝑜𝓇𝒾𝓉𝑒 𝓈𝑜𝓃𝑔 𝒲𝒽𝑒𝓃 ℐ 𝓈𝓪𝔀 𝓎𝑜𝓊 𝒾𝓃 𝓉𝒽𝓪𝓉 𝒹𝓇𝑒𝓈𝓈 ℒ𝑜𝑜𝓀𝒾𝓃𝑔 𝓈𝑜 𝒷𝑒𝓪𝓊𝓉𝒾𝒻𝓊𝓁 ℐ 𝒹𝑜𝓃𝓉 𝒹𝑒𝓈𝑒𝓇𝓋𝑒 𝓉𝒽𝒾𝓈 𝒹𝓪𝓇𝓁𝒾𝓃𝑔 𝒴𝑜𝓊 𝓁𝑜𝑜𝓀 𝓅𝑒𝓇𝒻𝑒𝒸𝓉 𝓉𝑜𝓃𝒾𝑔𝒽𝓉.

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