Atención, este capitulo tendrá dos partes, por lo que tendrán que esperar por la segunda.

Hurrem se repuso, escucho lo que tenia que informarle Mihrimah y seco sus lagrimas

──Hemos perdido.──Susurro Mihrimah en los brazos de su madre.──No esta ni mi hermana, ni mi padre, Suleiman debe estar más que satisfecho.

──No Sultana.──Hurrem corrigió a su hija.──No hemos perdido todavía, por que sigo yo en pie.

──¡No!──Grito Mihrimah entre lagrimas.──No hagas ninguna locura madre, yo no soportaría perderte a ti también, ¿Qué hare sola en este mundo?

──Nunca estarás sola.──Hurrem beso la coronilla de su hija.──Yo no moriré, yo traeré la cabeza de Suleiman conmigo.

──Sultana.──Pidió Sumbul.

──Cuida de mis hijos, Sumbul.

──¿Qué va hacer?──Pregunto Sumbul viendo como Hurrem se levantaba de su asiento y dejaba a una Mihrimah destrozada.

──Lo que debí haber hecho desde un principio.

Sin necesidad de decir alguna otra palabra, La reina de Polonia salió de sus aposentos, estaba claro lo que tenía que hacer, en estos momentos no tenía miedo de nada ni de nadie, ya le habían quitado dos partes valiosas para su alma y corazón, iba a evitar que le quitaran más partes que le importaban, Sah, Mihrimah, Mehmed, Ahmed, Bayaceto, Selim, André, Sumbul, Nigar y Alka.

Todavía tenía 10 partes que la mantenían en pie, todavía tenía diez personas por las cuales daría la vida y más, los recuerdos empezaron a fluir al tiempo que se colocaba su armadura.

La alejo de sus hijos, no pudo verlos crecer por 11 años, perdió momentos importantes de su vida junto a sus pequeños, quiso ejecutarla junto a sus hijas y ahora, ahora le quitaba a su pequeña, a su pequeña niña, quién la había acompañado en todos estos años, la que la había mantenido fuerte junto con Mihrimah.

Le habían arrebatado a su Sultana, su vivo reflejo, o bueno, no podía negar que Kosem se parecía a Suleiman físicamente, pero en carácter, era copia y pega suya.

Y no le basto con quitarle a su hija, si no también, al hombre que estuvo con ella en la tormenta y le brindo paz cuando nadie más lo haría.

Dejo escapar un suspiro mientras se hacia una coleta alta en el cabello, al haber terminado de alistarse, se miro al espejo y tomando una espada, salió de Topkapi, en busca de un caballo.

┅┅━━━━ ۵ ━━━━┅┅

──¿Qué se supone que observamos madre?──Pregunto Kasim a su madre, Gulnilhal observa el campo de batalla junto a la familia del Sultán.

Las mujeres estaban allí, Gulfem, la Valide, Hatice que aun lloraba y Sah, a la cuál el Sultán tenia prácticamente secuestrada, siendo custodiada por la madre Sultana.

Suleiman sabia perfectamente que Sah era la mejor amiga de Hurrem, por lo que decidió retenerla en una habitación oculta del palacio para que no la viesen ni dijese nada.

Atada de manos y sin poder moverse mucho, Sah observo como murió Mehmed, odiaba siquiera pensar que su amiga podría estar sufriendo en este momento.

Estaba enojada y preocupada, enojada por no poder hacer nada en esta guerra y preocupada por todos sus sobrinos, ¿Sus príncipes ya habrían llegado a Polonia? ¿Kosem y Mihrimah estaban a salvo? ¿Hurrem ya recibió las noticias? Esas tres preguntas ocupaban sus pensamientos, a las cuales no podía responderse, aunque prefería pensar en positivo.

──¿Han visto a Turhan?──Pregunto Mahidevran con evidente preocupación.

──Dijo que iría contigo.──Respondió la Valide comenzando a preocuparse.

Aquello levanto alarmas en la cabeza de Sah, ¿Qué había pasado con Turhan? ¿Sus sobrinos también estaban desaparecidos?

──Nunca vino conmigo, es más me dijo que vendría con ustedes.

──Oh Allah...

──Sultanas, tengo noticias.──Hablo un Agha.──La hija mayor de la Sultana Hurrem, es decir la Sultana Kosem, ha abandonado este mundo junto al Sultán Mehmed.

Sah se quedo en blanco al oír que Kosem había muerto....Oh no...No podía ser cierto, no podía ser verdad, no, se negaba a creerlo, su adorada sobrina a la que siempre había intentado proteger ahora estaba muerta.

Un grito desgarrador salió de su garganta, asustando a todos los presentes, La Valide Ayse Hafsa se quedo en silencio, no podía negar que Kosem era su sangre, y en lo profundo le dolía, Hatice empezó a reír como una desquiciada.

Cosa que preocupo seriamente a todos los presentes, La Valide miraba perturbada a su hija y Gulfem decidió quedarse a un lado, no iba a acercarse, quién sabe de que era capaz Hatice en ese estado.

La Sultana Hatice estaba Feliz, Ibrahim había sido vengado, su alma al fin tendría paz en el más allá.

──Lo logramos madre.──Hablo Hatice quitándose las lagrimas de la risa.──Ganamos.

Sah miraba con tristeza el piso, era cierto, habían ganado, ya no estaba Mehmed, la cabeza del Imperio Safavida para seguir con la guerra, Ahmed estaba desaparecido, por lo que era evidente que el Sultanato Safavida no tendría como sobrevivir.

Ella misma había llegado a ver como retiraban el cuerpo de Mehmed del campo de Batalla, no había manera de tener esperanza, esto estaba perdido.

Miro por la ventana de la torre, con la mirada perdida en el campo de batalla, esto ya no tenia sentido, pero entonces todo volvió a tener sentido.

Pudo ver a su amiga en un caballo blanco mientras sostenía una espada dirigirse a donde estaba Suleiman.

──No.──La voz de Sah capturo a todos los presentes.──No han ganado, ni van a ganar, porque allí todavía hay una persona que puede elevar al Imperio Safavida, una persona que los hará pagar a todos y cada uno de ustedes.

──No puede ser.──Murmuro Ayse Hafsa al ver a la mujer de cabellos rojos en el campo de batalla, matar jenízaros a diestra y siniestra.──¿Esa no es....?