꧁𝑅𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜꧂
Narrador/a:
-Estás segura de que quieres ir, aún puedo llevarte a casa-. mencionó el peli rosa a la castaña, la cual lucia bastante nerviosa.
Ambos estaban frente a un edificio de apariencia lujosa, aquella chica se preguntaba qué hacía ubicado aquel edificio en una de las zonas más abandonadas de Tokio, todo a su alrededor lucía deteriorado, las demás construcciones apenas si se podían mantener de pie, la falta de personas era más que notoria, eso la hizo pensar que incluso parecía un pueblo fantasma, cómo esos que salen en las películas.
La razón de su nerviosismo fue debido a su plática de la noche anterior con Sanzu, el cual le mencionó cada parte de su pasado, incluso le habló sobre su hermano, el cual hoy vería en aquella reunión, el saber que conocería a su cuñado le causaba una extraña sensación en el estómago.
Si bien sabía que la comunicación entre aquellos hermanos no era buena, le preocupaba el hecho de que pensaría aquel hombre sobre ella.
¿Qué sucede si no causó buena impresión? ¿Qué tal si no le agrado? ¿Y si no me considera suficiente para su hermano?
Todas esas preguntas rondaban en su mente, creía que era algo absurdo, teniendo en cuenta que era novia de un mafioso. O quizá su mayor preocupación debería de ser el hecho de que estaría reunida con los mafiosos más peligrosos de todo Japón... probablemente en aquella reunión una sorpresa la estaría esperando.
Pero, le causaba tranquilidad que a algunos de ellos ya los conocía, especialmente a Kakucho, con el que se desarrolló una bonita amistad, y por otro lado estaba Kokonoi, con el cual no quedó en buenos términos, pero aún así le agradaba.
-Estoy bien, solo hagámoslo-. tomo la mano de su acompañante, el cual la miro algo extrañado, ya que recordó que en alguna de sus tantas conversaciones, ella mencionó que el convivir con mafiosos le generaba algo de miedo, y más Mikey, el cual cada vez lucia más inestable.
El peli rosa estaba consciente de la situación con su "rey" como a el le gustaba llamarlo, la mayoría del tiempo se cuestionaba cuál era la obsesión de aquel hombre con su novia.
Irónico, los papeles parecieron invertirse.
Se preguntaran, si en este futuro Mikey lo tiene todo ¿cómo es posible que terminara de igual forma?
La respuesta es fácil, no todo lo puedes tener en esta vida, obtenemos lo que queremos a base del sacrificio de otras cosas, nos dejamos llevar por el placer momentáneo de obtener algo que alguna vez fue inalcanzable, pero, con el paso del tiempo todos aquellos sacrificios llegan a cobrar factura, lo que nos lleva a cuestionarnos ¿qué hubiera pasado? ¿acaso sería diferente?
Lamentablemente son preguntas que se quedarán sin respuesta.
Mikey sacrifico todo para obtener lo que quería, su familia, amigos y a ella.
Regresó porque creía que así todo lo que le atormentaba por las noches al fin desaparecería. Se repetía a sí mismo que cuando volviera todo sería como antes, lamentablemente estaba equivocado.
La muerte de Shinichiro e Izana lo perseguían, si bien evitó lo de Emma y Baji, eso no era suficiente para calmar todos esos impulsos que habitaban en su interior.
Su única esperanza era ella, aquella chica que ahora observaba desde una de las ventanas de aquel edificio.
Veía cómo sostenía la mano de aquel peli rosa e imaginaba que el era quien estaba a su lado. Le gustaba ver cómo Yuriko era feliz después de lo qué pasó junto a él, sin darse cuenta de que eso le costaba su propia felicidad.
-Haru-.miro a su acompañante, la cual llevaba ya un rato esperando que entraran. -¿Estás bien?
-Si, solo estaba pensando en algunas cosas.
-Bueno, ¿entramos?
-Lo que usted ordene y mande, mi señora-. hablo burlón, buscando molestar un poco a su chica, la cual no le perdonaría que la llamara "señora" porque según ella aún era demasiado joven, y si, si que lo era.
-Idiota.
-Lo soy, pero este es un idiota loco por ti-. se puso enfrente de la chica y la tomó del mentón, se inclinó hacia adelante y dejó un beso en los labios de ella. -Te quiero-. susurro.
En ese instante la fémina no pudo evitar sonrojase, lo cual causó un poco de gracia en Sanzu, el cual observaba detenidamente la reacción de la chica.
Digamos que en su relación ella era más romántica y cursi, lo cual le agradaba bastante al de orbes azules, por su parte el no era muy cursi, pero digamos que aquello se complementaba con lo romántico que llegaba a ser en ocasiones.
-También te quiero.
-Entremos de una vez, que nos mataran por llegar tarde-. hablo nervioso.
-Nis mitirin pir lliguir tirdi.
Sanzu no pudo evitar reírse por la acción de Yuriko, si algo le gustaba de ella era su sentido del humor, siempre lograba hacerlo reír con cualquier tontería, cosa que el agradecía, ya que el humor y las bromas no eran lo suyo.
Básicamente Sanzu era alguien serio, reservado, leal y un idiota en ocasiones, ni hablar de su obsesión con las Katanas y las malditas drogas, aunque últimamente ya no las consumía con frecuencia, desde aquel incidente en el auto juro que no consumiría de nuevo.
"Seré una mejor persona para ti, te quiero y haré todo lo que esté en mis manos para hacerte feliz, tú Yuriko, eres mi maldito amor y obsesión."
Esas fueron las palabras con las que aquella noche hicieron una promesa de estar juntos para siempre, el confesar sus secretos mutuamente fue suficiente para romper cada barrera que había entre ellos, creando una unión mas cercana entre aquellos dos.
Tan cercanos se hicieron que no duraron escaparse por unos días, con la excusa de que Sanzu quería festejar al máximo el cumpleaños de su novia. Y fue así como terminaron en un viaje por Europa, fueron días bastantes agradables, llenos de romance, diversión y algo de pasión; pero bueno, esas serán anécdotas para otro día.
Si que el tiempo pasaba rápido, ya habían pasado algunos meses desde que se vieron por primera vez, las fiestas navideñas estaban cerca, anunciando que el fin del año estaba a la vuelta de la esquina.
Incluso ya habían planificado todo para celebrar, en noche buena se reunirían con Emma y el resto de amigos de Yuriko, en Año Nuevo tenían pensado ir de viaje y festejar aquella fiesta en una playa.
Probablemente se estaban adelantando demasiado en los planes, la vida es sorpresiva y puede darte algo que jamás esperabas.
Yuriko:
-Es hermoso.
-Si que lo es, la primera vez que lo vi estaba igual de asombrado que tú, pero con una vida llena de lujos esto se vuelve como el pan de todos los días.
-Perdóneme señor Haruchiyo, se me olvida que usted es un magnate.
-Señor no lo soy, pero si un magnate.
Desde que entramos al edificio no podía dejar de observar cada rincón de este, las paredes eran de un color vino, el cual resaltaba por el diseño de mármol que había en el piso, había algunas ventanas las cuales parecían tener un mosaico de colores azules, cada detalle era mejor que el anterior, era imposible no quedarme boquiabierta con todo eso.
Y eso solo era en la planta principal, así que no quería imaginarme como eran todas las demás plantas.
-Primero las damas-. dijo Sanzu mientras se hacía a un lado para que entrara al ascensor.
-Que caballeroso, pero lamento informarle que tengo novio.
Una sonrisa se hizo presente en el rostro de Haruchiyo, parecía ser que el que dijera que era "mi novio" lo emocionaba más de la cuenta.
-Que lastima, me hubiera gustado invitarla a tomar un café-. entro al ascensor y pico uno de los botones, el cual decía planta baja.
Fue cuestión de segundos para que el ascensor se detuviera y ambos saliéramos de el, había una puerta a uno metros de este, la cual estaba custodiada por dos guardias, los cuales lucían bastante intimidantes.
Quería suponer que ahí nos reuniríamos con los demás, pero, antes de poder entrar el ascensor se abrió de nuevo, causando que los dos nos giráramos para ver de quien se trataba.
Vaya sorpresa que me lleve al ver de quien se trababa, a pesar de que era mayor no creí que luciera tan bien. El cabello corto y ese mechón rubio a los costados si que le quedaban de maravilla, la cicatriz que pasaba por su rostro lo hacía lucir intimidante, pero ni hablar de lo elegante y sexy que se veía con el atuendo que llevaba, si que tenían buen gusto.
Dios, estos hermanos si que tienen buenos genes.
-Un gusto volver a verte, Sanzu. Espero que cuides bien de nuestra pequeña Senju.
-Al fin volviste, Takeomi.
-El viaje se alargó más de lo esperado-. saco un cigarrillo de su bolso, lo llevo a sus labios.
No podía dejar de observarlo, algo en el era bastante atractivo e interesante.
Estaba apunto de encender su cigarrillo, cuando nuestras miradas se encontraron.
-Vaya, estas preciosura quien es-. me miró de arriba a abajo. -permite presentarme, ya que el idiota de mi hermano no lo hace-. se acercó hasta que quedó enfrente de mí, sentía la mirada de Sanzu fija en su hermano, en sus ojos podía ver que estaba ¿celoso? -Soy Takeomi Akashi-. tomo una de mis manos y dejo un beso en ella.
-Mucho gusto... soy Yuriko-. su acción si que me puso nerviosa, porque carajos tenía que ser tan guapo.
-Si, si. Mucho saludo, debemos de entrar que Mikey nos espera-. dijo Sanzu mientras apartaba mi mano de la de su hermano.
Pude escuchar como Takeomi soltó una pequeña risa por la acción de Haruchiyo, no creí que Sanzu sentiría celos de su hermano, pero no lo culpo, ante los ojos de cualquier mujer Takeomi sería el hombre perfecto.
(Ok, pero estamos de acuerdo en que Takeomi es un viejo sabroso 😩)
Sanzu tomó la manija de la puerta y la abrió, todos parecían estar conversando, pero al vernos todas las miradas se posaron en nosotros y la sala se llenó de un silencio incómodo.
-Tiene que ser una maldita broma-. murmuro un joven de traje verde claro, inmediatamente volte a verlo, su mirada se encontró con la mía, el color de sus ojos era bastante bonito, un tono violeta adornaban sus orbes creando un contraste con el lila de su cabello.
Bastante atractivo, justo como el hombre que estaba a lado de él, este igual tenía ojos violeta y cabello color lila con algunos mechones negros, pero en su caso, su corte era algo corto. Llevaba un trajo parecido al de su ¿hermano?, solo que de color azul. Ambos tenían tatuado el logo de Boten en sus cuellos, sinceramente, se veían sexys, pero, algo me inquietaba.
Sus rostros...
No pueden ser ellos, ¿o si?
Buscaba en mi mente algún recuerdo, algo que me ayudara a saber si eran aquellos hermanos, pero no lograba recordar nada.
-Hola Yuriko-. hablo Kakucho.
-Hola Kaku, te vez bien-. le guiñe un ojo.
No mentía, si que lucia bien, traía puesto un traje color negro, pero, con el detalle de que no tenía camisa puesta, todo su abdomen quedaba al descubierto, dejando a la vista su trabajado cuerpo y el tatuaje de su pecho.
Los hombres de cabello lila murmuraban algo entre ellos, lo cual me incomodó, será acaso que ellos hablaban sobre mí, puede que ellos piensen lo mismo que yo y me encuentren algo conocida, maldita sea, solo quiero que la reunión termine la reunión.
-Solo ignóralos, a veces son raros-. susurro Sanzu en mi oído. -vamos a sentarnos.
Me tomo de la mano y caminamos hasta aquella mesa en donde se encontraban todos, fácil había lugar como para veinte personas.
Las miradas de todos los presentes estaban posadas en Sanzu, o eso quería pensar, pudiera ser que en realidad me veían a mí.
Llegamos a un lado de Kokonoi, el cual hasta el momento no me había saludado. Probablemente siga molesto por lo de la fiesta, lástima, quería decirle que el rojo le sentaba de maravilla.
Sanzu tomó una de las sillas y la jalo hacia atrás, me hizo una seña para que me sentara.
-Gracias-. respondí ante su acción.
Frente a mi estaba ese par tan característico, ambos nos observábamos, parecía que nos matábamos con la mirada.
La mano de Sanzu se posó en uno de mis muslos, un escalofrío recorrió mi espalda al sentir cómo sus dedos comenzaban a acariciar mi piel, la cual estaba al descubierto debido al vestido que llevaba.
-¿Estás bien?
-Si, solo que ellos me resultan familiares-. susurre.
-Son los Haitani, probablemente los llegaste a ver por la ciudad.
-¿Haitani?-. mire a Sanzu.
-Así es, el de traje Azul es Ran Haitani y el otro es Rindou Haitani.
Carajo, si que el destino estaba lleno de sorpresas.
-Haru.
-¿Qué sucede preciosa?-. su mano que estaba en mi muslo dejó de moverse.
-Son ellos... los idiotas de los que te hable la otra vez-.
-Mierda, así que este par de idiotas son tus hermanos-. me miró algo sorprendido y después comenzó a reírse.
Todos los presentes voltearon a verlo, el idiota de Sanzu no dejaba de reírse, los que parecían más interesados en saber que pasaba eran aquellos hermanos.
-Estás drogado, maldito idiota-. pregunto el de traje azul.
-Y no invito, que descarado de su parte-. agregó el joven que se encontraba a su lado.
-Cierra la boca Rin-. Kokonoi habló molesto.
Takeomi y Kakucho solo observaban en silencio, parecía que se llevaban bien, desde que llegamos habían estado conversando.
-Yuriko, dile a ese idiota que se calle-. dijo Mikey, el cual estaba en la puerta observando todo, si antes lucia mal, ahora estaba peor, me daba algo de lastima verlo de esa forma, lucia mas delgado, era evidentemente que no estaba durmiendo bien, las ojeras debajo de sus ojos lo delataban.
-Mikey...-. ¿estás bien?.
-Claro que si pequeña, no te preocupes por eso-. sonrió. -No le digas a Emma de esto, no quiero que se preocupe.
-Esta bien-. asentí.
-Bueno, solo esperamos a alguien más y comenzamos-. todos respondieron con un "entendido", incluso Sanzu dejó de reírse.
Era algo extraño ver como Mikey imponía el orden en todo aquel singular grupo, todos parecían tenerle demasiado respeto, o probablemente era miedo.
Todos seguimos conversando, pasó media hora y la persona que esperaban no llegaba, algunos estaban impacientes, no entendía quien era tan importante para que se pusieran de esa forma.
-Llámala y dile que si no llega terminará muerta-. ordenó Mikey a Kokonoi.
-Entendido-. tomo su celular y salió de aquella sala.
-¿Qué tanto me ven?-. pregunté a aquel par frente a mí, en todo este rato nunca apartaron su mirada de mi.
Si ya sabían quien era porque esos idiotas no me dirigían la palabra. Siempre tan orgullosos como siempre, parece que lo único que cambio fue su apariencia, por dentro siguen siendo lo mismos de siempre.
-Siempre a la defensiva-. hablo Ran.
-Los mismo digo de ustedes, los años no los han cambiado, bueno a excepción de su look. Si te soy sincera te veías mejor como Merlina.
Las risas se hicieron presentes en aquella sala, a excepción de Ran, este último me veía con demasiado odio.
-Carajo, ese día que Sanzu nos invitó a salir con su cita eras tú, maldita sea-. hablo el menor de los hermanos. -Por eso se reía-.
-Bingo-. dijo el peli rosa.
-Me alegra que ambos estén bien, pero debemos de hablar del porqué me dejaron aquel día.
-Es una larga historia, será para otro día.
-Ran tiene razón, podemos salir un día de estos y hacer cosas de hermanos-. suspiro Rin. -Es un gusto volver a verte, pequeña Saoto.
Iba a decir algo más, pero antes de poder hablar las puertas se abrieron de par en par, una hermosa chica de cabello negro y ojos verdes se robó la atención de todos los presentes. Emanaba un aura demasiado fuerte, traía puesto un traje negro con un chaleco color rojo, unos guantes de cuero cubrían sus manos y los zapatos de tacón que traía puestos le daban algo de altura.
-Vaya, desde cuando las putas de Boten tienen derecho a venir a las reuniones.
-Sanzu, también me alegro de verte. Después de tanto tiempo sin vernos así recibes a tu reina-. emitió una risa burlona. -Ya superaste tu etapa de perro faldero... que lastima.
Sanzu solo chasqueo la lengua, si que aquella chica era una perra, pero me agrado.
-Llegas tarde.
-Lo siento, tenia que encargarme de algunas cosas.- tomo asiento a un lado de Kokonoi, saco un cigarrillo y lo llevo a sus labios, Takeomi le pasó un encendedor y prendió su cigarrillo. -Comencemos con esta mierda-. dio una calada a su cigarro.
La reunión duró más de lo esperado, Sanzu les informó de la persecución que tuvimos hace algunos días, cada uno propuso un plan para acabar con la organización que los seguía. Después de un rato lograron ponerse de acuerdo y llegaron a una decisión, aquella mujer que llegó sería una parte fundamental en aquel plan.
Cada parte estaba bastante elaborada, si tomaron su tiempo para planear todo minuciosamente, con un plan así, ¿que puede salir mal?
Un capítulo y esta historia llega a su fin:(
Aún no dedicó el final, así que se me ocurrió que ustedes eligieran el final. Pondré tres emojis diferentes, ustedes dejen un puntito en el que prefieran, jeje.
Suerte eligiendo.
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💮
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Cuídense y tomen agua. 💖💐
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