𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 24
Fiesta y problemas
La fiesta se había organizado para antes de la graduación, por lo que Bella estaba buscando que ponerse.
-¡No tengo nada que ponerme!.-Bella se quejó, hablando sola. Había extendido toda su ropa sobre la cama tras vaciar los cajones y los armarios. Contempló los huecos desocupados con la esperanza de que apareciera alguna prenda apropiada.
Soltó un suspiro frustrado al no encontrar nada, hasta que unos toquidos en la puerta de su habitación llamaron su atención.
-Pasen.-dijo Bella sabiendo que se trataban de Evelyn y Allison.
-Demetri nos dejó pasar.-aclaró Allison con una leve sonrisa.
-Se me ocurrió que quizá necesitaras algo de ropa para la ocasión.-Comentó Evelyn, mientras Bella observaba el gran paquete que descansaba en lo alto de su decepcionante vestuario.
-Admítelo.-dijo Allison sonriendo.- somos tu salvación.
Bella rió y asintió.
-Son mi salvación.-murmuró.-Gracias.
Después de un rato conversando Evelyn y Allison se fueron para preparse, Bella se arregló rápidamente lista para irse a la fiesta, aunque la idea no era de su agrado al menos ahí iban a estar sus amigas y claro a Andrew, una leve sonrisa adornó su rostro al pensar en el oji-verde.
-Wow, estás hermosa.-dijo Andrew al ver a la castaña con un vestido azul, ella sonrió por primera vez tímidamente.
-Gracias ¿Nos vamos?.-inquirió Bella mientras Andrew rodeaba con sus brazos la cintura de Bella y la atraía más a él.
-Dejáme pensarlo.-Él hizo un gesto pensativo, que hizo reír a Bella.-No quiero pero tenemos que ir de lo contrario Evelyn nos matará.-agregó para después inclinar su cabeza para unir sus labios con los de Bella.
-Entoces vamos antes de que Evelyn nos maté.-bromeó Bella mientras subía al auto de Andrew.
-Esta bien pero te advierto que no me alejaré de ti.-comentó Andrew subiendo al auto.
-Suena tentador.-opinó Bella mirando al oji-verde, guiñandole un ojo.
La fiesta fue un éxito rotundo a pesar del estado de tensión nerviosa provocado por la presencia de los Cullen, aunque tal vez eso sólo añadiera una nota de emoción al
ambiente del local. El ritmo de la música era contagioso; las luces, casi hipnóticas; la comida debía de estar buena a juzgar por la velocidad con que desaparecía. La estancia pronto estuvo abarrotada, aunque no hasta el punto de provocar claustrofobia.
Parecía haber acudido la clase entera del último curso al completo, además de algunos alumnos de cursos inferiores. Los asistentes movían los cuerpos al ritmo del compás marcado con los pies y todos estaban a punto de ponerse a bailar. No estaba siendo tan terrible como Bella había temido incluso se estaba divirtiendo ignorando la mirada de los Cullen.
-¿En serio quieres que bailemos?.-inquirió Bella dirgiendole una mirada incrédula a su novio.
Andrew puso los ojos en blanco y asintió.
-Mi me digas que eres una cobarde, Swan.-dijo Andrew en tono burlón.
-No es eso, solo que no se cómo bailar.-susurró Bella haciendo una mueca, Andrew se rió.
-Yo tampoco soy un profesional pero ven aquí.-Andrew tomó la mano de Bella y se dirigieron al centro de la pista. Andrew coloco su mano en la cintura de Bella, ella colocó su mano en el hombro de él.
Una canción lenta empezó va sonar, Andrew y Bella se sonrieron. No sabía cómo pero de pronto se encontraron bailando aprendiendo a seguir el ritmo del otro.
A lo lejos Bella miró como Alice le hacía señas para que se acercara, sin embargo la castaña no quería alejarse de Andrew, hasta que vió a su lado a Demetri.
-Vuelvo en un momento.-avisó Bella separándose del oji-verde, antes de que pudiera replicar Bella cruzó entre el gentío con gracilidad. Dio la impresión de que no había rozado ninguno de los cuerpos apretados.
Andrew tenía su vista fija en Bella, por lo que lo observó cuando llegó a la oscura puerta situada junto a la entrada de la cocina de aquella casa,
donde las luces sólo brillaban de forma intermitente. Se inclinó sobre alguien, cuya identificación resultó imposible por culpa de las cabezas de los invitados, que le tapaban el campo de visión.
-Dije que no te dejaría sola.-le susurró al oído.
-Esto, Andrew, te veré luego... Es necesario.- murmuró Bella pero Andrew le bloqueó el paso, apoyando la mano contra la pared.
-Eh, no tan deprisa.-repusó.
Alice alzó la vista para clavarle sus ojos desorbitados de incredulidad.
-¿Disculpa?.-dijo Alice cruzándose se brazos.
-Dinos qué está pasando.-exigió él.-Tengo derecho a enterarme.-murmuró Andrew, lanzando una mirada desafiante
a Alice. Jasper se interpuso entre ellos
-Bien pero vamos a otro lugar.-dijo finalmente Alice.
Cuando estuvieron en un lugar más privado, los Cullen estaban ahí reunidos, Demetri llegó manteniéndose inexpresivo.
-La decisión está tomada.-avisó Alice
-¿Van a Seattle?¿Cómo habíamos pensado?.-inquirió Bella.
-No.-respondió la peli-negra. Bella apretó un poco más la mano de Andrew pero sin lastimarlo.
-Vienen hacia aquí.-dijo Bella con voz ahogada. Eso significaría que Andrew y sus amigas estaban en riesgo.
Andrew frunció levemente el ceño, estaba preocupado por Bella aunque fuera un vampiro sabía que de seguro tenía que enfrentarse a más de ellos.
-Sí.-afirmó Jasper.
-¿Con qué fin?.-preguntó Bella. Ella comprendió su pregunta y asintió.
-Uno de ellos lleva una playera negra.-contestó Alice
Bella y Andrew se miraron confundidos ahora todo tenía sentido, se estaban aprovechando de los puntos ciegos del don de Alice. El mismo día que Bella sintió el olor de otro vampiro había desaparecido la playera de Andrew.
-No podemos dejarles llegar tan lejos. No somos bastantes para proteger la ciudad.-habló Demetri llamando la atención de todos.
-Lo sé.-repuso Alice con el rostro súbitamente desolado.-pero no importa dónde les plantemos cara, porque vamos a seguir siendo pocos, y siempre quedará alguno que
vendrá a registrar la ciudad.
-¡No!.-exclamó Bella pensando en una solución. El estruendo de la fiesta sofocó mi grito de rechazo. Ella no quería que los demás estuvieran en peligro pero ¿Qué haría para ganar la pelea contra los neófitos?.
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