──¿Qué sucedió?──Pregunto la sultana Caucasia a su mano derecha.

──No se lo imagina sultana, ahora nuestro querido príncipe Mustafá es el príncipe de la corona.

Mahidevran sonrió a más no poder, ahora ella seria la próxima Valide Sultán, la madre de un príncipe heredero y si Suleiman le hacia el favor de no despertar se convertiría rápidamente en la madre de un sultán.

Pasaría a la historia Otomana como: "Valide Mahidevran Gulbahar Sultán."

──Es una noticia maravillosa.

Poco o nada le importaba el dolor de Mükerrem, una vez pasara todo este infierno, ella seria la más importante en este palacio y Mükerrem, tendría que irse junto a Raziye a llorar la muerte de sus hijos por el resto de sus días, el tratado que tenia con Mükerrem ya no le servía.

──¿Ocurre algo madre?──Pregunto el joven Sehzade.

──Que Alah tenga a tus hermanos en su reino.──Explico Mahidevran a la par que abrazaba a su hijo.──Tu estrella será la que brillara mi león.

─¿Los hijos de la Sultana Hurrem murieron?──Pregunto nervioso, Mustafá le tenia demasiado aprecio a sus hermanos, ya que habia podido pasar tiempo con ellos  y jugar juntos, los de Mükerrem no le importaban en lo más mínimo, ya que ellos siempre se habían creído superiores.

"Ojala." Pensó Mahidevran pero sonrió y beso la frente de su hijo.

──No los hijos de la sultana Mükerrem, ahora eres el príncipe de la corona y si tu padre no despierta, que Alah no lo quiera, serás el próximo Sultán.

Mustafá sonrió, ahora el era el príncipe más importante del palacio, nadie podría desafiarlo, Ibrahim se alegraría cuando escuchara la noticia.

──Yo siempre estaré para ti Mustafá.──Dijo su madre.

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──¡Padre!──Grito Mihrimah corriendo a los brazos de su padre el cual ya se habia despertado.

Una semana habia pasado de todos estos hechos, ya se habia acabado la cuarentena, Hurrem le habia dado una semana más de vida al Sultán, si no despertaba hasta el domingo de dicha semana, cenaría con sus hijos como si nada pasara y mientras tomaban la sopa que contenía el veneno.

Afortunadamente justo en el momento en que iban a empezar a beber la sopa, Suleiman despertó y pidió ver a sus hijos y a su esposa.

Ya se habia enterado de la muerte de sus primeros príncipes, aquello le causo una profunda tristeza, los había querido mucho en vida y se arrepentía por no haberlos podido proteger, pero ya estaba hecho, más le habría dolido no encontrar a su amada esposa y sus hijos.

También su más grande preocupación desde que se levanto era su madre, sabia que ella habia permanecido con el desde que se enfermo, hasta que los doctores la mandaron hacer cuarentena.

──Mihrimah.──Beso la frente de su hija con una sonrisa, para ver como entraban sus demás hijos.

Le parecía que todos habían crecido un montón en esas tres semanas, pero no, seguían todos iguales, aunque claro que la mirada de Kosem habia cambiado un poco desde que el se enfermo.

──Mi Kosem.──Llamo Suleiman al ver a su hija perdida en sus pensamientos.──¿Ocurrió algo en mi ausencia?

──Nada.──Se apresuro a decir con una sonrisa para ir a abrazar a su progenitor.

──¿Dónde esta su madre?

──Dijo que tenia algo que hacer.──Explico Mehmet.

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──Mükerrem Hatun.──Dijo Hurrem con una sonrisa al ver a la griega.

Mükerrem rodo los ojos, le molestaba recordar que ahora que no era madre de algún príncipe, su rango habia bajado.

──¿Qué quieres Hurrem?──Dijo haciendo la reverencia con odio.

──Desearte un feliz viaje a tu nuevo hogar, serás muy feliz allí.

──Dentro de poco tiempo me harás compañía, no cantes victoria.

──No creas que no se que fuiste tu quien asesino a la mujer y me echo la culpa a mi.

La griega se sorprendió ante lo que dijo la rusa, si tuviera todavía a sus príncipes le daría miedo, pero ahora que no tenia nada que perder no le afectaba en lo más mínimo.

──¿Qué vas hacer?──Pregunto burlona.──¿Acusarme? ¿Desterrarme?

──No hare nada.──Sentencio Hurrem.──Alah ya hizo justicia por mi, te quito lo que más amabas.

Aquellas palabras le dolieron a Mükerrem dentro de su alma, ¿Alah la habia castigado por eso? No, eso era imposible, el sabia que ella lo habia hecho por sus leones, que en paz descansen.

No dijo más, enojada, tomo la mano de Raziye y subió al carruaje.

"Algún día alguien acabara contigo Hurrem y yo estaré allí para verlo, tu tienes la culpa de la muerte de mis leones."

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Al poco tiempo que partió Mükerrem, la madre sultana dio su ultimo suspiro, Ayse Hafsa, la madre del Sultán Suleiman, habia partido al reino de Alah para encontrarse con sus difuntos familiares.

Aquello perturbo la paz del palacio, Suleiman que almorzaba junto a sus hijos, rompió en llanto, Hatice que habia venido al palacio para ver a su madre se desplomo en el suelo gritando de dolor, Ibrahim y Mahidevran intentaron levantarla, pero ella no dejaba que la tocaran.

Todo el palacio estaba de luto en estos momentos, se llevo acabo el funeral de manera rápida, pasaba el ataúd por el harem y Hatice se acerco corriendo a el para apoyar su cabeza en el ataúd, no podía creer que su más grande pilar ya no estuviera en este mundo.

Suleiman por su parte, entre lagrimas ayudaba a cargar el ataúd, mirando al vacío a cada nada, ahora tendría que decidir quien administraría el harem, lo decidiría dentro de dos semanas, quería tener su luto en paz al menos por un día.

Daye, quien habia servido su durante toda su vida a la madre sultana, lloraba y se lamentaba de no haberla cuidado mejor.

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Habia llegado el momento en el que Suleiman nombraría a la nueva directora del harem, Nigar le había advertido a Hurrem que no se hiciera muchas ilusiones, Mahidevran seria quien lo administraría al ser ahora la primera consorte y madre del príncipe.

Pero esa mañana en la que se decidiría el destino del harem, el sultán había pedido verla, por lo que ahora se encontraba en los aposentos de su esposo, el cual estaba junto a Gulfem que sonreía.

──Hurrem.

──Mi Sultán.──Reverencio la rusa.

──Aproxímate Hurrem.──Hurrem no dudo en obedecer esta orden.──He hablado con la señorita Gulfem sobre este tema, y ella piensa igual que yo, la administración del harem estará bajo tu cuidado.

Aquello confundió a Hurrem, ¿Qué pasaba con Mahidevran? ¿No era ella quien lo administraría?, Suleiman al ver su confusión la tomo en brazos.

──Confió en ti más que cualquier persona que haya en este palacio, se que lo harás mejor que Mahidevran, Gulfem o Hatice.

Hurrem sonrió para acariciar el brazo de Suleiman.

──Suleiman.

──Amor mío, mi sultana, eres mi vida, todos quienes me rodean hablan de la belleza de tu rostro, tus ojos, tu mirada, siempre será un misterio como obtuviste el aroma de las rosas, siempre estaremos juntos, yo te lo prometo, porque no puedo vivir sin tu aroma, esta en el aire que respiro, es mi alegria y la belleza en tus ojos, hace que olvide mis penas, tus ojos que reflejan inocencia y dulzura, ¿Qué le has hecho al Sultán del mundo? El es feliz de amarte.

Hurrem salido de la habitación del Surtan y camino hacia el harem.

"Soy Alexandra la Rosa, la esclava rusa que vendieron al palacio otomano, me trajeron del rio Dinabir y llegue al mar negro, mi madre, mi padre, mis hermanos y todos los que amaba murieron.

Siempre le rece a Alah para que se llevase mi alma, para poder encontrarme con mi gente en el cielo, toda mi vida experimente tristeza, desde entonces me convertí en una mujer que odia la vida y odia a la gente.

Pobre Alexandra.

Soy Alexandra la rosa, he ocultado mi triste dentro de mi corazón y mi alma, no quería compartirla con nadie, luego decidí que debía ser fuerte y me volví más fuerte, jure que nunca me rendiría, sin importar lo que sucediese, ya no derramaría más lagrimas y conocí al Sultán y eso cambio mi destino.

Ahora estoy en el lugar que ha cambiado mi vida, en el palacio del sultán Suleiman, en el palacio que luche contra todos, ahora es mío.

No imaginaba que mi corazón viviría la historia de amor más hermosa del mundo.

Soy Hurrem, la elegida del Sultán Suleiman, madre de sus hijos, sultana, concubina, legitima esposa, amante y aire que respira.

Soy su alegria y la sultana de su corazón y su mente.

Soy la Sultana Hurrem, Soy Hurrem, Madre de Mehmet, Kosem, Mihrimah, Selim, Bayaceto y Cihangir.

Soy Hurrem la esposa del Sultán, les prometí a mis hijos y a mi misma que llegaría el día en que no me arrodillaría ante nadie y en el que todos me harían reverencia, y besarían mi mano, ese día ha llegado, nadie ha visto mi angustia y agonía, ahora me temerán, deben temerme, porque sus vidas y sus destinos estan en mis manos.

Ahora dirijo todo.

Soy Valide-i sa'ide Imparatoriçesi Haseki Hurrem Sultan."

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Triunfo de Hurrem, no se olviden de votar y nos leemos en el siguiente capitulo que es el final de temporada.