La guerra entre hermanos.

Bayaceto habia escuchado la situación, y gracias a un concubina que el mando como infiltrada en el Imperio Safavida, estaba al tanto de todo los planes de su madre y hermanas, pero el a base de esos planes ya habia hecho al suyo, el cual era muy fácil.

La misma concubina, estaba encargada de atender a Mehmet, por lo que ella se encargaría de ejecutar su plan, por su parte estaba en la misma habitación, observando todo desde una cortina.

Su plan era simple, dejaría que Kosem se deshiciera de Mustafá, el se desharía de Mehmet y luego de Selim, Cihangir era un cero a la izquierda por lo que no se preocupaba por el.

──Su bebida alteza.──Hablo la concubina a la Sultana Humasah, hija de Mehmet.

Si algo sabia Bayaceto era que esa niña era la debilidad de Mehmet, así que si se deshacía de su hija primero, alargaría su sufrimiento.

──Toma esta.──Pidió Mehmet a su hija intercambiando de vaso con su hija.

La niña asintió y tomo el contenido del vaso, el cual era una bebida dulce, Mehmet miro la cortina en donde estaba escondido Bayaceto.

"Si yo caigo tu también." Miro a Humasah y beso su frente, pidiéndole que se fuera con su abuela.

Todos tenían planes pero el tenia el suyo, en realidad tenia dos, habia previsto esta situación por lo que sabia en lo que ayudaría lo que iba hacer, esto aceleraría el proceso y no demoraría tantos años.

Mirando aun la cortina, tomo el liquido de su vaso, el que habia intercambiado con su hija, el que tenia un veneno tan letal que con solo una sorbo visitarías a Alah, tomo todo el liquido y dejo el vaso sobre la mesa, con una sonrisa en el rostro miro a Bayaceto.

──Se que estas allí, "hermano."

Bayaceto salió de su escondite y miro a Mehmet con una sonrisa, su hermano estaba botando sangre por la boca.

──Pensé que eras más inteligente.

──Si crees que moriré en vano pues no será así, porque si yo no asciendo al trono, tu tampoco ascenderás.

Antes de que Bayaceto siquiera pudiera preguntar, pudo ver como Mihrimah entraba a la habitación, las lagrimas empezaron a aparecer en los ojos de la sultana del Sol y la Luna.

──¡Maldito!──Grito Mihrimah golpeando a Bayaceto.──¡Eres un asesino! ¡¿Como eres capaz de hacerle algo así a tu hermano?!

──Lo mismo pregunto yo, tu quieres eliminar a Mustafá, yo quiero eliminar a Mehmet, ¿Cuál es la diferencia?

──La diferencia es que si Mustafá asciende al trono, nos matara a todos y cada uno de nosotros, si Mehmet ascendía viviríamos tranquilamente por el resto de nuestras vidas.

──Solo dedícate a llorar la muerte de Mehmet.──Dijo Bayaceto acariciando la cabeza de Mihrimah.──Se todos los planes del Imperio Safavida, mi padre esta informado de todo, al igual que Mustafá, vamos a ver si logran ganar.

Esas palabras causaron estragos en el interior de Mihrimah, y como si la ira se apoderase de si, se abalanzó sobre Bayaceto, con el cual se empezaron a ir a los golpes, ninguno de los dos daba tregua, jamás le perdonaría la muerte de Mehmet, por su culpa su querido hermano habia muerto.

Bayaceto empujo a Mihrimah a la mesa de la habitación, botando todo a su paso, quizás por la adrenalina, la rabia o quizás ambas, el sol y la luna agarro el candelabro de que habia a su lado, y con todas sus fuerzas le golpeo a Bayaceto con eso en la cabeza, causando la muerte instantánea de este.

Con la cara ensangrentada se coloco al lado de Mehmet, por el cansancio le causaba dificultad hasta respirar.

──Ya puedes descansar hermano, ya tu asesino esta muerto.

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Nurbanu le dio toda la información que habia reunido de Mustafá en una sola noche, al parecer aquel príncipe era capaz de hacer todo por una noche con una mujer, aunque claro esta que esta vez no fue el caso.

──Eso es todo Kosem, ya puedes enviar tus saludos.

Kosem sonrió y le ordeno a Sumbul que se apresurara en enviar la carta falsa de Ibrahim, una vez enviada, ella misma le ordenaría al verdugo que se alistase y esperase a Mustafá en el jardín.

Mustafá muy inocentemente creyó que Ibrahim lo habia llamado para algo importante, tal como decía la carta, por lo que asistió y empezó a buscar al Paşa.

──¿Ibrahim?──Pregunto al escuchar pasos de personas.

Un grupo conformado por cinco verdugos apareció, dándole a entender a Mustafá que habia sido una trampa, empezó a correr, pero al cabo de unos minutos fue atrapado, pero el príncipe no se dio por vencido tan fácilmente, lucho con todas sus fuerzas hasta que uno de los hombres lo atravesó con una espada.

 ──La Sultana Kosem le envía sus saludos.──Informo el mismo hombre que le habia atravesado con la espada.

Kosem observando desde las sombras le lanzo la bolsa con oro a los hombres y se fue, ahora caería Hatice junto a Ibrahim.

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──Firuze.──Ingreso a los aposentos de la antigua sultana madre donde se hallaba Firuze.

──Haseki Firuze Sultan.──Corrigió la mujer indignada.

Hurrem rodo los ojos y al poco tiempo entro su hija, con algunas manchas de sangre al final del vestido, estaba de más decir de quien era la sangre.

──Kosem.──Murmuro Firuze.

──Emperatriz Safavida para ti, Humeyra.

──¿A que han venido?──Pregunto la mujer aterrorizada.

──Eso es evidente mujer.──Sonrió Hurrem, dando paso a Nigar.──Tus dias han terminado, ya nunca más veras la luz y pagaras de una vez por todas el daño que me causaste.

──El Sultán Suleiman no lo permitirá.

──¿El Sultán Suleiman?──Pregunto Hurrem con ironía.──El esta librando una batalla contra mi Sultán Ahmed, esta claro que aunque grites no vendrá por ti.

Firuze temió al ver la soga en las manos de Nigar y la botella con liquido rojo, retrocedió instintivamente y cuando pensó en correr, Sumbul y otro Agha la agarraron de los brazos.

──¡Suéltenme! ¡Soy la esposa del Sultán nadie puede tratarme así!

Hurrem movió la cabeza indicando que prosiguieran con el asesinato, colgaron la soga y pusieron la cabeza de Firuze en ella, le dieron el veneno y antes de que muriese por el veneno o la falta de aire.

Kosem se acerco con una antorcha y le quemo la cara, causando los últimos gritos de Firuze en su agonía, estaba todo hecho, tanto madre e hija sonrieron.

──Las sultanas Kosem y Hurrem le envían sus saludos.──Hablaron ambas al mismo tiempo.

Solo faltaban Raziye, Ibrahim, Suleiman y Hatice, y ahora si acabarían con su trabajo.


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