Fue un placer amarte, nos vemos dentro de un rato, mi Sultana.
Una hermosa Sultana de tan solo doce años caminaba por el palacio de Topkapi, ella seria quien haga caer a Raziye, quería tener relevancia en esta guerra y no solo ser una espectadora más.
──Sultana Raziye.──Llamo Ayse entrando en la habitación.
──¿¡Quien eres tu?!──Pregunto Raziye alarmada, ya habia escuchado que Bayaceto, su hermano Mustafá y Firuze habían abandonado este mundo, en cualquier momento podría ser ella la siguiente.
──Soy Ayse Mahpeyker Sultan, Hija de la sultana Kosem y Nieta de la Valide Hurrem Sultan.
Raziye suspiro, ¿Qué podía hacerle una niña? Nada, exactamente por lo que podía estar tranquila, pero aquella sultana era sangre de Hurrem y Kosem, tenia su mismo ADN, era sangre de dos mujeres tan poderosas e inteligentes que podía hacer de todo, y por supuesto ella y Rustem habían armado un plan contra Raziye para ahorrar tiempo y que ellas se deshicieran de los demás de forma rápida.
Ayse se sentó quedando delante de Raziye, y justo entro la criada que ella misma habia enviado, aquella mujer traía dos vasos, uno con veneno y otro sin veneno, era claro para quien era el veneno.
Pero a diferencia del que usaban su madre y abuela, este era alucinógeno, causaba una ilusión mientras la persona que lo habia ingerido moría lentamente.
Raziye tomo el vaso con el veneno y lo bebió, ya nada importaba, algo en si le habia dicho que ella iba a morir en ese momento, pero ya no era importante, Su padre no ganaría esta guerra estaba dictado.
──Raziye.──Llamo su hermano Kasim dándole la mano.
──Kasim.──Sonrió ella abrazándolo.──¿Y Mahmud?
──Aquí estoy.──Río Mahmud uniéndose al abrazo.──Llevo años deseando este abrazo.
──Yo igual, ahora estaremos juntos por el resto de la eternidad.
Los tres hermanos entre lagrimas, se dieron un abrazo muy fuerte, nunca más iban a separarse.
──Ayse.──Murmuro débilmente Raziye al darse cuenta de la ilusion y que estaba recostada en el regazo de la joven sultana.──Si hubiese tomado mejores decisiones, ¿Mi final hubiera sido otro?
──Elegiste el camino que creíste favorecedor.──Murmuro Ayse mirando a su Tía.──Pero nunca se te paso por la cabeza que podías acabar de la peor forma.
Raziye soltó una débil sonrisa y cerro sus ojos, diciéndole un adiós a este mundo.
Hatice quien habia observado todo desde la puerta, sintió su alma romperse al ver el cuerpo de Raziye, Ayse le habia quitado a alguien a quien habia considerado su hija, ella misma la habia criado, cargado y enseñado idiomas, el dolor que sentía no se comparaba con nada.
"Si ella me quito a mi Raziye, yo le quitare a quienes más atesora." Por eso decidió jugar su última carta.
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Sumbul habia ido corriendo donde Hurrem y Kosem, quienes habían ido en busca de Mihrimah, y encontraban la escena de la muerte de Mehmet y la cara toda golpeada de Mihrimah, también el cuerpo de Bayaceto.
Hurrem lo entendió todo, por lo que soltando un grito desgarrador beso la frente de Mehmet y acaricio a Mihrimah, quien aun respiraba, lentamente la sultana Mihrimah se habia despertado y observo todo.
──Lo siento.──Pidió.──No pude proteger a ninguno.
──No te preocupes por eso.──Pidió Hurrem besando su frente.──Lo hiciste hija, defendiste a tu hermano incluso muerto.
──¿No estas enojada?
──En lo más mínimo, lo matabas tu o lo mataba yo de la cólera que me iba a dar.
Mihrimah sonrió levemente mientras le vendaban el rostro, con las fuerzas que le quedaban decidió levantarse, tan solo faltaban Ibrahim y Hatice, ya por Sumbul se habían enterado de lo que habia hecho Ayse.
──Le dio una muerte demasiado humana.──Susurro Hurrem.
──Me hubiese gustado que no se ensuciara las manos con la sangre de esa rata.──Hablo Kosem viendo entrar a una criada.──¿Qué sucede mujer?
──El Sultán Ahmed...──Empezó a hablar la mujer con lagrimas en los ojos.
──No...──Dijo Kosem.
──Lo lamento Sultana.
Hurrem se llevo las manos a la boca soltando un grito doloroso, ahora también habia perdido a otro hijo más, Mihrimah se quedo estática en su sitio, ya estaba, estaban acabados, habían perdido.
Sah y Nurbanu compartieron una triste mirada, pero eso ya no importaban, ahora todos serian asesinados, habían perdido, ya no habia esperanza.
Kosem sin escuchar palabra alguna, salió corriendo de la habitación, a pesar de los gritos de su tía, su madre, su hermana y amiga, no hizo caso, salió corriendo al campo de batalla, si eso habia ocurrido, entonces podría ver su cuerpo.
Hatice observaba todo desde la torre, Ibrahim sonrió al ver como la Sultana habia mordido el señuelo y sin más que decir, salió de la torre donde estaba Hatice, ahora si terminarían con todo de una vez por todas.
──¡Ahmed!──Grito Kosem en busca de su esposo caminando entre los cuerpos.
Y desde lo lejos pudo ver que su esposo aun seguía con vida, peleaba contra el Sultán Suleiman, tenia un par de cicatrices en la cara pero estaba vivo y eso era más que suficiente para su alma, ¡No habían perdido! ¡Todavía podían ganar!
Suspiro y soltó una leve sonrisa, Ahmed por el grito de su esposa habia volteado, encontrándola a unos pocos metros, le dio una leve sonrisa mientras empujaba a Suleiman.
──Una vez termine con el, volveremos a casa.
Kosem con las manos en la boca y lagrimas en los ojos, asintió, dándole una sonrisa, eso estaría bien para ella, el estaba vivo y eso era lo único importante.
Cuando Ahmed iba a voltear en dirección a su oponente, vio como Ibrahim se le acercaba con una espada a su esposa por la espalda, sin pensarlo más corrió para proteger a la mujer que amaba, creando la situación perfecta para que Suleiman lo asesinase.
Cuando llego a Kosem, la espada de Suleiman lo atravesó directamente en el estomago, dejando que el Sultán Safavida soltase un grito de dolor, la emperatriz Safavida soltó un grito ahogado al ver el cuerpo de su esposo desplomarse al suelo.
──¡Ahmed!──Volvió a gritar al paso que vi su sangre, su propia sangre salpicar, y allí lo entendió todo, Ibrahim, Suleiman y Hatice le habían tendido una trampa que acabaría con la vida de ambos.
Al tiempo que ella también caía al suelo, se reprochaba por no haberse dado cuenta antes, habia caído redondito en su trampa, se sentía culpable, se sentía demasiado culpable por entregarles a Ahmed en bandeja de plata.
──Perdóname Ahmed.──Hablo débilmente con lagrimas.──Yo te falle.
──¿Pero que cosas dices Kosem?──Pregunto Ahmed colocándole una mano en la cara a su esposa.──Tu jamás me fallaste ni jamás lo harás, Fue un placer amarte, nos vemos dentro de un rato, mi sultana.
──Si, nos vemos dentro de un rato.──Respondió Kosem viendo como Ahmed cerraba sus ojos y abandonaba este mundo, para acto seguido ella también hacerlo.
"La vida que juntos soñamos pasar, y aquí dentro guardo la esperanza más fuerte que el tiempo, más fuerte que la muerte, que tan cerca esta."
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Este es el último, solo falta el epilogo, y antes que se me vayan encima, yo también llore escribiendo la muerte de Ahmed y Kosem, pero era necesario para crear una oportunidad perfecta.
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