El regreso de Suleiman.
──Sultana.──Reverencio Firuze con una sonrisa.──Escuche que hoy vuelve nuestro Sultán.
──Así es.──Sonrió Hatice.──Ya han pasado cinco años desde que partió, hoy por fin venció al "Sultán" Safavida.
Firuze palideció ante esto, ¿Venció al Sultán Mehmet? Eso era imposible, era uno de los hombres más fuertes que habia conocido, chasqueo la lengua al recordar a su hijo, el joven príncipe Ahmed, que parecía estar en cualquier otro mundo que en este.
El era un joven que casi no se interesaba por la pelea, prefería estar rodeado de libros o en su jardín, cuidando de sus flores.
"Que patético será el reinado de ese niño." Pensó para si y volvió a poner la fachada para que Hatice no sospechara, aunque igual ni cuenta se daría, ella era una mujer muy tonta.
──Es un alivio que nuestro Sultán haya vencido a esos Safavidas.
──Lo se, Por cierto, ¿Te ganaste el cariño de los niños?
──Solo de Mihrimah, Selim y Bayaceto.──Respondió Firuze, causando que Hatice hiciera una mueca.──No se que influencia ejerce la Sultana Kosem como para que Mehmet y Cihangir me vean como una enemiga.
──Kosem, Kosem, Kosem.──Murmuro Hatice enojada, desde ya hace algunos años la relación con su sobrina mayor se habia tronado conflictiva, tanto así que no podían estar en la misma sala la una con la otra.──Firuze, necesito que te ganes de Kosem, Hurrem sigue a flote porque no sabe que eres tu la favorita de Suleiman, y el día que se entere, si te ganas la confianza de Kosem, no tendrá a nadie en quien apoyarse.
──Lo intentare Sultana.
༆༆༆༆༆✵༄༄༄༄༄
Mustafá y Suleiman conversaban sobre la campaña y la provincia que el dirigiría, pronto se iría a Manisa, Suleiman estaba orgulloso de su león, cuando pensaba preguntar por Mihrimah o Mehmet, justo aparecieron.
──Padre.──Reverenciaron al mismo tiempo.
Suleiman sonrió y beso la frente de ambos, ya no eran los niños que habia dejado, eran dos adolescentes, Mehmet de 16 y Mihrimah de 15, la belleza de su hija lo dejo embelesado, era la mujer más hermosa que podía haber en todo el mundo.
──Mi Mihrimah, Alah ilumine tu camino, querida hija.
──Gracias padre.
Selim y Bayaceto no tardaron en llegar, peleando como siempre, Mihrimah entrecerró los ojos, les había pedido encarecidamente que no hicieran espectáculos delante de su padre, pero claro que les entra por una oreja y sale por la otra.
Suleiman abrazo a sus menores hijos y conversaron un rato, Firuze no tardo en aparecer y le dio una sonrisa disimulada, que el no tardo en corresponder.
En esa campaña, las cartas que se enviaban reflejaban dos enamorados, dos almas que parecían estar unidas por el destino.
──¿Y Cihangir?──Pregunto Suleiman.
──Debería venir pronto.──Respondió Mihrimah.──Vendrá con mi madre.
"Hurrem." Aquel nombre trajo recuerdos a Suleiman, de cuando la conoció la primera vez, el día de su boda, todos los versos y las poesías que le había recitado al oído y la alegria de esta.
Al poco tiempo vio llegar a la pelirroja, pero no estaba junto a Cihangir, le dio una mirad y ¡Oh Alah! Parecía que el tiempo para ella no había pasado, era una mujer hermosa, quizás y más hermosa que antes.
──Suleiman.
──Hurrem.
Ambos quedaron mirándose frente a frente, la mujer sonreía con tanto amor, habia extrañado a su esposo en estos años, Alah era testigo de todo sus rezos aunque sea por recibir una carta para ella, una carta que nunca llegaría.
──¡Gane! ¡Gane!──Ambos dirigieron su mirada al pequeño niño que venia corriendo alegremente, aunque el pequeño tropezó con Firuze.
──Disculpe.
──No se preocupe Príncipe.
──¡¿Me viste hermana?!──Exclamo el pequeño con una sonrisa quedando delante de Suleiman y Hurrem, Suleiman pensaba que encontraría un niño triste, todo apagado y tímido, pero aquello fue una sorpresa agradable, ver a su hijo crecer como un niño cualquiera.
──Por supuesto que te vi, corres muy rápido.──Respondió una mujer de ojos verdes grisáceos.
Suleiman miro a la mujer que venia caminando con elegancia, la misma mujer que vio en sus sueños.
"𝓬𝓪𝓭𝓪 𝓵𝓪𝓰𝓻𝓲𝓶𝓪 𝓭𝓮 𝓪𝓺𝓾𝓮𝓵𝓵𝓪 𝓶𝓾𝓳𝓮𝓻 𝓭𝓮 𝓬𝓪𝓫𝓮𝓵𝓵𝓸𝓼 𝓯𝓾𝓮𝓰𝓸 𝓶𝓮 𝓵𝓪𝓼 𝓬𝓸𝓫𝓻𝓪𝓻𝓮, 𝓬𝓪𝓭𝓪 𝓵𝓵𝓪𝓷𝓽𝓸, 𝓬𝓪𝓭𝓪 𝓰𝓻𝓲𝓽𝓸"
"𝓢𝓮𝓻𝓮́ 𝓪𝓺𝓾𝓮𝓵𝓵𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓼𝓮 𝓼𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓮𝓷 𝓽𝓾 𝓽𝓻𝓸𝓷𝓸 𝔂 𝓮𝓵𝓮𝓿𝓮 𝓪𝓵 𝓲𝓶𝓹𝓮𝓻𝓲𝓸 𝓪 𝓾𝓷𝓪 𝓮𝓻𝓪 𝓶𝓪𝓰𝓷𝓲𝓯𝓲𝓬𝓪, 𝓶𝓾𝓬𝓱𝓸 𝓶𝓪́𝓼 𝓶𝓪𝓰𝓷𝓲𝓯𝓲𝓬𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓪 𝓽𝓾𝔂𝓪"
"ℳ𝑒 𝒸𝑜𝓃𝑜𝒸𝑒𝓇𝒶́𝓃 𝒸𝑜𝓂𝑜 𝑒𝓁 𝓀𝒶𝓇𝓂𝒶 𝒹𝑒 𝒯𝑜𝓅𝓀𝒶𝓅𝒾"
──¿Padre?──Llamo Kosem ingresando a la habitación.
──El Karma de Topkapi.──Aquellas palabras llamaron la atención de todos los presentes, sobre todo de Hurrem, ¿El Karma de Topkapi?
──¿Que?──Pregunto Kosem confundida.
──Nada.──Murmuro Suleiman mirando a su hija.──Dale un abrazo a tu padre.
La hija mayor, no dudo en sonreír y abrazar a su padre, diciéndole que lo habia extrañado demasiado, si el no hubiera tenido ese sueño, hubiera disfrutado del abrazo y palabras de su hija, pero ahora tenia un amargo sabor en la boca y una incomodidad terrible.
Tenia que proteger a Firuze de su hija.
༆༆༆༆༆✵༄༄༄༄༄
──¿Segura que esto es lo que quieres?──Pregunto la mujer de cabellos de fuego.
──Por favor madre.──Pidió Kosem mirando a su madre.──Me prometiste que viajaría cuando volviera mi padre, el ya esta aquí.
──Bien, pero volverás en dos meses.
──Es muy poco.
──Cuatro o no te dejo salir.
──Cuatro es suficiente.──Kosem abrazo a su madre agradeciéndole por dejarla partir.──Mi madre es la sultana más hermosa y piadosa de este palacio!
──Estas loca.──Sonrió Hurrem dando una vuelta agarrada por su hija.
Nigar sonreía ante la escena, quería mucho a esas dos mujeres, las consideraba como su familia, por eso cuando pasaba las noche con el Paşa y pedía información de ellas dos, se inventaba alguna historia para no delatar a Hurrem, a quien consideraba su hermana menor.
Quizás en algún momento le revelaría su relación con el Paşa a Hurrem, si la sultana Hatice se entraba antes eso seria un problema.
Pudo ver como Kosem salía de la habitación para hacer su equipaje, dejándolas a solas.
──Nigar.
──Sultana.──Respondió Nigar.──Quiero contarle algo, pero no me mate.
──¿Qué sucede?──Pregunto la pelirroja colocando las manos en los hombros de Nigar.──Cualquier cosa, yo siempre estaré de tu lado, te aprecio y lo sabes.
Trago en seco y sonrió, quizás y esto le costara la vida.
──El Paşa y yo....Tenemos una relación.
Cerro los ojos esperando le grito de la mujer, pero solo sintió como alguien le acariciaba el cabello, abriendo los ojos sorprendida y encontrando a una Hurrem sonriente.
──¿Sultana?
──Kosem ya me habia contado, esperaba que tu me lo dijeras para comprobar, no estoy enojada, al fin y al cabo la sultana Hatice recibirá una cucharada de su propia medicina al enviar tantas mujeres con Suleiman.
──¿No va a matarme?
──No, voy a protegerte, por eso, te enviare junto a Kosem.──Replico.──Va a estar sola en un país desconocido, quiero que estés con ella.
──Cuidare bien de la sultana.
༆༆༆༆༆✵༄༄༄༄༄
──Querida Hermana, ¿Qué te trae por aquí?──Pregunto Suleiman al ver a Hatice entrar a sus aposentos.
──Quería saludarlo y hablarle de un tema muy importante.
──Dime que es.
──Sobre Raziye, ella también es tu hija y te extraña, seria bueno traerla a Topkapi.
──Por supuesto.──Dijo Suleiman.──Kosem va a viajar y Mihrimah se quedara sola, necesitara de compañía femenina.
Hatice sonrió y abrazo a Suleiman, si Kosem se iba, dejaba campo abierto para hacerle lo que sea a Hurrem.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top