13 de julio de 1521.

Los gritos se escuchaban por todo el palacio, aquella esclava rusa se encontraba en labor de parto, cada vez que pujaba, sentía que se le iba el alma.

──Puja Alexandra. ──Pidió Nigar al ver que ya faltaba poco para que terminara de salir el niño. ──Ya falta poco.

── ¡Alah!── Grito por cuarta vez la pelirroja ante el dolor que le ocasionaba esto.

Por fin habia acabado el infierno que estaba pasando, ahora solo quería abrazar y darle todo el amor del mundo a su hijo.

──Hurrem...──Llamo Nigar preocupada y sin saber bien como explicarle la situación que ocurría.── Falta otro bebé...

Hurrem suspiro pesadamente y volvió a su trabajo de parto, dentro de poco tiempo tendría dos príncipes.

Al terminar de dar a luz, pidió ver a sus dos príncipes, quería abrazarlos y darles de lactar inmediatamente.

──Felicidades Sultana.──Sonrió la Kalfa.── Alah la ha bendecido con un príncipe y una princesa.

Hurrem miro a Nigar para recibir a sus dos hijos sin protestar, aunque hubiera deseado dos Sehzades, no le molestaba en lo absoluto tener una niña, pero mentiría si dijese que no prefería tener dos hijos que pudieran ascender al trono.

Los sostuvo en sus brazos y beso la cabeza de cada uno, al poco tiempo, entraron el sultán y el resto de las mujeres, el hombre cargo a sus dos nuevos hijos y realizo el rito de nombramiento.

──Tu nombre es Mehmet.──Nombro el sultán con una sonrisa.──Tu nombre será Mehmet.

Entrego el niño en brazos de su madre, la cual sonreía en todo momento, antes de seguir con la ceremonia, el sultán miro cariñosamente a la niña, la observo como si hubiera ganado una de sus mejores batallas.

──Tu nombre es Kosem.──Nombro el Sultán mirando a su preciosa hija.──Tu nombre será Kosem, la que guía.

Tanto Mükerrem como Mahidevran se tensaron al oír esto, por un lado estaban bailando de la felicidad por el hecho de tuviera una niña, pero el nombre que le dio el Sultán se les hacia curioso, ¿Por qué darle un nombre tan bello a una niña? Y más con el significado de "la que guía."

Pero eso era lo menos importante, aquella esclava rusa solo tenia un príncipe, seria fácil deshacerse de el.

Mükerrem observo de reojo a Mahidevran y Hurrem, ellas solo eran la madre de un príncipe y ella de dos, quizás y si ella les daba un ligero empujón en la dirección correcta, podría formar una batalla en la que ella saldría beneficiada, después de todo conocía el carácter de sus rivales.

Hurrem: Impulsiva, astuta e inteligente, no se media a la hora de hacer algo.

Mahidevran: Tímida, reservada, tonta y con poca habilidad para buscar soluciones.

Lo que si tenia en cuenta es que Hurrem tenia el amor del Sultán y Mahidevran tenia el apoyo de la madre sultana y sultanas de sangre, sin contar a Ibrahim.

Ella hace mucho tiempo no tenia eso, pero tenia dos príncipes a su favor, y ellas solo uno.

Antes de retirarse de la habitación, miro rápidamente a la niña que descansaba en paz, una sultana de sangre significaba poder político a través de matrimonios, en un futuro quizás y ella seria un problema.

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──Es hermosa.── Sonrió Hurrem cargando a la niña mientras Mehmet dormía, quizás no era un príncipe, pero era su hija, una preciosa sultana, seria su única compañía en lo que le quedaba de vida.

──El Sultán te favorece.──Empezó Nigar mirando a Hurrem.──Podrás tener más príncipes en un futuro.

──Lo se, pero ahora me dedicare a cuidarlos hasta que el Sultán vuelva a llamarme.──Coloco a la niña al lado de su hermano.

Los miro con los mismo ojos que una madre mira a sus hijos, llenos de amor y afecto, ahora cuando Suleiman se fuera, no se sentiría sola.

Ahora su vida no le pertenecía más a ella, solo a sus hijos y a los que estaban por venir.