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—¿( _ )-san? —el joven Kamado buscaba a la última participante del día de Halloween. Sin embargo, no la encontraba por ningún lado.

Cuando abrió la puerta de su habitación, la encontró enrollada en las sábanas como una oruguita.

—¡( _ )! ¿Q-qué sucede? —se acercó a su posición tocando el tumulto.

—No quiero ir... Voy a pasar pena. —refunfuñó la joven.

—¿Por qué dices eso? Todos te estamos esperando, solo faltas tú.

—Mi disfraz es lo más cliché del mundo, seguro que todos tienen algo mejor y quedaré en ridículo. —le dio la espalda a Tanjirou.

—Claro que no, vamos, me prometiste que irías conmigo.

—Ugh. —giró los ojos. —¿No estamos muy grandecitos para hacer esto? ¡¿Además a quién se le ocurrió la idea?!

—A Uzui, quería hacer algo extravagante. ¡Vamos! —hizo ojitos de súplica.

—Oh no, es muy efectivo. —se quejó para finalmente levantarse.

Salieron afuera con un claro contraste de ánimos, Tanjirou no paraba de sonreír al ver todas las fincas decoradas con la temática tan característica de octubre. Mientras que su mejor amiga tenía una mueca neutral mientras arreglaba la falda de su traje, sí, el típico de bruja.

Era el único que pudo encontrar en la tienda, y no quería repetir ya que fueron en conjunto a comprar y fue el único que no tomaron.

Se acercaron a la finca de la serpiente, donde estaba Mitsuri con Obanai entregando dulces.

—¡( _ )-san! ¡Te ves maravillosa! —le dejaron algunas chucherías en su bolsita de calabaza de ambos.

—G-gracias. —respondió con algo de vergüenza, ella se veía muy bien. Obanai simplemente les observó mirando al joven Kamado feo por estar cerca de la pilar del amor.

Se alejaron tras despedirse para continuar con su recorrido.

Esta vez tocaba los hermanos Shinazugawa.

—¡Tomen sus dulces y ya dejen de joder! —se tuvieron que tapar ya que el peliblanco lanzaba los dulces de mala gana. ( _ ) recogió algunos del suelo antes de que él se diera cuenta, les entregaron algunos a las niñas de la finca mariposa que estaban disfrazadas justo de tres mariposas de diferente color.

Caminaron hasta llegar donde el pilar de la roca, donde les entregó dulces mientras lloraba como era habitual.

—¡Gracias! —agradecieron y en el momento donde iban a dirigirse a la finca de la niebla escucharon la voz de Zenitsu.

—¡Chicos, espérenos! —sonrieron viendo a Inosuke y a Nezuko disfrazados de calavera y un tigre.

—¡Se ven geniales! —dijo Tanjirou.

En su caminata se encontraron con Kanao quien se les unió, ya llevaban bastantes dulces cuando se toparon con Muichiro.

—¡Tokito-san, justo íbamos ir a su finca! ¿Qué hace aquí? —el de puntas mentas se giró hacia ellos, quien llevaba puesto un disfraz de fantasma.

—Ah, es que nadie se acercaba a pedirme nada. Los cazadores parecían temer acercarse. —( _ ) aguantó la risa, era lo de menos. Muichiro es todo un profesional de ocasionar miedo cuando se trataba de darles clases a los aspirantes a pilar.

Inosuke se rió, haciendo que Zenitsu le pegará. ( _ ) los separó haciendo una seña de que los vigilaba.

—Puedes venir con nosotros, no queda mucho para que terminemos. —sugirió Kanao quien habló tras lanzar la moneda.

Así llegaron a la finca mariposa, donde estaba Shinobu con un traje de araña. Los recibió sonriente.

—¡Ara, ara ~, bienvenidos! —todos quedaron petrificados. Sin duda le quedaba como anillo al dedo.

Luego fue el turno de Giyuu, quien simplemente les dio los dulces sin decir nada.

—¿Quieren más? —preguntó.

—Sí, por favor. —Zenitsu volvió a pedir, quien fue regañado por Tanjirou ya que era el que más tenía del grupo.

Descansaron mientras conversaban, ( _ ) quería terminar de ir a la finca de Rengoku para echarse a dormir.

—¿No piensan venir? —preguntó tras ver como la mayoría prefería quedarse.

—Nezuko quiere ir contigo. —esta se acercó muy animada tomando de su mano. —Las esperamos aquí. —se despidieron para alejarse.

Caminaron hasta ver al pilar a la distancia.

—¡Bienvenidas, bienvenidas! Qué bueno verles. —les saludó para entregarles dulces. ( _ ) observó su pequeña bolsa para verle.

—Rengoku. —este le miró. —Por favor, no te subas al tren. —tanto Nezuko como el mencionado le observaron sin entender.

Así, el mes había terminado.

Extra.

—¡Por supuesto que estoy orgulloso de mi idea, después de todo en este mes era mi cumpleaños y tenía todo mi derecho! —Uzui fue el único que sobrevivió al dolor de estómago por consumir tanta azúcar.

Pronto haré el one shot de Uzui por su cumpleaños ; v ;