𝐼𝑛𝑠𝑎𝑛𝑜
Las personas dicen que soy una pecadora... Y se que tienen razón.
He pecado, y no voy a negarlo...
Pequé desde la primera vez que te vi, cuando mi corazón de aceleró al ver tu hermosa sonrisa, supe que estaba mal.
La primera vez que tuve mariposas en mi estómago al pensar en ti, había pecado.
En cada una de las noches en que soñé que te tenía entre mis brazos, había pecado.
En cada ocasión en la que añoré sentir tu embriagador aroma, había pecado.
Cuando desee sentir tus labios sobre los míos, había pecado.
Si el amarte como te amo es un pecado, estaré feliz de cumplir mi condena en el infierno a tu lado...
...
- Maldición...
Murmuró la chica mientras intentaba safarse de las ataduras que la restringian. Suspiro frustrada y se dejó caer hacía atrás sobre el respaldo de la silla, se dio por vencida y poso su mirada en la creciente luna que se dejaba ver a través de la ventana.
- Es tan hermosa... Incluso en un lugar como este, la luna resplandece más que cuando la miro por mi balcón
- Es una belleza ¿Cierto? - dijo una voz a sus espaldas
- ¿Alexa?
- En persona
La otra mujer salió de las sombras, haciéndose perfectamente visible a la luz de la luna. Era una joven de cabello negro que llegaba hasta la cintura, vestía unos jeans negros gastados, un top y una chaqueta de cuero. Tenía ojos verdes brillantes y miraba a la otra con una sonrisa maliciosa.
- Te ves bien, Rose, hermosa como siempre
La menor aparto la vista avergonzada, nunca podía descifrar si su amiga estaba siendo sarcástica o era honesta. Además, su aspecto siempre pulcro ahora era desastroso. Su falda se había rasgado gracias al forcejeo, su blusa color pastel estaba sucia y arrugada, y sus cabellos castaños apuntaban en diferentes direcciones. ¿Quien podría encontrarla atractiva?
- ¿Tú me trajiste aquí?
- No directamente
- ¿Como?
- Bueno, unos "Conosidos" te vieron caminando sola y te trajeron
- ¿Por qué estoy atada?
- Eso es tu culpa
- ¡¿Como puede ser culpa mía?!
- ¿A ti como se te ocurre caminar por el vecindario más peligroso de la ciudad vestida como niña rica?
- A diferencia de ti, yo no acostumbro vestirme como pandillero
La peli negra río levemente aunque su expresión rápidamente se transformó transformó una mueca de molestia.
- ¿Por qué me estabas buscando?
- Estaba preocupada, esta mañana te fuiste sin decirme nada y creí que tenías problemas
- Deberías empezar a preocuparte más por ti
- ¿Por qué dices eso?
La chica sonrió irónica
- ¿Sabes? Tuviste suerte, si vienes por acá con una falda como esa te violan y luego te culpan por eso
- ¡Eso es horrible!
- Bienvenida al mundo real, cariño
- La maestra Carter tenía razón, ciertamente no debí venir
- Y aun así aquí estas
La otra joven se queda callada.
- ¿Sabes que es gracioso? Pasas toda tu vida haciendo lo que te dicen, y la única vez que no lo haces terminas atada en un vecindario de mala muerte
- No es divertido, Alex
- ¿En serio? Por que yo creo que es la broma más divertida que escucharás. La maestra, el director de la escuela, incluso el sacerdote, solo te dicen que mis amigos y yo somos jóvenes perdidos y futuros delincuentes, nadie por quien valga la pena preocuparse. Tal vez tengan razón, pero... - se encoge de hombros - Al menos no tenemos una doble moral
- ¿Que doble moral?
- Solo critican e intentan controlar nuestras vidas, intentando ser "las grandes figuras de autoridad", cuando en el fondo están igual o más jodidos que nosotros
- Todos cometemos errores
- ¿Errores? Son un montón de hipócritas, Rose.
La "impecable" maestra a la que tanto idolatras, les ofrece buenas calificaciones a los estudiantes a cambio de favores sexuales.
El "respetable" director de la escuela en el que tanto confían los padres, tiene cámaras en los baños de las chicas.
Y el sacerdote de la catedral, ese que se la pasa sermoneandonos por nuestras "faltas de respeto hacía lo divino", cada fin de semana visita el burdel de la esquina para follar con su prostituta favorita.
- ...
- Nosotros no somos perfectos. ¿Somos deshonestos? Lo somos. ¿Somos egoístas? Claro. ¿Insolentes? Desde luego. Pero al menos nosotros no vivimos una mentira. La sociedad les da una perspectiva a la cual aferrarse: El trabajo perfecto, la pareja perfecta, la familia perfecta, la educación perfecta, el estatus social perfecta, etc.
Viven siendo esclavos de sus propios ideales. Fingiendo seguir sus reglas morales al pie de la letra.
Les dicen como vivir y ellos obedecen, por eso nos odian, por que vivimos como queremos.
- Pero ninguno hace nada, ¿Como esperan que las cosas cambien si no quieren ayudarse?
- ¿Cambiar? Vives en un mundo de fantasía, princesa. Nada cambiará ¿Sabes por qué? Por que nosotros somos los malos, representamos todo los prohibido, lo insano, lo inmoral y lo incorrecto. Nosotros somos los pecadores ¿Cierto?.
Somos la lujuria, la deshonra, el narcisismo y el egoísmo.
Somos los demonios que no envidian nada de lo bueno.
- Alex...
- Pero no importa, por que cada segundo viviendo al límite es como una llamarada que enciende nuestros corazones. El sentir la adrenalina recorriendo mis venas es el mejor placer que pueda sentir
- Estas demente
- ¿Eso crees? Estas en tu derecho, yo creo que un loco es alguien que se casa o reza
Un fuerte viento azota la habitación haciendo que la castaña temblará. La oji verde se quito su chaqueta y la envolvió sobre los hombros de la más chica.
- Pero te congelaras
- Estoy bien
La mayor saca una navaja de su bolsillo y empieza a cortar las ataduras de la otra.
- ¿Sabes? Siempre he pensado que los ricos son unos idiotas moralistas que ayudan a los demás para apaciguar su enferma conciencia... Pero tu eres diferente, siempre intentas ayudar a las personas sin esperar nada a cambio, prefieres ver el lado amable de todos aunque sean unos bastardos, siempre con tu encantadora sonrisa... Como un ángel
- Me das demasiado crédito. Tu lo haz dicho, todos tienen sus demonios, incluida yo
Cuando se deshizo de las cuerdas, la chica se inclino para dejar un beso en la muñeca de la otra joven, donde las ataduras habían dejado marcada la delicada piel.
- Eso lo se nena, son tus demonios los que hacen arder mi infierno
- Alex, me estas confundiendo
- Dios, estoy tan jodida
- ¿Por qué lo dices?
- Por qué me enamore de la mujer más maravillosa, y no puedo darle la relación que ella merece
La oji azul se quedó estática intentando procesar aquellas palabras. Trago saliva y habló con un hilillo de voz.
- Eso no es malo, y no creo que estés jodida, solo amas de manera diferente
- Te amo a ti, Rose, te amo tanto que duele. Estoy mal, y es un pecado el desearte como te deseo y amarte como te amo
- Alexa, no...
La peli negra la tomo de la nuca y antes de que la otra pudiera decir algo, unió sus labios con los de la paralizada joven.
- Mi ángel...
Undío su nariz en el cuello de la niña, su cálido aliento rozando su cabello, aspirando su reconfortante aroma.
- No me importa si despues me voy al infierno, por que contigo acabo de tocar el cielo...
Antes de poder terminar la frase, la castaña le regresa el beso de manera tímida con las mejillas sonrojadas.
- Entonces supongo que colores condena en el infierno contigo
Y por primera vez en la noche la chica mayor sonrió con verdadera felicidad mientras sus ojos verdes se cristalizaban.
Nuevamente beso a la otra joven, esta vez siendo correspondida. Entre besos y caricias expresaban sus sentimientos con la noche como único testigo de su amor, un amor tan bizarro como hermoso. Eran dos mujeres de mundos distintos, con personalidades, pensamientos e ideales diferentes, pero compartían los mismos sentimientos.
Tal vez era una relación insana o era un pecado, pero se amaban y eso era todo lo que importaba.
Que bello es lo prohibido...
FIN
Espero que les haya gustado la historia.
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Sus comentarios me hacen feliz
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