Jeon Jungkook es un mesero de veintiséis años que despierta admiración con su altura, su atractivo físico y su piel bronceada.

En su trabajo de medio tiempo, es popular y reconocido. Su vida consiste en dedicarse al estudio, ganar dinero en la cafetería y disfrutar de breves momentos de descanso cuando el tiempo se lo permite. Pero todo cambia cuando Jimin aparece en su vida, un chico misterioso que irradia serenidad en su rostro y siempre lleva consigo una computadora en la que escribe con intensa concentración.

A primera vista, Jungkook queda completamente cautivado por la presencia de este hermoso chico que trabaja en la empresa frente a la cafetería donde él labora. Sin embargo, lo que más despierta su curiosidad es esa computadora que Jimin lleva consigo y la razón por la cual parece ser tan importante.

¿Estará escribiendo a alguien especial? ¿Quizás a una novia romántica? ¿O tal vez se trate de algún trabajo importante? ¿Será Jimin un novelista?
Realmente no lo sabe, y desea ser suficientemente cercano para poder estar junto a él cuando escribe.

Quisiera estar sentado junto a él... aunque sea una única vez.

Con una cálida sonrisa en su rostro, Jungkook se acerca a la mesa de Jimin y le da la bienvenida: 

— Bienvenido, ¿puedo tomar su orden? 

El chico le responde casi de inmediato, sin siquiera voltear a mirarlo: — Un frappuccino, por favor.

escribo una nueva historia porque no sé como seguir con las otras, sí.

Hola, Jungkook, ¿recibiste mi carta?