Ford.

Desperté sudado en mi cama. Mi sudor era frío, mis piernas y manos temblaban, pero curiosamente yo sentía algo de calor.

Para ser honesto, no recuerdo ni mucho menos entiendo como terminé ahí. Aún así, me levanté y me dirigí a mi baño. Me lave las manos mientras me analizaba: esa ropa que traía puesta, esos... rasguños y una nota en la frente. Esto último causó algo de curiosidad en mí.

La tomé y la leí: "No lo olvides, eres de MI pertenencia". Era su letra. Era la letra de Bill Cipher. Un escalofrío recorrió la piel de mi espalda al leer por segunda vez la nota. "¿De su pertenencia?" me pregunté a mis adentros, aún sabiendo que no obtendría una respuesta. 

Aunque muy en mis adentros sabía que se refería a que yo no tenía porque hablar con él o tan siquiera compartir algún tipo de comunicación, quería pensar que tal vez se refería a otra cosa, incluso algo sexual. Yo tenía la fe puesta en que así era.

Me lavé la cara, la cual me ardió apenas sentí el jabón con olores frutales en mi piel. Rápidamente me enjuagué y miré el espejo: rasguños. Rasguños y moretones adornaban mi pálida piel. Algunos rasguños parecían que habían sangrado recientemente... era algo raro. Nunca me había pasado algo así, solamente me pasó una vez y fue porque Stanley había dejado meter una rata a nuestra habitación y bueno, el afectado resulté ser yo.

Regresé a mi habitación y me cambié de ropa. Mi cuerpo no tenía una diferencia tan grande a mi rostro. En mis brazos había cortaduras, quemaduras y moretones, en mis piernas moretones y en mi abdomen una que otra cortadura poco profunda como para causar algún daño grave pero lo suficiente como para dejar una marca.

¿Acaso él me hizo esto...? Era obvia la respuesta. Era obvia, pero... supongo que igualmente es mi culpa por ser tan cercano a Fiddleford...

Limpié con alcohol mis heridas, me cambié de ropa, me peiné y finalmente salí de mi habitación.

Pasé horas en mi estudio tratando de poder tener alguna visión donde aparecía mi musa... lástima que no pude verlo hasta que finalmente llegó la noche.

Hice lo de siempre: lavé mis dientes y mi rostro maltratado, me puse la primera pijama que vi, tomé un vaso de agua y finalmente me dirigí a mi habitación.

Apenas me recosté en mi cama y cerré los ojos, aparecí en el mismo lugar tan mágico de siempre. Parecía que él ya estaba esperando por mí en el medio de todo (o tal vez de la nada misma)

—"Oh, hola, Stanford" –Me dijo con desprecio en su voz distorsionada mientras hojeaba uno de mis libros–. "No pensé que tendría ganas de verte nuevamente."

—"Pues... sí quería verte nuevamente, de hecho-" –Me interrumpió colocando uno de sus dedos en mis labios algo secos—.

—"No me refiero a ti, idiota" —El desprecio de su voz continuó estando presente—. "Es más que obvio que tú querías encontrarte nuevamente conmigo, ¿acaso crees que no lo sé?" –Su voz era diferente a como siempre sonaba–.

—"Eh... claro que sí quería verte, mi musa, te he extrañado demasiado y ya quería hablar contigo nuevamen-" —Colocó su dedo en mis labios con más fuerza—.

—"¡Cállate, Stanford!" —Finalmente me quitó su dedo, aunque fue para poder tomar el libro y acercarlo a mi rostro—. "Y quiero que me escuches bien" —Me dio un golpe con ese libro que de por sí era pesado y tenía pasta dura. Abrí mis ojos por el golpe, además de que empezaron a ponerse cristalinos y mi piel roja gracias al golpe antes dado. Su ojo igualmente se abrió con algo de sorpresa, pero rápidamente volvió a demostrarme su lado violento—. "Que sea la última vez que te veo hablar o me hablas de ese estúpido. ¿Entendiste?"

—Aún dolía el golpe, era claro, me lo había dado con una fuerza increíble. Mis labios temblaron un poco antes de poder siquiera decirle una palabra—. "P-Pero Bill... ¡é-él me está ayudando con el por!‐" —Recibí otro golpe con el mismo objeto, solo que esta vez en mi mejilla opuesta—.

—"¡Obvio entiendo eso! Pero solamente te permiteré hablar con él mientras haces eso, apenas terminen con mi portal, ¡quiero que se largue de tu vida y que no me lo menciones más! ¿Entendido?" —entrecerró su ojo con clara molestia—.

—"P-Pero Bill..." —mi voz tembló del miedo que sentía—.

—"¡¿Entendiste o no?!"

—Retrocedí un paso al escuchar su voz molesta. La mía nuevamente flaqueó y tembló—. "Sí, Bill..." —Bajé la mirada mientras una lagrima se resbalaba por mi rostro—.

—"Bien." —Al ver mi rostro adornado por una gota brillante que bajaba de forma lenta por mi mejilla, se acercó a mí y me habló con un tono más dócil—. "Oh, Ford..." —Con su mano tomó mi mentón y lo levantó, obligándome a verlo—. "Recuerda que eres de mi pertenencia..." —Con su mano libre, tomó mi muñeca y alzó la manga que la cubría. Una navaja apareció al lado de mío a la altura de mi rostro de la nada, la cual empezó a dirigirse a mi mano—. "Solo quiero que te quede bien claro..." —La navaja cayó en mi mano. Yo la miré con miedo, pero él parecía seguir tranquilo.— "Tú sabrás que hacer con ella..." —Fue lo último que me dijo antes de finalmente despertar de ese sueño—.

Me enderece. Mi mano sentía algo frío. Miré y esa cosa seguía en mi mano. "Tú sabrás que hacer con ella..." ¿A qué se refería con eso? Mi mirada bajó un poco a mi muñeca, la cual se quedó descubierta. ¿Acaso él hablaba de...?

Aunque... tal vez me lo merezca.

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HOLAAAA, soy consciente de q tengo esto abandonado desde septiembre, pero solo quiero pedir perdón

obvio voy a actualizar de nuevo y tdo eso, solo tengan más paciencia 

igual, prometo q los próximos capítulos serán más largos y con mejor calidad

tomen esto como un regalito d navidad (o de año nuevo)

espero q se la pasen bonito y tengan un hermoso 2025 :3

byeee, m despidoooo

(S.P.R.I.P)